El Programa Mínimo Común: 1958
Este programa dio sus frutos en ese
primer quinquenio el cual tuvo un liderazgo dotado de clara determinación y
capacidad estratégica para el cumplimiento de los objetivos.-
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JESÚS E. MAZZEI
ALFONZO
02/12/2021 05:00 am
La clase política o
elite del año 1958, tenía claro que país había que construir, poseían una
visión, sentido, capacidad y autonomía estratégica. Ellos examinaron el proceso
de modernización iniciado en 1936: con los altibajos de los distintos procesos
democráticos llevados a cabo en esa época y además, venían de un profundo
proceso de aprendizaje y el peso que va tener el desarrollo del proyecto
militarista: el Nuevo Ideal Nacional, que era llevar a cabo el proyecto
octubrista, bajo las directrices de las FF.AA. Entonces, que país se quería
construir a partir de 1958, era pues, el propósito del estamento político de
ese año. Una modernización en democracia.
Los líderes del año 1958,
critican el proyecto del 48-58, porque se baso en una modernización
fundamentalmente en obras públicas construidas y concentradas en Caracas, y
dejando de lado, otras variables socio-económicas de desarrollo de la sociedad
venezolana y conculcando las libertades públicas.
El nuevo proyecto del año 1958
hace una profunda autocritica y enuncia cinco objetivos fundamentalmente:
Respeto al resultado y defensa del gobierno surgido de las urnas, gobierno de
unidad nacional, programa mínimo de gobierno, tregua política y convivencia unitaria
y con ello, generar un gran consenso nacional.
Para tal fin, se plantean
varias políticas públicas a formular e implementar, en el quinquenio del año
1959-64 y que sirviera de base para los siguientes años.
Por una parte, una carta
fundamental que incluya la defensa de los Derechos Económicos y Sociales,
regularizar las relaciones Iglesia y Estado, una reforma administrativa, visto
los complejos problemas de gobernar y gobernabilidad de aquel entonces,
elaborar un proyecto constitucional consensuado.
En otra parte del programa,
una política económica, donde el estado tiene un papel fundamental en lo fiscal
y monetario, pero reconociendo el rol primordial que cumple el emergente sector
privado y el sentido, de estimular las inversiones extranjeras que coadyuven al
desarrollo nacional. Para ello, se plantea, un plan de desarrollo económico
integral que va abarcar todos loas actores y factores de producción del aquel
momento y las diferentes variables vialidad, sanidad, educacional, agropecuaria,
industrial, se plantea una reforma agraria y modernización del sistema
tributario etc.
Política petrolera y minera
bien estructurada, que buscará revisar las relaciones entre el estado y las
empresas transnacionales que aquel momento manejaban el negocio petrolero y
crear una empresa nacional petrolera (cristalizará en la creación de la
Corporación Venezolana del Petróleo y la creación de la OPEP).
Una política social y laboral
integral que tome en cuenta, el cambio de las relaciones obrera-patronales, el
rol cada vez más activo de la mujer en el mercado de trabajo y la reforma de la
Ley del Trabajo del año 1936.
Una Política educacional
innovadora como nunca antes. Intervención del Estado en la educación sin
detrimento del principio de la libertad de enseñanza, entre otros aspectos.
La Política militar,
constituirá en un constante perfeccionamiento técnico y modernización de las
distintas ramas de las de la Institución armada. Afianzar su rol institucional
y no partidista e ideológico, como lamentablemente se ha desvirtuado en estos
22 años de la mal llamada revolución bolivariana.
Por otra parte, una política inmigratoria eficaz, que tome en cuenta las
verdaderas necesidades del país de sangre extranjera que contribuya en la
creación de infraestructura y conocimiento y finalmente, una política exterior,
que obedezca a los interés nacionales y no subordinarse a potencias extranjeras
o a países en una clara referencia la subordinación y sumisión como la de hoy
en día. Esta política, tendrá como lineamientos: la paz y la cooperación,
respaldo a la autodeterminación de los pueblos, Adhesión de los compromisos
bilaterales y multilaterales del país, respecto al rol jugado por la ONU y a la
OEA; esto es la diplomacia multilateral y adhesión a la solución pacífica de
los conflictos, establecimiento de relaciones diplomáticas y comerciales con
todos los países y fomento de políticas de intercambio comercial y la
celebración de convenios bilaterales con otras naciones, utilizando el petróleo
y otros minerales y productos agropecuarios como instrumento de comercio y
cooperación internacional.
Al mismo tiempo, este programa
dio sus frutos en ese primer quinquenio el cual tuvo un liderazgo dotado de
clara determinación y capacidad estratégica para el cumplimiento de los
objetivos y realización de este programa mínimo, que si se quiere, ha quedado
eclipsado por el significado del Pacto de Punto Fijo, pero es el complemento de
aquel, porque ambos están interrelacionados. Esta élite política tuvo
auctoritas de la que carece la actual, que no es una élite sino grupo
hegemónico de poder excluyente, que tuvo una clara definición de los retos que
enfrentaban en los difíciles años de 1958-1964, sólo para empezar y que
enrumbaron a la nación venezolana, con un balance positivo a pesar de a algunas
errores que como toda obra humana la cual no es perfecta sino perfectible, y
que comparadas con un balance con la revolución bolivariana en diferentes
variables (económicas, sociales, políticas, de infraestructura entre otras) saca
una nota sobresaliente en todas las políticas y realizaciones públicas.
Además, la comparación de la
calidad de las élites del año 58, con la actual, es incomparable no tiene un
parámetro de comparación, la de ese año es superior en calidad intelectual, saldo
de gestión, obra física entre otros patrones de medición. Un balance abrumador
en la sumatoria de sus ejecuciones y consecuencias para el desarrollo y
modernización del país. Hoy lo que hay es una casta que ha destruido al país,
con una calidad política e intelectual pésima.
jesusmazzei@gmail.com
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