El propósito de Alberto Adriani,
formación y vigencia
Hoy, como ayer, podemos hablar de una innovación en el estado del arte
en el enfoque por parte de los analistas simbólicos en diferentes áreas.-
JESÚS E. MAZZEI
ALFONZO
11/08/2022 05:00 am
Ayer miércoles se cumplió el 86 aniversario, del
fallecimiento de este insigne venezolano uno de los pensadores y actores, más
importante de inicios del siglo XX, el acercarme al pensamiento de Alberto
Adriani Mazzei, fue algo relativamente fácil primero, fue impulsado por razones
familiares (fundamentalmente mi abuela paterna Isolina Berti Provenzali), luego
paralelamente, en el estudio en pregrado de la disciplina de economía en sus
aspectos teóricos y del desarrollo de la economía contemporánea venezolana, en
la Escuela de Estudios Políticos, de la Facultad de Ciencias Jurídicas y
Políticas, de la Universidad Central de Venezuela, y posteriormente, bajo el
influjo del mi querido maestro y profesor, de Historia de las Ideas Políticas,
Diego Bautista Urbaneja, me abrieron la ventana para leer en el horizonte su
obra, estudiarla y profundizar en su pensamiento, que aprimore más, en mis
estudios de postgrado, en comercio exterior y economía internacional
posteriormente. Hoy, le rendimos un sincero homenaje a este ilustre venezolano,
probablemente, el economista más completo de Venezuela en los primeros 60 años
del siglo XX.
Por otra parte, luego varios
autores venezolanos que estudiaron con sistematicidad y rigurosidad, el estudio
de su pensamiento, de su obra intelectual y del legado como hombre de estado y
gobierno que dejó, por una parte Asdrúbal Baptista, Armando Rojas, ambos en
sendas importantes introducciones en libros escritos dedicados a Adriani, el
primero, en la obra Labor Venezonalista, en su sexta edición
y el segundo en los Textos Escogidos de Adriani por la Biblioteca Ayacucho
(texto que recomiendo ampliamente y que se puede leer en forma digital).
Igualmente, el texto de Miguel Szinetár Gabaldón, escribió un importante
estudio clave para conocer su pensamiento: El proyecto de Cambio
Social de Alberto Adriani y Domingo Alberto Rangel, que publicó
hace unos años un texto inolvidable de una gran calidad humana sobre
Adriani: Alberto Adriani y la Venezuela que no pudo ser 2004,
además, de haberle dedicado algunos artículos de opinión en su columna
mantenida en los años 80, aquí en el diario El Universal,
fueron en síntesis; las lecturas que me permitieron profundizar en la
compresión del pensamiento de Adriani, que invitó a los jóvenes venezolanos a
leer y estudiar a este primer estadista venezolano del siglo XX y con sobrada
auctoritas.
Así las cosas, el paso de una
sociedad globalizada como la que le toca vivir a él a una sociedad globalizada,
como la del presente, tiene una diferencia sustancial con anteriores procesos
globalizadores, el cual ha evolucionado dentro del sistema capitalista
industrial y es el componente diría fundamental que caracteriza este sistema
globalizado, es el conocimiento intensivo, que en aquel entonces no era
determinante en la creación de valor simbólico.
También está su complejidad por
la pluralidad de relaciones que se dan entre sus componentes, por la pluralidad
cuantitativa de sus diversos componentes, esto es sus diversas dimensiones y
las relaciones que se dan entre lo interno y externo de las relaciones entre
los estados, actores individuales, corporaciones etc.
En tal sentido, el valor de
los productos simbólicos, la producción localizada en diferentes áreas, con una
integración horizontal de las diferentes organizaciones multinacionales y
complejos estatales y no estatales y empresariales, plantean un sistema
internacional con diferencias sustanciales y se entrelaza con proceso
anteriores que son similares, pero diferentes son ellos: la internalización y
la transnacionalización.
En ese sentido, el impacto
más inmediato de la globalización en el sentido común, es que estamos en un
nuevo proceso histórico central y cambio de época caracterizado por profundas
transformaciones estructurales, en los presupuestos, criterios, y certezas
básicas, en los paradigmas a partir de las cuales organizamos nuestra
existencia individual y colectiva para actuar en el mundo, visualizando la
construcción de nuestra subjetividad individual y colectiva en un proceso de
interacción e interrelación compleja con los sistemas sociales y naturales que
conforman el planeta, es un proceso multidimensional.
