miércoles, 28 de agosto de 2019

Una nueva oportunidad para unirnos y vencer.


Una nueva oportunidad para unirnos y vencer.

Pedro Raúl Solórzano Peraza.
Agosto 2019.



Un altísimo porcentaje de la población venezolana, quizás más del 90%, quiere un cambio en el gobierno de Venezuela. Quiere que Nicolás Maduro se vaya del país y venga un nuevo sistema de gobierno que llene las expectativas de los venezolanos. Para hacer realidad ese objetivo es imprescindible que se tenga unidad de acción. Unidad de pensamiento es imposible en movimientos democráticos, donde cada quien sigue ideologías particulares y se rige por los estatutos de su propio partido político. Cuando se recupere la democracia, esos partidos y sus líderes tendrán la oportunidad de hacer sus ofertas y tratar de captar simpatizantes, pero en estos momentos de tragedia nacional, cuando un gobierno no tiene pueblo pero tiene la fuerza bruta para mantenerse en el poder, todos debemos empujar en la misma dirección, debemos tener unidad de acción. De otra manera, el gobierno continuará con sus martingalas, seguiremos arruinando nuestras vidas y llegaremos a un punto de equilibrio en la pobreza, en la miseria, como ha ocurrido en Cuba durante más de sesenta años.

En estos años de gobierno socialista, partidos y líderes en la oposición han tenido oportunidades para llegar al poder. Es el caso de Henrique Capriles, quien logró amalgamar a la oposición y a pesar de parecer ganador en alguna oportunidad, nunca llegó a la meta deseada. Henrique sabe que le pasó su momento de máximo líder y parece, que acertadamente, lo ha aceptado y se mantiene al margen pero colaborando en la búsqueda de la libertad de Venezuela. Es el caso de las elecciones para la Asamblea Nacional, donde se logró formar una unidad de acción de los partidos de oposición, se obtuvo un triunfo importante que quizás no se pudo concretar en hechos favorables para una apertura democrática, debido a las artimañas y efugios del gobierno.

Esos triunfos mencionados se lograron, en buena medida, por la actividad de la Mesa de la Unidad Democrática, un centro alrededor del cual se tejió una sólida unidad de acción. Desafortunadamente, con el paso del tiempo, apetencias personales y una campaña de descrédito por parte del régimen, motivaron el inicio de la ruptura de aquel monolito, de aquella unidad de acción, comenzaron a formarse fisuras que cada vez se fueron haciendo más grandes hasta llegar a la desbandada de los participantes en la Mesa de la Unidad Democrática, en momentos cuando más se necesitaba estar unidos.

Desde enero de este año 2019, surgió una situación muy especial que fue el desconocimiento de un nuevo período de gobierno de Nicolás Maduro, tanto por el pueblo venezolano como por gran parte de la comunidad internacional, debido a que fue el resultado de unas elecciones consideradas fraudulentas, ilegales. Constitucionalmente, surge un gobierno interino al frente del cual, de acuerdo a la constitución venezolana, queda como presidente encargado el presidente de la Asamblea Nacional, que desde ese momento ha sido el joven ingeniero Juan Guaidó.

Guaidó, dando muestras de una gran capacidad de liderazgo, logró, en pocos días, aglutinar a su alrededor a más del 80% de la población, pero paralelamente demostró una extraordinaria valentía y apego a la constitución y las leyes, que le valió el reconocimiento de unos sesenta países, dentro de los cuales se encuentran las más grandes potencias del mundo con excepción de Rusia y China que tienen otros intereses. Ni siquiera Chávez, que en su momento fue un fenómeno de liderazgo nacional, hubiera logrado esto como lo ha hecho Juan Guaidó, sin el apoyo de los medios y con la hostilidad de las fuerzas públicas y del régimen en general. Por supuesto, esto preocupa al régimen, quien tiene una feroz batalla contra Guaidó, utilizando todos los recursos posibles para desacreditarlo ante la opinión pública, atomizar las fuerzas opositoras, que divididas no llegarán al final de un camino victorioso.

Venezuela tiene una nueva oportunidad para lograr el anhelado cambio hacia un gobierno de progreso y bienestar, pero es absolutamente necesario que todo el pueblo permanezca unido alrededor de este nuevo líder Juan Guaidó, a quien la casualidad lo ha llevado a ese prominente lugar que él ha sabido mantener con inteligencia y valentía. No se debe caer en las trampas divisorias y desesperanzadoras  del régimen.


Pedro Raúl Solórzano Peraza
Agosto de 2019

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