viernes, 24 de abril de 2020

“EL HOMBRE NUEVO”, LOS PRECIOS Y LA GASOLINA EN EL CONTEXTO DE LA CUARENTENA VENEZOLANA


“EL HOMBRE NUEVO”, LOS PRECIOS Y LA GASOLINA EN EL CONTEXTO DE LA CUARENTENA VENEZOLANA
EDUARDO ORTIZ RAMIREZ


En todas las naciones, hay gente de buenas y malas actitudes. Eso de que el venezolano es bueno y solidario de por sí, es una generalización poco trascendente. En Chile, EE.UU., Francia o China existe gente de uno u otro tenor. Igual pasa con las familias y agrupaciones diversas que se ven influidas por estos últimos.

En economía, de tiempo atrás se inventaron los conceptos de mercado, externalidades y Estado de Bienestar (Welfare State) por mencionar algunos. Como el mercado no siempre es guiado por una mano invisible equilibrada, se producen externalidades negativas y allí, con soluciones o alternativas entendibles en las economías más avanzadas, interviene el Estado generalmente con una mano visible. Curiosamente y por razones de modas -o hasta de dependencia como podría oírsele a algún economista serio de los sesenta (Armando Córdova por ejemplo)- Venezuela ha deambulado por estatismo, neoliberalismo, nuevo estatismo y nuevo liberalismo… ¡en fin!

En el caso de la administración bolivariana, no era fácil prever que de un feroz estatismo y ejecución de expropiaciones u ocupaciones[1], que serían el camino directo a la acumulación de empresas ineficientes, se habría podido pasar a una economía destruida –alguien diría quizás por eso- donde priva la escasez, la hiperinflación y un desmadre de precios que atosiga cada día más a los desprotegidos y en varios casos desempleados venezolanos, que hoy día ven tales asuntos agravados por el Covid19, la cuarentena y las incertidumbres que trascienden en varios casos temporalidades y fronteras cercanas.

Los deterioros en el bienestar se enfrentan ahora -o están relacionados- con ausencia de supervisión y gestión estatal, que no es lo mismo que intervencionismo exacerbado. Como aprendí con un viejo profesor de secundaria los extremos se juntan. El estado/gobierno ha pasado a presentarse impotente ante las múltiples interrelaciones que vienen desde el mercado. De controles de trámites, precios, cambios y comportamientos políticos, se trata ahora de un estado/gobierno que no logra controlar casi nada o lo que controla lo hace en términos de intereses grupales, dividendos o corrupción de la que se beneficia la camarilla. Son múltiples las dimensiones, pero algunas de ellas son las siguientes

La crisis y la estructura productiva. No está en condiciones la nación de producir casi nada. No puede producir petróleo, ni gasolina como antes ni cercanamente. Los defensores de la administración en estos ámbitos, han pasado a dar explicaciones  de revoloteo o poco menos que convincentes de que fue lo que pasó[2]. La industria de manufacturas diversas se encuentra bastante afectada, por condiciones de producción, demanda y limitaciones que curiosamente surgen desde el estado/gobierno señalado. La agricultura, de haber estado estancada y sin petróleo sembrado, ha pasado a la pronunciada sobrevivencia con ausencia de financiamientos, problemas de infraestructura y ausencia de semillas.

La crisis y los precios. La inflación, desde 2017 se presenta como hiperinflación, sin haber tenido contrapesos en una política antiinflacionaria definida. Esto, aunque en marzo la inflación, según la Asamblea Nacional alcanzó a 21,2%[3] (https://efectococuyo.com/tag/inflacion/). Nada de lo observado en abril, permite esperar resultados diferentes a los hiperinflacionarios. La inflación, como es conocido, afecta el bienestar, la inversión y las posibilidades de estabilización y crecimiento del país, Esto no se controlará en la pandemia/cuarentena; todo lo contrario aumentará o se mantendrá y se heredará[5]. En términos de unos 30/45 días, algunos precios de bienes básicos para el hogar, se han cuadruplicado y quintuplicado. Hemos visto directamente explicaciones “naturales” de comerciantes y expendedores sobre el automatismo del remarcaje: se trata del perogrullo de nuevos precios de los mismos bienes allí almacenados y acumulados. O razones también “naturales” sobre las pérdidas de los productos, por ausencia de demanda en algunos casos.

