Politología y
Politólogos a 50 años
La ciencia política y el rol que
puedan jugar los politólogos seguirá haciendo importantes aportes, al análisis
del sistema político, a su democracia, al entorno internacional, porque de ella
es su principal nutriente: su pluralismo y diversidad
JESÚS E. MAZZEI ALFONZO
03/08/2023 05:00 am
En el tiempo de cambio de
autoridades rectorales, decanales y definición de rumbos que seguramente tendrá
en lo particular, en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la UCV, y
las dos escuelas: Derecho y Estudios Políticos, Institutos y Coordinaciones
internas de la Facultad, en los próximos días y estos 6 primeros meses, estos
no dirán la trayectoria administrativa-académica de las nuevas autoridades, por
ello, entre otras cosas, es oportuno mirar que camino se debe trazar en el
futuro para tener unos estudios de ciencias políticas, aggionardos y puestos al
día, teórica y metodológicamente, para el porvenir, sobre todo cuando nos
acercamos a la tercera década del siglo XXI, ya que se están formando a los
profesionales de los próximos 10 o 20 años.
En efecto, hace más de 45 años en marzo de 1978, para ser más exactos ingrese a
la escuela de estudios políticos de la UCV, siendo director el profesor Hans
Leu, en unas pocas páginas, es imposible agradecer lo que como ser humano y
ciudadano, me dejó el paso por mi alma mater y lo que ella aún me deja en mi
formación, gracias a la interacción con otros profesores, estudiantes, en mis
estudios doctorales y la vida universitaria en general.
Efectivamente, está disciplina académica nació afines de la quinta década del
siglo XX en la UCV, nace en medio de las crecientes dudas e incertidumbres que
genera una nueva profesión, y en medio del advenimiento de la experiencia
democrática del año 1958, entre otras cosas, porque tanto el Estado como y el
sector privado reclutan a recursos humanos para nutrirse laboral y
profesionalmente de las carreras tradicionales existentes para aquel tiempo:
como derecho, economía, sociología, internacionalistas, periodistas, medicina e
ingeniería, arquitectura entre otras. Encuentra la novel carrera, no obstante,
una apertura de perspectivas y posibilidades intelectuales de progreso y
desarrollo institucional, cuando egresa la primera promoción en marzo de 1978 y
hasta hoy con la 85 promoción que egreso el pasado mes de julio, hay un campo
abierto de posibilidades laborales en el sector público y privado en diferentes
campos.
Por otra parte, cabe señalar que, en los años posteriores nacerán las escuelas
de ciencia política en la ULA, LUZ, Universidad Fermín Toro, Universidad Rafael
Urdaneta, la Universidad Valle del Momboy; en Valera, en la Universidad
Bolivariana y se crearán estudios de Doctorado, Maestría, Especialización y
Diplomados en la UCV, USB, LUZ, y en la UCAB, asimismo, se crea una maestría de
políticas públicas en el IESA. Trayendo consigo una extensión y multiplicación
en todo el país de la disciplina, con diversos campos transdiciplinarios. Han
crecido tanto los estudiantes como la cifra de publicaciones especializadas,
así como se han diversificado las líneas de investigación en esta disciplina.
En la actualidad existen once publicaciones vinculadas a esa disciplina,
encabezadas por la decana de las publicaciones venezolanas Politeia,
con 51 años de fundada.
Ahora bien, el análisis de la actual estructura y entorno internacional, es un
desafío y un reto, para este profesional, que apunta a una configuración hacia
cinco procesos en desarrollo actualmente que pueden cambiar o mutuar, de
acuerdo a las tesis del académico y politólogo brasileño José Ghillón
Albuquerque, a saber: Despolarización, disociación hegemónica,
transnacionalización, descontención y nueva vulnerabilidad del Estado, unido a
un creciente proceso dinámico y rápido de difusión de ideas, valores, formas de
producción y de comercio, procesos y productos, diseños organizativos y formas
de conducta, a través de las fronteras nacionales, en síntesis un ambiente
internacional más complejo, donde lo digital, la inteligencia artificial y la
evolución de la globalización en su última fase, hace una dinámica más veloz y
llena de incertidumbre hacia el futuro.
