Dra.
Lorena Puerta Bautista
Profesora
EAC – UCV
La economía agroexportadora
La
economía venezolana se fundamentó en una estructura de producción agraria desde
el inicio del periodo de conquista, colonización, manteniéndose este modelo
productivo luego de la gesta emancipadora. Por lo tanto, fue un modelo de
producción agroexportadora[1] que
“... significó la especialización de la producción para la exportación en
limitados rubros agrarios que permitieron incorporar las distintas zonas
agrícolas del país al mercado internacional”[2]
De
acuerdo a Francisco Mieres[3], la
economía agropecuaria en Venezuela se caracterizó de la siguientes forma:
- La actividad agropecuaria constituyó lo predominante en el país
durante cuatro siglos. La explotación agropecuaria directa y las
actividades inducidas por ella – importación, gestión fiscal, banca –
prácticamente abarcaron toda la vida económica del país.
- Se trataba de una actividad técnicamente atrasada y cuya
productividad resultaba bajísima.
- La estructura económica era latifundista, se desarrollaba una
agricultura de plantación vinculada al mercado capitalista internacional.
- La actividad agropecuaria se encontraba en situación de
estancamiento, lo cual se expresaba en el débil crecimiento de la
población.
Estas
características determinaban que el país se abasteciera de productos
industriales principalmente a través de la importación, mientras que la
economía estaba basada en la exportación de productos agrícolas, siendo los más
destacados el café, cacao, ganado, cueros y el oro, entre otros rubros a
finales de la década de los 60 del siglo XIX.
Particularmente,
y como se evidencia en el Cuadro Nº 1 Exportaciones
totales 1850 – 1920, desde el año 1850 las exportaciones de cacao pasan a un
segundo plano en los niveles de exportación, y el café se ubica de primero en
virtud de una mayor demanda en el mercado internacional.
CUADRO Nº 1
Exportaciones totales 1850 - 1920
(En millones de bolívares)
|
1850
|
1859
|
1869
|
1880
|
1890
|
1900
|
1910
|
1920
|
Exportaciones
totales
|
32,3
|
44,0
|
35,4
|
70,4
|
122,2
|
81,3
|
94,8
|
170,3
|
Café
|
13,3
|
19,2
|
19,6
|
30,3
|
89,9
|
30,8
|
43,1
|
65,8
|
Cacao
|
6,5
|
5,8
|
2,3
|
4,7
|
10,8
|
13,0
|
18,6
|
34,9
|
Ganado
|
0,6
|
0,2
|
0,2
|
0,5
|
1,3
|
4,9
|
0,9
|
4,5
|
Cueros
|
5,5
|
3,6
|
5,1
|
2,2
|
4,5
|
4,6
|
4,5
|
1,8
|
Oro
|
---
|
---
|
3,3
|
11,4
|
9,1
|
1,6
|
1,6
|
2,5
|
Fuente: Asdrúbal Baptista, Bases
Cuantitativas de la Economía Venezolana 1830-2002, pp. 186 – 199.
En
1890 las exportaciones de café ya representan el 80% de las exportaciones,
sobre un 10% de las exportaciones de cacao; lo que destaca que el país se sustentó
económicamente de los ingresos por conceptos de las exportaciones de café, cuya
expansión se vio favorecida dado el buen clima y condiciones de las tierras que
generaban un mayor rendimiento del producto, ya que la producción dependía de
las favorables condiciones climáticas, el control de las plagas y el tiempo
destinado a la producción. Adicionalmente “…el café se convierte (…) en el principal
producto de exportación debido a su demanda y los precios en el mercado internacional,
particularmente en Europa y los Estados Unidos…”[4]
Esta
dinámica agroexportadora se encuentra relacionada con el incremento de la
presencia inmigrantes extranjeros en Venezuela durante la segunda mitad del
siglo XIX, la cual obedece a la necesidad de inversión de capital extranjero en
el país, entendido como un fenómeno que va ligado a la expansión industrial y
capitalista de los principales mercados mundiales y a la política de
inmigración aplicada que toma un especial auge durante el gobierno
centralizador de Antonio Guzmán Blanco (1870 – 1888).
