¿Representan las inversiones
extranjeras una alternativa para el crecimiento económico?
Cesar Andrea Perez
En las teorías de crecimiento existe una máxima en la cual se define que el crecimiento económico necesita de la inversión. Existen diversos mecanismos para acceder a la inversión, ya sea con capitales nacionales, de origen público o privado, pero también está la inversión extrajera. En este artículo se busca responder qué rol juegan las inversiones extranjeras, en especial, la inversión extranjera directa (IED) y los flujos de ésta como mecanismo de financiamiento del crecimiento económico para los países en vías de desarrollo.
El crecimiento económico es la capacidad de producir bienes y servicios de forma
sostenida en una economía. Una mayor tasa de actividad económica le permite a
una economía expandir su frontera productiva. Diferencias en estas tasas de a
largo plazo, dan lugar a grandes diferencias en los niveles de ingreso y
bienestar. Por ende, se podría considerar a la tasa de crecimiento económico
como la forma de aumentar el ingreso y el bienestar de los países (Xala-i-Martin,
1994), en particular, en aquellos en vías de desarrollo donde existe un amplio
margen para la reducción en los niveles de pobreza.
La IED se define generalmente como
la inversión de una empresa de un país (país de origen) en otro país (país
receptor), en donde el inversionista extranjero posee al menos el 10% de la
empresa en la que se realiza la inversión. Esta inversión implica la existencia
de una relación estratégica de largo plazo entre la empresa inversora y la
filial, así como un grado significativo de influencia de la gestión de la
empresa. La inversión directa comprende tanto la transacción inicial entre las
dos entidades, como las operaciones posteriores de capital entre ellas y entre
empresas filiales, construidas o no en sociedad, Organización para el
Desarrollo y la Cooperación Económica (OCDE, 2011).
En el contexto del crecimiento económico, las inversiones extranjeras, en
particular, la IED, representa una opción de financiamiento externo a largo
plazo para el crecimiento económico. De acuerdo a la Comisión Económica Para América
Latina (CEPAL, 2014), en las últimas décadas, se ha instalado en diferentes
ámbitos de toma de decisiones la convicción de que este tipo de inversión constituye
un motor de desarrollo para las economías receptoras, pues representa un aporte
significativo para la modernización, el incremento de la producción, y, en
consecuencia, la creación de puestos de trabajo. Considerando esta visión, atraer
ied ha sido un instrumento clave de la estrategia de desarrollo de muchos gobiernos.
Para tener una idea, según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre
Comercio y Desarrollo (UNCTAD) en el año 2023, los flujos de entrada de IED en
el mundo alcanzaron 1.622 billones de USD. Las economías desarrolladas recibieron
el 45,1% de estos flujos, por su parte, las economías en vías de desarrollo la
cifra de entrada se ubicó en 54,9%. De este último porcentaje la región de Asia
ocupa el mayor peso con 41,1% y América Latina y el Caribe 8,6% (193.000
millones de USD) del total de entradas en los países en vías de desarrollo,
representando el 4,0% del producto interno bruto.
Para el año 2023 las economías mayores receptoras de IED en el mundo son
los Estados Unidos (311.000 millones de USD), China (163.000 millones de USD),
Singapur, (160.000 millones de USD), Hong Kong, China (113.000 millones de
USD), Brasil (91.505 millones de USD), Canadá (50.000 millones de USD), entre
otras economías. En la región de América Latina y el Caribe son importantes
receptoras de flujos de ied las economías de Brasil (91.502 millones de USD),
México (38.932 millones de USD), Chile (20.865 millones de USD), Argentina
(8.506 millones de USD), Colombia (16.869 millones de USD) y otras economías
como Perú, Uruguay, República Dominicana, Costa Rica y Panamá.
Estos ingresos de IED, dan cuenta del papel que representan las inversiones
extranjeras en las economías desarrolladas y en vías de desarrollo. Una hipótesis
sobre la razón por la cual los gobiernos ven con buenos ojos la llegada de
empresas y capitales extranjeros, es la posibilidad de que las empresas locales
tengan acceso a nuevas tecnologías; aumentos en el acervo de capital[1];
mayores entradas de divisas; transferencias de técnicas de producción, mercadeo
y administración; además de ser un canal importante para promover los
encadenamientos productivos, cadenas globales y regionales de valor y la
transferencia de conocimientos y tecnología, y apoyar así el crecimiento
económico (Gaviria y Gutierrez, 1993; CEPAL, 2023).
