domingo, 6 de abril de 2025

Políticos y técnicos

 

Políticos y técnicos

El ideal es el político, que debe conocer cuál es el margen, de ritmo, maniobra y tener la pericia adecuada tanto del punto de vista intelectual y de gestión, para tomar decisiones.


 

·         JESÚS E. MAZZEI ALFONZO

03/04/2025 05:02 am




Comentaré y analizaré para mis apreciados lectores algunas reflexiones sobre el tema: política, gobierno y técnicos, a raíz del artículo del exsecretario del CLAD Francisco Velásquez “Gobiernos Tecnocráticos y Administración", escrito y publicado un tiempo atrás. En efecto, tomar decisiones, interactuar, cooperar, coordinar y gestionar dentro de una organización pública, entender su cultura organizacional, son elementos complejos en los momentos que corren. Comprender y reflexionar sobre ellos ha sido históricamente uno de los retos de la teoría de la organización aplicada a la política contemporánea en la rama de lo que podríamos denominar la gerencia política. Y, unido a este asunto, además, un artículo muy interesante publicado en la revista Debates del IESA, de Erika Hidalgo sobre habilidades gerenciales, en determinada estructura organizacional. El técnico y su vinculación con el político, puede ejercer una gran influencia de experticia y/o pericia, en el seno de las sociedades actuales, es quien suministra las herramientas conceptuales, las informaciones adecuadas para la toma de decisiones en un ambiente complejo e incierto como el de hoy, el político es quien toma las decisiones o quien esté a la cabeza de las distintas instituciones gubernamentales (Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Administración descentralizada etc).


En efecto, el primer deber de un político en la praxis de gobernar, es saber escoger su equipo de colaboradores, su equipo técnico-político de gobierno, que lo hace en sus diversos momentos de reflexión de donde se hace dos preguntas: con quién se gobierna y para qué se gobierna, para actuar y tomar decisiones, en un ámbito tan complejo como es el estado, el tema no es cualquier cosa, esta es quizás no solamente una cualidad, porque de ello determinará el funcionamiento de la maquinaria del estado y de la acción de gobierno, sino además, el conocimiento que tiene el alto gobernante de la labores de gobierno, es decir, saber calibrar las funciones y competencias de sus diferentes colaboradores en el gobierno.

El político es pues, un hombre de acción, y por ello, requiere de adecuados instrumentos conceptuales para una mejor comprensión de los fenómenos políticos, y otros conexos, ya que el gobernar ha mostrado ser más que un desafío, por la complejidad e incertidumbre local e internacional. Cuando la insatisfacción no encuentra un cauce institucional y no hay oferta política capaz de representarla vienen los desafíos para la gobernabilidad, que son muchos y profundos.

Algunos aportes científicos, pueden ayudar a entender, por ejemplo, que la política no sólo se mueve bajo la influencia de las políticas, sino también por efectos inesperados, la incertidumbre, el azar es un elemento a tomar en cuenta también. Se requiere, pues, a la hora de gobernar tacto político, capacidad de comunicación, persuasión y un timing especial, para llevar cabo no solamente las tareas normales del día a día de gobierno, sino igualmente, negociar, conversar con los diversos actores con los que se convive y con la influencia del entorno internacional que también influye. Por eso, las labores del técnico y el político deben converger y no diverger, deben engranarse, para mejorar las decisiones que al final de cuentas van al seno de las sociedades democráticas: por lo tanto, el aporte que han realizado los técnicos como consultores, en base a sus capacidades, es muy importante no sólo en esta interacción con sus pares sino la comprensión mutua de los diferentes actores.

Como afirma la profesora Hidalgo” … En un contexto complejo —con problemas como inflación, inestabilidad macroeconómica, acceso a financiamiento, entre otros, más los retos que imponen los constantes cambios tecnológicos y regulatorios— el gerente necesita desarrollar cada vez más habilidades, algunas completamente nuevas. Asimismo, en el entorno social los valores están en constante rediseño y las relaciones personales, así como las sociales, están en permanente transformación y escrutinio por parte de diferentes actores, lo que requiere de los gerentes habilidades blandas, sin dejar de lado la gestión informada de problemas y la toma de decisiones oportuna…”


Es la gestión y dirección de los asuntos públicos. Tiene que ver, además, con las relaciones de poder en el ámbito público, porque en política se dan cuestiones relativas a la dominación, que se enlazan con la regulación formal e informal en instituciones o estructuras políticas. Si no veamos el caso venezolano en los últimos 26 años, de verdad que Uds. ¿Creen amigos lectores, que hemos tenido equipos técnicos de primer nivel estos años y políticos con auctoritas para tomar decisiones? La respuesta es No.

