Riesgo político, incertidumbre y guerra
Siendo toda la actividad
política esencialmente dinámica, tampoco el poder consolidado carecerá de
adversarios. La neutralización de los mismos será, muchas veces, la mejor
garantía para su conservación y supervivencia
JESÚS E. MAZZEI ALFONZO
12/09/2024 05:00 am
El riesgo político, y lo que conlleva en la incertidumbre en la política
y en la guerra, es un tema que ha interesado a los estudiosos de la ciencia
política contemporánea en los últimos años, que yo recuerde fue al Dr. Ramón
Escobar Salom, uno de nuestros políticos mejor preparados y formados, hombre de
estado y analista formidable, al que le leí y escribir, por primera vez sobre
este tema, en su columna del Diario El Nacional "La
Ventana de Papel", hace unos 43 años aproximadamente y me abrió
una veta de interés intelectual.
Pero qué podríamos decir inicialmente qué es el riesgo político, cuáles son sus
características, es realmente útil para el análisis de los sistemas políticos,
de las políticas públicas, los problemas de gobernabilidad, y entre otros
issues en su estabilidad, perdurabilidad y grado de gobernabilidad. El riesgo
involucra la incertidumbre e información imperfecta, muchas veces parcial e
incompleta, asimétrica, ahora bien profundizando en su definición y
características tiene varios componentes fundamentalmente, resulta entonces,
que una gran cantidad de datos no siempre produce buena inteligencia o
conocimiento de análisis de riesgo político, hay riesgo en cuanto un determinado
evento no sabemos o no podemos determinar alguna, o varias, de las siguientes
variables: si puede ocurrir en absoluto (incertidumbre de factibilidad), cuándo
ocurrirá (incertidumbre de tiempo), dónde ocurrirá (incertidumbre de lugar),
cómo ocurrirá (incertidumbre de modo), cuántas veces en una determinada unidad
de tiempo ocurrirá (incertidumbre de frecuencia), cuánto daño producirá
(incertidumbre de severidad). Estos factores están inmersos en el riesgo
político de Venezuela, en la eventualidad de un cambio político o no, en el
porvenir, hoy más vigente que nunca. Involucra entonces, expectativas y
percepciones, de un país en la ruta de sus políticas públicas: que
credibilidad, asertividad, sentido común y eficiencia tienen ellas y ellas
juegan en el riesgo político.
Ahora bien, el riesgo es percibido como un obstáculo que se interpone entre la
actividad y el objetivo perseguido por esa actividad, porque es muy difícil
tener una actividad predictiva eficiente, sobre todo en la ejecución de
políticas públicas, para reducir o evitar la incertidumbre sobre las decisiones
que se implementan, sobre todo cuando no se tiene equipos de gobierno que
generen confianza y credibilidad, en el manejo de las políticas públicas (es el
caso de Venezuela del siglo XXI), por ejemplo, cómo es posible revertir una
imagen de un gobierno que desde el año 2005, atacó el capital y tejido
productivo, existente de 12.700 grandes empresas que había en Venezuela en
1998, hoy quedan poco más de 2.300, trabajando a un 22 % de su capacidad
instalada( un alto riesgo político por decisiones tomadas en esos años).
Por otra parte, en el caso de la política, la actividad se relaciona con el
poder, con el ejercicio del poder político, sus características, relaciones
entre otros factores. Con la guerra actual, absurda e injustificable de Rusia,
contra un país soberano como Ucrania, que ha demostrado coraje y dignidad, hay
tres elementos a tomar en cuenta. La relación ofensiva y defensiva, el centro
de gravedad y el punto culminante de la victoria, factores que analizaré en
futuros artículos y que cobran gran actualidad a raíz de la actual y sorpresiva
ofensiva ucraniana, que es imposible cómo va afectar el desarrollo de la
guerra. La geopolítica y geoestrategia mundial están cambiando, ahora no hay
orden mundial, este está siendo contestado.
