jueves, 17 de octubre de 2024

TRES DISTORSIONES QUE PERSISTEN EN LA ECONOMÍA VENEZOLANA

 

TRES DISTORSIONES QUE PERSISTEN

EN LA ECONOMÍA VENEZOLANA

EDUARDO ORTIZ RAMÍREZ

 


El ser humano es un animal de recuerdos, pero también puede serlo de costumbres, aunque estas sean poco pertinentes y no iguales para todos. Existen tres distorsiones que han venido echando raíces o bases como para permanecer en las apreciaciones económicas y, correspondientemente, en la atención de los problemas económicos por parte de quienes los evalúan o accionan sobre ellos.

Una primera, es la atinente al mercado monetario y de divisas. En cuanto al monetario no pasará mucho tiempo sin que volvamos a tener una especie de nueva reconversión monetaria,  dados los desequilibrios de precios relativos. A pesar de determinantes y contextos, deberíamos entonces pensar que la nación no puede tener, efectivamente, un signo monetario que genere confianza y no el deseo de desprenderse de la moneda circulante, en este caso los bolívares soberanos. A esto se le añade o lo contextualiza el complejo escenario de dolarización  de hecho, informal o transaccional y que a algunos les produce la idea reconfortante de que “…bueno, pero es lo que existe”[1]. O sea que pareciera no poderse albergar posibilidades de que la economía pueda alojar la posibilidad de pasar a una dolarización formal (de nuestra parte no la apreciamos necesaria, ni conveniente), pero la informal, la desordenada, que existe algunos la ven como digerible, aunque genere altas distorsiones en salarios y precios relativos y esta especie de tira y encoje entre dólar BCV/dólar paralelo.  Pero, pareciera que algunos aprecian que así se puede seguir funcionando, aunque entre otras tantas cosas implique la inflación en $, que algunos señalaban que no existía, porque sus encuestas o sus visiones no la perciben. La hiperinflación “desapareció”, pero la inflación está latente y las distorsiones de precios y salarios siempre se tienen atentas. Claro, de este mercado de divisas hay varios que se benefician.

La segunda distorsión, es la concerniente al problema del crecimiento y de las oportunidades de inversión. Bastante claro está en la literatura y en las experiencias internacionales que, para que una economía pueda rendir frutos en el crecimiento y aprovechar una ruta, tiene que estabilizarse y solo a partir de allí, son válidas las proyecciones y realidades en las tasas de crecimiento. Esto es, no es que caímos mucho y ahora tendremos 4 o 6% de crecimiento. No, las tasas tienen que tener cierto nivel a partir de la recuperación. Y solo a partir de allí convertirse en perdurables y estables. Variados gobiernos coquetean con tasas y algunos críticos diezman proyecciones con otras tasas. La economía no se va a estabilizar porque alguien piense que una exportación circunstancial de un producto pueda haber generado algunos ingresos o piensen algo mil veces pensado como es desarrollar la industria petroquímica del lado de las empresas básicas, cuando mucha alteración y distracción se ha tenido en eso, incluso apreciando períodos de décadas. No, no es negarlo, sino apreciar hasta  donde una idea puede fortalecer una distorsión o distracción que impida percibir la delantera en los mercados internacionales o un conjunto de políticas sectoriales más adecuadas o realistas.

 La tercera distorsión atañe a un asunto de llegada en las políticas de crecimiento y desarrollo y es el concerniente a los niveles de vida de los pobladores, o lo que algunos profesores especialistas que tuve llamaban con énfasis la distribución del ingreso. Sabemos el escenario de los bajos salarios que concierne, realistamente, a las imposibilidades de vida que, en el caso de Venezuela, tienen masas de trabajadores y sobre todo los de en cantidad de varios millones dependen del sector público. Los costos de transporte, de alimentación, de estudio y ni que se diga de salud, no pueden ser cubiertos con los bajos salarios existentes  o con salarios que se aumenten y se los coma la inflación, porque se cree que eso es lo natural que pase. La pregunta es: ¿en una economía puede haber aumento de salarios sin que ello suceda? La respuesta es sí, si puede darse y ahí es donde aumentan o se recuperan los niveles de vida. Dentro de la distorsión de concebir los salarios y los niveles de vida, ahora se la añadido la bonificación  del salario que es simplemente el uso de un bono sin repercusiones en prestaciones y otros asuntos. La Administración Bolivariana buscó centrar las políticas respectivas en el salario mínimo, entre otras, con las medidas de 2018[2].  Logró, contrariamente, un resultado insólito; desapareció la importancia del salario mínimo, como puede observarse su insignificancia, cuando se ubica a Venezuela en el contexto latinoamericano.

