VENEZUELA: LA
DOLARIZACIÓN Y LA DISTORSIÓN DE LOS INGRESOS REALES EN CARNE VIVA. ¿Qué queda
para los profesores universitarios?
EDUARDO ORTIZ RAMÍREZ
Los preceptos
Suficientemente claro ya que el dólar
y la dictadura de los portales -que
ella misma ha aupado y estimulado- derrotaron a la administración bolivariana. Crecientemente,
aquella divisa, abarca espacios y se ha pasado a generar una forma particular
de economía dual. Es curioso cómo se
transfigura la heterogeneidad
estructural, en la que siempre insistieron algunos analistas en la región, así
sea por la vía de fenómenos cambiarios y monetarios como los actuales de
Venezuela.
Se trata de que la dolarización informal
venezolana[1],
se ha extendido con una porción de varios millones de empleados públicos y de
pensionados naturales o “forzados”, cuyos ingresos se generan en el gobierno y
estos no están dolarizados, ni lo está la economía o los bancos, en sus
registros y procedimientos de transacciones. Mientras, las transacciones del mercado
-formales o informales- si lo están, aunque no infrecuentemente sin las constancias
del caso. Es el gasto en bienes de consumo o intermedios, junto a las
correspondientes importaciones, lo que está dolarizado. Pero también están
dolarizados los ingresos de profesionales liberales, porciones de trabajadores
diversos en la empresa privada y
oferentes de servicios.
En una economía altamente desinstitucionalizada, empobrecida y
destruida, donde las remesas se están
convirtiendo cada día más en una de las últimas esperanzas de todos –incluida la
administración nacional-, es fácil que se formen distorsiones como la inflación en dólares o el exquisito
comportamiento de algunos, rechazando dólares que creen no sirven por algún detalle.
No bastando con ello y como esencia del dualismo
señalado, se trata ahora de una economía cuya estructura productiva y comercial
se signa cada día mas por los que tienen dólares y los que no los tienen, por
los que los pueden obtener y los que no los pueden obtener. Agentes económicos
y emprendedores así como ciudadanos, que no tenían la más mínima noción de lo
que era manejar divisas, de pronto se encuentran dolarizados. Tamaña y paradójica
creación, con determinaciones no únicas –pero notorias- de parte de la administración
bolivariana.
La distorsión
Veamos parte de la distorsiones con
un ejemplo. En una especie de entrevista circunstancial, registramos la información
de un emprendedor del nivel que se le quiera catalogar. Se trata de un
electricista de buen porte, que se dirigía a pagar el servicio eléctrico, en un
país como vimos dolarizado y donde los servicios públicos son baratos; jubilado
del área eléctrica del país y con otra pensión (asunto de heurística imaginar
cual será). La suma de las dos pensiones en sus propias palabras no le alcanza
para nada. Decidió entonces suministrar servicios en el área de la electricidad:
arreglar lavadoras, microondas, cableados, entre otras actividades. Ni dijo ni
percibimos, a pesar de su porte, que tuviese estudios profesionales en el área.
Nos ilustró, con toda sinceridad que,
cualquier arreglo, un microondas por ejemplo, le originaba un ingreso de 20$. Nunca
habló de una cantidad menor. Al final, sin alcanzar una información completa o sistemática
de sus ingresos nos informó que el daba a su esposa la cantidad de sesenta dólares
(60$) semanales. Nada en su
gestualidad, suministro del dato, o característica del momento indicaba que mintiese
(y mucho saben que no son exageraciones), que tuviese interés en hacerlo o que
le produjesen jactancia, temor o inquietud sus señalamientos. Tales dólares tienen
como destino, comprar comida y otros
bienes para las necesidades alimenticias y de otro tipo de la casa. La esposa
del caso, le dice, incluso, que no le alcanzan los 240 dólares mensuales. Siendo todos estos datos asumidos, de
nuestra parte, con un sentido relativo, en el contexto de los preceptos
indicados, le oímos de seguidas señalar que esto derivaba de la costumbre de comer buenos y sabrosos a alimentos en su casa
(cosas como buena charcutería y otros bienes), sin ser consumos de alta sofisticación.
Queda por supuesto pendiente la idea de a cuanto alcanzaría su ingreso en dólares.
Dentro de otras distorsiones y curiosidades que han aparecido
en Venezuela, se encuentra la de que la desviación de precios relativos
existentes, permite que, dentro de la propia distorsión de ingresos relativos
un salario mínimo en dólares de los más altos en América Latina –digamos 400 o
500$-, representaría una capacidad adquisitiva mayor en ciertos bienes que la correspondiente
a un país donde exista dolarización formal
o donde la estabilidad económica y de
las políticas del caso, no generen la aguda y profunda distorsión de precios y
salarios/ingresos relativos.
Los profesores universitarios en su propia crisis.
Hoy 30 de enero, los profesores de la
UCV fueron convocados por la APUCV, a pronunciarse sobre los criterios que
deben regir para que se organicen las elecciones: si deben ser los de las instituciones
invadidas por la administración bolivariana, que actúan y sirven a sus
intereses, o los de la llamada autonomía
universitaria. La importancia de señalar esto, corresponde a que lo mismo
se da en un contexto de alta alteración y destrucción de las condiciones de
vida de los profesores universitarios y de los docentes y maestros en general. Nada que ver, con la grandilocuencia
del personaje de marras, de convertir a la educación y otras áreas en
prioridades. Nada que ver, con crear
condiciones adecuadas a quienes forman los futuros profesionales del país. A ello
se le aúna, la posición y actuaciones de quienes se han convertido en
mercaderes de la academia[2].
Nada que ver, con el reconocimiento
a quienes, en condiciones indescriptibles, siguen realizando en la UCV labores destacadas y alta significación
para la juventud, mientras otros esquilman y han convertido la “casa que vence
la sombra” en objetivo de su pecunia.
¿Cuánto gana hoy día un profesor Titular según
salario aprobado y difundido?: poco más de 10 $. Como se ha destacado, las
primas por cargo, recientemente aprobadas por las autoridades nacionales, además,
generan incomodas, injustas e irritantes situaciones a lo interno de la UCV. ¿Cuáles son las condiciones de vida
de un Profesor universitario, cuando se le compara con el emprendedor
electricista referido en esta nota? ¿Qué futuro y perspectiva puede albergar
una sociedad y economía que aloja actualmente distorsiones como las señaladas,
que no son sino un ejemplo entre muchos, que podrían indicarse desde distintas áreas?
Desde esta área de los profesores
universitarios, puede perfilarse de esa manera, el conjunto de cambios que será
necesario acometer para recuperar el bienestar
perdido por parte del profesorado universitario de la UCV y de todas las universidades y el país, que son, además, solo
parte del amplio sector de maestros, educadores y profesores de toda el área
educativa de la nación.
@eortizramirez
30 de enero 2020