lunes, 4 de mayo de 2015

LA ECONOMÍA VENEZOLANA ANTES DEL PETRÓLEO

Dra. Lorena Puerta Bautista
Profesora EAC – UCV

La economía agroexportadora

La economía venezolana se fundamentó en una estructura de producción agraria desde el inicio del periodo de conquista, colonización, manteniéndose este modelo productivo luego de la gesta emancipadora. Por lo tanto, fue un modelo de producción agroexportadora[1] que “... significó la especialización de la producción para la exportación en limitados rubros agrarios que permitieron incorporar las distintas zonas agrícolas del país al mercado internacional”[2]
De acuerdo a Francisco Mieres[3], la economía agropecuaria en Venezuela se caracterizó de la siguientes forma:
  1. La actividad agropecuaria constituyó lo predominante en el país durante cuatro siglos. La explotación agropecuaria directa y las actividades inducidas por ella – importación, gestión fiscal, banca – prácticamente abarcaron toda la vida económica del país.
  2. Se trataba de una actividad técnicamente atrasada y cuya productividad resultaba bajísima.
  3. La estructura económica era latifundista, se desarrollaba una agricultura de plantación vinculada al mercado capitalista internacional.
  4. La actividad agropecuaria se encontraba en situación de estancamiento, lo cual se expresaba en el débil crecimiento de la población.

Estas características determinaban que el país se abasteciera de productos industriales principalmente a través de la importación, mientras que la economía estaba basada en la exportación de productos agrícolas, siendo los más destacados el café, cacao, ganado, cueros y el oro, entre otros rubros a finales de la década de los 60 del siglo XIX.
Particularmente, y como se evidencia en el Cuadro Nº 1 Exportaciones totales 1850 – 1920, desde el año 1850 las exportaciones de cacao pasan a un segundo plano en los niveles de exportación, y el café se ubica de primero en virtud de una mayor demanda en el mercado internacional.

CUADRO Nº 1
Exportaciones totales 1850 - 1920
(En millones de bolívares)


1850
1859
1869
1880
1890
1900
1910
1920
Exportaciones totales
32,3
44,0
35,4
70,4
122,2
81,3
94,8
170,3
Café
13,3
19,2
19,6
30,3
89,9
30,8
43,1
65,8
Cacao
6,5
5,8
2,3
4,7
10,8
13,0
18,6
34,9
Ganado
0,6
0,2
0,2
0,5
1,3
4,9
0,9
4,5
Cueros
5,5
3,6
5,1
2,2
4,5
4,6
4,5
1,8
Oro
---
---
3,3
11,4
9,1
1,6
1,6
2,5
Fuente: Asdrúbal Baptista, Bases Cuantitativas de la Economía Venezolana 1830-2002, pp. 186 – 199.
           