 Lo impresionante no es que se hayan generado, entre otras, estas distorsiones, sino la tranquilidad que se observa en  analistas, políticos, y hacedores de políticas  en cuanto a  que las mismas existan y se pueda seguir funcionando con ellas en el último trimestre de 2024 y en los futuros semestres, mientras hoy día adivinamos en cuanto podrá estar el dólar en los inicios de 2025, mientras pobladores diversos habrán seguido lidiando con y/acumulando problemas.

17 de abril de 2024

@eortizramirez

eortizramírez@gmail.com

 

viernes, 11 de octubre de 2024

Las trampas del reduccionismo

 https://ultimasnoticias.com.ve/noticias/opinion/las-trampas-del-reduccionismo/


Las trampas del reduccionismo



La teoría económica convencional confiere especial importancia a la interpretación del indicador macroeconómico Producto Interno Bruto per Cápita, como una herramienta que nos permite evaluar el bienestar material de una sociedad. El valor total de los bienes y servicios finales producidos durante un año en una determinada economía dividido por la población total, suponiendo que la riqueza creada se distribuye de manera homogénea.

Lastimosamente, los supuestos en la teoría económica dominante son una constante inobjetable. Es una forma de banalizar la inmensa complejidad que encierra la realidad social, económica, política, cultural e histórica objeto de estudio. Hecho que refleja —cada vez con más fuerza— la hipótesis de una gran crisis general del pensamiento de las ciencias económicas y sociales.

Según datos del Banco Mundial, el PIB per cápita en el mundo paso de 4.311 USD en 1990 a 13.138 USD en el año 2023. Es decir, un incremento del 205% con respecto a 1990. Sobre la base del desempeño de este indicador podemos inferir una mejora significativa en el ingreso per cápita de la población mundial.
No obstante, al incorporar una visión sistémica, nos damos cuenta que asumir una distribución homogénea del total de la riqueza creada entre el total de la población constituye un ejercicio engañoso.

Al ser cotejada la información con variables como pobreza y pobreza extrema, los resultados son desalentadores. Las desigualdades sociales se han incrementado sustancialmente especialmente en los países subdesarrollados.

Otro ejemplo, el PIB per cápita Chino, pasó de 318 USD en 1990 a 12.614 USD en el 2023. Un crecimiento del 3868%. Ahora, cuando evaluamos el desempeño de los Emiratos Árabes Unidos, el PIB per cápita de 1990 pasó de 26.683 a 52.977 USD en el 2023, un crecimiento del 99%.
A menor población, el PIB per cápita arroja un valor más elevado. Hecho que no necesariamente se traduce en un incremento de la riqueza, mucho menos que se distribuya con criterios de justicia social.

El análisis del hecho económico exige una mirada transdisciplinaria que nos permita comprender las variables macroeconómicas actuales —con sus limitaciones— hasta que podamos crear indicadores más precisos en sintonía con la realidad y nos den cuenta de los aciertos, desaciertos, retos y desafíos que nos depara la construcción de un mundo más justo.

Diplomáticos y diplomata

 

Diplomáticos y diplomata

Brasil es uno de los países del mundo que tiene una mayor y excelente articulación con el exterior, con una estructura burocrática sólida y seria, en materia de política exterior


 

·                     JESÚS E. MAZZEI ALFONZO

10/10/2024 05:00 am





El gigante suramericano conmemoró hace unos días, para ser más exactos el pasado 16 de septiembre, la graduación de una nueva cohorte de diplomáticos de carrera en la sexta categoría, en ese sentido, la fecha nacimiento del gran canciller del Brasil José Maria da Silva Paranhos Junior, Barón de Río Branco, el 20 de abril, patrono de la diplomacia brasileña y estandarte de profesionalismo e institucionalización de cuerpo profesional de servidores del estado y en su centenario, se creó en 1945, el Instituto Río Branco, es el día del diplomático brasileño. Deseo enfatizar algunas ideas y agregar unas nuevas, sobre el tema de la política exterior brasileña.


Efectivamente, Brasil es uno de los países del mundo que tiene una mayor y excelente articulación con el exterior, con una estructura burocrática sólida y seria, en materia de política exterior, además un conglomerado humano profesional e institucional y excelentes negociadores en el área bilateral y multilateral, lo que hace en su accionar internacional excepcional de su política exterior por ello, son tan admirados por tantos países.