En
cuanto a la apertura de los capitales foráneos, “se consideraba como un proceso
global que incluía no solamente el desarrollo de un proyecto específico de
capital (una empresa minera o un ferrocarril), sino el de una serie de
proyectos anexos como el aprovechamiento de los terrenos concedidos para
impulsar la agricultura y fomentar la inmigración…”[5];
es de destacar, que el país había quedado en términos económicos y
poblacionales en una situación de atraso por la guerra de independencia y
posteriormente por la guerra federal, por ello uno de los principales objetivos
era repoblar e incentivar la economía.
Cabe
destacar que en términos económicos, la independencia no significó una mudanza
de la estructura económica agraria – tradicional, es decir, no generó una
situación de crecimiento económico, no produjo cambios fundamentales en el
sistema de producción ni en la distribución, por lo tanto no hubo nuevas
perspectivas de movilización de recursos naturales y comerciales del país.
A
pesar de las condiciones económicas desfavorables para los venezolanos y la
inestabilidad política que se proyectó en el siglo XIX, hubo una tendencia
hacia la instauración de casas comerciales extranjeras en las principales
ciudades del país, su origen era alemán o inglés y en un menor grado francés,
sefardí, norteamericano, italiano o curazoleño.
Según
Nikita Harwich Vallenilla “el mayor aporte de las casas comerciales extranjeras
fue su experiencia en cuanto a los procedimientos y manejos del negocio de
importación y exportación y sus contactos con corresponsales en los grandes
puertos europeos o norteamericanos”[6]. En
este sentido, es de resaltar que del puerto de Nueva York procedían más de la
mitad de las importaciones, y hacia allá se dirigían la mayor parte de las
exportaciones. Nueva York se convirtió en el centro redistribuidor de la
economía agroexportadora e importadora venezolana hacia localidades como
Hamburgo, Marsella, Burdeos y Liverpool.
La
dinámica generada por la presencia de las casas comerciales en el
funcionamiento del modelo agroexportador, creó una especie de dependencia en
cuanto a los productores y el crédito que les proporcionaban estas casas
comerciales. Las operaciones de crédito fueron uno de los principales
mecanismos de control del mercado y extracción de beneficios a los productores,
fundamentalmente por la ausencia de un sistema bancario que les otorgara préstamos
a los agricultores venezolanos frente a un Estado que tenía escasez de capitales[7], por
ello y con el tiempo “la instalación de varias agencias extranjeras y la
consiguiente ampliación de las fuentes de financiamiento, (…) produjeron
importantes modificaciones en la estructura bancaria venezolana. En 1912 ya
estaba en funcionando en Caracas el Commercial Bank of Spanish America Limited,
afiliado al Anglo Spanish American Bank, con sede en Londres”...[8]
A
pesar de estas iniciativas auspiciosas, la débil economía agraria del país,
pequeña en estructura y dependiente de una escasa cantidad de rubros para la
producción sufrió como consecuencia de la crisis económica de los Estados
Unidos, primero en 1825 – 1826 y después en 1840. Efectivamente, cualquier
declinación que se generará en la demanda o en los precios de los productos
agrícolas en el exterior, necesariamente tenía que generar una repercusión en
la economía del país.
En
este sentido, la escasez de capitales de origen venezolano ponía a los
productores en manos de los comerciantes a las condiciones que ellos fijaran, ya
que “las instituciones de crédito extranjeros tenían la ventaja de utilizar
capitales procedentes de sus casas matrices, lo que les permitía afrontar
ciertas contingencias por pérdidas en préstamos e inversiones…”[9].