En 1890 las exportaciones de café ya representan el 80% de las exportaciones, sobre un 10% de las exportaciones de cacao; lo que destaca que el país se sustentó económicamente de los ingresos por conceptos de las exportaciones de café, cuya expansión se vio favorecida dado el buen clima y condiciones de las tierras que generaban un mayor rendimiento del producto, ya que la producción dependía de las favorables condiciones climáticas, el control de las plagas y el tiempo destinado a la producción. Adicionalmente  “…el café se convierte (…) en el principal producto de exportación debido a su demanda y los precios en el mercado internacional, particularmente en Europa y los Estados Unidos…”[4]     
Esta dinámica agroexportadora se encuentra relacionada con el incremento de la presencia inmigrantes extranjeros en Venezuela durante la segunda mitad del siglo XIX, la cual obedece a la necesidad de inversión de capital extranjero en el país, entendido como un fenómeno que va ligado a la expansión industrial y capitalista de los principales mercados mundiales y a la política de inmigración aplicada que toma un especial auge durante el gobierno centralizador de Antonio Guzmán Blanco (1870 – 1888).
En cuanto a la apertura de los capitales foráneos, “se consideraba como un proceso global que incluía no solamente el desarrollo de un proyecto específico de capital (una empresa minera o un ferrocarril), sino el de una serie de proyectos anexos como el aprovechamiento de los terrenos concedidos para impulsar la agricultura y fomentar la inmigración…”[5]; es de destacar, que el país había quedado en términos económicos y poblacionales en una situación de atraso por la guerra de independencia y posteriormente por la guerra federal, por ello uno de los principales objetivos era repoblar e incentivar la economía.
Cabe destacar que en términos económicos, la independencia no significó una mudanza de la estructura económica agraria – tradicional, es decir, no generó una situación de crecimiento económico, no produjo cambios fundamentales en el sistema de producción ni en la distribución, por lo tanto no hubo nuevas perspectivas de movilización de recursos naturales y comerciales del país. 
A pesar de las condiciones económicas desfavorables para los venezolanos y la inestabilidad política que se proyectó en el siglo XIX, hubo una tendencia hacia la instauración de casas comerciales extranjeras en las principales ciudades del país, su origen era alemán o inglés y en un menor grado francés, sefardí, norteamericano, italiano o curazoleño.
Según Nikita Harwich Vallenilla “el mayor aporte de las casas comerciales extranjeras fue su experiencia en cuanto a los procedimientos y manejos del negocio de importación y exportación y sus contactos con corresponsales en los grandes puertos europeos o norteamericanos”[6]. En este sentido, es de resaltar que del puerto de Nueva York procedían más de la mitad de las importaciones, y hacia allá se dirigían la mayor parte de las exportaciones. Nueva York se convirtió en el centro redistribuidor de la economía agroexportadora e importadora venezolana hacia localidades como Hamburgo, Marsella, Burdeos y Liverpool.   
La dinámica generada por la presencia de las casas comerciales en el funcionamiento del modelo agroexportador, creó una especie de dependencia en cuanto a los productores y el crédito que les proporcionaban estas casas comerciales. Las operaciones de crédito fueron uno de los principales mecanismos de control del mercado y extracción de beneficios a los productores, fundamentalmente por la ausencia de un sistema bancario que les otorgara préstamos a los agricultores venezolanos frente a un Estado que tenía escasez de capitales[7], por ello y con el tiempo “la instalación de varias agencias extranjeras y la consiguiente ampliación de las fuentes de financiamiento, (…) produjeron importantes modificaciones en la estructura bancaria venezolana. En 1912 ya estaba en funcionando en Caracas el Commercial Bank of Spanish America Limited, afiliado al Anglo Spanish American Bank, con sede en Londres”...[8]   
A pesar de estas iniciativas auspiciosas, la débil economía agraria del país, pequeña en estructura y dependiente de una escasa cantidad de rubros para la producción sufrió como consecuencia de la crisis económica de los Estados Unidos, primero en 1825 – 1826 y después en 1840. Efectivamente, cualquier declinación que se generará en la demanda o en los precios de los productos agrícolas en el exterior, necesariamente tenía que generar una repercusión en la economía del país.    
En este sentido, la escasez de capitales de origen venezolano ponía a los productores en manos de los comerciantes a las condiciones que ellos fijaran, ya que “las instituciones de crédito extranjeros tenían la ventaja de utilizar capitales procedentes de sus casas matrices, lo que les permitía afrontar ciertas contingencias por pérdidas en préstamos e inversiones…”[9].
Sin embargo, el endeudamiento llegaba a ser tal para los productores que en ocasiones tenían que entregar sus propiedades a los comerciantes pues el comercio de las ciudades y pueblos del interior se desarrollaba por medio de las concesiones de créditos otorgados por las casas comerciales. Los comerciantes extranjeros se constituían en agentes compradores de café, el productor retiraba durante el año telas, abrigos, calzados, sombreros, herrajes, utillaje de labranza, víveres y demás artículos necesarios para el mantenimiento de la casa y la hacienda. Al fin de la cosecha, el agricultor entregaba al comerciante su café, las cuentas se liquidaban sobre el precio del día, mientras al agricultor se le cobraban las mercancías retiradas según en valor del momento[10]. De esta manera, las casas comerciales colocaban el café en el mercado a los precios vigentes para el momento, está relación evidenció una desigual ganancia para los agricultores.     
La falta de inversión de capitales en la agricultura y el endeudamiento de los productores con las casas comerciales generó un estancamiento en la producción del café. Aunado a esto, no existió un verdadero impulso de parte del estado por mejorar las condiciones crediticias del productor agrícola.
La deuda no sólo era proveniente del sector privado, el Estado venezolano también utilizó a las casas comerciales extranjeras como agentes de financiamiento, propiciando la dependencia hacia los capitales extranjeros, “efectivamente, el primer gran negocio financiero de Guzmán Blanco fue el empréstito de la Federación por un millón y medio de libras esterlinas, negociado en 1864 con la Compañía general de Crédito y Finanzas de Londres, por el cual Venezuela debía de recibir 900.000 libras esterlinas, ya que el empréstito fue otorgado al 60 por ciento…”[11] Lo paradójico es que lejos de realizarse una inversión por parte del Estado que trasformará los mecanismos de producción agrícola por medio de inversión en tecnología:

