Globalización ¿ocaso o nueva fase?
Para algunos estudiosos del fenómeno de la globalización, que surge a
mediados del siglo XV, no novedoso, sino que ha evolucionado.-
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JESÚS E. MAZZEI
ALFONZO
29/07/2021
05:00 am
La idea del ocaso de
la Globalización, retroceso ó evolución a nuevos estadios está en boca de
analistas y líderes de la política, economía y el mundo académico que nos lleva
a abrir un debate de ideas, si estamos en ese momento o en puertas de nueva
fase del proceso de globalización, la cual, estimo, entrará en una nueva fase a
raíz de la postpandemia del COVID-19.
En ese sentido, para ubicarnos
en el concepto de globalización, parto de la definición que nos ofreció también
en forma lucida hace unos años el politólogo Luciano Tomassini que goza de una
sólida perspectiva, y estimo, es una de las que tiene mayor consenso en la
comunidad académica el cual lo refirió como:”… un proceso de difusión de ideas,
valores, formas de producción y de comercio, procesos y productos, diseños
organizativos y formas de conducta, a través de las fronteras nacionales. Un
proceso, por lo tanto, que está conduciendo a una creciente articulación e
interdependencia de todas las sociedades…". Añadiría aún más por las interconexiones
e interrelaciones que produce la globalización. La globalización esta
intrínsecamente vinculada a lo que la investigadora venezolana Carlota Pérez,
denomina el modo de crecimiento del capitalismo, que
está vinculado a los cambios internos que ha sufrido más ó menos, el
capitalismo desde el año 1771 y hoy en una fase postpandemica dará
modificaciones sustanciales en los próximos años.
Ante ello, el paso a una sociedad globalizada, como la del presente, tiene una
diferencia sustancial con anteriores procesos globalizadores, el cual ha
evolucionado dentro del sistema capitalista y es el componente diría
fundamental que caracteriza a este sistema globalizado, es el conocimiento
intensivo, como también la instantánea, simultaneidad y rapidez de los hechos,
gracias a los veloces cambios en la tecnología de información. También esta, su
complejidad por la pluralidad de relaciones que se dan entre sus componentes,
por la pluralidad en sus diversas dimensiones y las relaciones que se dan entre
lo interno y externo de las relaciones entre los estados, actores, individuos,
corporaciones etc.
En tal sentido, el valor de
los productos simbólicos, la producción localizada en diferentes áreas, con una
integración horizontal de las diferentes organizaciones multinacionales y
complejos estatales y no estatales y empresariales, plantean un sistema
internacional con diferencias sustanciales y se entrelaza con proceso
anteriores que son similares, pero diferentes: la internacionalización y la
transnacionalización.
En ese sentido, el impacto más
inmediato de la globalización en el sentido común, es que estamos en un nuevo
proceso histórico central y cambio de época caracterizado por profundas
transformaciones estructurales, en los presupuestos, criterios, en los
paradigmas. Estamos en lo que Eduardo Viola, especialista en el tema y profesor
de la Universidad de Brasília, llamó la cuarta ola de la globalización iniciada
en los años 80, como tendencia y proceso contemporáneo es imparable e
inevitable.
Por tal razón, la consideramos
efectivamente un proceso multidimensional caracterizado a mi entender por seis
vertientes principales interrelacionadas: La militar, económica con sus dos
subdivisiones: la financiera y la comercial, la comunicacional/cultural, la científica,/tecnológica,
la ecológica/ambiental y por última la política no por ser la última la menos
importante, pero determinante de las relaciones internacionales y de los
diversos actores políticos que la componen internamente y su relación
dialéctica con su pares en otros lados de esa estructura nacional y subnacional
(la sociedad civil y la política). Toro Hardy afirmó en un artículo hace unos
años que…” El impulso político a la globalización provino de varios frentes
convergentes controlado por las grandes capitales del mundo desarrollado: la
Ronda Uruguay del GATT, el Consenso de Washington, las políticas de ajuste
estructural impuestas por el FMI y la expansión de la Organización Mundial de
Comercio. Detrás de este proceso se encontraba la convicción, según palabras
del académico estadounidense Charles Kupchan, de “que la globalización debía
beneficiar a las sociedades desarrolladas, quienes supuestamente estaban en
mejores condiciones para capitalizar las oportunidades resultantes de un
mercado global rápido y fluido…”. Esta es una perspectiva si se quiere, medía
entre las dos; estamos en una transición a un nuevo cambio tecnológico y que
tendrá repercusiones en la globalización por venir, dado por el efecto de la
pandemia.
Para algunos estudiosos del
fenómeno de la globalización, que surge a mediados del siglo XV, no novedoso,
sino que ha evolucionado. En la era contemporánea, ha cambiado la distribución
del poder, las reglas de su funcionamiento, el carácter de frecuencia,
complejidad, complicación y dimensión de las interacciones, y por último, la
capacidad relativa de orientar los procesos, ejemplo de ello, el rol de los
diversos actores transnacionales que muchas veces poseen mayor capacidad de
acción que algunos Estados, en orientar en su beneficio las acciones
estratégicas emprendidas. Algunos autores hablan del paso de una sociedad
globalizada segmentada a una sociedad global integradora y más equitativa. Se
ha abierto pues, el debate, sino veamos el debate a raíz de la última mutación
del COVID-19, y los mercados emergentes, casas de bolsas y repercusiones
económicas-financieras.
jesusmazzei@gmail.com