jueves, 6 de marzo de 2025

El arte de Gobernar hoy en el siglo XXI

 

El arte de Gobernar hoy en el siglo XXI

A la hora de gobernar se requiere, pues, tacto político, capacidad de comunicación, persuasión y un timing especial, para observar el margen de maniobra que dan las decisiones


JESÚS E. MAZZEI ALFONZO

06/03/025 05:01 am



Este artículo lo escribo motivado, por las ideas, planteamientos, documentos del Consejo Latinoamericano de la Administración para el Desarrollo (CLAD), organismo intergubernamental fundado entre otros, por Venezuela (México y Perú los otros dos miembros fundadores), a iniciativa del primer gobierno del presidente Caldera, en 1972, en su primera administración (1969-74) sus ideas me nutren, y además tres hechos de reciente divulgación, por una parte, la reunión del consejo de ministros, del gobierno de Gustavo Petro, que me pareció sorprendente e insólita, por la dinámica de la misma y como interactuaban los diferente ministros entre ellos.

Asimismo, la más reciente reunión del gabinete de presidente Trump, con Elon Musk, como invitado especial a finales del mes de febrero pasado, lo cual causó gran controversia por su presencia y por las ideas que deslizó y además, en el caso estadounidense y sobre todo por el estilo del actual inquilino de la Casa Blanca Donald Trump y su jefa de Gabinete, Susie Wiles, (que es el cerebro y nervio del gobierno-Chief Of Staff-) ya que ella despacha directamente con los secretarios de los diferentes departamentos y el órgano colegiado no tiene competencias específicas más allá del asesoramiento del presidente, el cual es su función principal. Lo componen el vicepresidente, los secretarios de departamentos ejecutivos, la jefa de gabinete y otros miembros con diferentes cargos. Y, la impactante, insólita e inédita, escena entre Trump y Zelenski, el pasado viernes 28 de febrero en el Salón Oval, de la Casa Blanca, ejercicio del poder en forma cruda, bruta y concreta; no es una bravuconería y palabras altisonantes de Donald Trump, es una nueva era de la posición de los Estados Unidos en el mundo ( cómo redefinir la relación con la OTAN y Europa y países rivales).

Gobernar, entonces, en los próximos años será aún más un asunto complejo y complicado, por el momento de cambios epocales a nivel global, regional y a nivel local de cada uno de los países donde el asunto de gobernar, no es un tema sencillo y que además, que está en proceso de evolución entre otras cosas por la globalización y la cada vez más acelerada revolución que afecta la TIC´S y la revolución de la Inteligencia Artificial, y esto se pone entre otras cosas, de manifiesto, y que reflejan la importancia del tema en algunos organismos regionales sobre el tema por algunos hechos concretos en nuestra región por una parte, en la importancia de la convocatoria de la CEPAL, en el mes de febrero pasado, para examinar entre otros temas, la oportunidades y posibilidades y retos del gobierno abierto a nivel local, pero que se extiende a los prolegómenos de lo gobernable a lo regional y nacional y del Foro los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en Chile en marzo de este año, entre otras iniciativas de este organismo especializado de la ONU y las iniciativas del CLAD, a inicios de este año.

En efecto, es un desafío y un reto, aún mayor de cumplir con los objetivos planteados, es un asunto transdisciplinario, por ello, el gobernante de una nación tiene el inmenso desafío de gobernar no solo para una parcela del país, una facción, sino para toda una nación, es la obra de una élite, nos guste o no, es la realidad, de quienes gobiernan, pero para ello la cabeza del Estado requiere de gente capacitada, experimentada, formada, competente y con mesura a la hora de nos sólo formular políticas públicas, sino implementarlas y no hacerlo de forma, improvisada. Con conocimiento y experticia política y técnica pues. Para citar un ejemplo del gobernar, las reuniones del Consejo de Ministros, deben manejarse con la discreción y prudencia del caso, no hacer espectáculos circenses, debido a que allí se debaten y toman decisiones delicadas de Estado, es el área neurálgica del cerebro de gobernar un estado ( el lamentable espectáculo del consejo de ministros de Colombia del mes pasado, no debe volverse a repetir, por el bien de ese gran país hermano.

Tomando prestadas ideas fuerzas kissingerianas entre otras como: sentido de las proporciones, balance de poder e intereses vitales y secundarios, observamos que estos están ausentes en la actual realidad política latinoamericana, falta de sentido de la ubicación y sobriedad a la hora de actuar en un oficio tan delicado como es la política y sobre todo cuando se está en funciones de gobierno, donde se debe actuar sin histrionismo y con sentido de estado.

Por ello, se debe profundizar en las capacidades y conocimiento, de la función de gobernar, sobre todo en la oficina del alto gobernante (el Jefe del Estado o de Gobierno). Esto requiere liderazgo transformacional. Por ello, la primera condición para gobernar es saber escoger sus colaboradores, segundo, tener un norte de políticas públicas con sentido común y que generen confianza.