Sin
embargo, el endeudamiento llegaba a ser tal para los productores que en
ocasiones tenían que entregar sus propiedades a los comerciantes pues el
comercio de las ciudades y pueblos del interior se desarrollaba por medio de
las concesiones de créditos otorgados por las casas comerciales. Los comerciantes
extranjeros se constituían en agentes compradores de café, el productor
retiraba durante el año telas, abrigos, calzados, sombreros, herrajes, utillaje
de labranza, víveres y demás artículos necesarios para el mantenimiento de la
casa y la hacienda. Al fin de la cosecha, el agricultor entregaba al
comerciante su café, las cuentas se liquidaban sobre el precio del día,
mientras al agricultor se le cobraban las mercancías retiradas según en valor
del momento[10]. De
esta manera, las casas comerciales colocaban el café en el mercado a los precios
vigentes para el momento, está relación evidenció una desigual ganancia para
los agricultores.
La
falta de inversión de capitales en la agricultura y el endeudamiento de los
productores con las casas comerciales generó un estancamiento en la producción
del café. Aunado a esto, no existió un verdadero impulso de parte del estado
por mejorar las condiciones crediticias del productor agrícola.
La
deuda no sólo era proveniente del sector privado, el Estado venezolano también
utilizó a las casas comerciales extranjeras como agentes de financiamiento,
propiciando la dependencia hacia los capitales extranjeros, “efectivamente, el
primer gran negocio financiero de Guzmán Blanco fue el empréstito de la
Federación por un millón y medio de libras esterlinas, negociado en 1864 con la
Compañía general de Crédito y Finanzas de Londres, por el cual Venezuela debía
de recibir 900.000 libras esterlinas, ya que el empréstito fue otorgado al 60
por ciento…”[11] Lo
paradójico es que lejos de realizarse una inversión por parte del Estado que
trasformará los mecanismos de producción agrícola por medio de inversión en
tecnología:
“…los fondos del empréstito comenzaron a ser utilizados para cancelar
compromisos internos (…) prueba de ello es la carta, de mayo de 1864, de Falcón
a Guzmán Blanco, quien se encontraba todavía en Londres informándole que había
dispuesto girar ‘ a tú cargo y contra los fondos del empréstito contratado en
esa ciudad [Londres] por la suma de […] 6.200 libras esterlinas en favor de H.L
Boulton y Cía. Para satisfacerles una cantidad de dinero que habían prestado…”[12]
Al
respecto, en el momento en el cual sus principales aliados financieros se
encontraban en crisis económica, era inevitable el impacto negativo que ello
traería a los productos venezolano dado su nivel de dependencia, Venezuela no
se encontraba aislada de los acontecimientos mundiales. Es de destacar, que en
el año de 1914 cuando inicia la Gran Guerra, se presento un fuerte impacto
negativo en las inversiones de los capitales extranjeros en el país,
particularmente el capital proveniente de alemanes e ingleses, en virtud de su
vinculación con el conflicto bélico, que a pesar que culmina en el año de 1918,
origina en parte la crisis de 1921 – 1922 en los Estados Unidos, y es que “la
depresión se refleja en Venezuela por la contracción en las cotizaciones de los
artículos agropecuarios de exportación (…) este movimiento de los precios
reduce a la mitad los ingresos percibidos por los exportadores de nuestros
frutos…”[13]
Sin
embargo, es oportuno indicar que este periodo coincide con el reventón de Los
Barrosos en el año de 1922, que da a conocer mundialmente a Venezuela como un
país con amplias posibilidades de exportación petrolera. Sobre este punto se profundizará
más adelante.
El declive de la economía agroexportadora.
En
el año de 1925 el café fue perdiendo el puesto preponderante que había
conservado dentro del sistema económico venezolano. "De tercer lugar que
teníamos en 1881 bajamos al sexto en 1930 como productor mundial…"[14], lo
que indica la crisis agrícola y los cambios en el modelo agroexportador.
Al
observar el cuadro Nº 2 Exportaciones Totales. Años 1925 – 1928, se destaca
claramente el incremento en las exportaciones totales, el cual proviene del
aumento de las exportaciones petroleras con respecto a las otras exportaciones,
que representan al sector agropecuario.
CUADRO Nº 2
Exportaciones Totales
Años 1925 – 1928
(Millones de bs)
|
1925
|
1926
|
1927
|
1928
|
Exportaciones
totales
|
401
|
488
|
585
|
684
|
Exportaciones
petroleras
|
194
|
325
|
406
|
523
|
Otras
exportaciones
|
207
|
163
|
180
|
161
|
Fuente: Asdrúbal Baptista, Bases
Cuantitativas de la Economía Venezolana 1830-2002, pp. 218 – 219.