Por otra parte, hay una serie de principios en ese sentido, que lo han guiado desde hace por lo menos 38 años, en forma continua sobre todo, después de la redemocratización en 1985, en el gobierno de José Sarney, en adelante, solo con el paréntesis del gobierno de Jair Bolsonaro, en el mantenimiento de esos principios, para generar una sólida inserción internacional de una forma más coherente, estos valores, se han ido adaptando o aggiornando a lo largo del tiempo y sobre todo, desde la década de los 90, aun cuando estos manteniéndose inalterables, se ajustaron a un orden internacional en constante transformación, hoy más complejo y lleno de incertidumbres. No debemos olvidar la impronta de política como la de los años 60 de independencia con autonomía, de San Tiago Dantas, ilustre ministro, que influyó intelectualmente y en sus realizaciones, en el desarrollo de la política exterior después de la redemocratización, luego de los 80.

En efecto, con el tiempo, estos cobraron una gran relevancia dado el proceso de redemocratización que vivió Brasil. Tanto en los años de los Gobiernos de Sarney, Collor de Mello, Itamar Franco, y Cardoso, como posteriormente en los gobiernos del PT, se les han dado un cariz más acorde a los nuevos y complejos temas de la arena internacional. Michel Temer mantuvo una política exterior de transición. Lula y la presidente Dilma Rousseff con la visión más social de la democracia que por ejemplo que Bolsonaro. Visión que giro o dio vuelta, en el gobierno de Bolsonaro, hacia un aislacionismo y que ahora en el tercer y nuevo gobierno de Lula, en su tercera administración, se retoma, los principios históricos de la política exterior brasileña, sobre todo después de la redemocratización en 1985.

Ahora bien, la nueva política exterior de Lula, se inicia en un contexto o entorno histórico e internacional, diferente al del año 2002, cuando resultó victorioso con una holgada mayoría y que repitió 4 años después. En el año 2022, el panorama es diferente, obtuvo una victoria cerrada con un margen del 1.2%, que le ha dado al presidente Lula, la oportunidad muy a pesar de tan estrecho margen del resultado, le ha dado, pues, la ocasión, sin embargo, de dar un giro de 360 grados, a la política exterior haciéndola más activa y altiva, en estos más de dos años, con las mismas premisas de sus primeros dos gobiernos.

Siguiendo ese orden de ideas, los principios rectores que han regido y guiado, históricamente la política exterior del Brasil y que son sus ejes en la formulación e implementación son los siguientes:

Pacifismo: Se fundamenta en la no-confrontación, en la búsqueda de soluciones pacíficas negociadas de las controversias, la condena del uso de la fuerza para la obtención de resultados externos.

El universalismo: entendido este como el todo el acervo de contactos bilaterales que constituyen el patrimonio del Brasil. También la diversidad de contactos bilaterales sirve para la realización de los intereses nacionales. Y finalmente esta vocación universal, encuentra sus raíces en el hecho que los brasileños consiguieron establecer relaciones pacíficas e instrumentalizadas con países situados en todas partes del mundo. Brasil ha desarrollado una vocación universalista de acción internacional.

Juridicismo: respeto a los tratados y convenciones, entendidas como manifestaciones sacrosantas del Derecho Internacional y que son asumidas por la voluntad nacional. Los tratados, convenios son vistos como instrumentos jurídicos que buscan acuerdos con factibilidad de cumplirse y que sean favorables a ambas partes.

Realismo y pragmatismo: acciones vinculadas a los intereses nacionales. Se abandona la idea de construcción y el uso del papel de potencia del país, para ganancias internacionales, se despolitiza y desideologiza la acción internacional.

Autodeterminación y no intervención: son alimentados por el carácter pacifista de la política exterior y sobre todo por el realismo que ilumina a su ejecutoria internacional.

Pues bien en trechos del discurso de Mauro Viera esta esta líneas estratégica, por ejemplo una maxima que debería de ser de todo diplomático”…O tempo de intolerância em que vivemos pede – mais do que nunca – as virtudes da profissão que escolheram: capacidade de dialogar; disposição ao estudo cuidadoso das questões; discernimento para separar o essencial do secundário; criatividade na busca de soluções; e forte sentimento de nossas origens…” y hay una primera aproximación al entorno internacional que nos efrentarmos”… O mundo com que nos deparamos na atualidade é, contudo, um mundo em desordem….”