“…los fondos del empréstito comenzaron a ser utilizados para cancelar compromisos internos (…) prueba de ello es la carta, de mayo de 1864, de Falcón a Guzmán Blanco, quien se encontraba todavía en Londres informándole que había dispuesto girar ‘ a tú cargo y contra los fondos del empréstito contratado en esa ciudad [Londres] por la suma de […] 6.200 libras esterlinas en favor de H.L Boulton y Cía. Para satisfacerles una cantidad de dinero que habían prestado…”[12]  

Al respecto, en el momento en el cual sus principales aliados financieros se encontraban en crisis económica, era inevitable el impacto negativo que ello traería a los productos venezolano dado su nivel de dependencia, Venezuela no se encontraba aislada de los acontecimientos mundiales. Es de destacar, que en el año de 1914 cuando inicia la Gran Guerra, se presento un fuerte impacto negativo en las inversiones de los capitales extranjeros en el país, particularmente el capital proveniente de alemanes e ingleses, en virtud de su vinculación con el conflicto bélico, que a pesar que culmina en el año de 1918, origina en parte la crisis de 1921 – 1922 en los Estados Unidos, y es que “la depresión se refleja en Venezuela por la contracción en las cotizaciones de los artículos agropecuarios de exportación (…) este movimiento de los precios reduce a la mitad los ingresos percibidos por los exportadores de nuestros frutos…”[13]
Sin embargo, es oportuno indicar que este periodo coincide con el reventón de Los Barrosos en el año de 1922, que da a conocer mundialmente a Venezuela como un país con amplias posibilidades de exportación petrolera. Sobre este punto se profundizará más adelante. 

El declive de la economía agroexportadora.

En el año de 1925 el café fue perdiendo el puesto preponderante que había conservado dentro del sistema económico venezolano. "De tercer lugar que teníamos en 1881 bajamos al sexto en 1930 como productor mundial…"[14], lo que indica la crisis agrícola y los cambios en el modelo agroexportador.
Al observar el cuadro Nº 2 Exportaciones Totales. Años 1925 – 1928, se destaca claramente el incremento en las exportaciones totales, el cual proviene del aumento de las exportaciones petroleras con respecto a las otras exportaciones, que representan al  sector agropecuario.

CUADRO Nº 2
Exportaciones Totales
Años 1925 – 1928
(Millones de bs)


1925
1926
1927
1928
Exportaciones totales
401
488
585
684
Exportaciones petroleras
194
325
406
523
Otras exportaciones
207
163
180
161

Fuente: Asdrúbal Baptista, Bases Cuantitativas de la Economía Venezolana 1830-2002, pp. 218 – 219.

