sábado, 13 de febrero de 2016

Entrevista a Dilio Hernández

Publicado en www.lanacionweb.com 

Política

“Este año se proyecta como la metástasis del modelo económico rentista populista”

Dilio Hernández. (Foto Tulia Buriticá)
Dilio Hernández. (Foto Tulia Buriticá)
“La posibilidad de un referéndum presidencial agrava la situación”. (Foto Tulia Buriticá)

“La posibilidad de un referéndum presidencial agrava la situación”. (Foto Tulia Buriticá)

“El 2015 lo habíamos pronosticado como un año crítico para la economía venezolana, tanto en sus variables microeconómicas como macroeconómicas, tal como efectivamente ocurrió, solo que la gravedad que habíamos estimado rebasó ampliamente los pronósticos, determinada por la negativa del Gobierno a tomar las medidas que la mayoría de los economistas recomendaron para afrontar la crisis y, lejos de ello, se insistió en supeditar lo político a la economía,  mantener una política cambiaria distorsionadora, una política monetaria inflacionaria, una política fiscal regresiva y una política comercial de puerto que acentuó los desequilibrios macro y microeconómicos,  disparando la inflación, la brecha fiscal, la deuda pública, el déficit de la balanza de la cuenta corriente y la balanza de pagos, la devaluación, pero sobre todo desestabilizó el aparato productivo nacional y pulverizó la capacidad adquisitiva del salario real” .

El análisis lo hace el economista tachirense y profesor universitario, Dilio Hernández,

del Centro de Investigación y Análisis Prospectivo (Ciap), destacando que a nivel externo, la economía venezolana se vio afectada por la aguda contracción de los precios del petróleo, “que como habíamos estimado se vería impactada por la contracción de la demanda y una sobreoferta de crudo a nivel mundial que empujaría los precios de la cesta venezolana por debajo de 50 dólares”.
—El promedio finalmente cerró entre 42 y 43 dólares, muy lejos del estimado del presupuesto nacional, que rondaba los 60 dólares. Este desplome de los precios petroleros significó una pérdida entre 500 y 800 millones de dólares por cada dólar que cedía el barril en el mercado internacional y como consecuencia, las finanzas públicas se derrumbaron entre 23.000 y 26.000 millones de dólares, mientras la política petrolera seguía atada al modelo político populista consumista y compromisos clientelares a nivel  internacional, explicó.

Modelo rentista, populista y consumista

Dijo que 2016 “se proyecta como la metástasis del modelo económico rentista populista, consumista, cuyas consecuencias económicas y sociales apenas están comenzando a asomarse  en un escenario de estancamiento y recesión jamás vivido en la historia económica del país, que harían del año 2015 solo la cuota inicial de un desastre económico sin precedentes, si no se toman los correctivos que amortigüen el colapso al que marchamos a pasos agigantados”.
—No obstante, hay que decir que el Gobierno no da señales de corrección de las distorsiones de la economía y, lejos de ello, insiste en eludir las verdaderas causas de la crisis y repetir recetas que la han agravado. De allí que las predicciones sobre el comportamiento de la economía venezolana no solo estarán sometidas a la incertidumbre de un mercado petrolero volátil,  sino además a los saltos adelante y atrás del escenario político de un año electoral que incluye la posibilidad de un referéndum presidencial, afirmó .

Para el economista, el comportamiento de las principales variables macroeconómicas seguirá mostrando el continuo deterioro que desde el año 2013 comenzó a evidenciar la inviabilidad del modelo rentista populista consumista. “El gasto público, principal motor del modelo, difícilmente soportará las crecientes necesidades de inversión social y económica con un presupuesto nacional (1,5 billones sin incluir endeudamiento) que, aunque representa el doble del 2015 en términos nominales, en términos reales será menor, afectado por un alto índice inflacionario, la brecha entre la tasa de cambio oficial y el mercado paralelo y los bajos precios del petróleo, principal fuente de divisas del país. El gasto burocrático, la ineficiencia del gasto público y los compromisos de la deuda pública limitarán el rol de esta variable en la reactivación de la economía y el mejoramiento de la inversión social. La crisis del gasto público se seguirá afrontando vía mayor presión fiscal interna. que aportará más del 70 % de los ingresos gubernamentales, principalmente IVA, Isrl y otros impuestos regresivos. así como mayor endeudamiento interno y emisión monetaria inorgánica”.