Otro factor que influye, por lo tanto, desde el momento en que la actividad
política se realiza siempre en el contexto de una pluralidad y diversidad de
actores antagónicos que son adversarios y no enemigos a muerte, la mera
existencia de esta multiplicidad ya constituye un riesgo en sí y de por sí,
este es el escenario de la Venezuela, presente desde que llegó el chavismo
madurismo, confrontación, falta de observar a la otra acera como adversario y
no enemigo a liquidar, reprimir, socavamiento de los derechos humanos y
libertades públicas. En la enorme mayoría de los casos prácticos, la decisión
política puede generar toda una gama de consecuencias no predecibles; algunas
de ellas inadecuadas por falta de negociación política y otras muy difíciles o
hasta imposibles de prever.
Por otra parte, así como el poder es disputado en su adquisición, también lo es
en su ejercicio y esto se observa claramente en el actual conflicto europeo.
Eso es algo que también sabe todo político: una vez conquistado el poder, no es
cuestión de sentarse sobre los laureles que otorga. Nunca hay, en realidad,
verdaderos "vacíos" de poder en política. En el mismo instante en el
que una posición de poder declina, sus adversarios concurrirán inmediatamente a
ocuparla. Y, si no declina, estarán permanentemente en la tarea de debilitarla
para que decline y pueda ser conquistada. A la etapa de la conquista del poder
sigue, pues, necesariamente la etapa siguiente orientada a la defensa, conservación
y consolidación de la conquista del poder político.
Asimismo, siendo toda la actividad política esencialmente dinámica, tampoco el
poder consolidado carecerá de adversarios. La neutralización de los mismos
será, muchas veces, la mejor garantía para su conservación y supervivencia. De
este modo, la expansión del poder surge frecuentemente como una de las vías que
conducen a su consolidación y/o viceversa y este es otro factor de riesgo
político, dado la información imperfecta que se pueda tener y el grado de
incertidumbre.
Con lo expuesto no se pretende, en absoluto, haber agotado el tema del riesgo
político. El objetivo de este breve artículo ha sido doble: por un lado,
señalar su contexto, los aspectos principales y, por el otro, ofrecer una
perspectiva diferente a la que por lo general se utiliza cuando se habla de
"riesgo político". Lo común es considerar como "riesgo
político" solamente aquellos riesgos que el accionar político genera para
la economía, como se puede ver actualmente con la irrupción de un
neoproteccionismo y una recesión en la economía mundial, dada la crisis del
COVID-19, y/o las consecuencias del agravamiento hoy en día por la crisis de la
viruela del mono, la nueva dimensión de la guerra al terrorismo, la
ciberseguridad, las diferentes burbujas económicas. O también, por ejemplo, es
medir la diferencia entre las tasas internas de retorno al capital invertido
-tomando al mercado norteamericano como "riesgo cero"- para lograr un
indicador del "riesgo país" o -por extensión- del "riesgo
político" por ejemplo. El procedimiento, por supuesto, es válido desde una
óptica económica, como la hacen actualmente las calificadoras de riesgo.
Hoy en día, los analistas de riesgo político, observarán en sus análisis que la
implementación de políticas públicas produce ganadores y perdedores, a estos
últimos, los analistas de riesgo observan el grado de compensación que tendrán
al seno del sistema político, y además, si se producirán perturbaciones que
afecten la estabilidad y viabilidad, del sistema político, ésta es otra
variable que tendrán en cuentan los analistas de riesgo. Se analizan los
problemas sociales existentes y potenciales, la interacción entre actores.
El análisis de riesgo político es hoy muy pertinente, realizado por servicios
de estudios, consultores que tiene personal de alto nivel profesional, en
cuanto a su formación académica y trayectoria, muchas veces han pasado por
experiencias gubernamentales lo que les permite tener una pericia desde adentro
de los fenómenos del arte de gobernar y del ejercicio del gobierno. No son
infalibles, aun utilizando los más completos instrumentos y equipamientos
teóricos-conceptuales y sistemas de información, pueden tener un margen al
error probabilístico, porque hay elementos como la sorpresa, el azar, la
incertidumbre, que actúan, contra los eventos socio-políticos, los cuales no
son lineales, son impredecibles. Hay pues, una caja de pandora en los eventos
de riesgo político. Identificar riesgos y oportunidades potenciales que puedan
impactar la toma de decisiones es uno de los mayores retos de analizar el
riesgo político en tiempos de información imperfecta y asimétrica.
jesusmazzei@gmail.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario