Eduardo
Ortiz Ramírez
En relación con el ajuste de los procesos
de crecimiento al resguardo de la ecología, desde finales de los ochenta,
forma parte de los proyectos de desarrollo a nivel nacional y regional el
concepto de desarrollo sustentable
que posteriormente va a ser superado por el de economía verde[2]
-que lo busca hacer operativo-. En
aquel concepto se trata de sintetizar la necesaria armonía que debe privar en
la interrelación ambiente‑desarrollo, al estar en parte basado en el principio
de que la producción máxima debe ser compatible con el mantenimiento de la
productividad futura de los recursos naturales (LECOMBER, Richard. 1977 Crecimiento
Económico Versus Medio Ambiente, Colección Mac‑Millán‑Vicens‑Vives de
Economía, Barcelona). Aunque de reciente
difusión, el concepto aparece ya en autores de comienzos del siglo XX,
relacionado con el criterio de la sustentabilidad, que ha sido manejado por las
ciencias del agro, como un atributo de los sistemas agrícolas (correspondiendo
a la capacidad de éstos para mantener la productividad frente a diversas
perturbaciones: erosión o sequía por ejemplo).
En estos campos es bastante conocido el Informe Burtland, que ofrece un concepto muy completo de lo que se
trata de transmitir: "El desarrollo sustentable es el desarrollo que
satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la
capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias
necesidades". Es así como se logra
la fusión teórica entre la sustentabilidad y el desarrollo, como base para la
formulación e implementación de estrategias integrales (Eduardo Ortiz Ramírez. 1992. Notas
sobre Economía, Ambiente y Desarrollo. Revista SIC. Enero‑Febrero).
COMERCIO
INTERNACIONAL Y AMBIENTE
En el caso de Venezuela, dado el alto grado
de dependencia de su economía con respecto a las exportaciones de petróleo y
derivados, el enfoque global que el país debe desarrollar acerca de la
actividad petrolera‑minera y su interacción con el ambiente en las diversas
fases antes mencionadas, tiene que contemplar un análisis a fondo de las
implicaciones que para el ambiente tienen las prácticas comerciales y las
políticas ambientales de los países usuarios de aquel producto, además de los
que deberían ser sus intereses económico-ambientales domésticos. Existen
también nexos e interacciones entre el comercio internacional de los demás
bienes y la problemática ecológica, por lo cual también la política comercial
debe contemplar dichas interrelaciones.
Existe un grupo de problemas que son
comunes a los diversos países del mundo, a saber: emisiones de gases de efecto
invernadero, destrucción de la capa de ozono, deforestación tropical,
contaminación de los océanos, alteración de las condiciones urbanas de vida y
pérdida de la biodiversidad. Se pueden
especificar también, entre otros, la protección de la calidad del agua y el
aire, protección de los suelos, tratamiento y disposición de la basura o
desperdicios, control del ruido (varios adquieren, dimensiones
internacionales).
A la corrección sistemática de los efectos
de deterioro sobre la base del concepto de internalización de sus costos en el de las actividades que los
originan, debe agregarse la adopción de acuerdos internacionales para combatirlos. El logro en este ámbito de soluciones adecuadas
se dificulta por la existencia en el campo internacional de desigualdades en
niveles de desarrollo, diferencias en preferencias sociales sobre consumo,
desarrollo y contaminación, capacidades diversas de asimilación de efectos
ambientales y financiamiento del mejoramiento ambiental y jurisdicciones
político‑administrativas separadas y autónomas.
Existen, además, fallas de tipo
institucional en el ordenamiento del comercio internacional, por cuanto el
desaparecido GATT y la OMC han carecido de normas claras de validez general
para compatibilizar, el desarrollo del comercio con el equilibrio
ecológico. La normativa existente se
refiere para citar los casos más importantes, a los subsidios dirigidos a cubrir
los costos del abastecimiento y control de la contaminación sujetos a acciones
compensatorias por parte de los países que se consideran afectados; los
impuestos compensatorios dirigidos a neutralizar ventajas competitivas
obtenidas por gastos menores de protección ambiental, lo cual puede convertir
la calidad ambiental en un pretexto para
la protección, en especial la practicada por los países industrializados; las
excepciones a las normas sobre restricciones cuantitativas e intervenciones
discriminatorias con fines de protección de elementos específicos del ambiente,
aunque en forma y procedimientos no bien definidos; y, finalmente, los
estándares de productos y los acuerdos internacionales sobre métodos de
producción y procesos.
