Una
nueva oportunidad para unirnos y vencer.
Pedro
Raúl Solórzano Peraza.
Agosto
2019.
Un altísimo porcentaje de la población venezolana,
quizás más del 90%, quiere un cambio en el gobierno de Venezuela. Quiere que
Nicolás Maduro se vaya del país y venga un nuevo sistema de gobierno que llene
las expectativas de los venezolanos. Para hacer realidad ese objetivo es
imprescindible que se tenga unidad de
acción. Unidad de pensamiento es imposible en movimientos democráticos,
donde cada quien sigue ideologías particulares y se rige por los estatutos de
su propio partido político. Cuando se recupere la democracia, esos partidos y
sus líderes tendrán la oportunidad de hacer sus ofertas y tratar de captar
simpatizantes, pero en estos momentos de tragedia nacional, cuando un gobierno
no tiene pueblo pero tiene la fuerza bruta para mantenerse en el poder, todos
debemos empujar en la misma dirección, debemos tener unidad de acción. De otra manera, el gobierno continuará con sus
martingalas, seguiremos arruinando nuestras vidas y llegaremos a un punto de
equilibrio en la pobreza, en la miseria, como ha ocurrido en Cuba durante más
de sesenta años.
En estos años de gobierno socialista, partidos y
líderes en la oposición han tenido oportunidades para llegar al poder. Es el
caso de Henrique Capriles, quien logró amalgamar a la oposición y a pesar de
parecer ganador en alguna oportunidad, nunca llegó a la meta deseada. Henrique
sabe que le pasó su momento de máximo líder y parece, que acertadamente, lo ha
aceptado y se mantiene al margen pero colaborando en la búsqueda de la libertad
de Venezuela. Es el caso de las elecciones para la Asamblea Nacional, donde se
logró formar una unidad de acción de
los partidos de oposición, se obtuvo un triunfo importante que quizás no se
pudo concretar en hechos favorables para una apertura democrática, debido a las
artimañas y efugios del gobierno.
Esos triunfos mencionados se lograron, en buena
medida, por la actividad de la Mesa de la Unidad Democrática, un centro
alrededor del cual se tejió una sólida unidad
de acción. Desafortunadamente, con el paso del tiempo, apetencias
personales y una campaña de descrédito por parte del régimen, motivaron el
inicio de la ruptura de aquel monolito, de aquella unidad de acción, comenzaron a formarse fisuras que cada vez se
fueron haciendo más grandes hasta llegar a la desbandada de los participantes
en la Mesa de la Unidad Democrática, en momentos cuando más se necesitaba estar
unidos.
Desde enero de este año 2019, surgió una situación muy
especial que fue el desconocimiento de un nuevo período de gobierno de Nicolás
Maduro, tanto por el pueblo venezolano como por gran parte de la comunidad
internacional, debido a que fue el resultado de unas elecciones consideradas
fraudulentas, ilegales. Constitucionalmente, surge un gobierno interino al
frente del cual, de acuerdo a la constitución venezolana, queda como presidente
encargado el presidente de la Asamblea Nacional, que desde ese momento ha sido
el joven ingeniero Juan Guaidó.
Guaidó, dando muestras de una gran capacidad de
liderazgo, logró, en pocos días, aglutinar a su alrededor a más del 80% de la
población, pero paralelamente demostró una extraordinaria valentía y apego a la
constitución y las leyes, que le valió el reconocimiento de unos sesenta
países, dentro de los cuales se encuentran las más grandes potencias del mundo
con excepción de Rusia y China que tienen otros intereses. Ni siquiera Chávez,
que en su momento fue un fenómeno de liderazgo nacional, hubiera logrado esto
como lo ha hecho Juan Guaidó, sin el apoyo de los medios y con la hostilidad de
las fuerzas públicas y del régimen en general. Por supuesto, esto preocupa al
régimen, quien tiene una feroz batalla contra Guaidó, utilizando todos los
recursos posibles para desacreditarlo ante la opinión pública, atomizar las
fuerzas opositoras, que divididas no llegarán al final de un camino victorioso.
Venezuela tiene una nueva oportunidad para lograr el
anhelado cambio hacia un gobierno de progreso y bienestar, pero es
absolutamente necesario que todo el pueblo permanezca unido alrededor de este
nuevo líder Juan Guaidó, a quien la casualidad lo ha llevado a ese prominente
lugar que él ha sabido mantener con inteligencia y valentía. No se debe caer en
las trampas divisorias y desesperanzadoras
del régimen.
Pedro Raúl Solórzano Peraza
Agosto de 2019
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