lunes, 7 de diciembre de 2015

POR QUÉ PERDIÓ HUGO CHÁVEZ (Y SUS SEGUIDORES).


EDUARDO ORTIZ RAMÍREZ

Seis restricciones que presenta esta nota en cuanto a puntos que no se analizan son las siguientes. En primer lugar, el uso de la figura de Hugo Chávez (HC) lo hacemos en el entendido de numerosas calificaciones y adjetivaciones que sus seguidores presentan sobre la figura del ya fallecido líder del proceso que ha conducido la administración bolivariana. En segundo lugar, las elecciones que acabamos de tener el 6 de diciembre, si bien pueden haber funcionado como un plebiscito, fueron solo para la Asamblea. En tercer lugar, esto último y la victoria de la oposición generan el inicio de un complejo proceso de cambio e inicio de conflictos que aquella deberá atender. En cuarto lugar, en esto último interesa destacar la futura atención del problema económico y de inserción internacional de Venezuela. En quinto lugar, los resultados de estas recientes elecciones más temprano-más tarde hubieran afectado al propio HC, más allá de las aceleraciones o matices que a la administración del caso le haya brindado Nicolás Maduro (NM). En sexto lugar, que en el plebiscito señalado influyó, la hiperinflación que ya se tiene, la escasez de productos básicos, la inseguridad y el empobrecimiento de la población, entre otros elementos. De seguidas presentamos ocho (8) razones relativas al título de la nota.
Razón 1. La administración bolivariana se ha querido aferrar al poder creyéndose poseedora del camino verdadero a la felicidad del ser humano. Salvar a las personas de los oprobios del capitalismo, imponiéndoles un modelo que ha entendido como el del socialismo del siglo XXI. Este tipo de actitud la han ejecutado en la historia de la humanidad –no siempre con los mejores logros-, megalómanos, dictadores, religiosos, colonialistas y revolucionarios desviados, entre otros.
Razón 2. La búsqueda anterior de la imposición de un modelo como el indicado obvió que, los venezolanos habían expresado suficientemente –a través de décadas- que no querían el socialismo o comunismo –según se quiera definir-. En específico, debe decirse que el pueblo venezolano no quiere socialismo, incluso en sus versiones temporal o sectorialmente exitosas o moderadas según los casos. Por los demás, ninguna revolución de corte socialista original o impuesta ha logrado solucionar el problema de la pobreza o el bienestar. Como a otros pueblos, al venezolano le gusta la libertad de negocios, acción y el disfrute, cosas opuestas a los socialismos conocidos.
Razón 3. La administración bolivariana ha confundido las necesidades reales o el utilitarismo de algunos agentes venezolanos, al beneficiarse de políticas populistas, con sus simpatías por el socialismo. Numerosos grupos de venezolanos, necesitados efectivamente de casas, televisores o atención médica han aceptado las acciones de las misiones, sin abandonar el hedonismo, ni el sentido de lo individual. Las administraciones de los 20 años anteriores al presidente HC fueron crecientemente desatendiendo a numerosos grupos de los menos favorecidos en la distribución del ingreso, pero decir esto o ejecutar alternativas no implicaba necesariamente al socialismo ya fracasado de muchas experiencias.
Razón 4. HC y sus seguidores han confundido la difusión de la idea de la auténtica democracia, que supuestamente habría ido creando la administración bolivariana en su socialismo particular –a través de consejos comunales y organizaciones similares-, con el ejercicio del poder de manera autoritaria y dictatorial en sus ejecutorias. El auténtico poder popular, que no es exclusividad del socialismo, es aquel que toma en cuenta la opinión de los ciudadanos, para la estructuración de propuestas políticas –incluidos candidatos- y para la solución de sus problemas. Nada que ver con aquella expresión y actitud de Lenin resumida en la frase “Que discutan los de abajo y que decidan los de arriba”. Es esta una tentación en la actividad política que deberán evitar también quienes hoy inician un muy probable y necesario período de cambio para la economía y la sociedad venezolana.