La gerencia pública actual, puede catalogarse como la más mediocre y limitada intelectualmente hablando en estos 26 años, en materia económica, educativa, sanitaria, infraestructura y en otras políticas públicas en general. Y no ha reunido tres condiciones fundamentales, tener agilidad informativa, para tomar decisiones, otra, habilidad para trabajar en equipo y no de forma autoritaria y personalista y la otra muy importante cultivar la inteligencia emocional y social, eso poco abunda en el entorno público venezolano, por ello, los resultados tan malos en la administración pública venezolano. El político en funciones gerenciales del estado en competencias de liderar, coordinar y estructurar y eso escasea, porque esto es lo pernicioso de un proyecto autoritario e ideológico y se confunde lo partidista con lo público y eso es lo que ha impregnado en los políticos en ejercicio de altas autoridades estatales y su interacción con los técnicos. Falta capacidad de aprendizaje, retroalimentarse y de adquirir conocimiento pluralista y no sólo marxista-leninista, que históricamente se ha mostrado desfasado epocalmente.

Hoy la forma de aprender es diferente que hace unos 30 años, lo digital influye, la globalización y la porosidad de adquirir conocimientos también. Tener humildad en reconocer que no lo están haciendo eficaz y eficientemente, haría un noble servicio al país y rectificar, sin embargo, no me hago ilusiones. Como observamos la gerencia estatal se ha hecho más compleja por los problemas, de cómo es esta relación y además por lo que se avizora al mediano y largo plazo.

El ideal es el político, que debe conocer cuál es el margen, de ritmo, maniobra y tener la pericia adecuada tanto del punto de vista intelectual y de gestión, para tomar decisiones. Por ello, en las democracias para un político gobernar se hace más intrincado ya que se hace bajo varias premisas: arbitrar, articular, consultar, cooperar, coordinar calibrar, sopesar y saber sortear, negociar en crisis (reciprocidades específicas o difusas), capacidad para mantener la centralidad; lograr que estas herramientas se utilicen armónicamente y adecuada, requiere de conocimiento e intuición, y esto lo adquiere con estudio y la experiencia. Habilidad para resolver problemas, manejo de equipos humanos, tener en síntesis un pensamiento creativo. El político debe tener coraje, pero con sentido de responsabilidad. El político atesora un capital que es importante a lo largo de su carrera en función del tiempo y de los nodos en constituir la misma carrera política.

Estamos pues, en pleno desarrollo de una sociedad del conocimiento, en la política se dan dos posibles vías de acción, según el cual las políticas públicas no pueden ser sino el resultado y la ejecución de la decisión política, es decir, el paradigma racional-secuencial o por el contrario pondrán el acento en la dimensión confrontativa-discontinua de la elaboración de las políticas ubicándolas como una de las arenas fundamentales en las que se libra la lucha política.

En suma, conjugar la labor del técnico con la del político es difícil, gobernar es más intrincado, complejo, es optar entre opciones, es saber que se quiere, saber qué se puede y que no se puede hacer, saber cuándo hay que hacerlo y finalmente, cómo hay que hacerlo, y en sociedades postindustriales de carácter democrático, es más complicado en pandemia. El político debe tener iniciativa y clara apreciación estratégica, pero con un sentido de las proporciones del tiempo en que le toca actuar. Que inmenso reto, tiene en este caso Venezuela, de cara al futuro. Gobernantes pésimos y técnicos aún más. Menudo destino tiene ya la nación venezolana en el presente y en el porvenir, en mejorar la calidad de la gerencia pública.

jesusmazzei@gmail.com

 

miércoles, 2 de abril de 2025

China, Japón y Corea del Sur lanzaron una nueva alianza comercial contra Estados Unidos

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 China, Japón y Corea del Sur lanzaron una nueva alianza comercial contra Estados Unidos


Los países asiáticos se alinearon para hacer frente a las nuevas políticas arancelarias del presidente estadounidense Donald Trump. Los detalles.

En el marco de una reunión ministerial en Seúl, ChinaJapón y Corea del Sur anunciaron que “están listos para acelerar las negociaciones para lograr un acuerdo de libre comercio trilateral”. El acercamiento de las tres potencias de Asia implica un momento histórico para la región y una acción directa contra las recientes medidas del presidente de los Estados UnidosDonald Trump.

Contra Estados Unidos: “Un punto de quiebre en la historia”

El nuevo enfoque para las relaciones internacionales de Donald Trump causó un hito sin precedentes en Asia. China, Japón y Corea del Sur, con historia que los alejó en el pasado, decidieron unirse comercialmente por primera vez.

