DISYUNTIVAS EN
EL TRANSPORTE
PÚBLICO
VENEZOLANO: dos dólares en una moto
EDUARDO ORTIZ RAMÍREZ
Definamos Transporte Publico (TP) como todo el conjunto de medios que
ciudadanos diversos usan para trasladarse a distintos lugares y actividades y
que son diferentes a los que siendo de su propiedad se consideran de uso
privado. En tal sentido, pueden ser gestionados por la administración o
gobierno de un país o por variados agentes privados o particulares. En dimensiones
adicionales, tales medios de transporte pasan a abarcar criterios de calidad y
costo del servicio, con los elementos de base de inversión y mantenimiento y,
hoy día, las complejidades de la problemática ambiental, el calentamiento
global, consumo de energías fósiles y su posible y ya real sustitución en
algunas naciones por los vehículos eléctricos o los no tripulados sino
controlados automáticamente por sistemas modernos y de complejidades algo distantes
de los grados de desarrollo alcanzados por algunas naciones de bajos niveles de
ingreso.
Si se asume la perspectiva oficialista de la administración bolivariana no hay
mayores problemas de TP pues la
nación, según esa perspectiva, está en camino y se convertirá en una tal que se
autoabastecerá de sus necesidades de autos, camiones, autobuses y repuestos respectivos
y lo cual ya ha tenido iniciativas como la del ensamblaje –que no ha sido tan
exitoso como se planteó en sus propuestas iniciales- de autobuses chinos de la
marca bastante conocida (Yutong)[1].
Los agentes privados que realizan TP,
por su parte, según tal perspectiva deben y pueden aprovechar el conjunto de
iniciativas que ha tenido la administración bolivariana en suministro de
cauchos, baterías y más aún combustible barato –cosa, esta última por lo demás
cierta y no por ello determinante de rumbos exitosos para el TP de tal tipo en taxis, autobuses o
autobusetes-. En el caso del Metro de
Caracas, según la misma perspectiva
oficialista, este no se salva de estar afectado por “conspiraciones
internacionales” y también locales, que alteran la “exitosa” marcha que
mantiene el sistema donde, por lo demás, no se observan políticos oficialistas
del caso y extrañamente algunos de oposición. No puede dejarse de mencionar la
gran solución que para la perspectiva en comento representan los transportes públicos
tanto en Caracas como en otras ciudades del país y también de distinto origen,
llamados “perreras” o de otras maneras, que encarnan alternativas incomodas,
peligrosas y nada eficientes, que no sean como opciones de ultima necesidad. El
día 20 de los corrientes el presidente NM inauguró el Terminal de pasajeros de la Guaira[2]
pero ello no representa solución, sino muy parcial, a lo que señalaremos. La perspectiva oficialista lo que
permanentemente nos indica es que, en este como en otros ámbitos, todo marcha y
marchará muy bien.
Lo que nos suministra una pasada
rápida por la perspectiva de la realidad del país en Caracas y ciudades
diversas, podemos comenzarlo por el manifiesto líder del TP en Venezuela que es indudablemente el Metro de Caracas[3], que atiende ya la zona de la Gran Caracas y está articulado al Metro de los Teques y al Ferrocarril de los Valles del Tuy. Descapitalización
en su recurso humano por retiro y migraciones, derivado de factores ambientales
de la empresa y del país, y bajos niveles de remuneración, entre otros
determinantes; deterioro de su estructura técnica en escaleras, vías, puertas de vagones o
vagones completos inservibles; desorden
manifiesto y falta de vigilancia e higiene; servicio suministrado sin
prácticamente ningún costo para el usuario a pesar de la campaña iniciada en
alrededor de septiembre de 2018 y retomada recientemente, aunque en ninguno de
los dos momentos han podido observarse visos de adelantos en un proceso de
restructuración o recuperación de la empresa, por mencionar algunos asuntos;
hacen de esta empresa, como señalan números usuarios, una tal a punto de dar
sorpresas preocupantes en cualquier momento. Por su parte, la realidad del transporte superficial es profundamente
aguda en su perfil de deterioro y/o de no mejoramiento. El lado oficial, que
atañe a los metrobuses ha venido
sufriendo un hondo deterioro. A lo interno de la empresa se oye a trabajadores señalar la desproporción entre
choferes (muchos) y unidades (pocas). El lado privado que atiende el TP tiene unidades autobuseras con más de 50 años y las nuevas, pero todas
sumadas son escasas para las necesidades de transporte, y que pudiesen ser decentes y eficientes.
Tampoco, sumados los numerosos autobusetes, permiten, incluso cuando funciona
el metro, tener un transporte de tales características y que no implique las
largas colas de parque del este o zona rental entre otras tantas paradas y sus
variados destinos. Uno de los problemas candentes es el valor del pasaje donde no existe una regularidad[4] y
a veces tampoco proporcionalidad entre unidad, calidad y destino, brindando al
usuario un alto costo del pasaje para sus niveles de ingreso, a la vez que una
permanente incertidumbre. Este sistema de transporte superficial ensombrece y
se encuentra en grandes embotellamientos cuando colapsa el troncal global del Metro de Caracas.
Complementando esa perspectiva de la realidad se tienen
los sistemas de transporte interurbano, según las ciudades y lugares y donde
existe también escasez de unidades y volatilidad en los pasajes con frecuentes amenazas de parte de los
oferentes privados del TP, de que
vendrán nuevos aumentos. Los propietarios de tales unidades y analistas del
caso, aunque pueden encontrar variadas justificaciones para los mismos, resulta
sin embargo que los permanentes y altos aumentos golpean considerablemente los
ingresos y el numerario de los usuarios que se desplazan hacia o desde Los Teques, Valles del Tuy o Guarenas/Guatire,
que por valoraciones o necesidades palmarias requieren su servicio, aunque para
alguno de los lugares hay metro o ferrocarril y que no ganan en dólares y se
enfrentan a una economía dolarizada –informalmente-[5].