Se
evidencia que “ya para 1925, el petróleo había superado a todas las demás
exportaciones, (…) este cambio no puede interpretarse como una simple
sustitución del articulo monoproducido (…) el vinculo que ligaba al sector
capitalista mercantil con la producción
agrícola se va rompiendo progresivamente y dando paso a nuevas
relaciones de dependencia…”[15]
En
el cuadro Nº 3 Exportaciones No Petroleras. Años 1925 – 1933, se detalla el
vertiginoso descenso de la exportación de los rubros agrícolas, particularmente
de café y cacao, pero en esta ocasión no tanto por el volumen de lo que se
exporta sino por la pérdida del valor.
CUADRO Nº 3
Exportaciones no petroleras
Años 1925 – 1933
(Millones de bs)
|
1925
|
1926
|
1927
|
1928
|
1929
|
1930
|
1931
|
1932
|
1933
|
Exportaciones
totales
|
207
|
163
|
180
|
161
|
212
|
153
|
120
|
115
|
76
|
Café
|
126
|
99
|
104
|
84
|
134
|
68
|
65
|
58
|
33
|
Cacao
|
30
|
19
|
27
|
27
|
24
|
17
|
16
|
12
|
6
|
Fuente: Asdrúbal Baptista, Bases
Cuantitativas de la Economía Venezolana 1830-2002, pp. 219 – 220.
De
acuerdo a los datos presentados por Asdrúbal Baptista, ya en el año de 1930 se
hace irreversible el declive de la economía agropecuaria, las condiciones
económicas del país cambiaron con la irrupción del petróleo en la economía
nacional, lo que evidencia la pérdida de importancia de la exportación
cafetalera que incentivo la inversión extranjera en el país y la economía desde
la mitad del siglo XIX, así como la perdida de preeminencia desde la segunda
década del siglo XX.
Sin
embargo, en un intento por reactivar la economía agropecuaria, en el año de 1928
se crea el Banco Agrícola y Pecuario, cuya finalidad era incentivar la
producción agrícola, pero los fondos con los cuales contaba no eran suficientes
para encarar la situación económica de muchos agricultores que habían acumulado
importantes deudas con las casas comerciales.
Además,
era una ayuda que obtenían de manera directa algunos beneficiados de la
dictadura gomecista, por lo tanto este banco “…no remedió estos problemas,
porque su capacidad crediticia no alcanzaba a cubrir la demanda de los préstamos
(…) [situación que repercutió en] una parte de la población rural [la cual] comenzó
a emigrar hacia los centros urbanos, donde existían mayores posibilidades de
empleo en el comercio…”[16]
Otro
punto a destacar, es que las inmigraciones internas fueron parte de un fenómeno
característico de principios del XX, lo que afecto en gran medida la
disponibilidad de la mano de obra para las actividades agrícolas y los índices
demográficos de las principales ciudades del país.
De
acuerdo al cuadro Nº 4, se puede observar el nivel de concentración de la
población en la región centro costera del país y el inicio del abandono de los
campos de producción agrícola, sin necesidad de que desapareciera por completo
esta actividad.
Por
tal sentido, a partir de 1950 se evidencia que el 15,67% de la población se
encuentra en los estados andinos, región geográfica de gran importancia
cafetalera desde mediados del siglo XIX, lo que refleja el progresivo abandono
de la mano de obra dedicada a la producción de café.
CUADRO Nº 4
Venezuela: Distribución espacial de la población
según los censos de 1926,1936, 1941, 1950 y 1961
(En porcentajes)
Región
|
1926
|
1936
|
1941
|
1950
|
1961
|
Central (D.F, Miranda, Aragua, Carabobo)
|
21,08
|
23,84
|
24,34
|
28,17
|
32,48
|
Los Llanos (Apure, Barinas, Guárico,
Portuguesa)
|
9,88
|
9,11
|
9,23
|
9,06
|
9,38
|
Centro – Occidental (Cojedes, Lara, Falcón,
Yaracuy)
|
21,82
|
20,16
|
19,28
|
16,11
|
14,32
|
Los Andes (Mérida, Táchira, Trujillo)
|
18,20
|
18,96
|
18,25
|
15,67
|
13,25
|
Zuliana (Zulia)
|
7,35
|
8,19
|
8,98
|
11,13
|
12,23
|
Oriental (Anzoátegui, Monagas, Sucre, N.