Los representantes de industria y comercio de los tres países se reunieron en Seúl para una cumbre ministerial, acompañados de los ministros de Exteriores. En esta cita se acordó la creación de “un entorno predecible de negocios e inversiones” como primer paso en esta nueva etapa del vínculo entre las potencias. 

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La cumbre ministerial del 31 de marzo propició un acercamiento sin precedentes entre China, Japón y Corea del Sur.

“Las tres partes acordaron apoyarse mutuamente, ser buenos anfitriones del APEC y promover un regionalismo abierto. Nos adheriremos al multilateralismo y al libre comercio, y promoveremos la globalización económica en una dirección más inclusiva y universalmente beneficiosa”, dijo el canciller de la República Popular China, Wang Yi.

El japonés Takeshi Iwaya calificó el momento como “un punto de quiebre en la historia”, una alianza que puede unir al 25% de la población mundial y una producción económica combinada que supera los 24 billones de dólares anuales.

China, Japón y Corea del Sur también acordaron responder conjuntamente a los aranceles impuestos por Donald Trump a los compradores de petróleo venezolanos, a los automóviles y específicamente a los productos chinos como “castigo” por la crisis del fentanilo en Estados Unidos.

Las claves de la alianza comercial de China, Japón y Corea del Sur

Seúl, Pekín y Tokio ya tenían un vínculo comercial considerablemente fuerte. China es el segundo destino de las exportaciones japonesas y surcoreanas y, por su parte, Japón y Corea del Sur recibieron 26 mil millones de dólares en exportaciones chinas en 2024. 

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La alianza entre las tres potencias asiáticas es una respuesta directa contra Estados Unidos y una declaración de unidad en la región.

Japón y Corea del Sur buscan importar materias primas para semiconductores de China, y China también está interesada en comprar chips japoneses y surcoreanos, según informó la cuenta Yuyuan Tantian en una publicación en Weibo. Por otro lado, pretenden fortalecer la cooperación en la cadena de suministro y profundizar el diálogo sobre los controles de exportación.

El nuevo tratado de libre comercio podría profundizar aún más las relaciones entre las partes y reestructurar individualmente sus vínculos con el resto del mundo. En el caso de Estados Unidos, esto podría implicar una sustitución de la balanza comercial, tanto de las importaciones como de las exportaciones.

Junto a la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental (ASEAN), un espacio de colaboración para el desarrollo asiático, el nuevo acuerdo de China, Japón y Corea del Sur podría encaminar a la región a convertirse en la más poderosa del mundo en términos comerciales.

jueves, 27 de marzo de 2025

EL “SUBIMPERIALISMO” DE EL SALVADOR. Una tragedia más para Latinoamérica.

 

EL “SUBIMPERIALISMO” DE EL SALVADOR. Una tragedia más para Latinoamérica.

Eduardo Ortiz Ramírez

 


América Latina, la región de la Raza Cósmica o del Realismo Mágico, para bien o para mal, siempre sorprende, aunque ello no siempre sea porque sus países alcancen más desarrollo o democracia. En un momento y en un concierto, Silvio Rodríguez -canta autor de la Nueva Trova Cubana-,    dijo que ante preguntas sobre el Unicornio, él, le había dicho a alguien algo así como “el unicornio mío lo encuentras en el Salvador”. Eran los tiempos del Frente Farabundo Martí y de otras guerras en tal nación y subregión. Tiempos aquellos los de las emociones y tomar el cielo por asalto. Pero todo, según algunos filósofos, genera su contrario.

Hoy día El Salvador se ha terminado convirtiendo, a pesar de su pequeño tamaño económico, en una nación “subimperialista”. La noción de subimperialismo[1] tuvo su tiempo en los setenta y ochenta, abrazada por analistas del dependentismo y que a su vez tenía sus bases en algunos políticos marxistas o de izquierda a inicios del siglo XX. Enfatizaba en la perspectiva económica del subcosumo y las tutelas o acciones/servicios militares que ciertas naciones pudiesen desempeñar. Un día se me acercó, en esos tiempos, un izquierdista radical, que hoy día anda en otras cosas y me dijo: ese es el subimperialismo brasileño. Si fuese el caso, hoy día también Brasil anda en otras cosas. La noción de subimperialismo no es extensible, por lo demás, a los BRICS

Se trata ahora de El Salvador. con la gestión y figuración conspicua de Bukele. Había ofrecido  Bukele recibir a migrantes que “presentan” problemas para los EEUU. Y lo cumplió, en lo que podemos llamar una nueva tragedia para la región, con las de qué tiempo en tiempo sorprende. Estaremos atentos,  al planteamiento de Milei de retirarse del Mercosur. Ya lo había aproximado Menen, en planteamientos relacionados, señalando “no nos vamos a integrar con pobres”.

