Instituto de Estudios Políticos: 66 años
Hoy el Instituto es dirigido por
la dedicada, abnegada y destacada, profesora Geraldine León, mi estimada amiga,
conduce hoy pues, el Instituto, en una muestra de la sensibilidad y eficiencia
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JESÚS E. MAZZEI ALFONZO
20/02/2025 05:02 am
La idea de crear de un Instituto especializado en el estudios y la
investigación de las ciencias políticas, empieza a estudiarse por parte de las
autoridades de la Facultad de Derecho, luego de la caída de la autocracia
pérezjimenista, y así, se inician los primeros contactos, entre las autoridades
universitarias, profesores de la Facultad de Derecho, entre otros que podemos
mencionar a los Drs. Andrés Aguilar Mawdsley, Antonio Moles Caubet y Ramón
Escovar Salom, y se escoge y se selecciona al distinguido académico y jurista
Manuel García-Pelayo, para que lo inicie, finalice y dirija, quien llega a
Venezuela entre julio y septiembre de 1958 y empieza a observar el escenario
político venezolano y entre otras lo rico del debate de ideas, propuestas y
narrativa política de la época y observará la firma del Pacto de Punto
Fijo (por cierto a lo largo de su dilatada trayectoria académica en el
país, conocerá, tratará y cimentará amistad con alguno de los firmantes de
dicho acuerdo político –Betancourt, Caldera y Villalba- hasta su estadía en
1979, cuando regresa a España y es jubilado por la UCV, debo recalcar en este
sentido la relación que tuvo con Rafael Caldera, con quién coincidirá en la
Facultad de Derecho de la UCV, y Rómulo Betancourt).
Corría así las cosas, el año de 1958, inicios del proyecto democrático cuando
en medio de dificultades se estaba en plena campaña electoral para las
elecciones de diciembre del 58, segunda elecciones para elegir a Presidente
después del año 1947, y en medio de un contexto socio-político difícil,
complejo, sólo unos meses antes en julio se había dado al traste al intento de
golpe de Jesús Maria Castro León, Ministro de la Defensa de la Junta de
Gobierno que presidía Wolfgang Larrazábal y las negociaciones y los acuerdos
logrados en el acuerdo del Pacto de Punto Fijo, el 31 de octubre de ese año.
En ese contexto local precedido de una bien ganada reputación académica
llega a Venezuela el Dr. Manuel García-Pelayo, contratado por la entonces
Facultad de Derecho de la UCV, con la encomienda y el reto, de fundar un
Instituto de Estudios Políticos gracias a las gestiones y debo retirarlo entre
otros de los profesores Moules Caubet, Ramón Escovar Salom, entre otros
distinguidos profesores de dicha facultad, se le realiza ya a Don Manuel,
instalándose en la Facultad y dando los primeros pininos del Instituto que se
fundaría en febrero de 1959, en iniciar y proseguir, en la modernización de los
estudios académicos de alto nivel, particularmente en la ciencia política,
disciplina desconocida en Venezuela en aquel entonces, pero sus autoridades
decanales y universitarias, listas para dar el paso de la creación de un centro
académico y de la institucionalización de la ciencia política, en la primera
casa de estudios del país.
En efecto, esta nueva disciplina académica tiene como fecha de nacimiento el
año 1958, aunque el inicio del Instituto de Estudios Políticos se sitúa en
febrero el 15 de febrero de 1959, hace unos días, se cumplieron 66 años de esta
extraordinaria fecha. Había pues, un entorno auspiciador, estimulador y
propicio, para su aparición, ya que el ambiente de libertad, que presenta la
naciente democracia era el medio adecuado para su nacimiento y posterior
desarrollo, como no se había visto previamente en la Venezuela, pre 1958 ( los
últimos sobre todo 15 años con recurrentes déficits presupuestarios,
ocasionadas falta de dotación de recursos de revistas, insumos de utensilios
para laboratorios, por políticas de contracción económica de los últimos ministros
de educación que son anti universitarios, es la época más oscura universitaria,
luego de Gómez y Pérez Jiménez) en sus vertientes de docencia, investigación y
extensión universitaria en la UCV y otras universidades nacionales y el
Instituto ha sufrido esta situación también.
Es pues, el destacado constitucionalista y politólogo Manuel García-Pelayo
quién dirigió el Instituto efectivamente desde febrero del año 1959 hasta 1979.
De allí en adelante la ciencia política venezolana, se nutrirá de una discusión
plural y desde diversas perspectivas, desde el punto de vista teórico y
epistemológico, lo cual es su esencia para su vigencia y actualidad y siempre
aggiornamento. Hoy hay una nueva camada de investigadores ante inmensos retos y
desafíos. Y, como afirmaría Joan Subirats, distinguido politólogo, la labor de
la investigación de la ciencia política sería”… su motivación principal es la
curiosidad: hacerse preguntas que en su disciplina sean consideradas originales
y relevantes. Las condiciones por cumplir serán la objetividad (sin alterar el
objeto o la realidad que se quiere analizar), la inteligibilidad (es decir, la
capacidad de entender algo especialmente complejo), el poder relacionar
fenómenos entre sí creando tipologías y establecer parámetros que tengan
validez más allá del propio experimento, o, de manera cada vez más discutible,
el poder establecer algunos nexos de causalidad entre hechos y circunstancias,
y la dialéctica que incorpora la falsabilidad (no hay verdades eternas, lo
serán mientras no se demuestre lo contrario). La única certeza que se tiene es
sobre lo que es falso. La certeza es solo temporal…”
Maestro de innumerables juristas y politólogos en el país, el Dr. García
Pelayo, dejó una profunda huella en la Universidad Central de Venezuela en las
primeras generaciones de investigadores del Instituto y la escuela, que desde
mi punto de vista su influencia se mantendrá, desde mi punto de vista hasta
inicios de este siglo XXI, por los docentes e investigadores, que bebieron de
su magisterio intelectual.