Se evidencia que “ya para 1925, el petróleo había superado a todas las demás exportaciones, (…) este cambio no puede interpretarse como una simple sustitución del articulo monoproducido (…) el vinculo que ligaba al sector capitalista mercantil con la producción  agrícola se va rompiendo progresivamente y dando paso a nuevas relaciones de dependencia…”[15]
En el cuadro Nº 3 Exportaciones No Petroleras. Años 1925 – 1933, se detalla el vertiginoso descenso de la exportación de los rubros agrícolas, particularmente de café y cacao, pero en esta ocasión no tanto por el volumen de lo que se exporta sino por la pérdida del valor.  

CUADRO Nº 3
Exportaciones no petroleras
Años 1925 – 1933
(Millones de bs)


1925
1926
1927
1928
1929
1930
1931
1932
1933
Exportaciones totales
207
163
180
161
212
153
120
115
76
Café
126
99
104
84
134
68
65
58
33
Cacao
30
19
27
27
24
17
16
12
6
Fuente: Asdrúbal Baptista, Bases Cuantitativas de la Economía Venezolana 1830-2002, pp. 219 – 220.

De acuerdo a los datos presentados por Asdrúbal Baptista, ya en el año de 1930 se hace irreversible el declive de la economía agropecuaria, las condiciones económicas del país cambiaron con la irrupción del petróleo en la economía nacional, lo que evidencia la pérdida de importancia de la exportación cafetalera que incentivo la inversión extranjera en el país y la economía desde la mitad del siglo XIX, así como la perdida de preeminencia desde la segunda década del siglo XX. 
Sin embargo, en un intento por reactivar la economía agropecuaria, en el año de 1928 se crea el Banco Agrícola y Pecuario, cuya finalidad era incentivar la producción agrícola, pero los fondos con los cuales contaba no eran suficientes para encarar la situación económica de muchos agricultores que habían acumulado importantes deudas con las casas comerciales.
Además, era una ayuda que obtenían de manera directa algunos beneficiados de la dictadura gomecista, por lo tanto este banco “…no remedió estos problemas, porque su capacidad crediticia no alcanzaba a cubrir la demanda de los préstamos (…) [situación que repercutió en] una parte de la población rural [la cual] comenzó a emigrar hacia los centros urbanos, donde existían mayores posibilidades de empleo en el comercio…”[16]
Otro punto a destacar, es que las inmigraciones internas fueron parte de un fenómeno característico de principios del XX, lo que afecto en gran medida la disponibilidad de la mano de obra para las actividades agrícolas y los índices demográficos de las principales ciudades del país.
De acuerdo al cuadro Nº 4, se puede observar el nivel de concentración de la población en la región centro costera del país y el inicio del abandono de los campos de producción agrícola, sin necesidad de que desapareciera por completo esta actividad.
Por tal sentido, a partir de 1950 se evidencia que el 15,67% de la población se encuentra en los estados andinos, región geográfica de gran importancia cafetalera desde mediados del siglo XIX, lo que refleja el progresivo abandono de la mano de obra dedicada a la producción de café.

CUADRO Nº 4
Venezuela: Distribución espacial de la población según los censos de 1926,1936, 1941, 1950 y 1961
(En porcentajes)

Región
1926
1936
1941
1950
1961
Central (D.F, Miranda, Aragua, Carabobo)
21,08
23,84
24,34
28,17
32,48
Los Llanos (Apure, Barinas, Guárico, Portuguesa)
9,88
9,11
9,23
9,06
9,38
Centro – Occidental (Cojedes, Lara, Falcón, Yaracuy)
21,82
20,16
19,28
16,11
14,32
Los Andes (Mérida, Táchira, Trujillo)
18,20
18,96
18,25
15,67
13,25
Zuliana (Zulia)
7,35
8,19
8,98
11,13
12,23
Oriental (Anzoátegui, Monagas, Sucre, N. Esparta
16,18
16,63
16,64
16,46
     14,89
Guayana (Bolívar, Amazonas, Delta Amacuro)
5,49
3,11
3,28
3,41
4,35
Fuente: Miguel Bolívar Chollett, Población y sociedad en la Venezuela del siglo XX, p. 188.   