Las historias, noticia y los resúmenes son muchos. Un presidente explosivo como Trump y que ha demostrado que el Imperialismo existe o puede existir[2]  y  con un proyecto Plutocrático  en mano y con gestiones de un Secretario de Estado curioso, en cuanto a la propia América Latina, la ha agarrado con una organización delictiva de origen venezolano que, como tantas otras de origen diverso y con mayores fuerzas, existen en esa nación desde hace mucho tiempo. Ahora pareciera que la única es la de marras. Y así, todo migrante venezolano, exitoso o no, documentado o no, culpable o no, puede caer en sospecha, ser puesto preso y hasta deportado bajo engaño, por parte de sus activos, por los demás, organismos de supervisión y control, porque se trata de una orden presidencial en un país, indudablemente, de los más poderosos del mundo.

Lo que no se había previsto, es que el “gran” reformador de cárceles, Bukele, pusiera, las de su país, para las necesidades de aquel presidente de EE.UU.  Siendo así que, culpables e inocentes, todos han entrado en el mismo saco, violentándoseles derechos y perspectivas en procesos objetados por instancias de los propios EE.UU. Preocupante, trágico, nostálgico y enardecedor este suceso, adicionándose a otros que la región ya ha acumulado.

Aquellos militantes muy activos del Frente Farabundo Marti, tuvieron razón en alejarse y en advertir sobre lo que venía. En días recientes se veía la información  de acciones contrarias del gobierno actual de Nicaragua en cuanto a un héroe de la liberación sandinista. Muy curiosa toda esa evolución centroamericana, cuya región siempre mira mucho hacia los EE.UU. a pesar de muchos problemas que siguen presentando algunos de sus países y las acumuladas experiencias que tienen en la relación con tal nación.

¡Cosas veredes Sancho!

 

27 de marzo 2025

@eortizramirez

eortizramírez@gmail.com

jueves, 20 de marzo de 2025

Policrisis

 

Policrisis

El mundo sometido a la policrisis no es estático, está vivo: su crisis modifica su entorno, y su entorno modifica los términos de la crisis.


 

·         JESÚS E. MAZZEI ALFONZO

20/03/2025 05:01 am



Reciente término y muy de moda, en las actuales estudios y reflexiones de las relaciones internacionales, está produciendo un debate no sólo intelectual, sino político con ramificaciones en otras dimensiones o esferas del conocimiento, como las ciencias económicas, la sociología y los estudios internacionales.

 
Fue efectivamente, acuñado por primera vez por Edgar Morin, en 1993 y desde hace unos años, está en el tapete de los debates de los círculos económicos, políticos, quién palabras menos palabras más lo definía en su obra terre patrie “…Morin define la policrisis como una situación en la que "crisis interconectadas y superpuestas" adoptan la forma de un "complejo interdependiente de problemas, antagonismos, crisis y procesos incontrolables" que forman "la crisis general del planeta". Esta visión es muy distinta de lo que en economía se conoce como "crisis sistémica", es decir, una crisis que desestabiliza todo un sistema, pero cuyo punto de partida es un choque único e identificable. En este último caso, la espiral de crisis puede detenerse si se logra contener el contagio. Esta es la lógica que ha regido la gestión de crisis desde 2008, sin éxito.

En cambio, en una crisis múltiple, este tipo de contención no es posible, porque la crisis forma parte de una cadena de acontecimientos tan compleja que resulta imposible detenerla. Más aún, como hemos dicho, porque las soluciones propuestas dan lugar a nuevos problemas que extienden el contagio a otras zonas. El mundo sometido a la policrisis no es estático, está vivo: su crisis modifica su entorno, y su entorno modifica los términos de la crisis.

Aunque en su momento no se describió como una policrisis, la crisis financiera de 2008 ilustra cómo las "soluciones" pueden convertirse en "problemas". Esta crisis desencadenó una sobreinversión en China que salvó a la economía mundial del desastre, pero condujo a una sobreproducción de acero y hormigón, en particular, que agravó la crisis climática. Al mismo tiempo, esta recuperación china provocó una reacción en Estados Unidos, llevando al poder a Donald Trump, pero también una crisis de sobreproducción de la que China solo pudo salir a costa de una burbuja inmobiliaria que estalló en 2021. Cada solución abría una nueva crisis, provocando una desestabilización global. Nos encontramos pues, en un contexto y ante un reordenamiento de las relaciones internacionales tan significativo como el de 1989, 1945 o 1919.