Esparta
|
16,18
|
16,63
|
16,64
|
16,46
|
14,89
|
Guayana (Bolívar, Amazonas, Delta Amacuro)
|
5,49
|
3,11
|
3,28
|
3,41
|
4,35
|
Fuente: Miguel Bolívar Chollett, Población
y sociedad en la Venezuela del siglo XX, p. 188.
Adicionalmente,
el funcionamiento de las casas comerciales en Venezuela, estuvo gravemente
afectado por la crisis económica de 1929, la producción del café y la
agroexportación en general entró en un periodo de estancamiento. Desde el año
de 1927, tras un periodo de importantes inversiones en el extranjero y con una
economía creciente, los agentes financieros de Wall Street se centraron en la
inversión del mercado interior. En la medida que compraban valores nacionales
aumentaban los precios de las acciones y los títulos valores estadounidenses.
Cuanto más compraban, mayor era la subida de los precios, lo que atraía a un
mayor número de inversores.
Con
el tiempo, se inició la venta masiva de acciones en Wall Street, lo que
ocasionó el Crack de 1929 mediante la caída del índice general de la Bolsa de Nueva York. Este
acontecimiento marcó el inicio de la Gran Depresión de la década de 1930 y tuvo un
gran impacto en la economía internacional que ya se había visto afectada por la I Guerra Mundial (1914 –
1918).
De
acuerdo a Rafael Cartay “La crisis estadounidense de 1929 y la gran depresión
que le sucedió se reflejó en una baja del consumo mundial del café‚ y del cacao,
como consecuencia de la disminución del poder adquisitivo en los países
industrializados. Aparte de la depresión de los precios de las materias primas,
se produjo la desvalorización del dólar y la reducción de la actividad
petrolera a escala mundial”.[17] Tal
y como se evidencia en el cuadro Nº 5 Exportaciones Totales, año 1929 – 1933.
CUADRO Nº 5
Exportaciones Totales
Años: 1930 – 1933
(Millones de Bolívares)
|
1929
|
1930
|
1931
|
1932
|
1933
|
Exportaciones Totales
|
932
|
877
|
607
|
665
|
458
|
Exportaciones petroleras
|
721
|
723
|
487
|
549
|
381
|
Otras exportaciones
|
212
|
153
|
120
|
115
|
76
|
Fuente: Asdrúbal Baptista, Bases Cuantitativas de la Economía Venezolana 1830-2002, pp. 219 – 220.
Para
el año de 1929 en Venezuela, ocurren dos hechos económicos de gran relevancia,
por un lado el valor de las exportaciones no petroleras desde el año de 1929 se
reducen considerablemente, “la crisis golpeó implacablemente a la economía y a
la sociedad venezolana, puso fin a toda una etapa histórica, la denominada
etapa agroexportadora (…) e hizo mucho más profunda la dependencia de la
economía venezolana del petróleo”[18]
Por
el otro lado, se incrementaron las exportaciones petroleras, las cuales entre
los años de 1932-1933 también disminuyen con relación a 1929-1930, producto de
la depresión estadounidense y la recesión económica que detuvo en este periodo
de tiempo las inversiones. Después de 1929, Venezuela definió en el mercado
internacional su presencia como país petrolero, posición que fue reafirmada
posteriormente a la II Guerra
Mundial, convirtiéndose el país en uno de los principales proveedores de
petróleo al mercado estadounidense.
La
estructura agrícola por los escasos esfuerzos desde los distintos gobiernos
centrales y debido a la misma dinámica planteada por la economía perdió
importancia. Estas circunstancias repercutieron en la caída de los salarios y
por lo tanto en la reducción de la oferta de trabajo, así mismo la pérdida de
poder económico de los grandes hacendados que tenían que hacer frente a las
deudas contraídas con las casas comerciales.