Posteriormente, en 1968, cuando entran en su madurez los investigadores ya
formados al seno del Instituto se nombra una comisión encabezada por el mismo
García-Pelayo y destacados profesores de la antigua Facultad de Derecho de la
UCV, para estudiar la factibilidad de crear una escuela de estudios políticos a
la brevedad posible, realidad que se hace factible en marzo de 1973, cuando
inicia actividades académicas la escuela de estudios políticos.
De acuerdo en ese sentido, a Juan Carlos Rey “…Las publicaciones siempre fueron
concebidas como una de las funciones esenciales del Instituto, y no solo por la
peculiar afición y conocimiento que García-Pelayo siempre tuvo sobre este tipo
de actividades en el área del saber político, sino porque las consideraba
fundamentales para poder desarrollar la ciencia política en Venezuela y poner a
disposición de quienes aspiraban ser sus futuros profesionales, la información
básica, teórica y factual, de la que carecían. Esto le llevó a planificar, desde
el principio, un conjunto de publicaciones del Instituto, con varias
colecciones, concebidas con ese fin, tales como “Pensamiento Político”,
“Clásicos Políticos”, “Historia de las Formas Políticas”, “Cuadernos del
Instituto de Estudios Políticos”, “Textos y Documentos” y “Documentos. Revista
de Información Política” …”
En 1971, el Instituto Estudios Políticos crea y edita la primera revista
académica de ciencia política: el anuario Politeia, pionera en ese
sentido, donde el cuerpo docente y de investigadores de la Facultad adscritos
al Instituto verterán el resultado de sus investigaciones académicas, que antes
eran publicadas, tanto en la Revista de la Facultad, como en los primeros
cuadernos del Instituto, pero será Politeia, de ahora en adelante el núcleo
central y el órgano de especial publicación y divulgación de las actividades de
investigación del Instituto. La ciencia política venezolana, cubre otra etapa
modernizando cada vez más.
Abogados, historiadores, internacionalistas, sociólogos, en una visión
transdisciplinaria ingresan así al Instituto, para especializarse en alguna
rama de las ciencias políticas, y a familiarizarse con la situación para el
momento que se inicia la formación de los investigadores y sus tendencias más
dinámicas en la literatura de esos años. Juan Carlos Rey, Humberto Njaim,
Graciela Soriano, Hans Leu, Haydée Farías, Maruja Delfino, José Brito González,
en una primera camada, y un poco más tarde, Alphonse Dietmann, Hernán La Riva,
Andrés Stambouli, Ricardo Combellas, Pedro Martínez, Freddy Vivas, María Elena
Araujo, y Diego Bautista Urbaneja, reciben el beneficio de estudios en
importantes universidades extranjeras y/o el privilegio de contar con la
tutoría personal del eminente intelectual don Manuel García- Pelayo, para conformar
la base docente e investigativa de las ciencias políticas del país, o de la
parte de ellas que tienen su centro de gravedad en la Universidad Central de
Venezuela.
En los años que Juan Carlos Rey condujo el Instituto de Estudios Políticos, el
estudio central del Instituto se dirigirá a la investigación del sistema
político venezolano en forma particular y a su sistema de partidos, desde la
perspectiva de su eficacia y eficiencia, el Proyecto EFISVEN.
Tendencia que se robustecerá cuando el Instituto sea dirigido por los
distinguidos académicos Humberto Njaim, Ricardo Combellas, Ángel Álvarez y Luis
Salamanca, en los 80 y 90, respectivamente. Corresponde hoy pues, a la
generación de relevo del Instituto de Estudios Políticos (IEP), mantener viva
la influencia e irradiación y el alto perfil de las investigaciones y las
actividades de investigación-extensión de este Instituto, en el seno de la
comunidad académica venezolana, tanto en la edición de las revistas Politeia
como en los seminarios internos y externos, foros que organiza en su seno. Uno
de los retos de los tiempos por venir, será ojalá, organizar un nuevo Simposio
de Ciencias Políticas, en comunión con la escuela.
Hoy el Instituto es dirigido por la dedicada, abnegada y destacada, profesora
Geraldine León, mi estimada amiga, conduce hoy pues, el Instituto, en una
muestra de la sensibilidad y eficiencia, que siendo la primera mujer en estas
lides con base a las mejores tradiciones y valores, implementadas por el
maestro García-Pelayo, y con la vista puesta en relanzar al instituto en los
particular, hacia el futuro, en una forma eficaz, es uno de los objetivos de su
gestión en esta época tan complicada que le ha tocado a ella, en el ejercicio
de su gestión académica.
Feliz cumpleaños, querido Instituto. Gracias a todos mis maestros, somos todos
tributarios de ellos, como sus causahabientes, del legado que nos dejaron. La
Universidad, la Facultad y el Instituto están de plácemes por este
acontecimiento.
jesusmazzei@gmail.com
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