La ausencia de reglas y procedimientos
claros y la dinámica interna para la toma de decisiones, determinan que los
organismos multilaterales de comercio señalados hayan sido estructuralmente
débiles para resolver las disputas acerca del uso apropiado de la política comercial con fines de protección
ambiental (Martin Khor La “economía verde” desde la perspectiva del desarrollo
sostenible Cooperación en Red Euroamericana Para El Desarrollo Sostenible. 06 setiembre 2012).
Así, las regulaciones y estándares
ambientales de un país significan para exportadores de otros países costos adicionales
y dificultades. Estas restricciones
pueden convertirse en una excusa con fines realmente proteccionistas, si, por
ejemplo, no se restringe la producción interna del bien o bienes
involucrados. La legitimidad de los
objetivos ambientales puede, también, ser puesta en discusión.
A lo anteriormente planteado deben
agregarse las exigencias que los países en desarrollo han realizado desde hace
décadas acerca de la necesidad de financiamiento y transferencia tecnológica,
desde los países avanzados, para combatir el deterioro ambiental y la de
carácter más universal, atinente a la adopción de políticas energéticas que
permitan revertir el efecto invernadero generado por el uso de combustibles
fósiles como carbón, petróleo y gas natural.
Propuestas en este último aspecto
tuvieron como propósito reducir las
emisiones de dióxido de carbono y otros gases a determinados niveles (Protocolo de Montreal). Es una cuestión de interés que afecta
directamente a Venezuela como país productor de energéticos sobre los cuales
sigue basando -en 2015- su desarrollo.
Por último, es altamente relevante
reconocer y destacar la asociación entre los desequilibrios económicos de
distinto tipo y la necesidad de aumentar los ingresos de exportación, por una
parte, y la ejecución de distintas líneas de expansión económica que puedan
afectar el ambiente, por la otra. Se
trata de las líneas de desarrollo y competencia que siguen llevando a cabo las
sociedades avanzadas, y, de una manera particular, los países en desarrollo,
que con el impulso del comercio internacional atinente a bienes primarios o
productos básicos, buscan solucionar los problemas asociados al crecimiento, deuda
externa y bajos precios de tales productos. Puede destacarse como América
Latina no ha abandonado la dependencia de los productos referidos, todo lo
contrario la ha fortalecido[3]: “En 2003, las exportaciones
basadas en recursos naturales cubrían el 49% de la canasta exportadora de la
región mientras que una década más tarde esa proporción se eleva al 60%. El
incremento relativo se da en detrimento de las exportaciones de textiles y de
otras manufacturas, toda vez que las correspondientes a equipamiento de
transporte se mantienen alrededor del 10%. El aumento de la participación de
los bienes basados en recursos naturales, tendencia consolidada desde 2008
gracias al auge de los mercados de productos básicos, no se altera en el cuadro
reciente de estancamiento de las exportaciones.” (Ver Monitor de Comercio e
Integración 2014. Vientos Adversos. Políticas para relanzar el comercio en la
post-crisis. Paolo Giordano Coordinador. Octubre 2014 BID).
LA PROBLEMÁTICA ECONÓMICO AMBIENTAL Y LA ECONOMÍA
VERDE
Veinte y tres años después de Eco 92,
y casi tres después de la Río+20, la agenda internacional sigue
manteniendo problemas económicos ambientales similares y/o aumentados, pero no
un escenario donde se le hubiese dado solución a numerosos que se han venido
repitiendo. En esta última conferencia se tuvo como puntos de interés dos
puntos principales: economía verde y estructura institucional para el
desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza. Sin embargo, han surgido
críticas que sostienen que la economía verde peca de un exceso de positivismo
cientificista, ya que confía en resolver los problemas generados por el cambio climático aplicando la ciencia
por encima del debate político. Según esta perspectiva están implicadas
tecnologías cuyos riesgos son imprevisibles, como la nanotecnología, la
biología sintética y la geoingeniería, áreas donde Estados y empresas han
invertido miles de millones de dólares (Célio
Bermann. Economía verde: ¿una vía para otro mundo posible? Debates
científicos e intereses políticos en torno de Río+20 Rev. Nueva Sociedad
N° 239, 2012).
También debe señalarse que muchos países en desarrollo no presentan posibilidades
de acceso a estas tecnologías.
El concepto de economía verde
todavía no ha conseguido una definición ampliamente aceptada[4], ya sea
entre economistas, ambientalistas o ecologistas[5].
Es un concepto de cierta complejidad y no se puede esperar que, en un futuro
cercano, se alcance un consenso sobre su significado, su uso, su utilidad y
menos aún sobre las implicaciones políticas que sobrelleva.
El término de economía verde
en principio remite a una economía respetuosa del ambiente, con propósito de conservar los recursos naturales, así como de
minimizar la contaminación y las emisiones nocivas para el mismo, acompañada de
una elaboración de productos que no lo dañen ni por su existencia ni por su
consumo. Dentro de las interrogantes se tiene si en tal perspectiva económica
deberán limitarse otros aspectos, como el crecimiento económico de los países
pobres y el desarrollo social, la erradicación de la pobreza o la creación de
empleo. A tales efectos la economía verde debería reposar sobe una ecuación
de tres variables: el imperativo medioambiental, el de desarrollo (tanto en su
dimensión económica como social) y el principio de equidad, que vincularía las
dimensiones ambientales y de desarrollo[6].
Por consiguiente, la economía
verde debería definirse en el marco de esta ecuación, que, por otro lado,
debe abarcar tanto las dimensiones internacionales como las nacionales. Sus
objetivos, principios, medidas, propuestas o las iniciativas que partan de ella
deberían integrarse en el marco y criterios de la ecuación
ambiente-desarrollo-equidad para así promover la economía verde en el contexto del desarrollo sostenible,
destacándole su valor en el aspecto positivo que consiste en reconocer el
valor económico y social del ambiente (Martin Khor, Ídem).
ECOSOCIALISMO VS ECOCAPITALISMO
En cuanto a evolución institucional desde el inicio del período de la
administración bolivariana sin Hugo Chávez (HC) (en líneas generales 2013),
debe recordarse que su administración se dedicó a desinstitucionalizar o
ejecutar lo que la revolución bolivariana entendió desde 1999 como refundar las
instituciones, una vez finalizado el proceso mismo de la Asamblea Constituyente
que terminó con la aprobación de la Nueva Constitución en diciembre de ese
mismo año. La institución militar, el BCV, PDVSA, los ministerios viejos y
nuevos, y otras, son todas instancias donde la llamada refundación de las
instituciones a adaptado la dinámica y objetivos de esas instituciones a los intereses que han
pasado a hegemonizar la dinámica del Estado y específicamente el gobierno de HC
y de su continuador Nicolás Maduro (NM).
De los elementos previamente
señalados, es de importancia resaltar la ampliación de las dimensiones
operativas de las instituciones gubernamentales vía funcionamiento o articulación
de ministerios viejos y nuevos. En sus inicios, la administración bolivariana
se distinguió -en expresiones del presidente HC- por criticar el excesivo
burocratismo estatal y numero de ministerios, por señalar dos de sus
permanentes referencias. Una evaluación muy preliminar, después de más de
quince años, permite evidenciar que la administración señalada ha aumentado
considerablemente el número de ministerios y funcionarios que conforman la
nómina del sector público, con -entre otros- innegables fines políticos.
Numerosos temas, según las inclinaciones del presidente HC y también de NM y
sus respectivas camarillas, han
inspirado la formación de nuevos ministerios, organismos o reestructuraciones o
reagrupamientos entre ellos: el mundo pluripolar, las comunas, el eco
socialismo, viviendas, misiones, salud, revolución cultural y cualesquiera de
otros tantos temas han estado en la base de aquellas creaciones de ministerios
y/o reestructuraciones.
La evaluación del número de veces que
la administración bolivariana ha reestructurado ministerios o creado nuevos
ministerios, según esta dinámica que hemos planteado, puede conformar un tema
suficientemente vasto; más aún, si ello se enfoca evaluando la eficiencia o el
cumplimiento de objetivos, según se hayan planteado como justificativos de la
creación o reestructuraciones según los casos.