También se añade, en esta perspectiva, el conjunto de transportes (motos, rústicos)
que arranca de la especie de “pie monte” de numerosas barriadas populares en Petare,
Antímano, Caricuao o Catia, entre otras, y una anécdota surgida de ellas se
relaciona con el título de esta nota. Se trata de un Trabajador llegando a las
10 de la noche a Caricuao y necesitado lo llevasen a un lugar del caso y en donde
el motorizado en servicio le pidió, como algo regular, pues dada la hora, la
necesidad, la urgencia, entre otros tantos elementos, pueden pedir más, dos dólares (en $, valga la expresión), no quedándole a Sr., por razones variadas, sino la alternativa de
caminar. Cualquier persona medianamente informada podría encontrarle “racionalidad”
a tal precio, el asunto es que nuevamente hay que señalar que quien solicitaba
el servicio no gana en dólares y el monto se acercaba al salario mínimo vigente
(Bs S 40.000). La escalera de justificaciones no termina en el motorizado que
cobra el servicio, sino que, en términos de precios y salarios relativos,
abarca al solicitante del servicio y a todos a los que de ahí en adelante a
distintos niveles reciben ingresos fijos, a no ser que se trate del oferente
particular en este caso, de profesionales liberales o de técnicos o
semitécnicos que antes de fijar un precio por servicios piensan en los valores
en dólares y donde todos los agentes económicos quieren tener altas tasas de
ganancia, que no las tienen necesariamente en el contexto hiperinflacionario,
recesivo y de escasez en Venezuela,
quienes no ganan en dólares
y les ingresan montos fijos en
bolívares soberanos. Debe mencionarse, por último, en el transporte entre
Ciudades, que el mismo ha venido sufriendo grandes deterioros por desatención
de unidades, mal estado de las carreteras, Inseguridad en las mismas y altos
costos de repuestos y donde también por vías como las señaladas salen afectados los usuarios, no contando la nación tampoco en la actualidad, en líneas
generales, con un buen sistema de transporte terrestre entre ciudades.
El TP se ha venido estructurando en variados países de la región en
base al uso de troncales centrales,
sean transportes subterráneos o superficiales, metros o trenes, junto a líneas
de autobuses que complementan y desahogan los distintos flujos de personas
o usuarios. Pero también en algunas ciudades para el tipo de transporte de
apoyo se jerarquiza en precios del pasaje –cosa que nunca se ha implementado en
Caracas- según rutas y calidad de las unidades. La tendencia general puede
implicar también la ubicación del valor del TP entre 1 y 2 dólares
para rutas cercanas, pero ello implica indudablemente la fijación de los salarios
también en dólares. Los trabajadores con salario mínimo en varios casos de países
de la región, pueden disponer para comida y transporte y asuntos adicionales.
Venezuela evolucionaba hace por lo menos dos décadas, parcialmente en tales
sentidos. Lo hecho durante los últimos veinte/treinta años va en sentido
contrario. Es parte de la destrucción de la economía que deberá combatirse.
Las trazas derivadas de los últimos
veinte años y las perspectivas de
realidad de lo observable y analizable, permiten señalar que el panorama irá
complicándose en esta área del TP,
empezando por el sistema masivo del Metro
de Caracas. No hay buen transporte público, además, con malas vías urbanas
e interurbanas. Tampoco lo hay con escenarios de pobreza para oferentes de los
servicios y usuarios. Pero tampoco lo hay, entre otros tantos factores, con
sistemas de supervisión o vigilancia de la economía y/o la seguridad policial y
vial, donde los primeros y mayormente afectados pasan a ser los usuarios, por
falta de calidad, altos precios, ausencia de unidades, robos e inseguridad.
21
de agosto 2019
@eortizramirez
eortizramírez@gmail.com
[1] “El Presidente de la
República, Nicolás Maduro Moros, aprobó este viernes la
reactivación de empresas de carrocería nacionales las cuales fabricarán en
agosto próximo 450 unidades de minibuses, que unido a la llegada de más de 2
mil autobuses Yutong de
China incrementarán la cantidad de vehículos automotores que prestan servicio
al transporte público nacional. En las diversas propuestas recibidas durante la
clausura del I Encuentro de Articulación y Complementación Productiva Nacional
del Motor Automotriz, el Jefe de Estado aprobó la reactivación de las
industrias de carrocería, con aporte de insumos y materia prima. “Paso a paso
vamos lejos, pero hay que luchar en cada paso, hacer mucho con poco”, instó. Además,
comentó que gracias a la alianza con China, pronto se recibirán los kits para
ensamblar en Venezuela dos mil nuevos autobuses Yutong que serán entregados a
las líneas de transporte del país. “Antes que termine este año 2019, tendremos
2 mil nuevos autobuses que irán para los campos y ciudades de Venezuela, para
el pueblo”, informó el Jefe de Estado durante la jornada de la Gran Misión
Transporte realizada este viernes en Caracas, con empresarios públicos y
privados, autoridades del ramo y el ministro Hipólito Abreu. /maye” https://www.vtv.gob.ve/buses-yutong-reactivacion-empresas-carrocerias-incorporaran-transporte-publico/ 12 de julio 2019.
[4] Tal ausencia acentuada en el contexto de hiperinflación y dolarización
informal desatado en la Venezuela reciente. Puede verse Humberto García L. http://masterecointerucv.blogspot.com/2019/07/maduro-aplica-el-peor-ajuste-imaginable.html;
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