Adicionalmente, el funcionamiento de las casas comerciales en Venezuela, estuvo gravemente afectado por la crisis económica de 1929, la producción del café y la agroexportación en general entró en un periodo de estancamiento. Desde el año de 1927, tras un periodo de importantes inversiones en el extranjero y con una economía creciente, los agentes financieros de Wall Street se centraron en la inversión del mercado interior. En la medida que compraban valores nacionales aumentaban los precios de las acciones y los títulos valores estadounidenses. Cuanto más compraban, mayor era la subida de los precios, lo que atraía a un mayor número de inversores.
Con el tiempo, se inició la venta masiva de acciones en Wall Street, lo que ocasionó el Crack de 1929 mediante la caída del índice general de la Bolsa de Nueva York. Este acontecimiento marcó el inicio de la Gran Depresión de la década de 1930 y tuvo un gran impacto en la economía internacional que ya se había visto afectada por la I Guerra Mundial (1914 – 1918).
De acuerdo a Rafael Cartay “La crisis estadounidense de 1929 y la gran depresión que le sucedió se reflejó en una baja del consumo mundial del café‚ y del cacao, como consecuencia de la disminución del poder adquisitivo en los países industrializados. Aparte de la depresión de los precios de las materias primas, se produjo la desvalorización del dólar y la reducción de la actividad petrolera a escala mundial”.[17] Tal y como se evidencia en el cuadro Nº 5 Exportaciones Totales, año 1929 – 1933.

CUADRO Nº 5
Exportaciones Totales
Años: 1930 – 1933
(Millones de Bolívares)


1929
1930
1931
1932
1933
Exportaciones Totales
932
877
607
665
458
Exportaciones petroleras
721
723
487
549
381
Otras exportaciones
212
153
120
115
76
Fuente: Asdrúbal Baptista, Bases Cuantitativas de la Economía Venezolana 1830-2002, pp. 219 – 220.


Para el año de 1929 en Venezuela, ocurren dos hechos económicos de gran relevancia, por un lado el valor de las exportaciones no petroleras desde el año de 1929 se reducen considerablemente, “la crisis golpeó implacablemente a la economía y a la sociedad venezolana, puso fin a toda una etapa histórica, la denominada etapa agroexportadora (…) e hizo mucho más profunda la dependencia de la economía venezolana del petróleo”[18]
Por el otro lado, se incrementaron las exportaciones petroleras, las cuales entre los años de 1932-1933 también disminuyen con relación a 1929-1930, producto de la depresión estadounidense y la recesión económica que detuvo en este periodo de tiempo las inversiones. Después de 1929, Venezuela definió en el mercado internacional su presencia como país petrolero, posición que fue reafirmada posteriormente a la II Guerra Mundial, convirtiéndose el país en uno de los principales proveedores de petróleo al mercado estadounidense.
La estructura agrícola por los escasos esfuerzos desde los distintos gobiernos centrales y debido a la misma dinámica planteada por la economía perdió importancia. Estas circunstancias repercutieron en la caída de los salarios y por lo tanto en la reducción de la oferta de trabajo, así mismo la pérdida de poder económico de los grandes hacendados que tenían que hacer frente a las deudas contraídas con las casas comerciales.
En tal sentido, se puede destacar que la economía venezolana no se  afectó gravemente por los sucesos de 1929, ya que la mayor parte de los ingresos nacionales con los cuales contaba el Estado para el gasto público dependía en su mayor parte de la actividad petrolera. Inclusive “…para el año de 1934 la situación de la industria cafetalera es verdaderamente lamentable; el Ejecutivo Federal destinó diez millones de bolívares para ayuda de los agricultores del café y cacao más necesitados de los estados Trujillo, Mérida y Táchira que sumaron 34.402, pero por el otro lado entraron grandes cantidades de materiales y maquinarias para el desarrollo de la industria petrolera…”[19]  
Luego de esta crisis, la Venezuela agroexportadora ve mermada sus actividades dentro del comercio internacional. La producción agrícola en muchos casos tiene tendencias al autoconsumo en lugar de la exportación en grandes cantidades. Se trataba de la subsistencia de dos sistemas económicos, el tradicional agrícola y el moderno petrolero, este último a lo largo del siglo XX, es el que domina el panorama del sistema económico mundial, así como el de las actividades económicas de Venezuela.