En la cadena nacional del día 2 de septiembre de 2014 donde el Presidente NM había prometido un sacudón, para alterar, transformar,
dominar el estado burgués o sus restos, además de la referencia permanente a la
retórica de 15 años de la administración bolivariana, la mayor parte de aquella
se concentró en detallar cinco revoluciones que debían fortalecerse -sin muchos
elementos de novedad (la económica, del
conocimiento, de las misiones, de las políticas de estado y del socialismo
territorial)- a la par
que un conjunto de restructuraciones y nuevas instancias administrativas según
la línea ya indicada.
Una de las reestructuraciones
planteadas fue la de la eliminación del Ministerio de ambiente y su conversión
en un Viceministerio ha sido interpretada como una degradación inconveniente
dada su incorporación al Ministerio de
Vivienda, Habitat y Ecosocialismo[7].
En la discusión acumulada en Venezuela sobre estos asuntos se llegó a perfilar
como más conveniente la supervisión de actividades como la construcción de
viviendas por parte de la instancia ministerial ambiental (puede verse Enrique
Prieto Silva, Absurda degradación del Ministerio del Ambiente. www.analitica.com 13 de septiembre 2014).
Esta restructuración, sin embargo, abarca elementos de tipo conceptual que han
estado presentes en las discusiones internacionales de académicos, políticos
divulgadores e indudablemente que remite a los campos de las relaciones entre
economía-ambiente, ecología-política y a las actividades políticas de partidos
izquierdistas, ecologistas, verdes, entre otros. Un autor vinculado a estas
dimensiones nos brinda una conceptualización del ecosocialismo: “Qué es por
consiguiente el ecosocialismo? Se trata de una
corriente de pensamiento y de acción ecologista que hace suyos los principios
fundamentales del marxismo —debidamente desembarazados de los residuos
productivistas. Para los eco-socialistas, la lógica del mercado y la
ganancia, del mismo modo que el autoritarismo burocrático del supuesto
«socialismo real», es incompatible con las exigencias de la salvaguardia del
medio ambiente natural. Todos critican la ideología de las corrientes
dominantes del movimiento obrero, pero reconocen que los trabajadores y sus
organizaciones son una fuerza esencial para la transformación radical del
sistema, y para el establecimiento de una nueva sociedad, socialista y
ecologista.” (Michael Lowy, ¿Qué es el Ecosocialismo? 17 de septiembre 2013. www.democraciasocialista.org)[8].
Por su parte la organización
Comunicadores en Acción de clara tendencia oficialista presenta una serie de
elementos de divulgación -en tiempo posterior cercano al momento de comunicar
el llamado sacudón el presidente NM-
en cuanto a la medida y al ecosocialismo: “1. Parte del legado del Cmdt.
Chávez: «Suprimir la lógica del capital», «Hacer irreversible el tránsito al
socialismo», COMO NO RETORNO 2. Abarca la revalorización de la naturaleza, el
ecosistema, el hábitat comunitario, combinado con la reutilización y reciclaje
de materiales 3. Involucra lo afectivo y la querencia por la localidad,
valorando la arquitectura tradicional, la gastronomía popular, las efemérides.
4. El territorio como referente geo-histórico, como espacio pequeño que
contiene acervos culturales y vocación productiva. 5. Se conecta con lo
endógeno, con las internalidades como fuerzas propias, desde adentro y por
dentro, motorizando el desarrollo local 6. Se articula con la geometría del
poder y con el sistema de agregación comunal, siendo parte integral del poder
popular 7. Asume la democratización de los medios de producción, con nuevas
formas de propiedad, haciendo énfasis en la propiedad social directa. 8. Apoya
diversas formas de organización socio-productivas, proyectos y redes
encadenadas productivamente a escala comunal. 9. Eslabonamiento del proceso,
articulando la producción-procesamiento-distribución-consumo, como una telaraña
que cubre el territorio. 10. Se construye con diagnóstico participativo
centrado en el dialogo de saberes y se operacionaliza a través de los Puntos y
Círculos. 11. Tejido productivo sustentable y diversificado donde debe
injertarse la propiedad social y el espíritu socialista. 12. Se rigen por una
planificación consciente, orientadas por cupos y pedidos, enfrentando las
relaciones mercantiles y de mercado.” (Comunicadores en Accion, Ecosocialismo
como Nuevo Enfoque Socio-productivo que supera la Lógica del Capital. www.aporrea.org 13 de septiembre 2014)[9].