Surge la consideración: ¿hay solidaridad, unión, criterio de ayuda y cualquier tipo de perspectiva -que podría ser considerada por algunos como sentimental- en estos manejos de precios? La mayor fiereza en el manejo desmadrado de precios y la más completa de las tiranías e indiferencia hacia el consumidor, es lo que se observa en varios casos. ¿Son los hijos de la revolución, tan solidarios como esperan los bolivarianos desde “el hombre nuevo”?. Nada que ver. El más craso de los salvajismos en un mercado sin una sociedad civil organizada y con un estado/gobierno de alta indiferencia y que ya no haya que hacer con la economía.

La gasolina como resumen de la de la deficiencia estructural y los precios distorsionados. Precio final es precio final. Se tengan impuestos, se produzca o no petróleo, se disponga o no de gasolina. De gasolina regalada -por razones obvias según pensaban los populistas- a gasolina administrada y costosa,  en un mercado donde parte de los agentes no reciben ingresos en dólares, permitió revelarlo la crisis de la pandemia y el Covid19. Resulta que la gasolina venezolana, ahora no se produce y todos los caminos alternativos indicados son lentos: relanzamiento del Palito, los rusos u otros apoyos. Escenario ideal para comercializadores informales, corruptos o agentes permitidos en su claro enriquecimiento y que han llevado –dicen algunos jocosamente o con indiferencia- los precios de la gasolina por encima de los precios internacionales: dos o tres dólares según la lejanía, el descaro o los mecanismos facilitados para el enriquecimiento irregular. ¿Qué tiene esto de noble, de grandeza para un pueblo? ¿Dónde están los basamentos de la solidaridad que algunos persisten en ver donde no existe en el ahora aquí? Por lo demás, con los niveles salariales existentes –y en Bs S-  para diversas actividades públicas y algunas privadas, no funcionarán los precios internacionales.

El precio del dólar como el resumen de la monetización extranjera distorsionada. La discusión no es dolarización formal vs dolarización informal. Lo vivencial es la transfiguración y enajenación producida por el dólar en una economía destruida y con agentes económicos inexpertos en el manejo de divisas o con otros agentes económicos o ciudadanos -que como con la violencia o el terrorismo en algunos países- que simplemente no les interesa, han tenido siempre activos en dólares, o inevitablemente ganan y deben ponderar en dólares. La dictadura de los portales y la ahora indiferencia  de una administración  del país que tenía en sus obsesiones  el dólar y su control político, la compleja “flotación sucia” derivada de manejos e intereses, así como el aguante del precio de la divisa sin mayores demostraciones, han producido en la sabiduría popular una especie de curva de evolución de la paridad: sube, lo aguantan, lo bajan, lo mantienen, lo contienen, lo dejan subir nuevamente de manera exponencial, y la sociedad no tiene alternativa a la dictadura de los portales señalada. ¿Qué humanidad, que solidaridad, que bondad hay en esto?
24 abril 2020
@eortizramirez
eortizramirez@gmail.com


[1] La más reciente la de la productora Coposa (aceites, alimentos).
 La vicepresidenta del régimen venezolano, Delcy Rodríguez, anunció un conjunto de medidas con la que asegura buscan frenar la especulación. En medio de la crisis económica agravada por la pandemia del coronavirus y la caída de los precios del petróleo, el régimen ordenó la “ocupación temporal” por 180 días, de la compañía de alimentos Coposa en el estado Portuguesa. “Se ocupará temporalmente para asegurar la producción”, expresó. Rodríguez además anunció que a las Empresas Polar, Plumrose y el Matadero Turmero se les aplicará una medida de supervisión de ventas, pues a su juicio, son referente de especulación. “Para asegurar la correcta distribución de estos productos al pueblo", dijo.
La vocera del régimen además indicó que sostuvieron una reunión con representantes de supermercados y comercios para fijar precios regulados a 27 productos. "Estos controles son para asegurar la alimentación del pueblo. Seguiremos anunciando medidas concretas para mantener esto y facilitar la actividad económica en estos sectores".ntn24ve 24 abril 2020.

[2] Entrevista con Carlos Mendoza Pottellá: “La Venezuela petrolera que conocimos en los últimos 100 años se acabó” | Observatorio de Ecología Política de Venezuela http://www.ecopoliticavenezuela.org/2020/04/16/entrevista-con-carlos-mendoza-pottella-la-venezuela-petrolera-que-conocimos-en-los-ultimos-100-anos-se-acabo/; por su parte algunos oposicionistas piensan que con producir más petróleo bastará.


1 comentario:

  1. Excelente, con mucha claridad que permite ver explicaciones de causas estructurales de la crisis económica del país

    ResponderBorrar