lunes, 15 de octubre de 2018

Facultad de Agronomía


Facultad de Agronomía, UCV. Período 1960-1965.

Pedro Raúl Solórzano Peraza.
Octubre de 2018.

La Facultad de Agronomía de la Universidad Central de Venezuela (UCV) fue fundada hace 81 años, el 13 de octubre de 1937, por el Presidente de entonces Eleazar López Contreras. Al principio fue la escuela Superior de Agricultura y Zootecnia, adscrita al Ministerio de Agricultura y Cría (MAC), como parte de la Estación Experimental de Agricultura y Zootecnia del Distrito Federal. Estaba ubicada en la Hacienda Sosa en El Valle, aledaño a la ciudad de Caracas.

Debido a la presión demográfica en la ciudad capital, la escuela fue mudada a Maracay, Haciendas El Limón y La Trinidad, en 1940. Fue adscrita a la UCV en 1945 con el nombre de Facultad de Ingeniería Agronómica. En 1952 cambia su nombre a Facultad de Agricultura, y desde 1958 cambia a facultad de Agronomía. Algunos consideran como precursor de la Facultad de Agronomía, a la Escuela Normal de Agricultura fundada en Caracas, el 9/12/1843, por el Ingeniero Agrónomo italiano Doménico Milano.

Tuve la oportunidad de estudiar en esa hermosa facultad durante el período 1960-1965, del que tengo cientos de recuerdos y vivencias, algunos de los cuales trataré de sintetizar en estas líneas, con la esperanza de que las personas nombradas o sus familiares lo tomen como una sincera reminiscencia de la época.

El bautizo. Cuando los nuevos estudiantes llegamos a las instalaciones centrales de la facultad, el primer día de supuesto inicio de clases, éramos identificados como “peluos” e inmediatamente iban rapándonos la cabeza uno a uno. Un condiscípulo mestizo del estado Bolívar, sacó su casta guayanesa y no permitió que le tocaran su rizada cabellera, porque lo pagarían caro. Ante su actitud, fue el único que mantuvo su cabello intacto. Luego de este acto un poco agresivo, nos invitaron a subir a los autobuses de la UCV Maracay para un recorrido por las instalaciones y visita a los diferentes Institutos. Fuimos a Economía, Genética, Química, Ingeniería Agrícola, Zoología Agrícola, Botánica (que incluía además de Botánica General y Sistemática, Ecología, Microbiología, Fitofisiología, Fitopatología), Edafología, Agronomía, y por último el Instituto de Producción Animal. Allí concluía el bautizo con un baño de estiércol, y como recompensa, una ternera a la criolla. Este bautizo desapareció de los actos de bienvenida a los nuevos alumnos.

Deportes. Para 1960, las instalaciones deportivas en la UCV Maracay eran solo un campo para jugar béisbol y una pista de atletismo, con su óvalo de 400 metros. Como las instalaciones de la UCV estaban mezcladas con las del CIA (Centro de Investigaciones Agropecuarias del MAC, que luego fue FONAIAP y ahora es INIA), ellos tenían un campo para jugar softbol y un casino (con cerveza y todo) que nosotros también podíamos utilizar en forma coordinada. Por aquella época los horarios de clases tenían los miércoles por la tarde libre, para actividades deportivas de quienes estuvieran interesados. La práctica de baloncesto y volibol la realizábamos en las instalaciones militares de Boca de Río, que eran exclusivas para nosotros las tardes de los miércoles. Los militares utilizaban la vialidad del área universitaria para que la soldadesca se entrenara en el manejo de los camiones militares. Esta convivencia cívico-militar perduró hasta el día en que un camión militar, con un aprendiz al volante, atropelló el carro de una estudiante de la facultad causándole la muerte a ella y a una pequeña hermana que la acompañaba. Aquella tragedia impactó profundamente a la comunidad universitaria, los estudiantes procedimos a incendiar el camión y aquel enfrentamiento acabó con el uso de las instalaciones deportivas militares.

Desde aquel momento, se comenzaron a ampliar las facilidades dentro del área universitaria para la práctica de deportes y empezó a prosperar la calidad de los equipos de la facultad para las competencias Inter Facultades. En 1960 éramos el hazmerreir del deporte ucevista, pero en 1965 éramos de los más competitivos en futbol, béisbol, baloncesto, volibol, tenis de mesa y atletismo, donde hasta llegamos a contar con el campeón nacional de salto triple.

La convivencia de la época entre todos los miembros de la comunidad universitaria, permitía hacer campeonatos internos de softbol con equipos donde participábamos estudiantes, profesores, empleados y obreros. Siempre recuerdo que mi primer turno al bate fue contra el decano de la facultad, Dr Manuel Vicente Benezra Revenga, quien jugaba pelota caribe.

Carnavales. Por ese tiempo los días de carnaval no eran feriados, pero la tradición era “jugar con agua” y eso no faltó dentro del área universitaria. En un martes de carnaval, un alumno tradicionalmente indisciplinado, conectó una manguera a una toma de uno de los jardines de la facultad, y al salir una clase, mojó a un buen número de estudiantes pero con tan mala suerte que también mojó al profesor, en este caso, una persona bastante delicada. Por supuesto aquello fue llevado al Consejo de Facultad y solicitaron la expulsión del estudiante. Ante tal solicitud, el decano del momento, Dr Francisco Fernández Yépez, propuso que el mejor castigo para aquel estudiante (quien normalmente no asistía a las aulas) era obligarlo a asistir a clases o sería expulsado. Esta moción fue aprobada y nuestro compañero tuvo que asistir a clases que comenzaban a las 7:00 am, a lo cual confesó con el tiempo que fueron sus peores momentos mientras cursó estudios en la Facultad de Agronomía.

La infraestructura y la academia. Es difícil en tan poco espacio poder describir tantos momentos vividos, pero no puedo dejar de mencionar el gran avance en la infraestructura de apoyo docente, dispusimos de excelentes aulas, envidiables laboratorios, y por supuesto, destacados profesores en las diferentes áreas, que son numerosas en esta interesante carrera que es la ingeniería agronómica. Realizamos frecuentes viajes de estudio, lo cual nos permitió el contacto con algunas regiones agrícolas del país. Visitas a los sistemas de riego (en nuestro caso fuimos a El Cenizo, Río Guárico, Suata-Taguaiguai). Viajes para estudios de perfiles de suelos en Portuguesa, Cojedes, Yaracuy, Carabobo, Aragua. Viajes para estudios de la flora y la fauna de algunas regiones del país, con ecosistemas diferentes. Trabajos de campo en Administración de Fincas. Visitas a explotaciones ganaderas. Estudios en sitio de las construcciones rurales más comunes y de instalaciones para almacenamiento de cosechas. En fin, recibimos un gran complemento para nuestra formación profesional, además de las oportunidades de pasantías en organismos como Servicio Shell para el Agricultor, empresas privadas como Protinal, C.A., Ministerio de Obras Públicas, MAC, CIA, y otros.

Nuestro eterno agradecimiento a la Universidad Central de Venezuela, y a su Facultad de Agronomía en particular, en su LXXXI Aniversario.

Pedro Raúl Solórzano Peraza.
Octubre de 2018.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario