jueves, 18 de mayo de 2023

TRES TIPOS DE UNIVERSIDAD (EN EL CONTEXTO DE ELECCIONES UCV): LAS TRAMPAS DE LA TRADICIÓN.

 

TRES TIPOS DE UNIVERSIDAD (EN EL CONTEXTO DE

 ELECCIONES UCV):

 LAS TRAMPAS DE LA TRADICIÓN.


EDUARDO ORTIZ RAMÍREZ

 


Obviamente que el que se mencionen tres, atañe a una nota restringida a Venezuela y a su contexto actual. Para realizarla tenemos tres preceptos que señalamos. Uno primero que consiste en que, a medida que ha avanzado la campaña electoral en la UCV, percibimos más claramente que los continuistas, no son solo aquellos que quieren permanecer en el poder administrativo de la institución y con resultados además poco exitosos, sino también los que quieren seguir reproduciendo el mismo tipo de Universidad o la del ahora-aquí, digámoslo de esa manera. Uno segundo que la tradición, al vincularla a la cultura como manera de hacer las cosas, puede esconder sus tragedias. Y, uno tercero, que me siento autorizado por el profesor Víctor Rago -uno de los candidatos a Rector- a pronunciarlo, en su expresión en algo así como que la esencia de la Universidad es el debate.

El primer tipo de Universidad (en UCV, digamos, y para el contexto de unas décadas a acá) es la que tenemos, resultado de la crisis -ya manifiesta en los años noventa- económica y política nacional y cuyo llegadero ha coincidido con la segunda parte de la Administración Bolivariana –más de 10años digamos- y, adicionalmente,  con la pandemia del Covid19, en donde la inadecuada ejecutoria de políticas públicas ha llevado a esta especie de atolladero económico que, junto a la alteración voluntaria e involuntaria del modelo rentista, necesitará más o menos una generación, con adecuadas políticas para volver a ver cosas que eran normales en la vida regular de los venezolanos. Así de grande es el daño.

El primer tipo de Universidad es lo que existe actualmente,  y algunos, con sus vínculos dentro de la UCV y hacia afuera de ella, quieren seguir con tal estructura institucional, resaltando registros y ser patrimonio de la humanidad, esté como esté. Esa es la esencia más rotunda del continuismo y de aquellos vinculados al mismo.

El segundo tipo de Universidad, es el de aquellos que resaltan lo que puede llamarse la tendencia universal de las Universidades,  buscando permanentemente la verdad,  siendo un escenario de discusión y planteando exigencias en distintas instancias de la misma. Pero cuyos principios, sobre el financiamiento, son similares  a los manejados en el primer tipo de Universidad que resaltamos. Esto es. El Estado está obligado a financiar y a brindar todos los apoyos y financiamientos necesarios. Es obvio que así tiene que ser, si no se transforman percepciones, procedimientos y rendimiento de cuentas a lo interno de la propia Universidad y no se generan ingresos propios bien reglamentados/supervisados  y que puedan rendir frutos no solo para las autoridades sino también para profesores y trabajadores, aunque aquellos no sean la mayor parte del financiamiento para el funcionamiento necesario de la institución; y que este se pueda componer de Financiamiento público + Ingresos propios + Financiamiento de agentes privados nacionales + financiamiento internacional vía acuerdos o cooperación; donde el financiamiento público siga siendo el fundamental.

 En este contexto, otros, y nosotros mismos, ponemos nuestro esfuerzo y dedicación aunque ya mismo nos pudiéramos dedicar a otras cosas. Realmente en el contexto de la  actual administración nacional son muchas las dificultades que seguirán saliendo y numerosas las peticiones que se seguirán ejecutando. Y, difícilmente, esta última, cederá en variados terrenos, por más voluntarismo negociador que pueda existir, pues ahora se trata de una viciosa situación económica y de desempeños humanos e institucionales  a los que llevaron al país la ideología y las políticas conocidas. Tendrá que venir otra administración, de sesgo diferente, que pudiera aceptar este tipo de propuesta y el modelo de financiamiento que heredó el primer tipo de Universidad del modelo rentista que la creó y que se mantiene en la propuesta del segundo tipo de Universidad por la fuerza de la tradición. Pues este último modelo, difícilmente,  y menos aun rápidamente, volverá a crear la mismas condiciones que al parecer están presentes en las peticiones de los que piensan en un segundo tipo de Universidad.

Para tener un tercer tipo de Universidad, será necesario que cambie la administración nacional y sus voluntades y particularidades, sobre lo que crea la administración  deba ser la Universidad. Pero también debería cambiar la manera de participar y las percepciones que varios tienen sobre el financiamiento universitario, los mecanismos de control y la colaboración y participación de sectores de la población que se benefician de la formación de recursos humanos,  a pesar de los altos niveles de ingreso de estos últimos, como se presentaba de manera regular en los años sesenta a los ochenta, donde tales sectores se beneficiaban de la educación pública.

Lo que decimos entonces, es que el primer tipo  y el segundo tipo de Universidad, con continuistas o sin ellos, están basados en una especie de modelo rentista de educación que no termina beneficiando sino a la destrucción del sistema educativo universitario, que año a año aumenta su nivel de deterioro en infraestructura, dotación de recursos, nivel de vida del profesorado, ficción en las becas otorgadas y un sin número de aspectos. Habría que preguntarse si al cambiar la administración nacional esta va a satisfacer fácilmente todas las peticiones que hagan las Universidades y va a aumentar el nivel de vida de los profesores, en un contexto nacional donde iguales cantidades de trabajadores de otras áreas del sector público, tienen similares  alteraciones en los niveles de vida.

No existe claridad plena sobre este escenario. Pero las trampas de la tradición llevan a que se cometan los mismos errores y otros nuevos.

 

18 de mayo 2023

@eortizramirez

eortizramirez@gmail.com

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