sábado, 20 de marzo de 2021

Presidencialismo y diplomacia

 

Presidencialismo y diplomacia

No es sólo la concepción de dirección de la política externa y el desarrollo de los objetivos de política externa hay un diseño que abarca y guía la formación de la política y la acción


 

JESÚS E. MAZZEI ALFONZO

18/03/2021 04:59 am

 


                El pasado 19 de febrero, el Presidente Joe Biden, en una acción audaz y de iniciativa, anunció una contribución de EEUU, de 4.000 millones de dólares a un fondo multilateral que ayude a la vacunación masiva a nivel mundial y además, instó a los jefes de gobierno del G7, a tener un programa ambicioso de recuperación económica como el que se acaba de aprobar de casi 2 trillones de dólares, de gran envergadura, visto, que si la economía no se recupera no se tendrán por lo menos las tasas de crecimiento de hace por lo menos tres años, esto es una muestra de una diplomacia presidencial proactiva y de visión hacia el futuro. Ante este reto, los líderes del G7, mostraron su intención de hacer de 2021 "un punto de inflexión para el multilateralismo" y de impulsar la salud y la prosperidad en todo el planeta, según el comunicado de la reunión virtual mantenida ese día. Entre esos compromisos, se encuentra el de ayudar a los países pobres en sus procesos de vacunación contra el coronavirus. En total, el grupo de los siete países con mayor poder del mundo contribuirá con 7.500 millones de dólares (6.200 millones de euros).

Por ello, reitero, la definición para comprender el significado y sentido, que ha cobrado la diplomacia presidencial en el mundo contemporáneo, y aún más en un mundo postpandémico será determinante, cito la definición de Sergio Danese. “…asume el nombre de diplomacia presidencial: la conducción personal de asuntos de política exterior, fuera de la rutina o de las atribuciones ex-oficio por el Presidente, ó en el caso de régimen parlamentario por el jefe de gobierno…”.

En ese sentido, no es sólo la concepción de dirección de la política externa y el desarrollo de los objetivos de política externa hay un diseño que abarca y guía la formación de la política y la acción, le da sentido de dirección de prioridades, de coordinación política, coherencia y perspectivas, capacidad de planificar el futuro, es también la organización y formación de un equipo encargado de las relaciones exteriores, es la administración y supervisar la política externa, especialmente en los casos de crisis, la habilidad para construir y mantener consensos en torno a sus políticas y la realización que hay de ella.

En otras palabras, es la conducción personal del proceso decisorio de política externa; que va de una diplomacia de doctrinas a otra de diplomacia de encuentros, que tiene 18 modalidades que van desde el viaje cuando se es candidato a Presidente, encuentros regionales, subregionales, protocolares, escalas técnicas, visitas bilaterales unitarias que reúnen tres subcategorizas: Visita de Estado, visita oficial y visita de trabajo, luego están los encuentros bilaterales, a compromisos regionales o multilaterales, encuentros de fronteras Encuentros de coaliciones limitadas a coaliciones pluriregionales como por ejemplo el Grupo de G-8, Grupo Andino, Grupo de Río, BRICS etc.

Siguiendo a Danese, tendremos que la Diplomacia Presidencial en cuanto el Presidente, él se envuelve directamente en el proceso decisorio de determinada acción de política externa hay tres límites que la marcan: a saber: los márgenes protocolarios y rutinarios, el uso intensivo y general de este instrumento y además, la promoción interna por la acción internacional, del Jefe del Estado ó de Gobierno, lo cual muestra el grado de compromiso del jefe de estado o de gobierno con la acción exterior.

En un sistema presidencial de gobierno, el Presidente ejerce el poder, reúne tras de sí ambas jefaturas; la de Gobierno y Estado, que tiene como su apoyo en su ministro de relaciones exteriores y a su ministro o secretario de la presidencia, que le complementa el soporte en la formulación y ejecución que la que hace el Presidente de la República. Este actor político, tiene una serie de recursos electoral (con que apoyos cuenta en el Congreso) financiero (disponibilidad de recursos financieros) elementos de juicio y apreciación estratégica, coacción (fuerzas militares), persuasión (ascendencia en la opinión pública cuando opina y tiene pertinentes punto de vista sobre política exterior) y simbólico (la apariencia de tener poder sobre, en y la organización estatal).

Los pacientes de poder presidencial son básicamente: La ciudadanía, la opinión pública, burocracia, las FF.AA, Congreso (Que es el contrapeso constitucional al Poder Ejecutivo), partido de gobierno, partidos de oposición, grupos de interés, presión y organizaciones de la sociedad civil y la esfera internacional contigua.

Otros autores brasileños, como José Guilhon Alburquerque, definen el tema en forma diferente, para él la Diplomacia es…” la participación personal del jefe del Estado o Gobierno en las relaciones internacionales, sea por medio de pronunciamientos, sea por participación en foros internacionales, sea además, actuando directamente en negociaciones internacionales. Otro aporte interesante, es del académico argentino, Andrés Malamud, que afirma que es… “mecanismo (que) es entendido como el recurso tradicional para negociaciones directas entre presidentes nacionales cada vez que se ha de tomar una decisión crucial o que conflictos críticos han de ser resueltos. A pesar del adjetivo “presidencial”, este tipo de prácticas hacen referencia a la política, la diplomacia de cumbre —en oposición a la diplomacia burocrática y profesional…” (MALAMUD, 2010). Para esta diplomacia se requiere un eficiente aparato estatal en general y particular, de servicios exteriores profesional e institucionalizado.

jesusmazzei@gmail.com

 

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