El pensamiento de la complejidad se desarrolló mucho en el mundo anglosajón en las décadas de 2000 y 2010, sobre todo en el campo de la historia. Las interacciones e interdependencias adquirieron tal importancia que el más pequeño grano de arena podría perturbarlo todo y provocar un colapso generalizado, a través de una serie de crisis que se alimentaban unas a otras. "Cuanto más complejo es un sistema, más probabilidades tiene de colapsar", resume el historiador Brandon Drake…”

 

En efecto, la policrisis es, además, la conceptualización de que la sociedad internacional, la estructura internacional, de nuestros días se enfrenta a una serie de crisis interconectadas que amenazan el orden, la estabilidad y el bienestar en múltiples niveles ( crisis climática, pandemia, invasión de Rusia contra Ucrania, la emergente guerra comercial, iniciada por la política aislacionista y proteccionista de Trump, el incierto cambio político América Latina inacabado que se debate entre un autoritarismo marxista cavernario y una democracia más fluida y participativa de verdad y no de discurso manipulador, en el siglo XXI, después del proceso de redemocratización de los años 80, donde países como Venezuela fue líder, hoy teniendo una democracia en crisis y sin rumbo democratizador en el porvenir, sino todo lo contrario, el robustecimiento de una autocracia cada vez más cerrada y no una democracia competitiva, pluralista y abierta, las limitaciones de las tregua entre Rusia y Ucrania y el impacto en la economía mundial de la errática política de aranceles de Trump).

El concepto de policrisis pues, se refiere precisamente a esta realidad. Incide en una conjunción de riesgos globales que incluyen el cambio climático, las pandemias, la inestabilidad económica, los conflictos geopolíticos y los desplazamientos masivos, entre otros. Estas crisis no son fenómenos aislados, son interdependientes, articulados y ocasionan impactos que se amplifican y retroalimentan de manera impredecible, reflejando la intrincada red de causas y efectos, que caracteriza a un mundo interconectado aún más por la revolución tecnológica en la Tics y la evolución del modo de crecimiento del capitalismo entrando casi en la tercera década de este siglo XXI.

Sostenemos pues, desde este artículo que es una aproximación desde la lógica de la complejidad, como debe verse la totalidad y el sistema internacional con articulaciones e interconexiones complicadas cada vez un enfoque valioso para analizar y comprender la naturaleza de la policrisis e invito a un enfoque a considerar la dinámica no lineal, sino de múltiples conexiones de los distintos riesgos globales, la capacidad adaptativa del sistema internacional y las interacciones entre las partes y el todo. Ello implica en última instancia abandonar las visiones teóricas reduccionistas del orden internacional ancladas en el racionalismo en Relaciones Internacionales, esto impactará en el debate de la teoría de las relaciones internacionales, como abordar los próximos debates en esta teoría que, como podemos observar se ampliará a nuevos temas que van más allá de los tradicionales, lo que ameritará del analista aguda capacidad de observación, desde el punto de vista estratégico y la puesta en la mesa de soluciones con visión a esos problemas complejos, en fin los retos que tiene un analista simbólica ante la nueva realidad cambiante y movible.

Por ejemplo, el Foro de Davos que, desde hace unos años, se dedica a analizar esta problemática, entre los diversos temas de la agenda de la reunión de esta cumbre. Hace, en ese sentido, un análisis de estos desafíos a largo plazo. Entre sus predicciones, señala que el coste de vida dominará los riesgos globales en los próximos dos años, mientras que el fracaso de la acción climática marcará la próxima década, la crisis demográfica vinculada al tema de la migración y su aporte no sólo al crecimiento vegetativo de la población, el aporte de nueva base laboral y el impacto en el freno del envejecimiento de la algunas sociedades.

Además, predice que las crisis de alimentos, combustibles y costes exacerbarán las vulnerabilidades sociales y que empeorarán los conflictos y los riesgos asociados a la ciberseguridad.

¿Y cuál será el colectivo más afectado? La infancia, como advierte el informe Prospects for Children in the Polycrisis de UNICEF. Un ejemplo lo encontramos en el aumento de precios, que impacta dramáticamente en las familias más vulnerables; otro, en el cambio climático, cuyos efectos vivirán más intensamente las generaciones futuras. Sin embargo, aún podemos dar la vuelta a esta década que se presenta sombría, cambiando la forma de gestionar sus desafíos internacionales.

