miércoles, 9 de agosto de 2017

LA PRIMERA INFLACIÓN DE UN DIGITO LUEGO DE 35 AÑOS – 2019 -

Douglas Becerra

La inflación desde el punto técnico es un impuesto, que tiene como objetivo disminuir el salario real en una economía. Es la forma que tiene el Estado de apropiarse de parte del valor del trabajo de los habitantes de un país, a través de maniobras financieras por medio del incremento de la base monetaria (dinero). Es el único impuesto que no es recesivo a corto plazo, no requiere de la aprobación del Poder Legislativo, y se puede intentar trasladar su responsabilidad a los “comerciantes malos y especuladores”.

El hecho de que la inflación es el único impuesto que no es recesivo en el corto plazo, no indica que no tenga un enorme poder destructivo en el largo plazo. Buena parte de los conflictos que se viven hoy en día en nuestro país son consecuencias de décadas de inflación que han destruido nuestra estructura económica. La inflación a largo plazo disminuye  la inversión he incrementa el nivel de riesgo, por lo que  carcome y va erosionando economía casi imperceptiblemente.

Venezuela ha vivido con inflaciones de dos dígitos desde la década de los 80. Por eso se puede afirmar que estamos en un Proceso de inflación abierto desde 1986, año a partir del cual no hemos tenido una inflación inferior a dos dígitos o sea menor del 10% anual. La tendencia de la inflación en nuestra economía es fácil de estimar, por lo simple que es ella; es una economía monoexportadora, donde el Estado administra el petróleo, por lo que esta asociada a los precios de este producto y a la capacidad del Estado de cubrir los déficit fiscales.

Estimar la inflación en Venezuela es muy sencillo, porque está depende fundamentalmente de los precios del petróleo; cuando bajan sube la inflación y viceversa. Si la caída es muy acentuada se puede cubrir solicitando endeudamiento externo. Lo malo es que ahora llegamos a nuestro limite de endeudamiento externo, por lo que el Estado tiene poca capacidad de maniobra financiera para cubrir el déficit.

Pero por qué llegamos a una hiperinflación entre el 2016 y 2017, si nuestra economía se ha mantenido con precios petroleros inferiores a 20 $/br?. La explicación la proporciona la Curva de Philips, que relaciona la inflación con la actividad económica y el salario real. Si bien la inflación es una variable nominal (es variable de dígitos y ceros) está relacionada con dos variables reales que son el salario y la actividad económica (PIB), que indica que se puede estimular la actividad económica a través de una disminución en el salario.

Si se bajas el salario y crece la actividad económica, así de simple se puede analizar la política económica, una felicidad inducida por la droga de la inflación, pero se corre el riesgo de entrar en un espiral inflacionario. Es  por esto se distingue la Curva de Phillips de corto plazo con la de largo plazo. Esto con la finalidad de alertar los riesgo que se corre cuando se utiliza la genera un efecto bola de nieve. La inflación tiene que ser mayor para producir el mismo efecto en la actividad económica.

Décadas de malas políticas económicas carcomieron y erosionaron nuestra estructura económica con bajos niveles de inversión, pero los dos últimos planes económicos socialistas (Plan Simón Bolívar y Plan Patria) dirigían la política económica a una destrucción sistemática de la estructura productiva del país, para ser sustituida por una comunal. Se hizo una burda interpretación del Gramscismo (Antonio Gramsci 1891-1937) diciendo que la destrucción del capitalismo traerá la economía nueva del socialismo. En palabras de Chávez, “solo llegaremos al socialismo, cuando se haya destruido al capitalismo”, es como estar en medio del océano, en un bote que se llama capitalismo y para llegar al bote del socialismo le caemos al primero a hachazos para destruirlo, sin tener el segundo cerca -que locura¡-.

Se destruyo deliberadamente nuestra estructura económica, para sustituirla por una comunal.  Esto tiene como efecto una caída pronunciada de nuestra productividad y con ello los salarios. Con la finalidad de facilitar el análisis quitemos el velo monetario y pensemos que las personas trabajan por bienes: si una economía produce menos, tiene obligatoriamente que tener menos bienes a su disposición, por lo que la remuneración al trabajo tiene que caer. En conclusión si baja la productividad el salario cae.

