Cambiar la calidad
del crecimiento económico (II)
Por César Andrea
Pérez
Junio de
2023
Las
economías deben crecer a los fines de proveer bienes y servicios a la
población. La capacidad de expandir bienes y servicios que se producen, y la
evolución positiva de las condiciones de vida en una economía, es lo que se
entiende por crecimiento económico. Se exige que las tasas de crecimiento
económico superen el crecimiento poblacional, con el fin de garantizar bienes y
servicios a las actuales y nuevas generaciones.
El
crecimiento económico se puede ver como un ingreso, por ende, diferencias en los
niveles de crecimiento sostenidas a largo plazo, resultan en diferencias en los
niveles de ingreso per cápita (Sala i Martín, 1999), es decir, los incrementos
en las tasas de crecimiento deberían traducirse en incrementos en los niveles
de vida.
En ese contexto de crecimiento económico, los
gobiernos y los hacedores de política
económica se debaten con el objeto de alcanzar tasas de crecimiento
económico positivas, pues además de ser uno de los objetivos de política
económica principales para incrementar el ingreso, empleo y bienestar, es de
los indicadores macroeconómicos más utilizados en el mundo, el cual da señales
de la salud económica de un país o región. Es común leer en los medios impresos
y electrónicos, “se estima que el PIB crezca en 3,5%; la actividad económica se
redujo en el cuarto trimestre” u otros.
Ahora bien, los debates en torno al crecimiento
económico no son nuevos. En la década de los ochenta, Gro Harlem Brundtland,
primer Ministro Noruega por varios períodos, presidió la Comisión de Medio Ambiente
y Desarrollo de la ONU entre los años 1983 y 1987. Brundtland fue encargada de crear
una comisión que tenía como fin elaborar un informe que diera respuesta a las
preocupaciones por el deterioro de la capa de ozono, el calentamiento global,
la pobreza, la desigualdad y otros problemas medio ambientales vinculados con
el incremento de la población mundial y la industrialización.
El resultado de la Comisión fue la publicación en
el año 1987 del informe titulado “Informe Brundtland
o Nuestro futuro común”. En el mismo se generalizó por primera vez el
concepto de desarrollo sustentable, definido como aquél que “satisface las
necesidades de las generaciones presentes, sin agotar la posibilidad que las
generaciones futuras satisfagan sus necesidades”. Este concepto de desarrollo
inició con este informe y en el mismo se definen las políticas para la
consecución del desarrollo sustentable.
Por su parte, en el crecimiento
económico, convergen una serie de procesos de producción, flujos, distribución,
consumo, inversión, circulación, exportación, importación, gasto, entre otros,
que dan como resultado el valor final de la producción de bienes y servicios
expresados en valores monetarios. Comúnmente este proceso de denomina Producto
Interno Bruto. La literatura económica, reseña una variedad de modelos de
crecimiento económico, como el enfoque neoclásico y el de crecimiento endógeno.
Los resultados más recientes destacan el desempeño del talento humano en el
crecimiento de las economías, es decir, el trabajo capacitado es la mayor
fuente de riqueza de las naciones. El PNUD llegó a afirmar que “la mayor fuente
de riqueza es la gente”
En el “Informe Nuestro futuro
común” se alertó sobre la necesidad de cambiar la calidad en la que se estaba
creciendo. Las economías no solo deben crecer. Debe revisarse la calidad del
crecimiento.
La calidad del crecimiento requiere
cambio en el contenido del mismo, es decir, que el consumo de materiales y
energía sea menor y más equitativo sus efectos en todos los países. Existe un
consenso sobre la necesidad de la utilización de energías limpias y renovables,
así como la generación de políticas que apuesten hacia la consecución del
desarrollo sustentable.
Se exige que los resultados del
crecimiento económico sean justos y equitativos, es decir, las poblaciones
deben beneficiarse producto del crecimiento económico. En este ámbito es
prioridad las políticas públicas de distribución y redistribución del ingreso
producido. Ámbitos sociales como salud, educación, vivienda, alimentación,
vestido, calzado, energía, esparcimiento serán temas centrales que deben
garantizarse.
El crecimiento actualmente debe adaptarse a la economía circular para favorecer la sutentabilidad en el tiempo y así dar un granito de arena a lo que fué publicado por la ONU en el 2015 sobre la discusion de los obtetivos sustentables que se requieren cumplir segun la agenda para el 2030 de esta manera favorecemos nuestro entorno y el de michas personas a nuestro alrededor. Gracias por tu excelente opinión Econ. Cesar Andrea
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