Razón 5. La administración bolivariana en las ejecutorias de HC y NM ha sido no solo ambivalente, sino también altamente ineficaz en la contención y ni que decir eliminación de la corrupción y el manejo de privilegios –otra forma de corrupción-. Líderes supuestamente revolucionarios han pasado a vivir como reyes –sin serlo y sin origen asociado-. Un discurso moralista y puro ha ocultado el enriquecimiento descarado y prosaico de numerosos seguidores de HC y NM. Yates, viajes, manejos ilícitos o de la economía informal son, en varios casos, sus menores expresiones ante lo que representan cuentas multimillonarias en dólares, mientras a los ciudadanos honestos se les niegan 300 dólares para compras de internet o 500 dólares para el efectivo de un viaje. Esto genera irritabilidad; la gente no es tonta. Lo saben varios de sus seguidores que se encuentran en distintas ubicaciones.
Razón 6. HC, NM y sus seguidores han difundido la fórmula del binomio, expresada en las uniones pueblo-gobierno, artistas-gobierno, deportistas-gobierno, cívico-militar, que expresan en nuestra opinión el ocultamiento de dos factores fundamentales. El primero versa sobre que ante el escaso desarrollo de la sociedad civil las expresiones ciudadanas pueden coaligarse con el factor político visto desde el gobierno o el Estado -que para el caso de la administración bolivariana se ha vuelto casi lo mismo-; y, el segundo, que el factor de concentración del ingreso en la sociedad venezolana de manera importante sigue siendo el Estado y hacia allá se dirigen los buscadores de renta. Los acuerdos pueden ser temporales y algunos, según sus conveniencias o alteración de los beneficios obtenidos pueden buscar abandonar el barco. No en balde sectores medios y de mucho más alto nivel en la distribución del ingreso, han pasado también a coaligarse en la búsqueda de rentas. Otros factores fueron hijos de la democracia y nunca les gustó –o fueron simpatizantes del- el socialismo.
Razón 7. HC, NM y sus exegetas han difundido la idea –que solo por razones ilustrativas mencionamos- de que el proceso de ejecutorias asociadas a la administración bolivariana desde su triunfo el 6 de diciembre de 1998 (el único realmente trascendental tenido por la nación  venezolana desde los tiempos de la independencia según palabras del primero) es para una duración de unos 500 o 1.000 años. Con las demostraciones de interés de aferrarse al poder manifestada por aquellos para imponer el modelo ya señalado, no parecen solo referencias políticas. Fue un filósofo como Nietzsche el que habló del eterno retorno, por solo referir una idea suficientemente polémica y compleja. Veamos  que en solo un poco más de 15 años, una administración que ha contado con los mayores ingresos petroleros de la historia venezolana (más de un billón de dólares) no tiene como darse explicaciones así misma, ni a sus seguidores, ni de los dineros, ni de la derrota electoral del 6 de diciembre de 2015. Como se dijo en una campaña de la democracia venezolana: “¿Dónde están los reales?”.
Razón 8. El ingreso petrolero señalado permitió apuntalar la figuración política de HC y NM. Venido de logros no conocidos, se convirtió HC, con su carismática conducta, en un salvador de naciones y causas varias: desde habitantes de países desarrollados hasta teatros u obras diversas en países pobres. Actores y directores millonarios y algunos  intelectuales –desertaron varios tempranamente otros se mantuvieron- fueron beneficiaros de los dólares de un Petroestado. Algunos llegaron incluso a ubicarlo como un salvador de las ideas del socialismo. Realmente las experiencias del socialismo ya no puede salvarlas nadie. Nadie salvó al grupo político –amigo por lo demás de HC y NM- que administraba Argentina hasta hace poco. Casi nadie se plantea revoluciones en Brasil y la democracia de elecciones en Ecuador, ha demostrado lo que son algunas  democracias en América Latina y sus propios dirigentes, que no les incomoda la reelección indefinida. Más  bien la preocupación por este conjunto  de aspectos y ámbitos podría ser medida en vinculación de la atención de los propios problemas que han crecido en grande en más de 15 años.
Puede haber otras razones, puede haber otros ordenamientos. Es el caso de aquel cínico que indicaría que con la disminución de los ingresos no se habría podido seguir manteniendo la movilización de votantes por parte del oficialismo. En cualquier caso, varias de las razones señaladas estuvieron presentes en la acumulación de problemas en más de 15 años que derivaron en este escenario de 2015, lleno de inflación, escasez inseguridad y alteración de valores en la calle y la ciudadanía y que ojala empiecen a cambiar paso a paso. No triunfó la guerra económica como dijo el Presidente NM, triunfó la esperanza  y la necesidad de libertad y desarrollo.
eortizramirez@gmail.com
@eortizramirez




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