La hiperinflación que estamos viviendo, es la caída acelerada y abrupta de nuestro salario real por la caída de productividad en la misma proporción,  y la caída en la productividad no puede ser compensada por importaciones, debido a que estamos en el limite de endeudamiento externo (Ya nadie nos quiere prestar) que podemos soportar. El Estado solo puede sostener su nivel de gasto a través de endeudamiento interno que monetiza con el BCV por medio  de PDVSA.

Lo que fue una de las empresas petroleras más importantes del mundo, es hoy un cascaron vacío que le permite al Gobierno hacer de puente con el BCV para obtener billetes recién impresos pero con menor valor a través de una operación financiero que se denomina Monetización del Déficit; PDVSA se endeuda con el BCV y está le transfiere el efectivo al Gobierno para que pueda seguir cubriendo sus gastos.

Una de las peculiaridades de las hiperinflaciones es que ellas se acaban solas. Son como un voraz incendio que consume el oxigeno alrededor del fuego y este se extingue espontáneamente. Esta es la forma como se apagan los incendios en los pozos petroleros, acercan con un robot un explosivo al centro del incendio y lo detonan, como la explosión es tan fuerte y violenta  consume súbitamente el oxigeno alrededor del  incendio y este se apaga.

Las hiperinflaciones se acaban solas porque disminuyen el salario real a niveles tan bajos que hace  imposible que el Estado pueda beneficiarse de ella, debido a que el salario real llega a su mínimo vital y no puede ser reducido más. Veamos a nuestro alrededor, la caída del salario ha sido tan dramática que parte de la población literalmente esta saliendo corriendo fuera del país a pesar de las penurias que pueda afrontar, y la otra que se está quedando puede estallar socialmente en una Guerra Civil.

El Gobierno quebró la economía, y con ello la capacidad de maniobra de la política económica. Si entramos en default o impago de nuestra deuda externa, perderá totalmente la política económica como  instrumento de dirección de la economía y en el país se empezará a comprar las cosas en dólares o al tipo de cambio del momento. Esto paso en Zimbabwe que con la hiperinflación de finales de la década del 2000, perdió la capacidad de uso de su moneda y actualmente circulan oficialmente 6 divisas (euro, dólar USA y Australiano, Yuan,  Libra y el Rand) dejando al Dólar de Zimbabwe como un mal recuerdo.

La perdida de la moneda nacional o en nuestro caso dolarización de la economía es una política monetaria extrema que considero es nuestra única opción o alternativa que tenemos para salvar al país. No lo estoy planteando para  salvar la economía, sino el país. Es la única forma que tiene la sociedad de eliminar las presiones políticas y sociales que nutrieron al populismo y que a la postre fue lo que nos trajo a esta penosa y difícil coyuntura.

Dolaricemos o no la economía, ya el salario real es tan bajo que impedirá que el Estado pueda usar la inflación como una vía para cubrir el déficit, por lo que la inflación del 2019 será inferior a dos dígitos luego de 38 años  dentro de un Proceso Inflacionario (inflaciones superiores al 10% anual). Como le paso la Gallina de Stalin, esta se que sin plumas.

Para finalizar quiero hacer una reflexión. El valor de la moneda tiene profundas relaciones no solo económicas sino sociales y humanas. Sachs uno de los grandes macroeconomistas de nuestro tiempo, hace un excelente ensayo de la perdida de valor del Denario Romano con la Caída del Imperio Romano. La tentación de envilecimiento de la moneda como una herramienta de impulso económico termina siendo un grave error a largo plazo.

El ejemplo moderno lo tenemos con Alemania que siempre mantuvo el valor del Marco estable a pesar de los vaivenes de la economía y su aparato productivo siempre ha florecido; actualmente lucha por mantener el valor del Euro constante a pesar de todas las presiones de los país que conforman la Comunidad Europea,  para depreciar el valor de la moneda porque esto les daría un estimulo económico, debido a que la inflación hace bajar el salario real sin tener que afrontar la responsabilidad política por la perdida de empleos y/o disminución del salario.

Con inflación los políticos pueden transferir su responsabilidad a los comerciantes malos y especuladores, en vez de afrontar la responsabilidad de tener una política económica que permita mantener una economía sana y productiva.

Prof. Douglas BECERRA S.
Constructor de Pensamientos.




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