jueves, 27 de abril de 2023

Brasil: Política exterior Quo Vadis

 

Brasil: Política exterior Quo Vadis

La política exterior del Brasil en los últimos años, busca la autonomía de acción por la integración, en vez de una autonomía aislacionista, como fue el caso del gobierno de Bolsonaro


 

·         JESÚS E. MAZZEI ALFONZO

27/04/2023 05:00 am

 



El Brasil es uno de los países del mundo que tiene una mayor articulación con el exterior. Hay una serie de principios que lo han guiado desde hace por lo menos 35 años, para tener una sólida inserción internacional de una forma más coherente, estos principios se han ido adaptando o aggiornando a lo largo del tiempo y sobre todo, en la década de los 90, aun cuando estos manteniéndose inalterables, se ajustaron a un orden internacional en constante transformación. Con el tiempo, estos cobraron una gran relevancia dado el proceso de redemocratización que vivió Brasil. Tanto en los años de los Gobiernos de Collor de Mello, Itamar Franco, y Cardoso, como posteriormente en los gobiernos del PT, se les han dado un cariz más acorde a los nuevos y complejos temas de la arena internacional. Michel Temer mantuvo una política exterior de transición. Lula y la presidente Dilma Rousseff con la visión más social de la democracia entre otros. Visión que giro en el gobierno de Bolsonaro, hacia un aislacionismo y que ahora en el nuevo gobierno de lula se retoma, a los principios históricos de la política exterior brasileña.

Ahora bien, la nueva política exterior de Lula, se inicia en un contexto o entorno histórico e internacional, diferente al del año 2002, cuando resulto victorioso con una holgada mayoría y que repitió 4 años después. En el año 2022, obtuvo una victoria cerrada con un margen del 1.2%, que le ha dado al presidente Lula, la oportunidad muy a pesar de tan estrecho margen del resultado, le ha dado, pues, la ocasión, sin embargo, de dar un giro de 360 grados, a la política exterior haciéndola más activa y altiva, en estos más de 100 días.

Iniciándose, en ese sentido, desde el mismo momento de la toma de posesión el 1º de enero, de 2023, hasta la presente fecha a finales del mes de abril. Hoy la política exterior está en una transición; es aún más activa, pero con unos dilemas que debe resolver en el futuro mediato. Con China, que vinculación y relación desean con este país ¿estratégica?, aproximación crítica a los EE. UU, (posición ante la guerra de Ucrania, la hegemonía del dólar en la economía mundial), o un pragmatismo responsable, como se afirmaba en los años 70. ¿Será un Global Player? ¿de qué tipo?

Los cambios y mudanzas en la política exterior, introducen fases, subfases y oscilaciones, pero que mantienen un hilo conductor aparentemente. Se trata de una relación estrecha entre formulación e implementación de la política exterior marcada por su pragmatismo y realismo. Brasil tiene relaciones diplomáticas con 192 países miembros de la ONU, incluyendo Palestina, entre Embajadas, Misiones Diplomáticas y Consulados y sobrepasa 220 unidades que va a los ritmos del desarrollo del sector del servicio exterior, es pues una extensa red de apoyo institucional. Que se ha institucionalizado, a pesar de las diferentes coaliciones presidenciales de gobierno que se han generado desde Fernando Henrique Cardoso hasta el presente.

Ahora bien, los principios rectores que han regido históricamente la política exterior del Brasil y que son sus ejes en la formulación e implementación son los siguientes:

Pacifismo: Se fundamenta en la no-confrontación, la búsqueda de soluciones pacíficas negociadas de las controversias, la condena del uso de la fuerza para la obtención de resultados externos.

El universalismo: entendido este como el todo el acervo de contactos bilaterales que constituyen el patrimonio del Brasil. También la diversidad de contactos bilaterales sirve para la realización de los intereses nacionales. Y finalmente esta vocación universal, encuentra sus raíces en el hecho que los brasileños consiguieron establecer relaciones pacíficas e instrumentalizadas con países situados en todas partes del mundo.