[1] Sobre el modelo agroexportador véase: Maza Zavala, Domingo F. Análisis macroeconómico: Economía real. Caracas: Ediciones de la Biblioteca – EBUC. UCV, 2000.   ____ Venezuela: economía, tiempo y nación. Caracas, Vadell hermanos editores, 2007, pp. 295;  Gastón Carvallo,y Josefina Ríos de Hernández, Temas de la Venezuela Agroexportadora. . Caracas, Fondo Editorial Tropykos. Serie de Agricultura y Sociedad, 1984, pp. 153; José Rafael Lovera, Vida de Hacienda en Venezuela Siglos XVIII al XX. Caracas, Fundación Bigott,  2009, pp. 316.;  Baptista, Asdrúbal  Bases Cuantitativas de la Economía Venezolana 1830-2002. Caracas, Fundación Polar, 3era edición, 1997, pp. 943.
[2] Gastón Carvallo,y Josefina Ríos de Hernández, Temas de la Venezuela Agroexportadora. p. 125.
[3] Francisco Mieres, “Los efectos de la explotación petrolera sobre la agricultura en Venezuela” en: Héctor Valencillos, y Omar Bello, (Comp.), La economía contemporánea de Venezuela (Ensayos escogidos). T. I, pp. 223 – 242.
[4]Germán Yépez Colmenares, Crisis y Constitución de la República de Venezuela 1810 – 1870,  pp. 62 – 63.
[5] Nikita Harwich Vallenilla (Coord.), “prólogo” a Inversiones extranjeras en Venezuela. Siglo XIX, t. I,  p. 19.
[6] Ibídem., p. 14. 
[7] Al respecto véase: María Elena González Deluca, Negocios y política en tiempos de Guzmán Blanco, Lola Vetancourt, El imperio británico en la economía de Venezuela. 1830 – 1870; Alicia Ardao, El café y las ciudades en los andes venezolanos (1870 – 1930).
[8] Catalina Banko, Política, crédito e institutos financieros en Venezuela. 1830 – 1940, p. 144.  
[9] Ibídem, p. 146.
[10] Al respecto véase: Germán Cardozo Galué, Historia  zuliana, economía, política y vida intelectual en el siglo XIX) y Catalina Banko, Política, crédito e institutos financieros en Venezuela. 1830 – 1940.
[11] María Elena González Deluca, Negocios y política en tiempos de Guzmán Blanco, p. 68.  
[12] Ibídem, pp. 68 – 69.
[13] Héctor Malavé Mata, Petróleo y desarrollo económico de Venezuela, pp. 358 - 359.
[14] Ana Colina,  La crisis de 1929 y su impacto en la economía venezolana. Tesis de grado para optar al título de economista, Escuela de Economía, UCV,  p.84.    
[15] Armando Córdova, La estructura económica tradicional y el impacto petrolero en Venezuela, p. 141.
[16] Catalina Banko,  Régimen medinista e intervencionismo económico, p. 28.
[17] Rafael Cartay, “Las crisis económicas y sus repercusiones en la economía venezolana”, Revista Economía Nº 11, 1996. pp. 37-45; p. 41.
[18] Sergio Aranda, La economía venezolana, p. 104.
[19]Carmen Amanda Pérez, Maracaibo y la región andina 1924 – 1935, pp. 59 – 60.

