miércoles, 26 de febrero de 2020

LA CRISIS DE COVID19 NO DEBE SER NI PEKÍN NI WUHAN; ES BRUSELAS Y WASHINGTON Y AHORA!


LA CRISIS DE COVID19 NO DEBE SER NI PEKÍN NI WUHAN; ES BRUSELAS Y WASHINGTON Y AHORA!

Douglas Ungredda




Desde la alerta global sobre la crisis del Coronavirus, el mundo está lleno de especulaciones sobre los probables impactos de esta enfermedad. Hasta que las autoridades sanitarias mundiales no anuncien rápidamente la creación de una medicina eficaz, el mundo entero se verá sometido al riesgo de reacciones exageradas, brotes de racismo, histeria masiva, todo ello más perjudicial que la propia enfermedad. Este problema requiere mucha creatividad fuera de lo común y desplazar el foco de atención de Wuhan a Bruselas y Washington, dado el inmenso daño potencial que podría causar a los mercados financieros mundiales.
Este grave peligro comenzó a hacerse más evidente una vez que los casos confirmados de infecciones por COVID19 aparecieron ya en las regiones de Lombardía y Piamonte en Italia, que se encuentran entre las más desarrolladas del país, con conexiones de red con otras economías avanzadas del G7, lo que subraya la necesidad de una acción colectiva en este delicado asunto de manera eficaz y rápida.
La economía mundial es una red comparable a un sistema linfático en términos anatómicos. La detección de COVID19 en las regiones septentrionales de Italia es casi similar a un diagnóstico precoz de un tumor maligno en un sistema linfático. Los médicos entrenados saben muy bien lo que esto podría significar y el tiempo es esencial para abordarlo de frente.
Italia es una de las economías más importantes del grupo de países desarrollados del G7 y una economía muy endeudada en términos de su PIB (más del 100% de su PIB). Su prolongado retraso estructural, jurídico e institucional en el desempeño con respecto a los países de la zona del euro son elementos ampliamente reconocidos y comentados por los analistas del FMI. El último informe de la Consulta ART IV emitido por este organismo proporciona un diagnóstico detallado y exhaustivo de la economía italiana, de sus problemas y vulnerabilidades. De todos ellos, el más importante es su enorme deuda pública, hasta ahora financiada en gran parte por los ingresos de divisas procedentes del turismo y sus productos agrícolas de fama mundial. Sus monumentos, su gastronomía, sus tradiciones y sus bellos paisajes son elementos que contribuyen a la sostenibilidad de la deuda pública y las finanzas italianas. Este sector representa más del 40% del PIB de Italia.  Todos estos elementos implican que el foco de la crisis se desplaza de lo sanitario a lo financiero a medida que Italia se convierte en el centro de atención. La perspectiva de un impago de la deuda si la crisis sanitaria persiste se cierne sobre grandes y urgentes medidas de acción colectiva, o la crisis de la deuda griega parecería  un "ensayo formal".
Me imagino que se están llevando a cabo conversaciones entre el FMI, Bruselas y el Quirinale. La crisis sanitaria italiana, si no se domina, incendiara un polvorín de insostenibilidad que ya estára en primer lugar de prioridades para los planificadores italianos, aumentando aún más el alto costo de la enorme deuda de Italia. Sus efectos indirectos se sentirán en el resto de la zona euro y en el mundo. Esto requiere rapidez no sólo para contener a las personas infectadas o susceptibles, sino también para producir estrategias fiscales y mediáticas efectivas,  casi perfectas, para evitar un colapso.  El dólar estadounidense sufrirá una apreciación indebida de su moneda, acompañada de entradas de capital externo, sobrevalorando su moneda y sus bonos de deuda pública, tal como ocurrió durante la crisis de 2007. La apreciación real genera un crecimiento más lento, por lo que los Estados Unidos no saldrán ilesos y le conviene ayudar.
Al final, la crisis, como cualquier otra, podría venir con un resquicio de esperanza. Aunque de origen chino, la crisis de COVID19 se ha convertido en global y obligará al mundo entero a enfrentarse a ella y a trabajar colectivamente.  La Eurozona tiene una oportunidad de oro para fortalecer su posición e influencia, mientras que las autoridades italianas y los políticos de Cinco Estrellas/Lega Nord deben afrontar el hecho de que el tiempo de los juegos anti-Euro se ha acabado. Deben hacer enmiendas rápidas y urgentes si no quieren ser acusados, no sólo por sus electores sino por el mundo en general, de ser corresponsables de una catástrofe mundial, dadas las dimensiones planetarias de su ineficacia.  
Dr. Douglas Ungredda
CEAP FACES UCV






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