Los flujos de IED tienen la particularidad de ser inversiones a mediano y
largo plazo en los procesos productivos. En este proceso operan tres tipos de
inversiones transfronterizas. Las primeras son las Nuevas inversiones o “Greenfield”, donde el inversionista
extranjero crea una nueva planta en el país receptor de la inversión. Este tipo
de inversión es importante para el país receptor porque son inversiones nuevas
en maquinaria, equipos y tecnologías, los cuales en conjunto contribuyen a
incrementar la acumulación de capital o acervo de capital. Las segundas se refieren a los llamados Préstamos entre compañías,
donde las empresas multinacionales se realizan préstamos a los fines de cubrir
necesidades existentes. Por último, la Reinversión de utilidades, se vincula a
la reinversión de las ganancias en la empresa.
El agente principal en los flujos de inversión extranjera son las empresas
multinacionales. La Característica de este tipo de empresas es que operan en
más de un país, disponen de acceso a financiamiento internacional, invierten en
investigación y desarrollo, entre otros. En opinión de John Dunning, la
estrategia de internacionalización de las empresas multinacionales debe considerar
la propiedad, ubicación e internalización. En cuanto a la primera ventaja, la
empresa debe poseer algún elemento que le permita obtener beneficios en un
mercado extranjero; en la segunda ventaja de ubicación, la empresa debe tener
un atributo de ubicación para producir en el mercado externo, en lugar de
producir en su mercado interno; la tercera ventaja de internalización se
vincula a tener mayor control de los procesos productivos, en comparación con
trabajar con una empresa local a través de una licencia o de una alianza
estratégica. En el marco de las inversiones extranjeras, el desempeño de las
empresas multinacionales es clave para tomar decisiones en cuanto a inversión.
Las empresas multinacionales dirigen sus inversiones en la búsqueda de recursos
naturales para acceder a un "commodities"
que no está disponible en el mercado local de la empresa. La disposición de
yacimientos de hidrocarburos (petróleo, gas, carbón), minerales (bauxita, oro,
litio, cobre, aluminio) brinda posibilidades importantes para la atracción de
inversiones. En América Latina y el Caribe, en el año 2022, el 24% de los
anuncios de proyectos de IED correspondió a Carbón, petróleo y gas; 7% para
Metales; 6% para Otros sectores intensivos en recursos naturales. Estos
anuncios en cuanto a intenciones de inversión, dan cuenta de la importancia que
tiene la región para la atracción de inversiones en recursos naturales.
La Búsqueda de mercado es otro determinante para la IED, vinculado al
acceso a nuevos clientes y mercados de exportación. Para la atracción de IED en
la búsqueda de mercado es fundamental el ritmo de crecimiento económico, el
nivel de ingreso, el tamaño de la población, los patrones de consumo, los
niveles de apertura comercial y otros. Existen otros determinantes relacionados
a la búsqueda de eficiencia y búsqueda de activos estratégicos.
Ahora bien, ¿cuál es el mecanismo por medio del cual los flujos de IED
afectan el crecimiento económico?
Uno de los mayores inconvenientes que enfrentan los autores es determinar
los canales por medio de los cuales la IED puede generar mayores tasas de
crecimiento. En ese sentido, la literatura ha establecido una serie de métodos
que permiten estimar los efectos que tienen las inversiones extranjeras en el
crecimiento de las economías. En tal sentido, Baracaldo et al., (2001)
establece los siguientes canales en los cuales se vincula la IED y el
crecimiento económico. Estos vínculos son los siguientes:
CANALES DE DEMANDA
Inversión
Hay dos mecanismos mediante los cuales la IED puede tener efectos sobre la
inversión. El primero se denomina “crowding
aot efect” y se refiere a que la IED compite con la inversión nacional por
la participación en los mercados financieros, provocando efectos negativos.
Pero, también se pueden producir efectos positivos en la medida que la IED
aumente el tamaño de las firmas del país anfitrión por la realización de
actividades complementarias, generando incrementos en la productividad por la
difusión del conocimiento y la tecnología entre las diferentes firmas.
