domingo, 24 de mayo de 2020

EL DÍA EN QUE MI MADRE SALUDÓ A UNO DE LOS KENNEDY: MANERAS DE RESALTAR EL DESARROLLO PERDIDO.


EL DÍA EN QUE MI MADRE SALUDÓ A UNO DE LOS KENNEDY: MANERAS DE RESALTAR EL DESARROLLO PERDIDO.
EDUARDO ORTIZ RAMÍREZ


A finales de 1965 estudiaba 4to grado en la Escuela Nacional Agustín Aveledo, cerca del Liceo Luis Espelozin, ubicados ambos en las proximidades de la Avenida Sucre, que va desde Miraflores hasta la Plaza de Catia. Vivía cerca de la Escuela; incluso menos de una cuadra de distancia. Esa zona estaba habitada por nativos y por numerosas familias españolas trabajadoras, ordenadas y de buen vivir[1].

La Escuela era inmensa. Si bien no imposible, no es fácil que la iguale  o supere, en infraestructura, alguna de las más grandes del sector privado de la educación en la actualidad, y conozco varias de ellas. Tenía la planta y dos pisos adicionales (tres pisos estrictamente y todos albergaban salones operativos), tres alas digámoslo así, unos cuatro patios de receso, incluido uno realmente inmenso de formar, cantar el himno y gimnasia y receso para los más grandes, varias canchas incluidas en ellos, un jardín de infancia, un comedor inmenso y servicios médicos y odontología: todo funcionaba. Allí tuve maestros de primaria excelentes. Y en ella, sin populismos, ni demagogia, ni condicionantes, le ponían a uno vacunas, le sacaban documentos y lo tenían a uno encaminado hacia las metas del estudio.

Fue en esta Escuela donde mi madre saludó a Robert Kennedy, estrechándole su mano. R. Kennedy vino a Venezuela a finales de 1965 y anduvo como está reseñado en la prensa del momento por barrios y localidades[2]. Muy efusiva su presencia en aquellos tiempos, donde la izquierda latinoamericana quería tomar el cielo por asalto y en Venezuela con particularidades conocidas y tratadas[3]. Pero además su hermano, J. F. Kennedy, siendo presidente de los EE.UU. había venido a Venezuela en 1961, entre otras cosas en interés, se trataba del impulso de la Alianza para el Progreso. En 1963, este último fue asesinado y para 1965, la visita de R. Kennedy por si misma impactante por los elementos señalados, se asociaba a variados sentidos y objetivos políticos, pero sobre todo al interés de conocer más la región y los países por los que su hermano había tenido afecto y reconocimiento que, ahora, a él, le tocaba percibir en los avances más que proporcionales en lo que inicialmente se había planteado la Alianza para el Progreso.

Hay que recordar que la referida Alianza para el Progreso, había sido una iniciativa de los EE.UU. que, se preocupaba, por las posibles influencias de la revolución cubana, con muchas promesas en esos tiempos, en los restantes países de la región. Y algunas de sus iniciativas se remitieron a la creación de la infraestructura e industrias que podían considerarse básicas  para impulsar el crecimiento y el desarrollo y para lo cual se estipularon inversiones para la década en alrededor de unos Veinte mil millones de $. Detrás de ella estaban también las ideas del despegue de W. W. Rostow, cuyos planteamientos con las décadas han pasado a ser revalorizados pero, en aquellos momentos, algunos intelectuales latinoamericanos y economistas, las vieron como un plan más del imperialismo[4]. Resulta que si tenían utilidad e importancia.

Mariano Picón Salas el año1964, un año antes de la visita de R. Kennedy había registrado los avances a los que hacemos mención: “La reforma agraria, los doce mil kilómetros de carreteras asfaltadas que conducen de Paria hasta el Táchira, la Siderúrgica de Guayana, la imponente industrialización del país y la política educativa en los más variados niveles indican que se ha administrado bien. ‘Venezuela ya despega como avión veloz hacia el desarrollo’, decía, hace pocos días, al terminar un ciclo de conferencias, el eminente profesor Rostow”[5]. No era falso esto. Con estos avances y logros es que efectivamente pasa Venezuela a la década siguiente, permitiéndose un redondeo de casi dos décadas de avance rápido que tuvieron tres administraciones anteriores a la primera de Carlos Andrés Pérez (1974/1979) que por los incrementos en los precios del petróleo y opciones de política y abandono de la secuencia y la disciplina en cuanto al trabajo que se había presentado en las tres administraciones señaladas,  pasa a ser otra cosa.