Entoncés que que hacer planta Viera”… Procuramos reformar a governança global em suas várias frentes, fazendo com que as estruturas existentes incorporassem os anseios dos países em desenvolvimento. Atuamos concretamente na busca de inclusão, desenvolvimento e segurança. Advertimos sobre os fatores de erosão da ordem mundial. Sublinhamos que muitas das promessas dessa ordem não se tornaram realidade. Mas assistimos ao esgarçamento do tecido social não só nos países em desenvolvimento como nas próprias sociedades desenvolvidas. Testemunhamos o aquecimento do planeta, a devastação do meio ambiente, a ascensão do protecionismo, a exploração da intolerância e da xenofobia, a deterioração da paz.
Uma multiplicidade de fraturas e crises – social, climática, ambiental, econômica, informacional, geopolítica, entre outras – se abate sobre o planeta. Em larga medida, a desordem em que hoje vivemos é fruto da resistência às iniciativas de reforma pleiteadas pelos países em desenvolvimento e – por conseguinte – da persistência de profundas desigualdades globais.

En otro orden de ideas, que se debe hacer desde el punto de vista multilateral que es un eje central de su acción exterior ”… Ao mesmo tempo, a invenção de uma ordem menos desigual deve equacionar o problema da distribuição do poder. Como país-sede da cúpula dos BRICS, cuja presidência assumirá em 2025, o Brasil receberá os integrantes de uma agremiação que reúne 46% da população mundial e 36% do PIB global. O BRICS é hoje o maior símbolo da formação de uma efetiva multipolaridade.A sua expansão para dez membros, decidida em outubro do ano passado, foi um dos fatos mais consequentes da política internacional dos últimos tempos. Atuaremos para reforçar a vocação do BRICS para a reforma da governança global, estampada na Declaração de Joanesburgo II. Atuando sem trégua por um mundo com menos desequilíbrios, interessa-nos colaborar para uma multipolaridade estável. É por isso que, na presidência do G20, temos buscado os elementos de convergência entre grandes grupos e regiões para a construção de bases mínimas com vistas a um novo equilíbrio global. Nas Nações Unidas, precisamos recobrar a eficácia do multilateralismo como instrumento de gestão e estabilização da ordem.É tempo de rediscutir os instrumentos e os meios, no marco da Carta das Nações Unidas, a serem empregados para revigorar a Organização e, em especial, o seu Conselho de Segurança…”.

Por último, estas ideas que cimentan una política exterior sólida, pero llena de intereses y de acción en diferentes escenarios” … Desde 1º de janeiro de 2023, foram mais de 200 interações por parte de Vossa Excelência, Senhor Presidente da República, na forma de participação em cúpulas, reuniões bilaterais, visitas realizadas ou recebidas, telefonemas e videoconferências.

Dedicamos, no primeiro ano e meio de governo, especial atenção ao relançamento de contatos, tendo como ponto de partida o nosso entorno estratégico e como rumo a diversificação de nossas parcerias no mundo.O Brasil lançou uma nova agenda de integração na América do Sul, com a reunião que deu origem ao Consenso de Brasília.Da mesma forma, regressou à Comunidade de Estados Latino-Americanos e do Caribe, a CELAC. Sediamos a Cúpula da Amazônia, em Belém, reunindo os chefes de Estado dos países membros do Tratado de Cooperação Amazônica, em evento que contou com ampla participação da sociedade civil. Revitalizamos o MERCOSUL, que assinou, com Singapura, o seu primeiro acordo externo em doze anos. O grupo está engajado em negociações com outros atores como a União Europeia, os Emirados Árabes Unidos, o EFTA e o Panamá.

Com a União Europeia, recolocamos as negociações do MERCOSUL em bases compatíveis com o interesse nacional, com vistas à obtenção de um acordo equilibrado que contribua para integrar ainda mais os dois blocos e – assim – para fortalecer o aporte construtivo de ambos para a multipolaridade.

Ainda em nosso entorno estratégico, retomamos o contato com nossos vizinhos de além-mar congregando-nos na primeira reunião ministerial da Zona de Paz e Cooperação do Atlântico Sul desde 2013.

Registro as viagens presidenciais a Angola, Cabo Verde, África do Sul – esta no contexto da cúpula dos BRICS –, São Tomé e Príncipe – para a cúpula da CPLP – e também ao Egito e à Etiópia – para a cúpula da União Africana.

Mais além, no Oriente Médio, tivemos as viagens presidenciais à Arábia Saudita, ao Catar e aos Emirados Árabes Unidos.

Na Ásia, demos novo ímpeto à relação com os países da ASEAN.

