EMERGENCIA, PLANES Y POLÍTICA ECONÓMICA. Una fotografía a inicios de
abril de 2025.
EDUARDO ORTIZ RAMÍREZ
La actualidad nacional y mundial nos remite a una dinámica internacional altamente compleja y que no es fácil prever en que derivará. Pues, por relativamente primera vez, desde finalizada la segunda guerra mundial, países y mundo están agitados por iniciativas de parte de un antiguo líder, protector y guía como lo fue para algunos, los EE.UU.; por lo demás, esta última nación viene arrastrando problemas estructurales fundamentales como invertir más de lo que ahorra y consumir más de lo que produce a pesar de los buenos desempeños de la Reserva Federal[2], pero que, hoy día, son tomados por un presidente incendiario para echarle la culpa a los demás países, con exageraciones como convertir a venezolanos, culpables o no, en líderes de la delincuencia mundial que los mismos EEUU han albergado o soportado, en sus variadas formas y nacionalidades.
En específico, el Contexto Internacional
actual genera considerables incertidumbres económicas y sociales para la nación venezolana, empresarios y
familias, sobre todo a partir de la disponibilidad de ingreso para el Estado y de ahí con distintas
interrelaciones con los otros agentes del circuito
económico y político. El
presidente Trump, con desplante, ha decidido en la práctica salirse de las
normas internacionales de comercio, que ha regulado y supervisado la OMC, subiéndole aranceles a numerosos
países (en algunos casos a niveles nunca vistos en periodos de la segunda
posguerra, donde las negociaciones abrieron posibilidades de aranceles bajos o
de discutir los presentados en determinadas áreas) y viéndose estos en la
necesidad de reaccionar como es el caso de China colocando aranceles de más del
100%, tal cual los colocados por EE.UU. Todo esto debe resaltarse, a pesar de vaivenes
y pausas en la aplicabilidad de lo decidido. Esto último no afecta fuertemente
a Venezuela, cuya mayor exportación
es de Petróleo. Pero si sale afectada con la imposición de aranceles a terceros –llamados por el Presidente Trump recíprocos-, que comercien petróleo
venezolano, dado el escenario de Medidas
Coercitivas unilaterales que se han aplicado a la nación, por razones
políticas de distinto sentido, del lado de EEUU.
Recientemente se aplicó, por parte de
EE.UU., la eliminación de licencias
para compra de gas venezolano, recibiéndose ya pronunciamientos de naciones
como Trinidad y Tobago sobre no
poder seguir adquiriendo tal producto.
El contexto nacional, a excepción de espacios reducidos, no ha dado mayores muestras de
repunte económico, visto el transcurso del primer trimestre del año 2025. Todo lo
contrario, se prevén niveles de decrecimiento que contrarrestarían la pequeña recuperación
vista en años recientes. Así como también se observan perspectivas negativas en
cuanto a las posibilidades para la aceleración presente y futura de la inflación. Esta, ha repuntado y se está
ubicando en dos dígitos mensuales, según distintas estimaciones (apreciándose
inflación de tres dígitos para finales de 2025)[3].
No atiende el decreto de emergencia económica lo relativo a las condiciones
cambiarias de la economía, dada la continuidad que se tiene con la dolarización informal presente en Venezuela,
donde en la economía el principal oferente de divisas continua siendo el Estado. Verdadero escenario complicado que
existe con un dólar oficial que, aunque ha crecido en su valor en Bs. aceleradamente
en el último mes del primer trimestre y en lo que va del cuarto mes, continúa
manteniendo distancia relativamente creciente/o amortiguada con el rápido
crecimiento del dolar paralelo,
habiéndosele dado paso a otra figura que es la del dólar promedio, y abarcándose
así variados niveles para la cotización de la divisa en los mercados de la
misma y de las transacciones de mercancías, a pesar de la exigencia de la administración
del Presidente Nicolás Maduro de que
se den las transacciones con valor de Dólar BCV. El consumidor o el agente económico de menores posibilidades
se enfrentan así a un dólar permanentemente deseado. La opción es: o
dolarizar plenamente todas la variables o continuar con la incertidumbre de un régimen
cambiario inestable.
Una variable fundamental como son los salarios, se encuentra cercada por este contexto cambiario,
pues si bien en el sector privado algunos salarios pueden llegar a cientos de
dólares, en el área pública (que es un gran ocupante de trabajadores) los
salarios están altamente deteriorados, con las respectivas repercusiones en la
estructura de la demanda, las
condiciones laborales y en las prestaciones, dada la bonificación del salario que ha mantenido la administración del Presidente Nicolás Maduro como opción de
política salarial.