PRINCIPALES PROBLEMAS AMBIENTALES
Se presenta a continuación un grupo
de los 5 principales problemas ambientales identificados por VITALIS (Situación
Ambiental de Venezuela 2012. Análisis de Percepción del Sector. 2013. www.vitalis.net) de un total de 65, ordenados
de mayor a menor importancia, de acuerdo
con la frecuencia y coincidencia en su mención por parte de especialistas
consultados por dicha organización. Algunos de los problemas citados están
relacionados entre sí, sin embargo, en algunos casos se mantiene su mención
autónoma, para facilitar su análisis y comprensión y los cuales trascienden la
escala temporal del año 2012. Es de señalar que en las primeras posiciones
aparecen los que tienen que ver con contaminación[10]
en variados ámbitos, agua y manejo de desechos sólidos que son dentro de
nuestro interés altamente significativos, independientemente de la también muy
alta significación que tienen otros.
De acuerdo a lo señalado, los
principales problemas ambientales del año 2012 según VITALIS fueron:
1. Débil gestión de los recursos
hídricos, en la cuenca del Lago de Valencia, embalses de Maticora (Falcón)[11]
y la Mariposa (Miranda), e inadecuado manejo de aguas servidas y residuales que
contaminan las fuentes de agua superficiales y subterráneas, dañan el paisaje,
y comprometen los atributos físico-químicos y naturales de ríos, riachuelos,
lagunas, lagos y playas a nivel nacional. Se suma el limitado tratamiento y
acceso al agua potable.
2. Incremento en la contaminación
atmosférica en los centros urbanos, por emisiones de fuentes móviles, teniendo
sistemas de supervisión y control que se han debilitado. En un contexto de
congestionamiento vehicular y falta de planes
de transporte público eficiente y no contaminante. El parque automotor
de transporte colectivo, tiene un promedio de operación de 15 años.
3. Inapropiado manejo de los residuos
y desechos sólidos (principalmente domésticos), tanto desde la fuente como en
los sistemas de transporte, tratamiento y/o disposición final, en particular en
las grandes ciudades. Numerosos vertederos y botaderos proliferan en el país (VITALIS.
Ídem… 2013).
4. Vertidos de hidrocarburos a
cuerpos de agua (derrame en el Río Guarapiche, estado Monagas; comunidad Guepe,
sur del estado Anzoátegui). En 2011 ocurrieron 4.052 derrames, entre
hidrocarburos y otras sustancias químicas. Se trata de un incremento de 69,33%
con respecto a los 2.393 derrames registrados en el 2010.
5. Mal manejo de árboles en las
principales ciudades del país, incluyendo podas inapropiadas, enfermedades,
stress hídrico o exposición a agentes contaminantes atmosféricos (VITALIS. Ídem… 2013).
¿ES FACTIBLE LA ECONOMÍA VERDE EN LA VENEZUELA
ACTUAL?
Se han
revisado en estas notas un conjunto de elementos asociados a la idea y concepto
de economía verde y a las condiciones y posibilidades de ejecutorias en
Venezuela que pudieran permitir aprovecharlos para el mejor encausamiento de
las relaciones entre crecimiento y ambiente.
Algunos
desarrollos internacionales como el asociado al uso de indicadores como el Better
Life[12]
resumen parte del tamaño de nuestra aguda problemática ambiental pues
–efectivamente- quienes mejor salen posicionados son los países de más alto
desarrollo económico y social; varios de ellos del norte de Europa.
Correspondientemente, las posibilidades de aprovechar mecanismos de
financiamiento como los Bonos Verdes[13]
están asociadas a la claridad y precisión de los proyectos de inversión y la
transparencia y -en algunos casos- consenso social y político a través de la
consulta para llevar a cabo tales iniciativas.
