miércoles, 29 de octubre de 2014

REACCIONES FÁCILES ANTE LA BAJA DE LOS PRECIOS DEL PETROLEO

Prof. Eduardo Ortiz Ramírez

Como sucede en el grupo familiar ante variaciones del ingreso fundamental, variados son los efectos que se albergan en Venezuela ante las disminuciones de los precios petroleros. Y en particular en Venezuela, como país exportador de petróleo donde existen considerables ataduras fiscales, cambiarias, de financiamiento, inflación y disponibilidad  de insumos y productos importados. Sucede también que los gobiernos venezolanos -en general y más aun la administración bolivariana- siempre reaccionan como gobiernos –en el sentido de su tozudez- aunque parezca necio afirmarlo. Pero además dado se ha desviado la nación del rumbo que la pudiera llevar al crecimiento y desarrollo perdurable y se ha acentuado la dependencia del petróleo en exportaciones y otros aspectos.

Así se ha presentado, nuevamente, ante las claras disminuciones de los precios del mes de octubre del año en curso -que se venían acumulando desde julio; (2010 72,69$ precio barril; 2011 mayor a 100$ promedio; 2012 103,42$; 2013 98.08$; 2014 94,01$; www.menpet.gob.ve y www.elmundo.com,ve 30/12/2011)- y ante las afirmaciones de representantes de otros países OPEP y analistas del mercado petrolero que han percibido que los venezolanos deben algo así como prepararse para desempeños con precios más bajos a los que se habían observado o que estas bajas no son de corto aliento, correspondientemente.  Del lado del oficialismo e incluso de economistas en funciones gubernamentales en la administración bolivariana pueden apreciarse opiniones variadas sobre el origen en la baja de los precios petroleros. La crisis mundial (Jesús Farías, precios del petróleo. Correo del Orinoco pág. 4. 20/10/2014), baja de la demanda, el manejo de inventarios y hasta estrategias económicas desestabilizadoras por parte de las fuerzas imperiales (expresiones literalmente usadas). En este último caso se aprecia que la intención es darle un jaque mate a la revolución bolivariana entre este año y el 2015.

También del lado de la programación del presupuesto del 2015 la posición de la administración bolivariana y del oficialismo es que el petróleo se consideró en 60$ en 2014 y nada más justificado que ante esta circunstancia del mes de octubre o de futuros meses, se vuelva a programar en los mismos 60$ (ilustración de la dinámica atinente puede verse en: Anabella Abadí.  5 Claves // El Presupuesto del Gobierno para 2015: ¿un ejercicio de ficción? www.prodavinci.com 22/10/2014). No debería, según esta posición, pasar la observación del pleno reconocimiento en cuanto a lo altamente precavida que habría sido la administración bolivariana trabajando con estas programaciones. En realidad, detrás de estas programaciones y manejos se encuentra el que los ingresos o el precio del petróleo sobre lo programado tiene una distribución y manejo como ingreso extraordinario.

Queremos destacar en esta nota tres reacciones de las que entendemos como fáciles en la sociedad venezolana o en la administración bolivariana ante la aludida y real baja de los precios petroleros. La primera atañe a aquellos que observan que le llegó el fin a la administración bolivariana. Según esta posición la administración no va a poder continuar cosechando simpatías, financiando su populismo o redistribuyendo sin criterio de escasez -como es una de las definiciones de este último-. Incluso en términos más rigurosos la propia administración encuentra fin –extendiendo este perfil-  a su proyecto de solo darles comida o casa de misión vivienda a sus simpatizantes o beneficiados. El entusiasmo en esta reacción fácil se proyecta a que, sea lo que sea que haya originado tal baja, es una suerte pues se acabará el festín. Una baja muy pronunciada y prolongada sería lo que podría producir o influir en resultados de tal naturaleza (ideas sobre efectos de una baja pronunciada pueden verse en Pedro Palma, Consecuencias de la baja del petróleo. www.analitica.com 22/10/2014).

La segunda reacción fácil viene del lado de la propia administración bolivariana y ya había sido planteada por el propio presidente Chávez ante posibles bajas de niveles precios que había alcanzado el petróleo en años recientes o de 2012 hacia atrás. Ella consiste en el señalamiento directo o indirecto de que podemos funcionar con el petróleo a 60, 70 u 80$ si consideramos los precios relativamente recientes de 100$. Esto es, si tenemos 10 mil o 20 mil millones de dólares  menos –según casos diversos de números a considerar- de todas maneras podemos funcionar bien. ¡Impresionante!. Esta reacción no es inmediatamente transparente a la discrecionalidad que está también presente -tal cual se indicó- en la idea del presupuesto con petróleo programado a 60$, pero con precios de 80 o 100$. Más aun, esta especie de amplio acordeón obvia que organismos como el Banco Mundial, con requisitos y procedimientos altamente exigentes solo en periodos largos terminan, en un conjunto vasto de proyectos y países, acumulando financiamientos de 10mil o 15mil millones de $.

La tercera de las reacciones que queremos ubicar como fáciles atañe a la que observa a esta rebaja de precios petroleros como meramente coyuntural o que ante gestiones de los afectados -como es el caso de Venezuela- en los escenarios internacionales (contando con que la OPEP ajuste la producción a la nueva situación del mercado) y en los nacionales, pudieran los precios volver a los niveles donde se encontraban o confluir hacia los 70 u 80$ por barril, por ejemplo. En el caso de los escenarios nacionales puede implicar esta posición que “Hay que rechazar el ajuste neoliberal, pero hay que introducir rectificaciones fundamentales; hay que golpear severamente la corrupción, el burocratismo, la ineficiencia, el maltrato a la población; hay que hablarle al pueblo chavista y al no chavista y aislar a la base social fascista” (Julio Escalona. Consejo de Seguridad, geopolítica del petróleo y la caída de los precios ¿Jaque mate al proceso bolivariano? www.aporrea.org 23/10/2014). El asunto clave en esta reacción que ubicamos dentro de las fáciles es actuar en los escenarios planteados y lograr un equilibrio en un nivel alto de precios aunque algunos de los factores considerados no sean manejables o no tengan ninguna trascendencia.
En estas reacciones destacadas, no observamos ninguna perspectiva de evaluación del uso y dilapidación  de la riqueza petrolera en la administración bolivariana pero tampoco de lo que con ella se hizo en administraciones anteriores donde aquella no siempre produjo los mejores resultados o se estuvo exento de fenómenos de corrupción y dilapidación de recursos en la democracia de partidos. Muchos agentes en la sociedad venezolana tienen responsabilidad en esto. La administración actual efectivamente desvió al país de una oportunidad en condiciones mejores que las actuales.

Un cambio de estrategia y de política económica, no sabemos en qué condiciones políticas (consensos, arreglos, elecciones) será necesario. Una posición más constructiva debería llevar a “…corregir las graves distorsiones que ha generado la prolongación de un régimen de cambios múltiples que luce totalmente agotado. No se trata de eliminar el control de cambios sino de unificar las distintas tasas en un sistema de flotación con bandas…” (Víctor Álvarez. ¿Cómo enfrentar la caída de los precios del petróleo para evitar una nueva devaluación? www.aporrea.org 20/10/2014). Estos asuntos y otros tan o más importantes son los que hay que corregir, más que buscar culpas en otros u otras naciones.


@eortizramirez

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