El informe de UNICEF propone, en primer lugar, invertir en la previsión y la gobernanza anticipada de riesgos futuros. En segundo lugar, llevar a cabo cambios sistémicos en la gobernanza de los bienes públicos y las instituciones internacionales, por ejemplo, en la infraestructura sanitaria, los sistemas alimentarios y energéticos, la arquitectura financiera global y la tecnología digital, por ello la propuesta de la ONU de pensar el futuro, en el caso de América Latina los dilemas del desarrollo qué modelo aplicar, que sea productivo, eficiente e inclusivo, menudo reto a la élites políticas, económicas, intelectuales, también de los organismos trasnacionales gubernamentales y no gubernamentales, estamos en una encrucijada.

Venezuela, bien gracias, ajena y alejada de estos debates y temas tan cruciales de nuestro tiempo, metida en una encrucijada en la que se debate el futuro del estado de salud de su democracia y perspectiva y no se inserta en estos debates y temas, gobernada por una kakistocracia, que desea hacerse eterna en el ejercicio del gobierno del estado venezolano y sin alternancia política superponiendo el estado al partido y produciendo una perniciosa mutación.

En esta policrisis, nuestros países deben dejar socios necesarios y ser aliados estratégicos, como lo es el debate que se está dando en Europa en diferentes círculos, en este momento con la llegada de Trump al Gobierno y se está planteando una reimaginación de las relaciones de estos, con los Estados Unidos, por ejemplo. Vivimos un crepúsculo, de la interdependencia, de la cooperación internacional.

Finalmente, como diría Joseph Nye, en reciente artículo ”…De hecho, todos los países se verán afectados, porque las relaciones entre los Estados y otros actores transnacionales importantes están interconectadas. Un orden internacional se basa en una distribución estable del poder entre los Estados, normas que influyen en la conducta y la legitiman, e instituciones compartidas. Un orden internacional determinado puede evolucionar gradualmente sin que ello conduzca a un cambio paradigmático claro, pero si la política interna de la potencia preeminente cambia demasiado radicalmente, todo está perdido. Como las relaciones entre los estados varían naturalmente con el tiempo, el orden es una cuestión de grado…”

jesusmazzei@gmail.com

 

jueves, 13 de marzo de 2025

HIPOCRESÍA DEL LIBRE COMERCIO. Una perspectiva desde el MAGA y 2025.

 

HIPOCRESÍA DEL LIBRE COMERCIO. Una perspectiva desde el MAGA y 2025.

Eduardo Ortiz Ramírez



Algunos, entre los 70 y los 80, llegaron a considerar que aquellas tendencias hacia el liberalismo o neoliberalismo podían convertirse en su contrario; esto es, la reaparición del mercantilismo, ya conocido por la humanidad y distintos analistas. Pues pareciera que, hacia eso o –algo relacionado- vamos. Hoy día un presidente de una nación con poder económico y que siempre, en recientes décadas, promovió la apertura y el libre comercio, es capaz decir: si suben aranceles en 200% también se los subiremos en tal porcentaje.

Algunas de las hipocresías presentes en los procesos comerciales de los últimos 70/80 años, es que el comercio nos beneficia a todos o que los procesos particulares  de negociaciones comerciales para fomentar la integración no perjudican a los otros. Y no es cierto, ni lo uno ni lo otro. La integración,  la conformación de bloques comerciales siempre se hacen para buscar fuerza y con el condimento de la discriminación para los otros. Ha sido el gran invento para neutralizar la Cláusula de la Nación Más favorecida (NMF) del acuerdo Multilateral del GATT/OMC. Recuerdo al notable profesor Guillermo Márquez, y a pesar de todo su conocimiento del Comercio, decirme un día: “pero todo esto tiene como fin el Libre Comercio”. En los hechos se ha demostrado que no es cierto. No es válido decir, según la evolución y los hechos vistos que estas son temporalidades derivadas de una presidencia particular, en alguno que otro país. Habría que preguntarse, si más bien no conforman tendencias seculares de las naciones y del comercio en particular, que ha generado tantos desafíos como los que generaron las Leyes de Granos para David Ricardo.

Comenzando los años 50 y después de la segunda guerra las naciones se dedicaron a negociar a través del GATT por medio de Rondas Globales y Ministeriales, como la difícil Ronda Uruguay finalizada en 1994 con la conformación ya de OMC y del organismo que controlaría supervisaría los Servicios, y la aparición del Código de Salvaguardas, entre otros resultados. Reuniones más reuniones menos, avances en propiedad intelectual y exigencias hacia China y otras naciones, hasta que por fin esta nación en 2001 se incorporó al inicio de la Ronda Global siguiente, (la Ronda Doha, hoy día con fracaso de sepultura para el entusiasmo de variadas negociaciones). Pero en determinadas circunstancias, se ha visto que, no bastan demostraciones ni entusiasmos para evitar que las cosas se sigan deteriorando.