Por otra
parte, dadas las inclinaciones, sesgos y definiciones políticas de la
administración bolivariana es obligado incorporar a la discusión sobre economía
verde la dicotomía socialismo-capitalismo en dos perspectivas. La primera atañe
a las diferencias ecosocialismo vs ecocapitalismo y, la segunda, a las
concernientes al capitalismo rentístico vs socialismo rentístico. En el
primer caso, se trata de la perspectiva que puede abarcarse dentro de lo que se
puede llamar imaginario verde y que nos perfila al ecosocialismo con soluciones
que siempre terminan en la destrucción del capitalismo. La problemática en esto
abarca la visualización de como las revoluciones -y la venezolana es muestra de
ello-, ni han acabado con la pobreza (Eduardo Ortiz Ramírez. Bienestar y
miseria. ¿Solucionan las revoluciones la pobreza? www.almomento360.com. Caracas, 7/9/2014) ni terminan
produciendo las mejores prácticas en cuanto a la atención de los problemas
ambientales. En el caso del socialismo rentístico se termina teniendo la misma
dinámica del disfrute de un medio de producción no producido y con la
presencia o profundización de problemas ambientales resaltados en este trabajo.
Producción petrolera y contaminación
del aire, contaminación de las aguas y manejo de desechos sólidos terminan
siendo a nuestro parecer y cotejándolos con tratamientos internacionales tres
problemas fundamentales para las ejecutorias en Venezuela desde la perspectiva
de la economía verde. Una adicional y de creciente problematización es lo que
atañe a la deficiente atención de la problemática ambiental para el desarrollo
de la actividad turística: naturaleza agredida; parques desatendidos;
basura no recogida y sumideros de contaminación, malos olores y basura no son
infrecuentes en distintos lugares turísticos en Venezuela[14];
pero igualmente puede destacarse la amenaza permanente de la inseguridad y la
agresión e irrespeto de invasores a terrenos, parques y zonas montañosas[15]. La actividad
turística presenta una dimensión directa y transparente en la perspectiva
ambiental. Es por ello que se le pueden atribuir características para arrastrar
a otros sectores, en los esfuerzos para
propender a impulsar la economía verde.
En todas
las dinámicas de la problemática ambiental venezolana puede evidenciarse la
influencia de matices identificables según los casos con el individuo pero más
aun con prácticas de políticas públicas, o ausencia de ellas, que nos remiten a
falta de conciencia ciudadana en los cuidados ambientales, impunidad derivada
de la falla en procesamiento de casos y sanciones[16]
más que de la ausencia de leyes y la desaparición de acciones gubernamentales
focalizadas para la solución de los problemas. De la misma manera es de
importancia el sesgo histórico determinado por el mantenimiento de la
dependencia petrolera a pesar de lo planteado en distintos planes de la nación
por igualmente distintas administraciones de la misma; fundamentándose tal
sesgo en la ilusión permanente de vivir del petróleo más que sembrar el
petróleo[17].
Pero también debe señalarse una dinámica que genera una ficción de atención de
los problemas ambientales y de otro tipo y que consiste en declarar
permanentemente emergencias que no se corresponden con acciones
concretas y solución de aquellos. Todo esto a pesar de las numerosas leyes y
normas que existen[18] y que
no son necesariamente bien aplicadas o correspondidas con acciones.
@eortizramirez
[1] Este
trabajo forma parte de uno mayor en proceso de elaboración.
[2] Críticas
a estos conceptos como derivados de una crítica al capitalismo “verde” pueden
verse en: Instituto de estudios ecologistas del tercer mundo, estudios
ecologistas N° 8
Capitalismo Verde.
Quito Diciembre 2012.
www.thecornerhouse.org.uk.
[3] Varios
elementos abarca la dinámica y desempeño con tales productos y específicamente
el caso de los alimentos:”Muchos países de América Latina y el Caribe son
importantes proveedores de alimentos de los países industrializados. En Estados
Unidos, en 2011, más del 33% de las importaciones de productos agrícolas
provenían de la región y se proyecta que éstas alcanzarán el 40% en 2013. También
en el caso de la Unión Europea, varios países de la región figuran entre los 10
primeros proveedores en los distintos rubros de alimentos. Dados los crecientes
requisitos de información sobre el contenido de carbono de los productos
alimenticios en los mercados industrializados, los exportadores
latinoamericanos deben estar muy atentos a los cambios regulatorios, para poder
adaptarse a los nuevos requisitos” (
El
desafío de la sostenibilidad ambiental en América Latina y el Caribe.
Carlos de Miguel y Marcia Tavares-compiladores. CEPAL. ONU 2015. Pág. 134).
