lunes, 15 de mayo de 2017

AGRICULTORES Y PROFESIONALES DEL AGRO, LO QUE NOS FALTABA



Pedro Raúl Solórzano Peraza
Mayo de 2017


Acabo de leer una columna escrita por el Ingeniero Agrónomo Werner Gutiérrez Ferrer, incansable como siempre, denunciando las intenciones del militar Wilmar Castro Soteldo de entregar a empresarios colombianos 100.000 hectáreas de nuestro territorio, que fueron expoliadas a nuestros agricultores en los estados Guárico y Anzoátegui, para que siembren maíz, arroz, sorgo y soya. Posiblemente este funcionario, dominado por su incompetencia y su manifiesta estupidez, cree que en Venezuela necesitamos la creación de colonias agrícolas como las que se establecieron en el país durante la primera mitad del siglo pasado, y que han sido tan celebradas por venezolanos de varias generaciones debido a los grandes aportes que ellas significaron para el avance de nuestra agricultura, mayoritariamente rudimentaria en aquella época.

Estamos en el siglo XXI y gran parte de nuestros agricultores y profesionales del agro hemos tenido la oportunidad de viajar, estudiar, conocer suficientes adelantos tecnológicos, y de trabajar y modernizar nuestra agricultura a pesar de la crisis nacional de estos años. No voy a ser despectivo diciendo que los colegas colombianos no tienen nada que enseñarnos, así como creo que ellos tampoco lo harían con nosotros, pero gracias a los actuales desarrollos en comunicación, estamos en constante intercambio de ideas y conocimientos no solo con el sector del agro colombiano, si no prácticamente con los de cualquier parte del mundo.

Hasta hace poco tiempo, porque actualmente y afortunadamente eso ha experimentado un profundo cambio, muchos venezolanos no se mostraban conformes con sus costumbres y tradiciones y eran fácil presa de penetraciones extranjeras. Por ejemplo, en agricultura tenemos casos como el de “mínima labranza” que fue como originalmente conocimos la técnica de sembrar sin realizar labranza de los campos, y por influencia de Brasil, donde identificaban esa práctica como “plantio direito”, ahora nosotros la denominamos “siembra directa”. Otro caso es el de la “lechosa”, nombre tradicional venezolano de tan suculenta fruta, que ahora denominamos “papaya” como en el resto del mundo de habla hispana. O como el caso de los “invernaderos”, que ahora denominamos “casas de cultivo” por la influencia cubana de los años recientes.

Algo parecido a esos ejemplos, a menos que detrás de eso exista algún otro tipo de negociado, ocurre con esta intención del militar Castro Soteldo, con la cual expone su ignorancia, ya que si alguien sabe cómo hacer agricultura hoy en día en Venezuela son nuestros agricultores y profesionales del agro. Es inaceptable que se pretenda importar y apoyar agricultores y técnicos extranjeros, cuando tenemos el conocimiento suficiente y nuestros conciudadanos están ociosos en sus unidades de producción porque no disponen de los insumos básicos para llevar adelante sus cultivos, porque están de manos atadas en su deseo de contribuir con la producción de alimentos, en momentos cuando el hambre está invadiendo los hogares venezolanos ya que el gobierno es incapaz de apoyarlos como ahora pretende hacerlo con extraños.

Al régimen no le ha bastado con degradar nuestra soberanía territorial en el Esequibo; en la frontera colombiana donde los guerrilleros de ese país secuestran, cobran vacuna y literalmente han invadido nuestro país con el consentimiento oficial; con herir nuestro orgullo al favorecer a funcionarios cubanos para que ejerzan una medicina mediocre, para que controlen todo lo correspondiente a registros, notarias e identificación que es algo tan delicado; y más grave aún, con permitir que militares cubanos formen parte de nuestro otrora glorioso ejército y tengan la oportunidad de tomar decisiones trascendentales para nuestro porvenir; si no que ahora también quieren ofender a nuestros productores agrícolas y profesionales del agro, y continuar erosionando nuestro territorio con esta nueva intención de entregar parte de nuestros recursos naturales. Esto es lo que nos faltaba y tenemos que evitar que se cumpla.


Pedro Raúl Solórzano Peraza
Mayo 2017





No hay comentarios.:

Publicar un comentario