EL PESO (COP) LLEGARÁ A CARACAS
EDUARDO ORTIZ RAMÍREZ
La afirmación del título de esta nota
no es originalidad de nuestra parte, sino expresión escuchada a un ciudadano común,
en un tránsito determinado. Es conocido desde hace tiempo el uso regular del
peso colombiano en la frontera occidental de Venezuela. Ello ha sido creciente,
con las reconversiones y la perdida de la significación del bolívar fuerte soberano y digital.
Correspondientemente y/o asociado a
lo anterior ello se vincula al desorden monetario/cambiario que, en Venezuela,
ha imperado a partir de una dolarización
chucuta e informal y sin significar ello que nos parezca adecuado ejecutar
una dolarización formal que, en general, no ha traído mayores resultados en los
lugares donde se ha implementado, y que además se ha tratado de países pequeños,
poco representativos en el producto y la población mundial o continental, según
los casos.
En Venezuela, sin embargo, tal dolarización ha sido satisfacción de portales,
analistas, gobierno formal de la administración bolivariana y ficticio de Guaido,
así como de agentes económicos que sacan pingues beneficios de transacciones y
gestiones diversas. Por lo demás, la política monetaria y la cambiaria han caído
así en simbolismos, acciones de último recurso y cualquier gestión digamos de paño caliente.
La presencia del peso colombiano en la
frontera y en varios estados del país corre así a sus anchas. Sin tratarse de un
gran descubrimiento o de una medición exhaustiva, recientemente la pudimos
observar extendida hasta el estado
Carabobo. Y ello tiene de base que no existen dos sino tres monedas en la
frontera y estados andinos: el peso
colombiano, el dólar y el bolívar digital, siendo este último el menos
representativo y el menos referido. Cálculos, máquinas y vocerías registran son
pesos colombianos y en segundo lugar $. Si se requieren pagos en bolívares hay
que volver a comenzar a hacer cálculos. Taxis, vendedores callejeros y expendios
comerciales y de alimentos diversos, todos están calculados en pesos. Para la añoranza
quedaron los momentos de nuestra infancia cuando percibíamos la fuerza del bolívar
y el menor valor en todos los sentidos del peso colombiano.
Valor nacional, seriedad por el uso
de la moneda local, sanciones si se usan otras monedas como pasa en general en
las economías del mundo, eso ha pasado a formar parte en Venezuela de los recuerdos
de acciones que regirán en otras partes pero no en las partes del territorio
nacional señaladas (y por lo demás sabemos que en otros lugares del territorio
nacional, existen otros mecanismos y monedas).
Mientras, a los extremadamente optimistas,
y los que en el desorden ven virtudes así como los que sacan abundantes
beneficios de tales situaciones, les seguirá pareciendo que aquí no pasan cosas
graves o que se va mejor así pues los agentes económicos van encontrando
caminos.
Realmente la naturaleza abre caminos
y lo seres vivos quizás sobreviven, en el caso del ser humano y la economía, a
veces abrirse camino supone destrucción de instituciones, valores y regularidades.
No sé para que sirva ya en nuestro
contexto la contundente frase del profesor Bernardo Ferrán “La moneda lo es todo”.
15 de
enero de 2022
@eortizramirez
eortizramirez@gmail.com
Exelente escrito es la mejor forma de ver nuestra triste realidad en los estados fronterizos yo pertenezco al Táchira y ya no sé cuánto valen las cosas pareciera que estoy en otro paus
ResponderBorrarGracias. Un saludo.
ResponderBorrarApreciado profesor. Gusto saludarlo. Excelente artículo. Soy, andino y doy fe que de Agua Viva en adelante hasta San Antonio y Ureña, Tachira, La Moneda de curso legal es el peso colombiano
ResponderBorrarGracias Profesor. Un saludo. EOR
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