[4] En
momentos de la evolución del mismo se ha apreciado que se trata más de un
conjunto de ideas interconectadas que de un concepto cristalizado (puede verse: Sławomir Gurtowski.
Green Economy Idea. Limits, Perspectives, Implications.
PROBLEMY EKOROZWOJU. PROBLEMS OF SUSTAINABLE DEVELOPMENT 2011, vol. 6, no
1, 75-82. https://www.academia.edu/Documents/in/Green_Economy).
[5] El PNUMA
la define como aquella que “mejora el bienestar del ser humano y la equidad
social, a la vez que reduce significativamente los riesgos ambientales y la
escasez ecológica” (PNUMA. Hacia una Economía Verde.
Guía para el desarrollo sostenible y la
erradicación de la pobreza. 2011).
[6] Los
hacedores de políticas han también promocionado el concepto presentándolo como
solución a los problemas del cambio climático y la recesión.
Puede verse: Stephanie Tombari. How Green is Your Economy? A comparison of public
policies in Michigan and Ontario. Paper for presentation at Capitalism and
Socialism: Utopia, Globalization, and Revolution Conference, University of
Southern Indiana, November 6-8, 2014. https://www.academia.edu/Documents/in/Green_Economy.
[7] En
tiempo muy próximo a esta acción se convierte en
Ministerio del Poder Popular para Ecosocialismo, Hábitat y Vivienda.
[8] Debe
entenderse también que para el Ecosocialismo la razón de las injusticias
sociales y de los daños ambientales es el capitalismo en sí mismo (ver Tombari,
S.
Ídem).
[9] “…el
compromiso gubernamental de seguir respetando los recursos naturales, se
refleja mediante leyes vigentes que castigan el delito en contra de la
Naturaleza, como la Ley Penal del Ambiente, gracias a las iniciativas de
concientización ciudadana, que abarcan las campañas “Soy Consiente Consumo
Eficiente” o “Cada gota cuenta” y con un arcoíris de Misiones que rescatan la
sonrisa de las mascotas al ritmo de la Misión Nevado, que siembran millones de
árboles en las calles con la ayuda de la Misión Árbol, y que prenden el
bombillo del ahorro energético con la Misión Luciérnaga.” Carlos Fermín. Los 10 problemas
socio-ambientales de Venezuela. Lunes, 22/09/2014
. www.aporrea.org).
[10] A los
efectos es pertinente destacar lo que en la
Ley Orgánica del Ambiente se entiende por: “
Contaminación: Liberación o introducción al ambiente de materia, en
cualquiera de sus estados, que ocasione modificación al ambiente en su composición
natural o la degrade.
Contaminante:
Toda materia, energía o combinación de éstas, de origen natural o antrópico,
que al liberarse o actuar sobre la atmósfera, agua, suelo, flora, fauna o
cualquier otro elemento del ambiente, altere o modifique su composición natural
o la degrade” (
Gaceta Oficial 5.833
extraordinario. Caracas, viernes 22 de diciembre de 2006).
[11]
Represas, diques, canalizaciones y este embalse de Falcón fueron considerados
para la aprobación de recursos por la Asamblea Nacional, con el fin de atender
las afectaciones de las lluvias de noviembre y diciembre 2010. Se trata de 141
millones 218 mil 125 bolívares aprobados a inicios de noviembre 2012 por la Asamblea, a través de un crédito
adicional que sería transferido al Ministerio del Poder Popular para el
Ambiente (
http://www.avn.info.ve/
06/11/12). El 26 de octubre de 2014 el ministro Ricardo Molina y la gobernadora
de Falcón Estella Lugo dieron información -en un acto de entrega de camiones
cisterna- de haber aprobado la administración bolivariana recursos por el orden
de 142 millones de bolívares para acometer obras en el embalse Matícora en Mene
de Mauroa (
http://www.rnv.gob.ve/ 25
octubre 2014).
[12] Índice
Better Life/OCDE. Temas de bienestar más importantes o fundamentales:
Satisfacción ante la vida, Educación y Salud. Aspectos de medición: Microgramos
por metro cúbico material particulado fino, calidad del Agua, disfrute áreas
verdes (
www.oecd.org 24 de mayo 2011;
www.veoverde.com 3 de julio 2012).