6 comentarios:

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  2. Saludos. Mi nombre es Héctor Silva Núñez, docente Venezolano. Quisiera por favor tener algún correo electrónico de la profesora Lorena Puerta Bautista para hacerle una consulta sobre este tema.

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  3. En qué párrafo Abla sobre la economía antes del petróleo me ayudan no entiendo

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    1. El declive de la economía agroexportadora.

      En el año de 1925 el café fue perdiendo el puesto preponderante que había conservado dentro del sistema económico venezolano. "De tercer lugar que teníamos en 1881 bajamos al sexto en 1930 como productor mundial…"[14], lo que indica la crisis agrícola y los cambios en el modelo agroexportador.
      Al observar el cuadro Nº 2 Exportaciones Totales. Años 1925 – 1928, se destaca claramente el incremento en las exportaciones totales, el cual proviene del aumento de las exportaciones petroleras con respecto a las otras exportaciones, que representan al sector agropecuario.

      CUADRO Nº 2
      Exportaciones Totales
      Años 1925 – 1928
      (Millones de bs)


      1925
      1926
      1927
      1928
      Exportaciones totales
      401
      488
      585
      684
      Exportaciones petroleras
      194
      325
      406
      523
      Otras exportaciones
      207
      163
      180
      161

      Fuente: Asdrúbal Baptista, Bases Cuantitativas de la Economía Venezolana 1830-2002, pp. 218 – 219.

      Se evidencia que “ya para 1925, el petróleo había superado a todas las demás exportaciones, (…) este cambio no puede interpretarse como una simple sustitución del articulo monoproducido (…) el vinculo que ligaba al sector capitalista mercantil con la producción agrícola se va rompiendo progresivamente y dando paso a nuevas relaciones de dependencia…”[15]
      En el cuadro Nº 3 Exportaciones No Petroleras. Años 1925 – 1933, se detalla el vertiginoso descenso de la exportación de los rubros agrícolas, particularmente de café y cacao, pero en esta ocasión no tanto por el volumen de lo que se exporta sino por la pérdida del valor.

      CUADRO Nº 3
      Exportaciones no petroleras
      Años 1925 – 1933
      (Millones de bs)


      1925
      1926
      1927
      1928
      1929
      1930
      1931
      1932
      1933
      Exportaciones totales
      207
      163
      180
      161
      212
      153
      120
      115
      76
      Café
      126
      99
      104
      84
      134
      68
      65
      58
      33
      Cacao
      30
      19
      27
      27
      24
      17
      16
      12
      6
      Fuente: Asdrúbal Baptista, Bases Cuantitativas de la Economía Venezolana 1830-2002, pp. 219 – 220.

      De acuerdo a los datos presentados por Asdrúbal Baptista, ya en el año de 1930 se hace irreversible el declive de la economía agropecuaria, las condiciones económicas del país cambiaron con la irrupción del petróleo en la economía nacional, lo que evidencia la pérdida de importancia de la exportación cafetalera que incentivo la inversión extranjera en el país y la economía desde la mitad del siglo XIX, así como la perdida de preeminencia desde la segunda década del siglo XX.
      Sin embargo, en un intento por reactivar la economía agropecuaria, en el año de 1928 se crea el Banco Agrícola y Pecuario, cuya finalidad era incentivar la producción agrícola, pero los fondos con los cuales contaba no eran suficientes para encarar la situación económica de muchos agricultores que habían acumulado importantes deudas con las casas comerciales.

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  4. Aver.. si eh entendido correctanmente, el café era lo que en aquellos tiempos se exportaba más que todo antes del petroleo ?cierto?

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