jueves, 10 de diciembre de 2020

Presidencialismo, Diplomacia y Liderazgo

 

Presidencialismo, Diplomacia y Liderazgo

En un sistema presidencial de gobierno, el Presidente ejerce el poder, reúne tras de sí ambas jefaturas; la de Gobierno y Estado, que tiene como su apoyo en su ministro de relaciones exteriores y a su ministro o secretario de la presidencia.-


 

·        JESÚS E. MAZZEI ALFONZO

10/12/2020 05:00 am





A los efectos de comprender el significado y sentido, que ha cobrado la diplomacia presidencial en el mundo contemporáneo, cito la definición de Sergio Danese. “…Diplomacia de jefes de estado, de gobierno y aún más diplomacia de mandatarios son nombres que pueden ser utilizados indistintamente para describir el mismo fenómeno histórico instrumento político-diplomático (dependiendo del punto de vista) que un país como Brasil o Francia asume el nombre de diplomacia presidencial: la conducción personal de asuntos de política exterior, fuera de la rutina o de las atribuciones ex-oficio por el Presidente, ó en el caso de régimen parlamentario por el jefe de gobierno…”.

En ese sentido, no es sólo la concepción de dirección de la política externa y el desarrollo de los objetivos de política externa hay un diseño que abarca y guía la formación de la política y la acción, le da sentido de dirección de prioridades, de coordinación política, coherencia y perspectivas, capacidad de planificar el futuro, es también la organización y formación de un equipo encargado de las relaciones exteriores, es la administración y supervisar la política externa, especialmente en los casos de crisis, la habilidad para construir y mantener consensos en torno a sus políticas y la realización que hay de ella. Debe además, gustarle el tema exterior. En la implementación de la diplomacia presidencial, se deben bajar las órdenes verticales, para afianzar las relaciones desde el punto de vista de lo que aspira el Jefe del Estado.

En otras palabras, es la conducción personal del proceso decisorio de política externa; que va de una diplomacia de las doctrinas y otra de diplomacia de encuentros, que tiene 18 modalidades que van desde el viaje cuando se es candidato a Presidente, encuentros regionales, subregionales, protocolares, escalas técnicas, visitas bilaterales unitarias que reúnen tres subcategorizas: Visita de Estado, visita oficial y visita de trabajo, luego están los encuentros bilaterales, a compromisos regionales o multilaterales, encuentros de fronteras (Caso Caldera-Medici 1973), Encuentros de coaliciones limitadas a coaliciones pluriregionales como por ejemplo el Grupo de G-8, Grupo Andino, Grupo de Río, etc.

Siguiendo a Danese, tendremos que la Diplomacia Presidencial en cuanto el Presidente, el se envuelve directamente en el proceso decisorio de determinada acción de política externa hay tres límites que la marcan: a saber: los márgenes protocolarios y rutinarios, el uso intensivo y general de este instrumento y además, la promoción interna por la acción internacional, del Jefe del Estado ó de Gobierno.

En un sistema presidencial de gobierno, el Presidente ejerce el poder, reúne tras de sí ambas jefaturas; la de Gobierno y Estado, que tiene como su apoyo en su ministro de relaciones exteriores y a su ministro o secretario de la presidencia, que le complementa el soporte en la formulación y ejecución que la que hace el Presidente de la República. Este actor político, tiene una serie de recursos electoral (con que apoyos cuenta en el Congreso) financiero (disponibilidad de recursos financieros) elementos de juicio y apreciación estratégica, coacción (fuerzas militares), persuasión (ascendencia en la opinión pública cuando opina y tiene pertinentes punto de vista sobre política exterior) y simbólico (la apariencia de tener poder sobre, en y la organización estatal).

Los pacientes de poder presidencial son básicamente: La ciudadanía, la opinión pública, burocracia, las FF.AA, Congreso, partido de gobierno, partidos de oposición, grupos de interés, presión y organizaciones de la sociedad civil y la esfera internacional contigua. Esto se resume en una palabra que ejercita estas cualidades: liderazgo y auctoritas. Desde el punto de vista psicológico, viene dada por la influencia que ejerce una persona sobre otra. Desde el punto de vista politológico es el ejercicio del poder. En términos comunes, se define como capacidad para conducir, dirigir, llevar adelante unos objetivos, un propósito. El factor para analizar el liderazgo, hay que tomar en cuenta la influencia. Esta se entiende como la habilidad social que posee un líder para captar la voluntad de otros para dejarse invadir en su estructura personal, para cambiar en la dirección que sugiere el líder. Hay una relación interpersonal y además, de persona-grupo, en ella se da lo que algunos autores como Katz y Kahn, denominan influencia diferencial, es lo que caracteriza al liderazgo en términos políticos.

Hay otros elementos como el carácter, la personalidad, la visión del líder, conocimiento internacional, relaciones interpersonales con otros jefes de estado. Venezuela en la República civil tuvo algunos excelentes conductores de la relaciones internacionales, otros fueron quizás muy audaces y en algunos momentos no tuvieron sentido de las proporciones como CAP, pero junto a Betancourt, Leoni, Caldera, Luis Herrera, Velásquez y Lusinchi, en un balance ponderado, ejecutaron una diplomacia presidencial fundamental de acuerdo a los contextos y circunstancias históricas que les toco gobernar, en forma positiva e incomparable a lo que vive hoy la República, en materia exterior: un desastre.



jesusmazzei@gmail.com

 

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