Modelo político clientelar

Señala Hernández que el déficit fiscal. que superó el 20 % en el 2015, continuará su carrera ascendente para ubicarse por encima del 25 % como consecuencia de la reducción de los ingresos y mayores requerimientos de gastos burocráticos. determinado por las necesidades del modelo político clientelar que tiene en las nuevas elecciones regionales y un posible referéndum presidencial su mayor detonante.
—El Gobierno seguirá insistiendo en atenuar el desequilibrio fiscal deslizando hacia el dólar Simadi, una mayor proporción de la demanda del dólar de 6,30 para disponer  mayor cantidad de dólares y cumplir los compromisos de deuda externa de los 20 diferentes tipos de bonos emitidos por la República y Pdvsa, por más de 10.000 millones de dólares. y más bolívares  por el diferencial cambiario para cubrir compromisos de la deuda interna, que supera los 223,3 mil millones de bolívares,  así como continuar con el financiamiento del déficit operativo interno de Pdvsa, acotó.

Precio de la gasolina

Destacó además que el aumento de la gasolina constituye otra herramienta para disminuir la brecha fiscal, que difícilmente podrá seguir posponiéndose por más tiempo, “el dilema es determinar el precio que tenga menos impacto inflacionario y que podría liberar unos 5 mil millones de dólares, si se comercializa a precio de costo nacional”.
—La deuda pública, que supera los 26.5000 millones de dólares, constituye una de las variables con mayor peso en el panorama económico del país dado el alto porcentaje que representa su servicio en el presupuesto nacional del 2016 (16,2 % cifras oficiales), seguirá su línea expansiva en un monto cercano al 10 %,  elevando el servicio de la misma en 68 % con relación al 2015, cuyo impacto incidirá negativamente en las necesidades de la economía interna, señaló.

Considera el experto en economía que el grueso de este nuevo endeudamiento descansará en el mercado interno, dadas las dificultades que tiene el país para acceder a los mercados internacionales, donde sus colocaciones se cotizan a menos de 40 % de su valor nominal, y tasas de interés que superan dos  y tres veces la del mercado normal y la hacen excesivamente onerosa para el país.
—La demanda interna, tanto de bienes de consumo final como de inversión, seguirá afectada por la drástica reducción de las importaciones, en una tasa promedio de 10 % con relación al 2015, tendencia que viene presentándose desde 2012, cuando alcanzó el tope histórico de 59,3 millardos de dólares. En el 2016 las importaciones difícilmente alcanzarán los 30 mil millones de dólares afectando significativamente la oferta de bienes y servicios de una economía que depende en más de un 75 % de este sector. El índice de escasez mantendrá valores superiores al 60 % en  productos básicos y  superará el 90 % en otros rubros, agudizándose el desabastecimiento y las colas para adquirir, no los bienes que se quieren sino los que se consiguen en un mercado con una oferta restringida. La caída del consumo se estima entre 8 y 10 %,  como consecuencia de la pérdida del poder adquisitivo del salario, advirtió.

Balanza de pago

Explica Dilio Hernández que la inflación, que alcanzó topes históricos superiores al 200 % en el 2015, cifras no oficiales, seguirá su dinámica alcista determinada por el exceso de oferta monetaria, que se expandió a un ritmo de 224 % entre 2013 y 2015, para alcanzar en este último año la cifra de los 3,06 billones de Bs, un 97 % más que en el año 2015.
—De mantenerse la política monetaria expansiva, la inflación pudiera alcanzar el 250 %,   aunque algunos organismos internaciones como el FMI la estiman en 500 %. La balanza de pagos se verá afectada por  la drástica reducción de los precios del petróleo,  cuyo promedio oscilará entre 30 y 35 dólares el barril, esto significará entre 12,5 y 25 % inferior a lo estimado en el presupuesto nacional  (40 dólares), con una pérdida  neta de 500 a 800 dólares por cada dólar que disminuye la cesta del crudo. Los ingresos petroleros oscilarán entre 30 y 35 mil millones de dólares, con poco margen de maniobra, dado por una oferta estancada y pocas posibilidades de incremento por la debilidad de la industria nacional tanto en inversión como en capacidad productiva, señaló.

Pronostica que  la balanza comercial  seguirá mostrando un signo negativo, al igual que en el año 2015, superando los mil millones de dólares y el saldo global de la balanza de pagos puede alcanzar un saldo deficitario  sin precedente, con graves repercusiones en la economía nacional.
Augusto Medina

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