Alberto Adriani no cabe duda fue un analista simbólico adelantado a su tiempo y
espacio. El tipo de analista simbólico, y sobre todo el rol jugado por él como
economista en una Venezuela paupérrima y de escaso desarrollo intelectual, como
es aquella de inicios del siglo XX, luego de la muerte de autócrata Juan
Vicente Gómez, es indudable en lo que el aporto para la solución de los
diferentes problemas de la economía, la sociedad y el papel y rol del Estado
venezolano. Expreso que este individuo (actor socio-político), por los desafíos
que debe encarar, tenderá a ser un analista simbólico en términos como lo
utilizado por Reich Robert, un intermediador estratégico, un identificador de
problemas y, finalmente, un actor que resuelve problemas en el contexto en el
que se desenvuelve, es decir un individuo que tendrá que tener mayor capacidad
de respuesta a ciertas situaciones problemáticas más complejas, con una mayor
carga de incertidumbre.
Hoy, como ayer, podemos hablar
de una innovación en el estado del arte en el enfoque por parte de los
analistas simbólicos en diferentes áreas; de cómo analizar la venezolana y
economía mundial del aquel momento a inicios del impacto del petróleo en el
sistema económico, el enfoque del hecho internacional, ya que las mejoras
académicas, tecnológicas e institucionales han permitido un aggiornamento que
le ha permitido a los analistas simbólicos un mejor instrumental teórico y
metodológico para este objetivo y Adriani lo obtuvo con su formación
intelectual y de la experiencia organizacional adquirida, en la Unión
Panamericana.
Por eso, adentrase en el
estudio de la parábola vital de este insigne y ejemplar venezolano, es
interesante ya que es el primero que se aproxima a los estudios de las ciencias
sociales en una forma humanista, multidisciplinaria, y científica. Su paso por
Europa y en la División Agrícola de la Unión Panamericana, donde pasa casi tres
años, luego de una andadura de casi 10 años en el exterior, será fundamental en
su formación intelectual y de hombre público.
Adriani tiene una formación
intelectual en Ginebra de primer nivel académico ve la siguientes disciplinas:
Economía Política, Historia de las Religiones, Derecho Constitucional
Comparado, Historia de las Instituciones Políticas, Filosofía Moral, Sistemas
Políticos, Sociología y Economía Social, Pedagogía General, Elementos de
Derecho, Geografía Política, Finanzas Públicas, Historia de la Filosofía,
Historia General, Legislación Civil Comparada, Historia Económica, y otras
materias optativas que complementarán su formación universitaria y que como se
puede observar, posee un pensum completo y con una perspectivas
transdisciplinaria. Y que completo la formación que tuvo en la Facultad de
Derecho en sus estudios de Derecho, que no culmino.
Que hubiera expresado Alberto
Adriani, de la nueva economía de está desde aquellos lejanos años 20 e inicios
del 30, a la de hoy, en una economía dirigida por ministros de economía
carentes de formación económica y de auctoritas fundamentalmente, simples
políticos de formación partidista marxista-leninista, totalmente equivocados a
las nuevas realidades económicas locales y mundiales. Creo, por otra parte, que
quedaría asombrado por el estadio alcanzado de tecnificación y especialización
por el nuevo modo de trabajar, de competir, de comunicarse y transportarse, de
organizarse, por ello, y por la nueva ventaja competitiva que dependerá más de
las nuevas tecnologías de proceso y menos de las nuevas tecnologías del
producto, aplicado conocimiento intensivo, fuerte y poderoso en el sector de
los servicios, sector donde Adriani, fundamentalmente laboró y en el sector
primario, cuando trabajo en la empresa agrícola de la familia luego de regresar
en 1930.
El mejor homenaje a Adriani, hoy
al recordar el fin de su ciclo vital es tener como paradigma su formación y su
verdadero sentido patriótico con el país, sobre todo para la generación de
jóvenes en las áreas donde Adriani se destacó. Viva su ejemplo y memoria.
jesusmazzei@gmail.com
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