A Índia, visitada pelo Senhor Presidente da República no contexto da cúpula do G20, tornou-se hoje nosso décimo parceiro comercial.

Há que se reconhecer que o centro dinâmico da economia mundial se deslocou nas últimas décadas: as exportações brasileiras à China – também visitada pelo Senhor Presidente da República em 2023 – são hoje mais do que a soma de nossas vendas aos Estados Unidos e à União Europeia.

Não descuidamos, por outro lado, das parcerias com o mundo desenvolvido.

Ademais das visitas a Washington, Lisboa, Porto, Madri, Londres, Paris, Berlim e Roma, o Senhor Presidente da República foi convidado a participar das cúpulas do G7 – o que não acontecia desde 2010 –, tendo comparecido aos encontros do grupo no Japão, no ano passado, e na Itália, em junho deste ano.

(Aliás registro que este foi o décimo convite que Vossa Excelência recebeu para participar de reuniões do G7 em seus mandatos).

Los desafíos de Itamaraty como organización “…O Itamaraty enfrenta hoje, como instituição, desafios não vistos em muitas décadas.

Quase vinte anos depois das medidas que viabilizaram o necessário e auspicioso ingresso de um amplo contingente de diplomatas no Ministério, o legado dessa reforma visionária precisa ser consolidado.

Não existe equação fácil para o problema de fluxo da carreira diplomática; estou, no entanto, determinado a encontrar as soluções possíveis para dar continuidade a essa reforma, com mente e espírito abertos a novas ideias e propostas.

Dentre as medidas que estamos considerando, encontram-se a adoção de critérios mais objetivos, previsíveis e transparentes para a ascensão até os estratos intermediários; a criação de trilhas profissionais distintas e optativas e a introdução de mecanismos para acelerar a representatividade de gênero e étnico-racial em todas as classes da carreira diplomática.

Algumas das mudanças, por seu caráter estrutural, exigirão reformas legais, com necessária tramitação no Congresso Nacional, enquanto outras podem avançar de forma mais célere.

É bem-vinda, nesse contexto, a contribuição das associações de classe e sindicatos, em espírito de diálogo construtivo, com vistas a uma frente unida em defesa da carreira. O Ministério das Relações Exteriores foi o primeiro órgão da Esplanada a instituir, no final do ano passado, a Mesa Setorial de Negociação Permanente como canal privilegiado de debate sobre melhorias nas condições de trabalho.

No último semestre, priorizamos a alocação de diplomatas em Brasília e a racionalização de nossos quadros de pessoal nos postos no exterior.
Os resultados do último mecanismo de remoções lograram dar importante resposta, ainda que parcial, ao objetivo de dotar a Secretaria de Estado das capacidades mais importantes para implementar nossa ambiciosa agenda internacional.

Atendida essa prioridade, estaremos em condições de ampliar o escopo das medidas de realocação de pessoal para apoiar outros objetivos da política exterior, como, por exemplo, a reaproximação com países africanos.

Tenho, ainda, a felicidade de poder mencionar a recente conclusão de concurso para a carreira de oficial de chancelaria, por meio do qual ingressaram 50 novos servidores em nossos quadros, com previsão de que mais 50 ingressem nos próximos meses.

Com um concurso já realizado e outro previsto para 50 vagas de diplomatas, pretendemos reverter parte da perda de funcionários de que sofremos nos últimos anos.

Estamos conjugando essas medidas a outras de aprimoramento das condições de trabalho de nossos funcionários.

Estamos em vias de expandir o Programa de Gestão e Desempenho para todas as unidades do Ministério, com o objetivo de dotar o Itamaraty de instrumentos mais modernos para a gestão de recursos humanos.

Reitero, Senhor Presidente da República, a necessidade de fortalecermos o orçamento do Itamaraty, de modo a termos recursos compatíveis com as crescentes necessidades e responsabilidades diplomáticas do Brasil.

Observaremos que pasa cuando Lula, llegue al ecuador de su mandato y sí esas líneas se continúan y fortalecen en materia de política exterior en los diferentes frentes.

jesusmazzei@gmail.com

 

sábado, 5 de octubre de 2024

Neopolítica del Gran Garrote

 Neopolítica del Gran Garrote

Lea aquí artículo de Elio Córdova Zerpa





Las medidas coercitivas unilaterales se han convertido en una especie de “patente de corso” para el Gobierno de los Estados Unidos. Recientemente, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (Ofac, por sus siglas en inglés) renovó la licencia N° 41 que autoriza a la petrolera estadounidense Chevron continuar con sus actividades relacionadas al negocio petrolero en territorio venezolano hasta abril de 2025.