En
tal sentido, se puede destacar que la economía venezolana no se afectó gravemente por los sucesos de 1929, ya
que la mayor parte de los ingresos nacionales con los cuales contaba el Estado
para el gasto público dependía en su mayor parte de la actividad petrolera.
Inclusive “…para el año de 1934 la situación de la industria cafetalera es
verdaderamente lamentable; el Ejecutivo Federal destinó diez millones de
bolívares para ayuda de los agricultores del café y cacao más necesitados de
los estados Trujillo, Mérida y Táchira que sumaron 34.402, pero por el otro
lado entraron grandes cantidades de materiales y maquinarias para el desarrollo
de la industria petrolera…”[19]
Luego
de esta crisis, la Venezuela
agroexportadora ve mermada sus actividades dentro del comercio internacional.
La producción agrícola en muchos casos tiene tendencias al autoconsumo en lugar
de la exportación en grandes cantidades. Se trataba de la subsistencia de dos
sistemas económicos, el tradicional agrícola y el moderno petrolero, este
último a lo largo del siglo XX, es el que domina el panorama del sistema
económico mundial, así como el de las actividades económicas de Venezuela.
[1]
Sobre el modelo agroexportador véase: Maza Zavala, Domingo F. Análisis macroeconómico: Economía real.
Caracas: Ediciones de la Biblioteca – EBUC. UCV, 2000. ____ Venezuela:
economía, tiempo y nación. Caracas, Vadell hermanos editores, 2007, pp. 295; Gastón Carvallo,y Josefina Ríos de Hernández,
Temas de la Venezuela Agroexportadora. .
Caracas, Fondo Editorial Tropykos. Serie de Agricultura y Sociedad, 1984, pp.
153; José Rafael Lovera, Vida de
Hacienda en Venezuela Siglos XVIII al XX. Caracas, Fundación Bigott, 2009, pp. 316.; Baptista, Asdrúbal Bases Cuantitativas de la
Economía Venezolana 1830-2002. Caracas, Fundación Polar, 3era edición,
1997, pp. 943.
[2]
Gastón Carvallo,y Josefina Ríos de Hernández, Temas de la Venezuela Agroexportadora. p. 125.
[3]
Francisco Mieres, “Los efectos de la explotación petrolera sobre la agricultura
en Venezuela” en: Héctor Valencillos, y Omar Bello, (Comp.), La economía contemporánea de Venezuela
(Ensayos escogidos). T. I, pp. 223 – 242.
[4]Germán
Yépez Colmenares, Crisis y Constitución
de la República
de Venezuela 1810 – 1870, pp. 62 –
63.
[5]
Nikita Harwich Vallenilla (Coord.), “prólogo” a Inversiones extranjeras en Venezuela. Siglo XIX, t. I, p. 19.
[6]
Ibídem., p. 14.
[7]
Al respecto véase: María Elena González Deluca, Negocios y política en tiempos de Guzmán Blanco, Lola Vetancourt, El imperio británico en la economía de
Venezuela. 1830 – 1870; Alicia Ardao, El
café y las ciudades en los andes venezolanos (1870 – 1930).
[8]
Catalina Banko, Política, crédito e
institutos financieros en Venezuela. 1830 – 1940, p. 144.
[9]
Ibídem, p. 146.
[10]
Al respecto véase: Germán Cardozo Galué, Historia zuliana, economía, política y vida
intelectual en el siglo XIX) y Catalina Banko, Política, crédito e institutos financieros en Venezuela. 1830 – 1940.
[11]
María Elena González Deluca, Negocios y
política en tiempos de Guzmán Blanco, p. 68.
[12] Ibídem, pp. 68 – 69.
[13]
Héctor Malavé Mata, Petróleo y desarrollo
económico de Venezuela, pp. 358 - 359.
[14]
Ana Colina, La crisis de 1929 y su impacto en la economía venezolana. Tesis de
grado para optar al título de economista, Escuela de Economía, UCV, p.84.