Un proceso, por lo tanto, que está conduciendo a una mayor y creciente y cada
vez mayor articulación e interdependencia de todas las sociedades, que se
conoce como globalización y, que el politólogo tiene que no solo conocer sino
además, saber moverse, describir y analizar en ese nuevo ambiente para
interpretarlo y analizarlo adecuadamente, porque el profesional de esta carrera
en el siglo XXI, le corresponderá como función analítica entre otras cosas lo
siguiente: observar, diagnosticar, describir, evaluar los componentes de la
realidad socio-política que enfrenta y finalmente, intervenir en el
mejoramiento de los cursos de acción de las estructuras estatales que las
adoptan. Esto es las políticas públicas, para proponer alternativas viables,
razonables y plausibles para mejorar los procesos de toma de decisiones. Lo
mismo se puede aplicar al rol del politólogo en la sociedad civil.
Por otra parte, los fundadores de los estudios politológicos que
colocaron la primera piedra en 1958 y luego en 1973, con apertura de la
escuela, no buscaron crear unos funcionarios tecnocráticos, como institución
pionera sino formar un individuo con los conocimientos adecuados para poder
interpretar y analizar los complejos y dinámicos fenómenos políticos de su
tiempo y devenir histórico, con una educación plural y democrática. Por ello,
el politólogo, tiene un interesante espectro laboral, por sus habilidades y
competencias. Como funcionario público en un abanico amplio que abarca los
siguientes campos: Seguridad y defensa, política internacional, área
socio-administrativa, gerencial, coordinación y planificación, asesores, en la
empresa privada como consejeros y asesores de los grupos de interés, en los
servicios de estudios, periodismo de opinión y el periodismo político, la
política activa o el político práctico con ello, se busca elevar el debate y
las cualidades de una persona para la praxis política, con ello se genera,
potencia y difunde una mejor cultura política. Se sitúa en el espacio que
comunica e intercepta, al hombre de acción con el hombre de reflexión.
Cabe señalar, que los estudios de ciencia política y sus herramientas de
análisis pasan por un proceso de aggiornamento de su matriz curricular, que
tendrá que adaptarse a nuevas reformas curriculares para seguir no solo en una
virtuosa combinación de los enfoques neo-institucionales e
históricas-institucionales, sino en enfoques inter- y transdisciplinarios de
comprensión de las nuevas complejidades de la realidad, con las de tipo
estructural y sociológica.
De esta manera, la ciencia política y el rol que puedan jugar los politólogos
seguirá haciendo importantes aportes, al análisis del sistema político, a su
democracia, al entorno internacional, porque de ella es su principal nutriente:
su pluralismo y diversidad. Al politólogo, a fin de cuentas, le corresponde la
proyección de nuevas ideas y la creación de un ambiente propicio para el desarrollo
de una conciencia social y la construcción y robustecimiento democrático de
nuestras sociedades.
Por último, sintetizaré algunos retos, que tiene esta joven, pero ya madura
carrera académica con un recorrido y una impronta en el quehacer venezolano: una
actitud científica, se deben impulsar las explicaciones predictivas, es decir
la a formular tendencias, sobre todo en eventos macro, las ideologías no son
modelos de interpretación son objetos de estudios, ver por qué las democracias
están en crisis en estas décadas, por otra parte, y a partir de presupuestos
científicos, del análisis del pasado y la investigación presente, puede
identificar las causas de aquello que políticamente no funciona bien o que
pudiera funcionar mejor, y ofrece alternativas, se deben desterrar las
posiciones pseudocientíficas, se debe fomentar la replicabilidad, es decir; la
replicabilidad confirma hallazgos y permite identificar errores; así avanza la
ciencia. Así mismo, se deben fomentar la responsabilidad científica mediante valores
democráticos uno va con lo otro, y, por último, hay que fomentar la divulgación
de la ciencia política, es decir, la aplicabilidad de la ciencia política no
reside solo en el descubrimiento de la verdad, sino también, en su contribución
al mejoramiento de la sociedad, y ello se puede hacer si se difunde el
conocimiento politológico.
jesusmazzei@gmail.com
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