Analizar esta “benevolente” decisión del hegemón pasa por describir la dinámica internacional de la actual coyuntura. El conflicto bélico, en pleno desarrollo, entre Israel e Irán —este último se ubica entre los diez mayores productores del mundo, con una producción que oscila en torno a los 3,3 millones de barriles diarios— ocasiona fuertes distorsiones en la formación del precio de la principal fuente de energía, amén de los desequilibrios que genera la guerra entre Rusia y Ucrania.

Ante la incertidumbre que ocasiona la volátil situación del mercado energético mundial, Estados Unidos ha consolidado una política exterior injerencista, de irrespeto a la soberanía y la autodeterminación de los pueblos mediante la instrumentación de las MCU para garantizar que Venezuela pueda surtir buena parte de la demanda en su mercado interno bajo la política del garrote a través de una “flexibilización” de las medidas coercitivas.

Según World energy trade Venezuela, superada por Canadá y México, ocupa para agosto de 2024 la tercera posición del Top 10 de exportaciones de crudo a Estados Unidos. La balanza comercial (X-M) de Venezuela con respecto a este país se ha venido recuperando progresivamente a raíz de la “benevolente flexibilización” del hegemón.

Está claro que ni los derechos humanos ni mucho menos la democracia es lo que motiva al Gobierno de Estados Unidos a implementar MCU contra el pueblo venezolano. Es una estrategia elaborada, en el marco de una guerra multiforme mediante la cual intentan, sin efecto hasta los momentos, doblegar al Gobierno nacional, para tomar control de la más grande fuente de energía del mundo.

En este contexto, construir y fortalecer las relaciones con el mundo emergente constituye una prioridad. La soberanía y el desarrollo económico son partes de una ecuación indispensable para la construcción de la Venezuela que está llamada a ocupar un rol estratégico dada su condición de país petrolero en la geopolítica mundial.

martes, 1 de octubre de 2024

Economía y política una relación indisoluble en el siglo XXI

 

Economía y política una relación indisoluble en el siglo XXI

Observamos que la economía no es sólo una construcción de una constelación de ideas, sino que ellas son un hecho concreto en el actuar de las relaciones humanas y de poder de la sociedad, en la realidad política concreta

 

 


 

 

·         JESÚS E. MAZZEI ALFONZO

26/09/2024 05:00 am

Hoy más que nunca estas ciencias sociales están entrecruzadas, mucho más interdependientes que nunca, ahora bien, acontecimientos en las dos esferas ya sea en el caso de la economía global, regional o la venezolana, entre ellas hay una fuerte interrelación, una mayor vinculación. Y en el caso de desempeño económico más aún. Pues sí, tres ideas en el caso venezolano se han extraviado desde hace 25 años en el quehacer de nuestros decisores políticos, en materia económica en su vinculación con la política.

Por un lado, el nombramiento de individuos que no poseen la experticia de la económica política sobre todo para producir seguridad y estabilidad, certidumbre, otra, una inadecuada cosmovisión del manejo económico (la mayoría formados en la escuela marxista-leninista del pensamiento económico, que no se actualizado y aggiorno de las nuevas teorías económicas) nombrados y ubicados finalmente, en cargos en las cuales no conocen las características y la dinámica de los organismos públicos y no tienen visión de estado, sino partidista-ideológica, y entonces, se producen los desajustes institucionales, en las políticas públicas formuladas e implantadas, porque la coalición de poder tiene al interno diversos grupos ideológicos, que coexistentes y sirven de muro de contención a una política económica con sentido común y que genere confianza, que son los pilares básicos de cualquier política económica sensata que se desee implementar, por ello los magros resultados de este año que unido a una concierto internacional con alta incertidumbre, complejiza aún más la implementación de políticas económicas, por varios eventos que la condicionan.

Por otra parte, han dejado una impronta importante no sólo en el pensamiento, en su desarrollo intelectual, en la praxis, en la realidad donde les toca actuar. Hoy estamos en un proceso de reinterpretación de ideas y del cómo actuar en la realidad en la interrelación humana, por los fantásticos cambios en la sociedad postindustrial y en proceso de un nuevo tiempo de cambio tecnológico e industrial y global que está en pleno avance de desarrollo, que tiene como proceso de desarrollo, una economía global que se debate en crisis de las cadenas de valor y suministro, una alta inflación en ciernes, una recesión que podría presentarse y una transformación de reinterpretación de la última fase la globalización de la economía, las finanzas, lo comercial y lo tecnológico, que están más entrecruzadas. Estamos pues, en lo que definiría Carlota Pérez, en un intervalo de reacomodo del capitalismo a nivel mundial. Este es el desafío en estas primeras décadas del siglo XXI, rumbo a la tercera década de este siglo, para los decisores políticos en la esfera económica, sean o no economistas.

En el caso particular de Venezuela, ha tenido desde el campo de las ideas hacia el campo de la acción pública que se plasman en políticas públicas de carácter económico-político que dan una satisfactoria combinación del pensar y actuar en forma virtuosa en el pasado tenemos por ejemplo a: Ramón Cárdenas, Alberto Adriani Mazzei, Manuel R. Egaña, José Antonio Mayobre, Andrés Germán Otero, Luís Enrique Oberto, Antonio Casas, Julio Sosa Rodríguez, unos economista como Adriani o Mayobre y otros políticos de primer nivel, que reflexionaron sobre la interconexión entre ambas esferas del pensamiento en forma profusa que sin ser economistas y otros también como Rómulo Betancourt y Rafael Caldera, que escribieron ampliamente sobre economía. En el campo de la academia, también, tenemos casos en una acertada combinación en cargos como directores del BCV o viceministros como es el caso de D. F. Maza Zavala, Asdrúbal Baptista, Ignacio Purroy, Carlos Hernández Delfino, Teodoro Petkoff, y en el ejercicio público y político, a nivel de ministros como: Freddy Rojas Parra, Luís Raúl Matos Azocar, Eglee Iturbe de Blanco, Héctor Hurtado, Haydee Castillo, Maritza Izaguirre, esta última socióloga, pero con amplia experiencia gubernamental entre otros. Todos ellos, han influido en la creación y sistematización de ideas, que, puestas en práctica en funciones de gobierno, le dan a la economía un intensa, compleja, vinculación con el cómo hacer políticas públicas de carácter económico, y en el juego político al seno de una sociedad plural y diversa, en vista desde la perspectiva de las relaciones de poder, interacciones que se producen en una sociedad que construye y estimula la creación de círculos de intelectuales y conocimiento en una interesante lucha, intercambio de construir una sociedad moderna en materia de una estructura económica sólida y equitativa.

En esta circunstancia, podemos observar a la economía siguiendo la guía que nos diera ese gran maestro de la ciencia política como fue Manual García-Pelayo, quien define claramente dos tipos de fenómenos políticos, los que son como tal eminentemente políticos y los politizados, para entender la clara relación entre estas dos esferas. En este último caso, tenemos a los políticamente condicionantes, es decir aquellos que no siendo políticos en sí mismos, tienen efectos decisivos sobre la política y los políticamente condicionados que son determinados y condicionados por motivaciones políticas para la implementación de políticas públicas en sus diversas dimensiones cambiarias, fiscales, monetarias comerciales. (aquí juega ampliamente la economía política).

En el caso venezolano se ubican seis períodos decisivos en su devenir económico-político determinantes. Observamos que la economía no es sólo una construcción de una constelación de ideas, sino que ellas son un hecho concreto en el actuar de las relaciones humanas y de poder de la sociedad, en la realidad política concreta.

Por un lado, en los años 1958-1974 hubo un manejo sensato, prudente y coordinado del manejo de las diferentes variables macroeconómicas y las políticas fiscal, monetaria, cambiaria, de comercio exterior, estables que dieron un largo período de crecimiento virtuoso del PIB, sin embargo, luego, entre 1974-1983, se produjeron una serie de decisiones que ampliaron el espectro de acción empresarial del estado venezolano, del gasto fiscal, el endeudamiento público descentralizado que tuvo un importante impacto en las finanzas públicas. Aquí reflexionaron venezolanos de la talla de venezolanos desde el campo de la ciencia política Allan Brewer Carias, Juan Carlos Rey y como Mauricio García Araujo, desde el campo de la economía, entre otros haciendo serias y concretas observaciones sobre el tipo de políticas públicas implementadas, en materia económica en los años de la Venezuela del Ta barato dame dos. Recuerdo en la revista Resumen, las clarividentes advertencias de Mauricio García Araújo, sobre el rumbo de la economía venezolana en los años del primer boom petrolero, en el primer período del presidente Pérez, y los efectos perniciosos que se produjeron al seno de la economía venezolana.