[13]Los Bonos
Verdes (Green Bond) consisten en una emisión de deuda privada o pública que
tiene como fin utilizar los fondos que captan en proyectos relacionados con la
moderación y/o adaptación al cambio climático (o sea para proyectos verdes);
funcionan como un bono común y corriente y con una retribución relacionada
linealmente con el riesgo implicado. En
su mayoría, son emitidos por los bancos
multilaterales, algunos bancos comerciales y en menor medida los ejecutores de
proyectos verdes y son comprados principalmente por inversores institucionales
(ej. fondos de pensión, administradores
de fondos de inversión, inversores de impacto, etc.) interesados en apoyar las
inversiones del caso (Diego Flaiban. Bonos Verdes, ¿Sólo buenas intenciones?
www.blogs.iadb.org 30 de mayo de 2012, 7:00 am).
[14] Contrario
a esta perspectiva, el presidente Nicolás Maduro en la cadena nacional del 19
de febrero de 2015, haciendo un balance de los carnavales de días
inmediatamente anteriores, señaló como en Venezuela estaba en desarrollo un
“turismo ecológico” (
www.vtv.gob.ve 19 de
febrero 2015). A fines de 2014 se dio arranque a
El programa de turismo sostenible del marco decenal de programas
sobre modalidades de consumo y producción sostenibles y que estará dirigido por
la Organización Mundial del Turismo (OMT) y los Gobiernos de Francia, el Reino
de Marruecos y la República de Corea, con el apoyo del PNUMA. En tal ocasión el
Secretario General Adjunto de las Naciones Unidas y Director Ejecutivo del
PNUMA, Achim Steiner señaló: “Para el PNUMA, el turismo es uno de los diez
sectores económicos que más capacidad tienen de contribuir a la transición a
una economía verde sostenible e inclusiva. Esta importante iniciativa trata de
conducir al sector por una senda verdaderamente sostenible, que se haga eco del
reto de nuestro tiempo: el fomento de una economía verde mundial que prospere
guiándose por el interés, más que por el capital, de esos bienes naturales que
poseemos y que son económicamente importantes”. Se estima que el turismo
contribuye con el 9 por ciento del PIB mundial y uno de cada 11 puestos de
trabajo así como el 6 por ciento de las exportaciones mundiales (
www.unep.org 5 de noviembre 2014). Algunas
experiencias en Venezuela en la creación de -por ejemplo- parques
Eco-turísticos pueden verse en
www.azulambientalistas.org.
[16]
Ejemplos que lo expresan se encuentran en problemas como la contaminación del
agua en valencia, donde se dilatan los
juicios y la Defensoría del Pueblo es poco Eficaz (ver El carabobeño 12 de
julio 2014
www.el-carabobeno.com)
[17] Esta
ilusión, consustancial a la propia aparición del petróleo –por razones
históricas e institucionales- en la Venezuela del siglo veinte, se convierte en
su forma de
rentismo en la base y
sustento de las iniciativas del
militarismo
(desde Gómez hasta Pérez Giménez), la democratización (años sesenta hasta
mediados de los setenta), el neoliberalismo (parte de los años ochenta y
noventa) y el socialismo de la administración bolivariana –y otras-, según
distintos períodos históricos y administraciones de la nación.
[18] Pueden
mencionarse entre la leyes:
Ley Penal
del Ambiente, Ley de Gestión Integral de la Basura, Ley de Residuos y Desechos
Sólidos, Ley Orgánica del Ambiente, Ley Orgánica de la Administración Pública,
Ley de aguas, Ley de animales domésticos; Ley de Substancias, Materiales y
Desechos Peligrosos. Pero también normas técnicas de rango sublegal:
“Normas para el control de la contaminación atmosférica”, “Normas para regular
la descarga de vertidos líquidos a cuerpos de agua”, “Normas Complementarias
para la Adecuación Progresiva de las Actividades que Generan Vertidos Líquidos
a los Parámetros Actuales de Calidad Ambiental”, “Normas sobre el control de la
contaminación generada por ruido”, “Normas sobre emisiones de fuentes móviles” (CONINDUSTRIA.
Observaciones al proyecto de Ley de la calidad de aguas y del aire. 16 de enero
2015, www.conindustria.org (Proyecto de
parte de la Asamblea del 2 de diciembre
de 2014).