Juridicismo: respeto a los tratados y convenciones, entendidas como manifestaciones sacrosantas del Derecho Internacional y que son asumidas por la voluntad nacional. Los tratados, convenios son vistos como instrumentos jurídicos que buscan acuerdos con factibilidad de cumplirse y que sean favorables a ambas partes.

Realismo y pragmatismo: acciones vinculadas a los intereses nacionales. Se abandona la idea de construcción y el uso del papel de potencia del país, para ganancias internacionales, se despolitiza y desideologiza la acción internacional.

Autodeterminación y no intervención: son alimentados por el carácter pacificista de la política exterior y sobre todo por el realismo que ilumina a su ejecutoria internacional.

Por lo tanto, hay una tradición de la praxis diplomática, la cual es radicalmente contraria a la intervención, por el rechazo que podría dar, el legitimar eventuales intervenciones o acciones correctivas fuera del sistema o ambiente de poder internacional. Se defienden en forma contundente los principios de autodeterminación y no intervención de los pueblos. Por ello la posición del Brasil, en la ONU, ante la invasión.

Ahora bien, la política exterior de este país, tiene tres indagaciones, en cuya respuesta están las directrices de la acción diplomática de los últimos años dentro de un contexto de mayor globalización representado por una la elevación exponencial de las interconexiones e interacciones entre países:

En primer lugar, ¿qué es lo que Brasil desea obtener de su relación con el medio internacional? La respuesta evidente y con un claro objetivo, es conseguir el intercambio externo para la realización del desarrollo, tanto en su dimensión económica como social, para lograr profundizar los derechos humanos y medio ambiente, elementos que sirvan y puedan ser complementados con acuerdos y sistemas que ayuden a las políticas internas.

En segundo lugar, ¿cómo el Brasil desea relacionarse con la comunidad internacional?, aquí están los principios que tradicionalmente han orientado su política exterior, tales como la no intervención, el respeto a la autodeterminación, la no injerencia en los asuntos internos y la solución pacífica de las controversias.

La tercera pregunta, ¿cuál es el mundo que ellos desean?, puede estar resumida en algunas ideas fuerzas: paz, desarrollo, y participación amplia, por ello es que el Brasil está trabajando en conjunto con otros países, para la reforma de los organismos multilaterales, para que se haga una concretización de los valores de la democracia, así como la de los derechos humanos y la preservación del medio ambiente. ¿Mundo multipolar? ¿Regionalizado o países potencias?

En ese sentido, la política exterior del Brasil en los últimos años, busca la autonomía de acción por la integración, en vez de una autonomía aislacionista, como fue el caso del gobierno de Bolsonaro, procura, pues a raíz del nuevo Gobierno de Lula, una autonomía por la integración y cooperación, articulada con el medio internacional y esto se observa en ejemplos concretos que podrían ayudar a probar esta tesis. (apoyo al acuerdo de negociación UE-Mercosur)

En estos más de 100 días, Lula ha tenido 63 reuniones de trabajo con Jefes de Estado, sin contar las que tuvo con Marcelo Rebelo de Sousa Presidente de la República de Portugal y António Costa, Primer ministro de Portugal, el pasado fin de semana y la que tuvo con Pedro Sánchez en España en el transcurso de esta semana, entre las dos últimas visitas oficiales, firmará, 17 acuerdos de cooperación.

Como vemos una agenda llena de compromisos de aquí hasta finales de año, veremos que rumbos tomará la política exterior brasileña, ¿qué papel y qué peso, tendrá tanto su asesor diplomático, Celso Amorín y Mauro Viera su canciller, o con el peso de la tradición de Itamaraty con base a su historia, experiencia, en la definición de esa política, habrá un dilema de visión e implementación, discrepancias o se coordinarán, en la búsqueda de armonización de la política exterior. ¿Qué papel va tener la diplomacia presidencial, la respuesta aparentemente más activa, como se puede observar en estos primeros 4 meses. ¿Sin embargo, será eficaz? Veremos

jesusmazzei@gmail.com

 

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