El otro ejemplo es el 18 de febrero de 1983, que marca el fin de una época que era imposible mantener y se producen las primeras decisiones que buscan reorientar el gasto fiscal, el debate político y económico, entre un control de cambio o una devaluación lineal, una discusión y controversia entre Arturo Sosa y Leopoldo Díaz Bruzual, al seno del gabinete económico del momento y luego éste se trasladó al consejo de ministros de la época y fomentar aún más un sector exportador no tradicional, llegamos así a 1989, que produce un verdadero viraje en el tipo de visión intelectual entre la política y la economía, que se va a materializar en un conjunto de políticas y medidas que ignoraron el elemento del timing y el acuerdo, negociación política y fue apartado y despreciado por completo, el consenso político, por parte de los economistas de aquel entonces, liderizados por Miguel Rodríguez. Hubo una acción ortodoxa, asumiéndose que los mecanismos del mercado podían corregir, por sí solo las debilidades de un estilo de desarrollo llevado a cabo por el país a lo largo de un extenso tiempo histórico. Aquí se beneficiaron ciertos grupos financieros y lo más grave se puso en juego la gobernabilidad del sistema político.

La siguiente fase es abril de 1996, con el denominado cuerpo de políticas públicas de la Agenda Venezuela, que buscaba mediante un prudente equilibrio entre los mecanismos institucionales de la política y el mercado, llevar a cabo no sólo un sano balance macroeconómico, sino, además, hacer eficiente el sector industrial y potenciar, los sectores donde tenemos ventajas competitivas como son el sector petrolero, de servicios y de esparcimiento (turismo) y de exportaciones no tradicionales. Todo enmarcado en la búsqueda de reformas con consenso como en lo laboral y la seguridad social, una política de privatizaciones prudente.

El siguiente período es signado por el más alto boom petrolero en décadas 1 trillón de dólares entre el año 2002 y el año 2014, que se despilfarraron en políticas públicas inadecuadas y atrasadas estatizantes. El Producto Interno Bruto (PIB) de Venezuela cayó casi 80% en un período que abarca desde el 2013 de ocho años, el cual representa el período más largo en recesión que pasó el país, e igualmente sufrió de cuatro años de hiperinflación en el cual pulverizó los ingresos de los venezolanos y hoy todavía con una inflación crónica, es un problema no resuelto del todo. por ejemplo, cómo es posible revertir una imagen de un gobierno que desde el año 2005, atacó el capital y tejido productivo, existente de 12.700 grandes empresas que había en Venezuela en 1998, hoy quedan poco más de 2.300, trabajando a un 22 % de su capacidad instalada ( un alto riesgo político por decisiones tomadas en esos años).

Hoy, pues, estamos en una nueva etapa, aparentemente está última, donde se trata de implementar una política económica, más pragmática y realista, pero tiene decisores ambiguos o no convencidos e identificados de sus beneficios y un peso muy fuerte de falta de sentido común y crear confianza, que son los pilares de una sana y prudente política económica. Además, siguen prevaleciendo actores con una cosmovisión marxista-leninista, de carácter autoritario en el gabinete económico, lo que es una pared de contención, para seguir políticas modernas en materia económica.

El desafío que encaramos como sociedad es inmenso, en un proceso de globalización imparable, que busca combinar un sentido de equidad y justicia social, que está por entrar a una nueva etapa, con temas blandos y duros, afectados por la pandemia las guerras de Rusia contra Ucrania y la Gaza y el uso de la inteligencia artificial. He allí lo fantástico y lo intrincado de la vinculación de la economía y la política, en los tiempos de hoy. La política consiste en decidir en condiciones en las que no hay una evidencia incontrovertible. La economía se mueve al ritmo de las reglas que diseña la política, hay un nuevo trilema político, como afirma, Dani Rodrik.

Por eso hemos tenido un desempeño tan mediocre en lo económico, en los últimos 25 años en el caso venezolano. Se requiere una visión de estado económica-política, con sentido de propósito y coherente que es lo que adolecemos hoy, si queremos definitivamente enrumbar a buen puerto a la economía venezolana. Estamos ante el reto de integrarlas más armónicamente y orgánicamente, para bien de formular mejor políticas públicas, que lleven adecuado conocimiento político sobre las consecuencias de un manejo inadecuado de la economía en estos tiempos. ciudadanos bien informados y con conocimientos políticos enraizados en hechos objetivos han sido –desde siempre- una de las precondiciones para la existencia y consolidación de una democracia sólida y robusta y por ende de la economía también.

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