Existen ámbitos de emergencia económica que atañen al
proceso productivo y que deberían abarcarse tal cual se ha señalado para las condiciones
cambiarias y salariales. Estas otras son las relativas a los modelos de
crecimiento: sustitución de importaciones
y promoción de exportaciones. Las condiciones económicas de restricción, a
partir de la disminución de las
exportaciones petroleras y de las circunstancias que establecen Las Medidas Coercitivas Unilaterales que
restringen la capacidad de desempeño de la nación convierten en fundamental
retomar la industrialización sustitutiva
de importaciones. En ese sentido, es acertada la referencia que de ella se
hace en el Decreto de Emergencia del
8 de Abril Es un área que fue
fundamental en la industrialización venezolana y que ahora se busca retomar o relanzar
como resalta el Decreto de Emergencia
Económica señalado, para productos y necesidades. Es fundamental, dadas las
restricciones referidas, en cuanto a la obtención de divisas en una economía
donde el principal oferente de divisas
es el Estado exportador de petróleo, tal cual es reconocido por grupos del
propio empresariado nacional. Pero tal modelo de crecimiento no es coser y cantar. Se debe basar en
estructurar políticas de consenso y de participación de variados sectores de la
nación con metas específicas y medición de
fases, logros y éxitos específicos
pues la nación ha tenido una acentuada desindustrialización y varias áreas como
la de producción de partes automotrices
vienen pidiendo corrección de políticas. Nada es imposible en esto, pues varias
naciones han pasado por esto último
Pero también es fundamental obtener más
divisas o ampliar el espacio de obtención de las mismas y ello puede ser
posible dinamizando nuevamente las exportaciones no petroleras. En julio de
2024 la Administración del presidente Nicolás
Maduro dio un paso importante actualizando/mejorando el contexto legal para
el impulso de aquellas. Leyes y organismos pueden ser tan importantes como
adecuadas políticas y equilibrios en precios
relativos, dinámica cambiaria y tasas de interés, que puedan estar
equilibradas a su vez en adecuados desempeños macroeconómicos y de equilibrios
y voluntades sociales, que hagan de las exportaciones una tarea nacional[4].
El decreto de Emergencia Económica del ocho de abril de los corrientes, abarca/o debería
abarcar en el caso de las que no se mencionan, perspectivas Fiscalistas (impuestos, tributos,
suspensión de tributos o imposición, transacciones en divisas, IVA elevado como
el existente u opciones para no pagarlo). Debe señalarse que existen bastantes
estudios y experiencias para optimizar el pago de impuestos y que ello remite
al área fundamental de la Reforma del
Estado, más allá de cualquier criterio de emergencia. Por lo demás, desde
sus inicios y en años recientes la Administración Bolivariana se ha declarado
con logros es esta área y muy distante de aquella afirmación del Presidente Lusinchi de que “aquí solo
pagaban impuestos los tontos”
La posibilidad de que la emergencia económica abarque lo
concerniente a la obtención de Financiamientos,
que alcancen nuevos montos de inversión extranjera o aumentos de montos de
endeudamiento, incluidos cualesquiera mecanismos a obtener vía impulso a
la integración/cooperación,
debe considerar que todos son procesos lentos y pueden abarcar Acuerdos y Contrataciones variadas,
cuyos resultados superan con creces
procesos de meses y remiten a años y lustros en varios casos. El escenario
de la integración latinoamericana por otra parte presenta suficientes distorsiones
y presiones tanto internas como externas. Como ejemplo se tienen las presiones
o rechazos de Francia a la firma del
Acuerdo UE/MERCOSUR, pero a su vez Argentina en las palabras del
Presidente Milei pudiera gestionar intereses con países fuera de la región. CELAC por su parte, ha demostrado ser
una especie de Foro político y no de impulso de procesos de integración económica.
12 de abril de 2025
@eortizramirez
eortizramirez@gmail.com
[1] Ilustraciones
de esto, para también otra fotografía, pueden verse en Eduardo Ortiz Ramírez https://www.academia.edu/37595643/Venezuela_en_el_contexto_del_ajuste_y_la_elaboraci%C3%B3n_de_la_pol%C3%ADtica_econ%C3%B3mica1_Visi%C3%B3n_desde_2004_Publicado_en_www_analitica_com_y_Reporte_Diario_de_la_economia_Eduardo_Ortiz_Ramirez
[2] https://www.project-syndicate.org/onpoint/trump-economic-agenda-three-severe-inflation-risks-by-maurice-obstfeld-2024-11?utm_source=Project+Syndicate+Newsletter&utm_campaign=b128f7b496-op_newsletter_11_29_2024&utm_medium=email&utm_term=0_73bad5b7d8-b128f7b496-106436575&mc_cid=b128f7b496&mc_eid=620be2c37d.
[3]
Informe de Coyuntura Venezuela, Abril 2025. Instituto de investigaciones Económicas
y Sociales UCAB.
Buenas tardes profesor Ortíz.
ResponderBorrarUna pregunta y gracias anticipadas por su respuesta.
Para quienes hemos sido obligados a contratar servicios privados de telefonia e internet, cuyos costos se nos están volviendo impagables , sin que las empresas que los prestan asomen alguna medida que nos permita superar esa muy próxima situación de no poder seguir comprando esos servicios ¿tendremos que retirarnos inexorablemente de ese mundo de la Internet y de la Inteligencia Artificial? ¿Volver al pasado?
Saludos.