El segundo mecanismo se refiere al stock de capital, “crowding in effect,” en
virtud de la presencia de empresas locales y multinacionales, traduciéndose en
un aumento del acervo de capital en la economía anfitriona y en consecuencia el
incremento de las posibilidades de crecimiento económico.
La inversión se traduce en la creación de nuevas industrias, desarrollo de
encadenamientos productivos, importación de maquinarias, equipos, materias
primas, tecnologías, técnicas de producción, mercadeo, repercutiendo de forma
positiva a elevar las capacidades productivas en el país receptor de la
inversión.
Comercio
Otro canal por el cual los flujos de IED pueden generar crecimiento es el
comercio. Éste permite que se lleven a cabo procesos de difusión tecnológica a
través de la transmisión de ideas y de nueva tecnología. De esta forma, la
importación de bienes de alta tecnología es un mecanismo que hace posible el
acceso de las economías en vías de desarrollo al conocimiento más avanzado,
gracias a la existencia de empresas multinacionales en los países anfitriones
(Rodrik y Rodríguez, citado por Baracaldo et al., 2001).
CANALES DE OFERTA
Economías de escala
Los flujos de IED pueden provocar cambios en la productividad de los
factores y reflejar rendimientos crecientes al interior de la función de
producción, por la utilización de bienes intermedios con menores costos y de
mejor capacidad; fenómeno que termina por inducir tasas de crecimiento
económico más aceleradas.
CANALES NO TRADICIONALES
Tratados preferencias de comercio (tpc)
Los tpc pueden tener efectos ambiguos sobre la IED y sobre el crecimiento.
Pueden crear, desviar o eliminar flujos de IED en determinadas localizaciones
por las condiciones que se introducen en su negociación. Sin embargo, los tcp
tienen la facilidad de solucionar problemas de inconsistencia temporal, pues
incrementan la estabilidad política y económica y promueven un mejor marco
jurídico que permite la llegada de una mayor cantidad de flujos de IED.
Inherente a los canales no tradicionales son los referidos Tratados
bilaterales de inversión (tbi), los cuales son suscritos por gobiernos con el
fin de promover las inversiones extranjeras y fijar posiciones en esta materia
en cuanto a los derechos del inversor, movilidad de capitales, sectores
susceptibles de inversión, procesos de expropiación, así como restricciones y
prohibiciones, mecanismos para dirimir diferencias en materia de inversión.
En fin, la IED es una opción que deben considerar las economías en vías de
desarrollo, que aún no han superado la trampa del ingreso medio, a los fines de
complementar sus procesos de crecimiento económico y de inserción en la
economía internacional. Este tipo de
inversión ha sido un canal importante para la atracción de capitales,
traduciéndose en la elevación de la frontera productiva, la promoción de las exportaciones
y la diversificación productiva. Este tipo de inversiones son a plazo, el cual
brinda estabilidad para los países de acogida de la inversión. Son referentes
importantes para el estudio de impacto de la IED en el crecimiento económico
las economías de Asia, como China, Singapur, Vietnan, Corea del Sur. En América
Latina, las economías de México, Costa Rica y Chile son casos que deben
estudiarse.
Por César Andrea
Pérez
Economista
Magíster en
economía internacional
Candidato a
doctor
Universidad
Central de Venezuela
Referencias
Andrea, C. (2019). La inversión extranjera directa en Chile y Colombia durante
el período 2000 – 2014: análisis de su incidencia en el crecimiento económico
Comisión Económica para América Latina (CEPAL, 2022). La Inversión Extranjera
Directa en América Latina y el Caribe. Santiago de Chile, Chile.
United Nations Conference on Trade and Development (UNTAD, 2024). World
investment report. Investment facilitation and digital government, Ginebra,
Suiza.
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNTAD). (2023).
Informe Sobre las Inversiones en el Mundo. Ginebra, Suiza.
Gaviria, A., & Gutiérrez, J. (1993). Inversión Extranjera Directa y
Crecimiento
Económico. Bogotá, Colombia.
[1] Acervo de capital se refiere a la
acumulación de maquinaria, equipos, edificios, tecnología, investigación y
desarrollo o software.