ECONOMÍA VENEZOLANA: LA
OBSTINACIÓN POR EL OPTIMISMO
EDUARDO ORTIZ RAMÍREZ
Con jocosidad oí alguna vez –y puede repetirse-
que un optimista no es más que un pesimista que no está bien informado. A un profesional
amigo, y creo que ex alumno (Ingerzon),
le leí en estos días que caminando por el centro de Caracas veía muchas ofertas
y muchos negocios vacíos. Es la realidad de numerosos lugares de la ciudad
capital y ciudades del interior. Revisando también cifras de un organismo
regional, veía recientemente que varios países de la región en la post-pandemia,
estaban prácticamente en el pleno empleo
(claro podría hacerse la salvedad sobre la tasa
natural de desempleo), aunque obviamente no es el caso de Venezuela, con la
informalidad y las escasas o en casos sub pagadas oportunidades de empleo (cuya
mayor expresión es el sector público). En fin, optimistas, exagerados y acomodaticios (sean analistas o no) puede haber de variados
tipos.
El optimismo nuevamente vuelve a enfocarse
en el crecimiento, a pesar de la aguda crisis de economía política que se ha difundido recientemente con acciones
oficiales, y que no permite, por lo demás, imaginar -al desinformado- la verdadera profundidad de la crisis y la
tragedia de casi dos décadas y media,
cuando se perfila que los ingresos
venezolanos bordearon el fondo de pensiones de Noruega.
Resulta ahora que, los que habían vaticinado
arreglo de la economía y pujante y próximo
crecimiento, se encontraron con sorpresas -a fínales de 2022- y con
resultados nada exitosos en crecimiento y -más bien- repuntes en la inflación (que
solo se ha atenuado en las expresiones más intensas de la hiperinflación y que
los más optimistas la ubican como una clara
cosa del pasado). Y los más afectados en la distribución del ingreso –esto es
los que viven con salarios paupérrimos-, han podido ver -con el visual
pleonasmo- con sus propios ojos, que se les deja vivir sin aumentos de salario,
con inflación en bolívares y en dólares (que, esperemos, algunos analistas no
sigan pensando que no existe, pues Venezuela es terreno fértil de todas estas
cosas). Y, así las cosas, se vuelve a prometer crecimiento, así no esté siendo fácil
el mundo del empleo y los negocios, dados los particulares equipos y particular
noción de la economía y la sociedad que tiene la administración bolivariana;
los optimistas de esta última, de la economía y de los grupos empresariales,
pues, vuelven a ofrecer crecimiento, para el segundo semestre del año 2023.
Hay, sin embargo, un asunto pendiente
y es el aumento de salarios. Y en esto indudablemente, desde variados puntos de
vista, es particular y llamativo el conjunto de acciones de la Comisión, Comité
o Grupo que ha estado con las instancias pertinentes hablando/discutiendo el
aumento salarial. Cosa curiosa, en una economía donde el salario mínimo ha
bajado a 5$ -sin aumentos desde marzo 2022[1]-,
se ha llegado a difundir ideas como que se considerará el salario en $ (en una economía
solo dolarizada informalmente), que se irán alcanzando tramos poco a poco, que será
de más de 200$ el salario mínimo, en fin como se diría desde la prosa “que sabe uno que tantas cosas dicen”. Resulta
entonces que, una economía de las características monetarias resumidas en
cuanto a inflación y dólares, con crédito deprimido, con inversiones paralizadas,
con un salario mínimo que desde 2018 la administración
bolivariana planteó como una especie de eje conductor, aumentará tal
salario en/a $ y a esos niveles. O sea lo hará impromptu: ¿y los otros
niveles salariales y los efectos y consecuencias en una economía con descarada inflación
en $? ¡No, no, no, no, lo que se tiene que oír!
Controlar la hiperinflación en países
como Brasil, costó ejecutara planes detenidos y minuciosos. Alcanzar y mantener
niveles de salario mínimo considerablemente más alto –en países de la región- que
el actual venezolano, también ha costado. Por otra parte, solo muy pocos y
pequeños países en la región y el mundo han dolarizado. Para algunos, es como
que Venezuela teniendo un cúmulo grande de problemas, puede solucionar todo de
manera confusa y de una sola vez.
Ojala y estemos equivocados.
18 de abril 2023
@eortizramirez
eortizramirez@gmail.com
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