Todo el entusiasmo, las fuerzas y los errores contenidos en el Informe del Banco mundial de 1987 que buscaba impulsar reformas en el mundo en desarrollo, desde donde junto a UNCTAD se estimularon reformas comerciales que, decían algunos, buscaban era pagar la deuda externa de naciones como las de América Latina, no bastaron. No bastó el entusiasmo ni las iniciativas para conformar el Grupo delos 20 o los BRICS de hoy, para que el poder económico real diera al traste con políticas e iniciativas que buscaron desarrollar la apertura y el uso irrestricto de aranceles con bajos niveles en el mundo desarrollado y de manera novicia en América Latina,  como resultado de las reformas comerciales, tanto que, hasta Grupos en Chile, plantearon que estaban listos para el arancel 0.

Claro, todo esto, de todas maneras, le pasaba por encima al hecho de que las barreras no arancelarias, donde los países desarrollados llevan la batuta, habían -y han- pasado a controlar buena parte de comercio mundial. También se le pasaba por alto a que mientras tales países hacían esto, al mundo en desarrollo se le predicaba que solo se usaran aranceles y mucho cuidado con meterse en el campo poco ortodoxo de la Barreras no arancelarias, que como dijimos los lleva a ellos –a los países desarrollados- adelante.

Pero aun no era suficiente nada de esto, medido como asimetrías, inequidades o diferencias notables en lo que se le permite y no se le permite a unas u otras naciones. Visto así, tuvo que venir el presidente Trump en su segundo mandato, a decir claramente con el MAGA,  la necesidad de que tal nación vuelva a ser lo que fue. No importa que con ello se irrespeten acuerdos comerciales como El TLCAN/T-MEC y que se remueva en la tumba a Bela Balassa. No, a pesar de los efluvios comprensivos de la Presidenta de México y los realismos del Presidente de Canadá, aquel Presidente ha violentado el respeto a un Acuerdo de Libre Comercio. Claro, esto le importa muy poco a la Plutocracia que hoy dirige aquella nación.

 Así, la teoría se ha retraído para algunos, y los entusiasmos sobre apertura y libre Comercio, y ni que decir sobre Regionalismo Abierto, se han presentado como reales hipocresías y entusiasmos engañosos a la luz de variadas acciones. ¿Qué le depara el mundo al Comercio internacional? Ya veremos más adelante.

 

13 de marzo de 2025

@eortizramirez

eortizramirez@gmail.com

lunes, 10 de marzo de 2025

El futuro del orden mundial

 

https://www.project-syndicate.org/commentary/future-of-world-order-second-trump-presidency-american-decline-by-joseph-s-nye-2025-03/spanish

El futuro del orden mundial

Mar 4, 2025JOSEPH S. NYE, JR.

CAMBRIDGE – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sembrado serias dudas sobre el futuro del orden internacional de posguerra. Recientemente, en discursos y votaciones en las Naciones Unidas, su administración se ha puesto del lado de Rusia, un agresor que lanzó una guerra de conquista contra su vecino pacífico, Ucrania. Sus amenazas arancelarias han suscitado dudas sobre las alianzas de larga data y el futuro del sistema de comercio global, y su retirada del acuerdo climático de París y de la Organización Mundial de la Salud ha socavado la cooperación frente a las amenazas transnacionales.

1.      

La perspectiva de un Estados Unidos totalmente desvinculado y centrado en sí mismo tiene implicancias preocupantes para el orden mundial. Es fácil imaginar a Rusia aprovechando la situación para intentar dominar Europa mediante el ejercicio o la amenaza de fuerza. Europa tendrá que mostrarse más unida y asegurar su propia defensa, aunque el respaldo estadounidense siga siendo importante. Del mismo modo, es fácil imaginar a China afirmándose más en Asia, donde busca abiertamente el dominio sobre sus vecinos. Esos vecinos seguramente habrán tomado nota.

De hecho, todos los países se verán afectados, porque las relaciones entre estados y otros grandes actores transnacionales están interconectadas. Un orden internacional se basa en una distribución estable del poder entre los estados; normas que influyen en la conducta y la legitiman, e instituciones compartidas. Un orden internacional determinado puede evolucionar gradualmente sin dar lugar a un claro cambio de paradigma. Pero si la política interna de la potencia preeminente cambia demasiado radicalmente, todo se acaba.

