lunes, 24 de octubre de 2022

ESTADOS UNIDOS: AVATARES EN VENEZUELA Y LA REGIÓN.

 

ESTADOS UNIDOS: AVATARES EN VENEZUELA Y LA REGIÓN.

EDUARDO ORTIZ RAMÍREZ


Su continuada importancia en la economía mundial, el anuncio reciente de entrada en recesión, junto a la presencia de niveles de inflación que requieren atención
[1]; la atención que le prestan migrantes en el mundo  y  parte reciente de los más de 7 millones que ya se registran para Venezuela hacia distintos lugares, con la, para su caso[2], extemporánea idea de disfrutar el “modo de vida americano”; su papel de relativo vigilante o “policía” de las injusticias mundiales, aunque sobre todo se trata de las que, y con toda razón, atañen a sus habitantes y territorios; su permanente influencia en los flujos de ayuda  e inversión internacionales así como su influencia en los organismos multilaterales e internacionales; y, en el caso de Venezuela, su intervención neocolonial –según cierta literatura- durante parte del siglo XX,  a raíz de su participación en la producción y gestión petrolera de la nación, pero también el conjunto de detalles y dificultades en más de 22 años de administración bolivariana, incluida la “presidencia interina” de J Guaido,  hacen menester  la mención y evaluación de tales asuntos, aunque algunos de ellos presenten más interés y urgencia que otros.

Por lo demás, parte de su problemática política interna atañe a dimensiones harto complejas, que requieren, en casos, detenimientos y detalles abundantes y minuciosos. Es el caso de le reelecciones presidenciales que, en la actualidad, remiten a la propia posibilidad de reelección del Presidente Biden, cercano a cumplir ochenta años y con detalles suficientemente difundidos en los medios y la prensa internacional.  O también, el caso del particularísimo Presidente Donald Trump,  cuyos intereses de reelección –después de haber perdido la inmediata a su periodo presidencial- se encuentran al parecer en proceso. Es una nación de las complejidades y el desarrollo de la democracia en el mundo conocidas, pero que ha elegido  a presidentes como Reagan o Bush hijo que algunos le adjudicaron presentar el síndrome del hombre gris.

En el caso de las relaciones EEUU con Venezuela la lista de asuntos es suficientemente larga, aunque se le restrinja  a la administración bolivariana con ya más de 22 años de ejecutorias. Un primer elemento, es el retiro de su embajada, ya bordeando los dos lustros, lo cual ha dificultado la ejecución de trámites y solicitudes. Un segundo elemento, concierne a las actitudes del Presidente Trump en el establecimiento de sanciones pero también en el discurso que abarcó la idea de “tener todas las opciones sobre la mesa” para darle salida a la crisis venezolana y que, algunos entusiastas fantasiosos o voluntaristas, relacionaban con la posibilidad de una intervención directa o militar. En tercer lugar, el apoyo de la misma administración de Trump, pero también la de Biden, en cuanto a la existencia de un gobierno interino que mayormente ha sido ficción (el de J. Guaido) y que ha sido base de tropelías, financiamiento político  y procedimientos capciosos en el manejo de recursos que han terminado en procesos no diferentes a los abundantemente conocidos de corrupción administrativa. En cuarto lugar, un elemento impresionante, dada la alteración y deterioro del sistema productivo petrolero venezolano, cual es el de necesidades de petróleo de EEUU que pudiera suplir Venezuela en la demanda del caso. En quinto lugar, el alargamiento de la crisis venezolana que, junto al cambio de administración Trump por Biden, ha llevado a buscar soluciones novedosas y también expresivas de los vaivenes de creer que los demás países puedan tener alta preocupación por la solución de nuestros problemas y que ha llevado al reciente intercambio de personas enjuiciadas en los EEUU y en cumplimiento de condena por determinados delitos, por personas detenidas en Venezuela en el contexto de reacciones políticas diversas o sospechas de espionaje o acciones contrarias al interés de Venezuela pero de desempeño empresarial, permitiendo ello pensar a algunos en la posibilidad de que puedan darse otros casos de “negociacion”, estando presentes incluso elementos como las presiones para adelantar elecciones.

Se ha venido perfilando así, un escenario bastante diferente y complejo, al presentado en otros tiempos con otras temáticas y en ello ha influido la pandemia del Covid19 como periodo de crisis sanitaria mundial y de nuevas urgencias y los vaivenes de cambios de administraciones en la región latinoamericana, que han perfilado inclinaciones diversas a pesar de que las mismas no siempre han permitido encuadrar un panorama  o ejercicio taxonómico rígido para la región. Pero, puede recordarse como a inicio de los años noventa del siglo pasado y avanzando tal década se plantearon ideas de interés sobre la Iniciativa para las Américas, al igual que para los inicios y hasta mediados de los dos mil se tuvieron gestiones de interés para el ALCA o Acuerdo de libre comercio para las Américas. Algunos, con un sentido de victoria recuerdan la muerte del ALCA en la Cumbre de Mar del Plata en 2005, pero lo cierto es que hasta tal Cumbre más avanzaban en asignaciones y propuestas los países de mayor desarrollo de América que los países de menor desarrollo[3]. Por otra parte, el escenario y la intensa dinámica asiática han estimulado la atención creciente de EEUU hacia esa zona por razones políticas, militares y hasta por acciones específicas como la acción de retiro firmada rápidamente por Trump para la salida de EEUU del TPP[4]; hoy día se añade el alto convulsionamiento que ha producido la invasión de Rusia a Ucrania[5], cuya dinámica y resultados han sido suficientemente complejos y todavía se encuentran en curso. En tal contexto, en varios países de la región ha aumentado de manera importante la presencia y el comercio variado con China y también con países como Irán y Turquía. A pesar de todas estas evoluciones y cambios, es llamativo el mantenimiento de elementos de la política de EEUU hacia Cuba, aun con modificaciones en las administraciones de los Presidentes Obama, Trump o Biden.

Queda siempre la duda sobre si, a pesar de los detalles y complejidades de los contextos, las relaciones, mecanismos y resultados que se incorporan o se conocen al desmenuzar las estructuras de los acuerdos o procedimientos ejecutados con otras naciones recientemente, son diferentes o mejores a los mecanismos o perfiles asimétricos que se han detectado en relaciones de Venezuela u otras naciones con EE.UU.

 

24 de octubre 2022

@eortizramirez

eortizramirez@gmail.com

 



[1] “La tasa de variación anual del IPC en Estados Unidos en septiembre de 2022 ha sido del 8,2%, 1 décima inferior a la del mes anterior. La variación mensual del IPC (Índice de Precios al Consumo) ha sido del 0,2%, de forma que la inflación acumulada en 2022 es del 6,5%”  https://datosmacro.expansion.com/ipc-paises/usa#:~:text=En%20septiembre%20cay%C3%B3%20el%20IPC,es%20del%206%2C5%25. Ver también https://cnnespanol.cnn.com/2022/10/13/inflacion-estados-unidos-septiembre-cifra-precios-trax/.

[2] Recientemente se tomaron medidas para solo permitir la entrada formal de migrantes venezolanos por vía aérea.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario