martes, 29 de noviembre de 2022

Éxodo, el caso de Venezuela.

 PEDRO RAUL SOLORZANO



Éxodo, el caso de Venezuela.

 

Éxodo es una palabra de origen griego, “exodos”, que significa salida y se asocia a la movilización de mucha gente o de pueblos enteros que salen de su ambiente tradicional hacia otros lugares. Cuando esos lugares de destino quedan fuera del país de origen de las personas que salen, el éxodo se convierte en emigración.

 

Los éxodos internos, que ocurren dentro de un mismo país, generalmente corresponden a lo que se denomina éxodo rural, el cual consiste en la movilización de gran cantidad de personas que se van de los campos a las ciudades buscando mejores condiciones de vida, mejores ofertas de empleo, más comodidades. Muchas veces la modernización de la agricultura conlleva a que se requiera menos mano de obra en las actividades del campo, y la gente decide probar suerte en las ciudades. Esa migración, ese éxodo rural, puede causar problemas en las ciudades, ya que generalmente ocurren de forma imprevista, creando caos en la infraestructura y los servicios de las ciudades.

 

Éxodo es el Segundo Libro de la Biblia en el Antiguo Testamento, el cual relata la época en que los hebreos eran esclavizados en el Egipto faraónico, y al ser liberados con la intervención de Moisés, inician el éxodo hacia la Tierra Prometida. Este éxodo permitió al pueblo israelita adquirir conciencia de su unidad étnica, filosófica y religiosa, a la vez que hizo de ellos un pueblo libre, con identidad nacional propia y provisto de ley.

 

Los éxodos de masas humanas hacia otros países diferentes a los suyos, las emigraciones, están ocurriendo en la actualidad con mucha frecuencia en todo el mundo, y sus causas principales son guerras, escasez de alimentos a causa de condiciones climáticas adversas, y gobiernos dictatoriales que limitan a tal grado las condiciones de vida de los ciudadanos, que los impulsan a emigrar.

 

Estos éxodos actuales son motivo de discusión mundial, por los problemas que pueden causar en la tranquilidad de los países receptores de esas muchedumbres. En muchos casos han motivado la revisión de los aspectos legales que tienen que ver con todos esos procesos migratorios.

 

En el actual año 2022, se estima que de Venezuela han emigrado en un éxodo masivo más de seis millones de personas, en una diáspora distribuida por todo el mundo, principalmente hacia otros países latinoamericanos, hacia los Estados Unidos de América y hacia la Madre Patria, España.

 

La diáspora venezolana del siglo XXI está representando un grave problema porque incluye una buena cantidad de profesionales, jóvenes, que están empobreciendo las posibilidades de desarrollo y de recuperación del país en su economía, salud y educación entre otros. Esos otros países, receptores de estas personas, son los que se enriquecen con las actividades de estos venezolanos, cuya formación profesional ha tenido un costo bastante elevado, especialmente cuando se incluyen estudios de posgrado en otros países.

 

Es necesario crear condiciones en el país para que esas personas regresen y puedan contribuir en el desarrollo de Venezuela, dispongan de suficientes recursos para realizar sus respectivas tareas que sean generadoras de riquezas materiales y sociales, y que se sientan justamente remunerados. Hay que favorecer que la diáspora venezolana regrese a sus querencias.

 

He vuelto a mi querencia original,

he vuelto a mi refugio natural:

 

he vuelto a ver el serpenteante río,

he vuelto a revolcarme en el pantano,

he vuelto a ver la flora de mi llano,

para quedarme he vuelto con renovado brío.

 

Que bello el rostro alegre de mi madre,

que bellos sus labios incansables:

 

labios que buscan llevar a mis mejillas

el calor de un afectuoso beso

como lleva el río en su reposo y embeleso

el fértil sedimento hasta su orilla.

 

Que placentero el silencio de la noche

iluminada por múltiples estrellas:

 

luceros que alumbran la noche campesina

como alumbra Dios con el sol cada mañana,

como escucha el ser muy dentro en sus entrañas

el canto incansable de la inquieta golondrina.

 

Que verdes los potreros infinitos

rodeados de alambradas y arboledas:

 

verde alterado por el brillo de las pieles

de las reses que pastan complacidas,

y por las garzas que sobre sus lomos erguidas

espulgan sus cuerpos cual amigos fieles.

 

Que atractivos los campos florecidos

con colores y aromas especiales:

 

es la blanquecina flor del estoraque agresivo,

es el amarillo intenso de la flor del cundeamor,

es del mastranto su inconfundible olor,

es de mi tierra su carácter posesivo.

 

Que excepcionales tus paisajes infinitos

adornados con recursos tan variados:

 

es el agua cristalina que fluye en manantiales,

es el color rojizo del sol vespertino,

es el concierto de las aves con sus trinos,

es el espectáculo de ver correr tus animales.

 

He vuelto a mi querencia original,

he vuelto a mi refugio natural.

 

 

Pedro Raúl Solórzano Peraza.

Noviembre 2022.

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