Dado que las relaciones entre los estados varían naturalmente con el tiempo, el orden es una cuestión de grado. Antes del sistema estatal moderno, el orden se imponía a menudo por la fuerza y la conquista, que tomaba la forma de imperios regionales como China y Roma (entre muchos otros). Las variaciones en la guerra y la paz entre imperios poderosos eran más una cuestión de geografía que de normas e instituciones. Como eran contiguos, Roma y Partia (la zona alrededor del Irán actual) a veces se enfrentaban, mientras que Roma, China y los imperios mesoamericanos no lo hacían.

Los propios imperios dependían tanto del poder duro como del poder blando. China se mantenía unida por sólidas normas comunes, instituciones políticas sumamente desarrolladas y beneficios económicos mutuos. Lo mismo ocurría con Roma, especialmente con la República. La Europa post-romana tenía instituciones y normas en forma de papado y monarquías dinásticas, lo que significaba que los territorios a menudo cambiaban de gobierno a través del matrimonio y las alianzas familiares, independientemente de los deseos de los súbditos. Las guerras solían estar motivadas por consideraciones dinásticas, aunque los siglos XVI y XVII trajeron guerras nacidas del fervor religioso y de la ambición geopolítica, debido al auge del protestantismo, las divisiones en el seno de la Iglesia Católica Romana y el aumento de la competencia interestatal.

A finales del siglo XVIII, la Revolución Francesa trastocó las normas monárquicas y las restricciones tradicionales que durante tanto tiempo habían sostenido el equilibrio de poder europeo. Si bien la ambición imperial de Napoleón fracasó, en última instancia, tras su retirada de Moscú, sus ejércitos barrieron muchas fronteras territoriales y crearon nuevos estados, dando lugar a los primeros esfuerzos deliberados por crear un sistema estatal moderno, en el Congreso de Viena de 1815.

 

El “Concierto de Europa” posterior a Viena sufrió una serie de trastornos en las décadas siguientes, sobre todo en 1848, cuando las revoluciones nacionalistas arrasaron el continente. Tras estas convulsiones, Otto von Bismarck lanzó varias guerras para unir a Alemania, que asumió una posición central poderosa en la región, reflejada en el Congreso de Berlín de 1878. Gracias a su alianza con Rusia, Bismarck consiguió un orden estable hasta que el Kaiser lo destituyó en 1890.

Entonces llegó la Primera Guerra Mundial, a la que siguieron el Tratado de Versalles y la Liga de Naciones, cuyo fracaso preparó el terreno para la Segunda Guerra Mundial. La posterior creación de las Naciones Unidas y de las instituciones de Bretton Woods (el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el precursor de la Organización Mundial del Comercio) marcó el episodio de creación de instituciones más importante del siglo XX. Dado que Estados Unidos era el actor dominante, la era posterior a 1945 se conoció como el “Siglo Americano”. El final de la Guerra Fría en 1991 produjo entonces una distribución unipolar del poder, que permitió la creación o el fortalecimiento de instituciones como la OMC, la Corte Penal Internacional y el acuerdo climático de París.

Incluso antes de Trump, algunos analistas creían que este orden norteamericano estaba llegando a su fin. El siglo XXI había provocado otro cambio en la distribución del poder, que habitualmente se describía como el ascenso (o, más precisamente, la recuperación) de Asia. Si bien Asia había representado la mayor parte de la economía mundial en 1800, quedó rezagada tras la Revolución Industrial en Occidente. Y, al igual que otras regiones, sufrió las consecuencias del nuevo imperialismo que las tecnologías militares y de comunicaciones occidentales habían hecho posible.

Ahora, Asia está recuperando su estatus de principal fuente de producción económica mundial. Pero sus recientes avances se han producido más a expensas de Europa que de Estados Unidos. En lugar de decaer, Estados Unidos sigue representando una cuarta parte del PIB mundial, como en la década de 1970. Si bien China ha reducido sustancialmente el liderazgo de Estados Unidos, no lo ha superado ni económica ni militarmente. Tampoco en términos de alianzas.

Si el orden internacional se está erosionando, la política interna de Estados Unidos es una causa tan importante como el ascenso de China. La cuestión es si estamos entrando en un período totalmente nuevo de decadencia estadounidense, o si los ataques de la segunda administración Trump a las instituciones y alianzas del siglo americano terminarán siendo otra caída cíclica. Puede que no lo sepamos hasta 2029.

 


JOSEPH S. NYE, JR.

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Joseph S. Nye, Jr., Professor Emeritus at Harvard University, is a former US assistant secretary of defense and the author of Do Morals Matter? Presidents and Foreign Policy from FDR to Trump (Oxford University Press, 2020) and A Life in the American Century (Polity Press, 2024).