Globalización y Biopolítica: El coronavirus
El coronavirus hizo estragos en
todas nuestras vidas, afectando todas las esferas de la vida humana, tuvo una
consecuencia multidimensional en nuestras vidas: lo social, cultural,
económica, política, familiar, deportiva, de entretenimiento
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JESÚS E.
MAZZEI ALFONZO
09/05/2024 05:00 am
El área de la medicina no me es ajena, sé lo importante que es ella;
desde el punto de vista familiar, ya que desde mi tataratío el Dr. Francisco
Antonio Rísquez, hasta mi padre Jesús E. Mazzei Berti, hay una larga tradición
de médicos de primer nivel en mi familia (los Drs. Edgar Martínez y su hijo
Edgar Martínez, mi tío abuelo Arminio Martínez Niochet, Imelda Campo Martínez,
y Ramón Arrivillaga, esposo de mi prima segunda Gleydes Rubio Martínez) tanto
en la línea materna como paterna, por lo menos desde hace más de 100 años, por
cierto, todos médicos graduados en la UCV.
Hoy en ese mismo sentido, un hijo de mi primo hermano el Dr. Edward de
Veer Alfonzo, se forma en la UCV en la Facultad de Medicina, siguiendo esa
larga tradición médica familiar, en el lado materno de mi familia; mi padre,
hubiera deseado que alguno de sus causahabientes, fuera médico, pero ninguno de
mis hermanos ó mi persona, tuvo esa inclinación profesional y vocacional.
El coronavirus hizo estragos en todas nuestras vidas, afectando todas
las esferas de la vida humana, tuvo una consecuencia multidimensional en
nuestras vidas: lo social, cultural, económica, política, familiar, deportiva,
de entretenimiento, pues bien la pandemia se manifestó en el área de la salud a
nivel global, manifestándose en el proceso de globalización. Hubo repercusiones
en todos los órdenes de la vida humana. Ahora bien, desde el punto de vista
político, tiene unas consecuencias y una significación importante, en ese
sentido, hace unos años leí un interesante artículo en el País de España, de
las politólogas Debora Diniz y Giselle Carino, el cual recomiendo ampliamente
releer, permite ver en amplia perspectiva este grave problema:
” … La epidemia del coronavirus parece una actualización de las clases
de Michel Foucault sobre biopolítica, seguridad y territorios. La biopolítica
es el poder que ordena las políticas de la vida, a saber, son tácticas que
regulan qué cuerpos deben vivir y qué cuerpos pueden ser desechables. La
explosión de una epidemia es un momento intenso en la biopolítica: en nombre de
la protección colectiva se controlan los cuerpos, se delinean fronteras reales
o imaginarias a la salud. Así fue con la epidemia del virus zika en su
emergencia. Con el zika, sin embargo, el pánico global fue breve, pues
rápidamente se comprendió que el riesgo a la enfermedad estaba confinado a los
países tropicales. Por eso, toda biopolítica se convierte en una necropolítica
cuando los regímenes de desigualdad determinan cuáles cuerpos viven el riesgo…”
Por otra parte, en el pasado siglo XX, la gripe española, en 1918 mató a 40
millones de personas y los decisores gubernamentales hoy a nivel de países y de
las organizaciones multilaterales (OMS), al declarar la pandemia se buscó
enfrentar en forma rápida y eficaz, esta enfermedad. Hasta ahora, el COVID-19,
enfermedad viral, infecto-respiratoria, mató más de 3.000.000 personas y
estuvieron bajo observación a nivel mundial más o menos millones de personas
más, sin embargo, la velocidad, difusión y letalidad, es más peligrosa que
otras pandemias de los últimos años como el SARS, MERS, ébola, entre otros. Es
más peligroso en personas con patologías previas sobre todo con trastornos
pulmonares o cardiacas.
En ese mismo orden de ideas, siguiendo al maestro de la ciencia política
venezolana Don Manuel García- Pelayo, este es un fenómeno politizado, es
decir, un evento y/o acontecimiento, que sin ser de naturaleza política, puede
adquirir en determinados casos y circunstancias, tal significado, constituyendo
así nudos entre la estructura política y otras estructuras, es lo que él
denominaba fenómenos políticamente condicionados o sea
aquellos fenómenos, que no siendo políticos en sí mismos, pueden tener efectos
decisivos sobre la política, ejemplo, por los impactos que está teniendo en las
diferentes sociedades que están ejecutando políticas de prevención y
contención, tanto desde el punto de vista sanitario como de investigación y
desarrollo, de una vacuna para tratar esta patología, que están afectando la
dinámica de la acción del gobierno no sólo del día a día, sino de la decisiones
políticas (y este es el núcleo de la cuestión) que están tomando lo gobernantes
del mundo (suspensión de vuelos transatlánticos, cierre de fronteras,
suspensión de actividades económicas, financieras, comerciales, deportivas y de
esparcimiento y entretenimiento, educativas entre otras), y esto, afecta, el
comportamiento general y particular de la sociedades y del ser humano en lo
tocante a como ser individual que esté afectando nuestro modo de vida.
Por ello, es un hecho político relevante y fue de alta prioridad política entre
los decisores sanitarios, por las repercusiones que tuvo. Que, no siendo eficaz
y adecuadamente no sólo diagnosticado y tratado, con políticas públicas
adecuadas puede influir en la gobernabilidad de nuestras sociedades en todas
estas esferas de la comunidad humana. La globalización se manifiesta en toda su
intensidad, por las interrelaciones e interconexiones, del mundo contemporáneo,
más de 100 países se vieron afectados por esta pandemia.
Este caso nos pone de manifiesto el condicionamiento de la política por
fenómenos que en sí mismos carecen de entidad y de intencionalidad política,
pero en cuanto que ellos han hecho las políticas sea posible sea tal cual es,
ellos mismos han pasado a formar parte del ámbito que interesa a la teoría
política.
Venezuela, lamentablemente, tiene una infraestructura sanitaria, tanto
en su planta física como humana (médicos, enfermeras, biólogos infectólogos),
precaria, deteriorada por falta de inversión y mantenimiento, a pesar de los
inmensos recursos económicos de los años 2002-2014 y también por la falta tanto
en suministros de antibióticos, equipos, limpieza, suministros de servicio
esenciales como electricidad, agua, internet y telefonía fija, pésima, debido a
que en los últimos años no se han hecho las inversiones, no habido
mantenimiento preventivo y lo más grave y perverso, la partidización de los
servicios de salud y por ello, nos encontramos en una situación tan lamentable
sobre todo en el sector público. Veremos si el panorama mejora, pero lo pongo
en duda, por la falta de credibilidad en y de los actores gubernamentales, de
cómo enfrentar un desafío de tal magnitud para ejecutar políticas públicas
eficientes tanto preventivas y luego que se presenten los primeros casos
políticas curativas (asilamiento y de tratamiento). Dios no nos agarró
confesados, en aquellos años, esperemos que en una futura nueva pandemia
estemos mejor preparados, por la imprevisibilidad de estos acontecimientos. Veremos.
jesusmazzei@gmail.com