[15]
Armando Córdova, La estructura económica
tradicional y el impacto petrolero en Venezuela, p. 141.
[16]
Catalina Banko, Régimen medinista e
intervencionismo económico, p. 28.
[17]
Rafael Cartay, “Las crisis económicas y sus repercusiones en la economía venezolana”, Revista
Economía Nº 11, 1996. pp.
37-45; p. 41.
[18]
Sergio Aranda, La economía venezolana, p.
104.
[19]Carmen
Amanda Pérez, Maracaibo y la región
andina 1924 – 1935, pp. 59 – 60.
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ResponderBorrarSaludos. Mi nombre es Héctor Silva Núñez, docente Venezolano. Quisiera por favor tener algún correo electrónico de la profesora Lorena Puerta Bautista para hacerle una consulta sobre este tema.
ResponderBorrarEn qué párrafo Abla sobre la economía antes del petróleo me ayudan no entiendo
ResponderBorrarEl declive de la economía agroexportadora.
BorrarEn el año de 1925 el café fue perdiendo el puesto preponderante que había conservado dentro del sistema económico venezolano. "De tercer lugar que teníamos en 1881 bajamos al sexto en 1930 como productor mundial…"[14], lo que indica la crisis agrícola y los cambios en el modelo agroexportador.
Al observar el cuadro Nº 2 Exportaciones Totales. Años 1925 – 1928, se destaca claramente el incremento en las exportaciones totales, el cual proviene del aumento de las exportaciones petroleras con respecto a las otras exportaciones, que representan al sector agropecuario.
CUADRO Nº 2
Exportaciones Totales
Años 1925 – 1928
(Millones de bs)
1925
1926
1927
1928
Exportaciones totales
401
488
585
684
Exportaciones petroleras
194
325
406
523
Otras exportaciones
207
163
180
161
Fuente: Asdrúbal Baptista, Bases Cuantitativas de la Economía Venezolana 1830-2002, pp. 218 – 219.
Se evidencia que “ya para 1925, el petróleo había superado a todas las demás exportaciones, (…) este cambio no puede interpretarse como una simple sustitución del articulo monoproducido (…) el vinculo que ligaba al sector capitalista mercantil con la producción agrícola se va rompiendo progresivamente y dando paso a nuevas relaciones de dependencia…”[15]
En el cuadro Nº 3 Exportaciones No Petroleras. Años 1925 – 1933, se detalla el vertiginoso descenso de la exportación de los rubros agrícolas, particularmente de café y cacao, pero en esta ocasión no tanto por el volumen de lo que se exporta sino por la pérdida del valor.
CUADRO Nº 3
Exportaciones no petroleras
Años 1925 – 1933
(Millones de bs)
1925
1926
1927
1928
1929
1930
1931
1932
1933
Exportaciones totales
207
163
180
161
212
153
120
115
76
Café
126
99
104
84
134
68
65
58
33
Cacao
30
19
27
27
24
17
16
12
6
Fuente: Asdrúbal Baptista, Bases Cuantitativas de la Economía Venezolana 1830-2002, pp. 219 – 220.
De acuerdo a los datos presentados por Asdrúbal Baptista, ya en el año de 1930 se hace irreversible el declive de la economía agropecuaria, las condiciones económicas del país cambiaron con la irrupción del petróleo en la economía nacional, lo que evidencia la pérdida de importancia de la exportación cafetalera que incentivo la inversión extranjera en el país y la economía desde la mitad del siglo XIX, así como la perdida de preeminencia desde la segunda década del siglo XX.
Sin embargo, en un intento por reactivar la economía agropecuaria, en el año de 1928 se crea el Banco Agrícola y Pecuario, cuya finalidad era incentivar la producción agrícola, pero los fondos con los cuales contaba no eran suficientes para encarar la situación económica de muchos agricultores que habían acumulado importantes deudas con las casas comerciales.
Aver.. si eh entendido correctanmente, el café era lo que en aquellos tiempos se exportaba más que todo antes del petroleo ?cierto?
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