jueves, 10 de noviembre de 2016

Trump y el Resurgimiento del Nacionalismo

Trump y el Resurgimiento del Nacionalismo


Por Alfredo Ordóñez López


La victoria de Donald Trump en la presidencia de los Estados Unidos de América ha generado diversas posiciones políticas, económicas y hasta de carácter social en el mundo, pues el nuevo anfitrión de la Casa Blanca a partir del 20 de enero de 2017, tendrá el deber no solo de ser el Presidente de un país sino también un líder mundial.

Sin embargo, y tomando en cuenta el discurso político usado en la dinámica electoral del Sr, Trump, se puedo destacar dos aspectos claves de lo que será la nueva visión de la política. El primero se refiere a la idea de presidir para los norteamericanos y no para el mundo, y el segundo se sustenta en el posible aislamiento de la política internacional en los conflictos internacionales y llevarlos más a temas de carácter económico.

Tanto el discurso nacionalista y como esa posición “machista” frente a las mujeres, calaron en los sectores menos urbanos de la población norteamericana, nos referimos al sector agrícola, el pequeño comerciante, los trabajadores clase media de empresas, entre otros (quienes siempre son la mayoría en cualquier país), y que se han sentido perjudicado por las políticas de libre comercio y la construcción de un nuevo sistema social en donde la visión del feminismo, la diversidad sexual, los derechos humanos han jugado un papel clave en la Construcción de una nueva sociedad americana.

De tal manera que la llegada de Trump refleja claramente el resurgimiento de un nacionalismo americano estadounidense aparentemente olvidado, en que el líder sea quien mejor represente al Tío Sam, el Águila Calva, un hombre prospero, patriótico, autosuficiente, y formado a base de un honor  nacional.

La nueva situación política que se presenta, está inmersa en una dinámica internacional muy particular, pues después de los acontecimientos presentados en Ucrania (2014), y la posición de “hombre fuerte” del presidente Ruso, Vladimir Putin, lo cual representó políticamente y socialmente el renacer del sentimiento soviético en toda Eurasia. Además, la salida del Reino Unido de la Unión Europea (BREXIT) por decisión nacionalista de su población vía Referéndum, pronostica una reconfiguración en el escenario internacional, en si estaríamos en una nueva fase de equilibrio de Poder.   

Difícilmente, el Congreso de los Estados Unidos de América (con mayoría republicana) permitirá que Trump se aísle de los problemas de “interés nacional” para EE.UU en el mundo; pero lo que sí estará latente es el regreso al proteccionismo y al conservadurismo de la política económica en pro de los interés locales; lo que pudiera generar un impacto severo en las empresas globales, pues estas empresas funcionan en varios países y el libre comercio representa su ventaja competitiva frente al mercado internacional. Asimismo, las inversiones extranjeras directas (IED) podrían girar a mercados más confiables con la dinámica global como la U.E Asia y hasta la misma Rusia.  


Este posible escenario podría ser aprovechado por los países que América Latina si se enfocan en estabilizar sus sistemas políticos y económicos para atraer IED y lograr la conformación de espacios geográficos productivos (Tecnopolis – Clúster - Asociatividades – Aglomerados Industriales) que permitan diversificar el perfil productivo de las naciones, a base de procesos de transferencia tecnológica e innovación.      

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