En fin, cuando R. Kennedy visita a Venezuela, efectivamente la nación había avanzado económica e institucionalmente más aceleradamente que otras en la región (en infraestructura, salud, educación) y traía él consigo, toda la fuerza y soltura de una familia formada para el poder, como bien lo demostró en la secuencia y buen trato hacia los venezolanos que lo vieron y a los cuales se acercó. Una de las que se acercó y saludó por circunstancias y estar bien ubicada, fue mi madre Guillermina.


El día que Kennedy fue a mi colegio, en mi sección de cuarto grado realmente no nos enteramos, aunque observamos una ausencia no frecuente del maestro. Después nos enteramos que a pesar de la efusividad, todo se llevó de manera muy ordenada; dado lo grande del colegio y los numerosos grupos de clases o secciones se presentó una especie de contacto muy específico dentro del colegio, pero más bien se trató que el contacto de R. Kennedy se trasladó hacia la propia comunidad. El personaje visitante realmente fue recibido con gran efusividad y popularidad por parte de pobladores y comunidades tanto en mi colegio y sus alrededores como en otras zonas que visitó de la ciudad. Irradiaba facilidad de acceso e interés de contactar a los habitantes de las zonas visitadas. Tenía además todo lo que arrastraba de los Kennedy, incluido lo de su hermano asesinado como presidente.

Al salir del colegio nos enteramos ya de lleno y en mi caso, ya en la casa, encontré a mi madre tal cual hubiese visitado el reino de Narnia, informándonos rápidamente como había saludado, estrechándole la mano, a aquel visitante estadounidense que era, según sus palabras, un gran político estadounidense. Diría que, pasando los días, todavía se le sentía la efusividad. Tres años después la oí pronunciarse con pesar y sorpresa cuando se informó del asesinato de R. Kennedy, que había sido funcionario, senador y político estadounidense. Hoy día podemos medir lo impactante que fue esta 
visita y como nada de intenciones o voluntades contrarias, la pudo empañar.

Era Venezuela una nación prospera, con sus pobladores con un buen nivel de vida, en una proporción creciente, y que demostraría durante los años sesenta y todavía en los setenta que tenía un buen aprecio por la democracia, los valores de la educación, el orden y el trabajo. Así era reconocido y destacado en la región latinoamericana y en parte del mundo restante. A pesar de los izquierdistas, que no reconocían los logros alcanzados, de los agoreros y de incluso los efectos que acarreaba el rentismo, Venezuela iba camino al desarrollo. Pero a partir de allí (finales de los setenta) se empezaron a perder, en las cuatro décadas siguientes, los grados de desarrollo y las inclinaciones de la sociedad, alcanzadas  en cuanto a los valores señalados, durante cerca de las dos décadas de los sesenta y setenta. A eso se llama desarrollo perdido.

Cuando comenzó en 1999 la terrible administración bolivariana, sus líderes, sin mayores fundamentos señalaron y señalaron que los 40 años previos se habían perdido. Cosa no cierta. De lo que si no hay duda, contrariamente, es de los perdidos más de 21 años de sus ejecutorias.

24 de mayo de 2020
@eortizramirez
eortizramirez@gmail.com



[1] Puede verse Eduardo Ortiz Ramírez Los españoles de Catia Eduardo Ortíz Ramírez 28 septiembre, 2005. También en Eduardo Ortiz Ramírez https://www.academia.edu/37294852/ESCRITOS_DE_RECUERDOS_NOSTALGIAS_Y_SENTIMIENTOS._Eduardo_Ortiz_Ram%C3%ADrez.

[2] Ver El Nacional 1 de diciembre de 1965, pg. D-10, Oscar Lovera.
[4] Ernesto Che Guevara por su parte expresó rotundamente la crítica y negativa cubana en cuanto a la Alianza…, en la reunión de Punta del este en 1961. Ver Ernesto Che Guevara, Obra Revolucionaria  Ediciones Era México.
[5] Citado en Los Kennedy: visita de alianza POR Arturo Almandoz Marte. Prodavinci 22 de agosto de 2019. https://prodavinci.com/los-kennedy-visita-de-alianza/.


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