Esto por lo demás, no se ha cumplido en Venezuela, en los últimos 26 años, ya que se presenta entre otras cosas, alta rotación de los altos cargos directivos (ministros y presidentes de empresas del Estado, directivos de segundo escalón, jefe de misiones diplomáticas), analfabetas funcionales con título, que no saben qué hacer en un cargo, no tiene destrezas de dirección, planificación y coordinación y trabajo en equipo y una excesiva militarización de la administración pública y creen que los organismos civiles son cuarteles y no organizaciones que cada una tiene una cultura y un espíritu de cuerpo que las hace particulares y singulares en sus mecanismos de toma de decisión ( se toman decisiones autoritarias y no en forma colegiada). Por ello, las empresas del Estado y organismos públicos de la Administración centralizada y descentralizada productora de bienes y servicios, están hoy con una pésima calidad organizacional y allí vemos por ejemplo la calidad del estado como prestador de servicios esenciales.

Ya que, por otra parte, no tienen sentido de estado, sino de estructurar una simbiosis de estado-gobierno-partido e ideología, un partido-estado. Si no vean la evolución del papel y rol de PDVSA (creo que desapareció desde el año 1999, la palabra eficiencia y meritocracia). Hoy es una empresa en el último escalón de calidad y eficiencia, de las empresas de América Latina. Hoy se gobierna con los peores.

El alto gobernante, debe tomar decisiones, interactuar con los ministros, altos funcionarios de la administración pública que él designa, llevar a cabo reuniones de consejo de ministros, conducción y negociación al interno son a mí manera de ver los elementos complejos y dinámicos, de entender y comprender, reflexionar, sobre el arte de gobernar, otra cualidad saberse rodear y acompañar en esta compleja y difícil tarea. Sobre ellos históricamente han sido unos de los retos del estudio y reflexión de la teoría política. El tema del buen gobernante o del ejercicio del gobierno, abarcar dos aspectos: el político y el administrativo. El político, porque abarca el ámbito de toma de decisiones y el administrativo, la administración pública debe propender a tener innovación elástica y estar en permanente actualización porque va hacia la realización de propuestas, programas y planes de acción. Implica, además, la conducción y coordinación horizontal y vertical de las diferentes acciones de gobierno.

En cualquier caso, el buen gobernante debe al menos cumplir con estas premisas para llevar a feliz término una gestión gubernamental que son a saber: identificar los problemas en forma adecuada. Clasificarlos en forma oportuna lo que se une a un claro sentido de prioridades. Luego determinar cuáles ameritan tratamiento inmediato y en forma eficaz y eficiente. Hay otras tres condiciones importantes que se une a sus cualidades cualitativas, por otra parte, saber cuándo disminuir las tensiones y procesos conflictuales de la sociedad que gobierna. Darle estabilidad a su equipo de gobierno y proporcionar un sentido dialogante con sus adversarios y como dice, la carta de Innovación de gestión pública del CLAD…”un cambio radical en los modelos y metodologías de gestión vinculados a las tecnologías emergentes y disruptivas: la Administración digital, al manejo de grandes fuentes de datos (Big Data & Anaylitcs), internet de las cosas, realidad virtual, blockchain y, especialmente, la introducción en la gestión pública de la inteligencia artificial y de la automatización de procesos mediante la robotización…”

A la hora de gobernar se requiere, pues, tacto político, capacidad de comunicación, persuasión y un timing especial, para observar el margen de maniobra que dan las decisiones, para llevar cabo no solamente las tareas normales del día a día de gobierno, sino igualmente la parte más estratégica, el mediano y largo plazo, negociar, con los diversos actores con los que se convive y la posible influencia del entorno internacional que también influye en las tareas de gobernar, porque hoy en día hay una porosidad manifiesta entre el ambiente interno y el externo, por la complejidad del ambiente internacional y la irrupción de problemas nuevos.

El político en funciones de alto gobierno debe conocer cuál es el margen y repito, el timing de maniobra que tiene para tomar decisiones y en inicio de desarrollo de siglo y los siguientes años influirán más en el gobierno, por la velocidad y profundidad, de los cambios tanto en el entorno internacional, y los específicos de lo tecnológico, en las distintas esferas del quehacer y conocimiento humano, rapidez e incertidumbre serán los signos de los tiempos por venir.

En las democracias gobernar es más intrincado porque se debe gobernar bajo varias premisas como consulta, persuasión, cooperación, negociación y coordinación y no bajo la amenaza, disuasión y cooptación.

En este sentido, la interacción entre los agentes políticos (partidos, sindicatos grupos de interés y de presión, líderes, etcétera) y las decisiones de política es el objeto central de la teoría política contemporánea y el diseño de políticas públicas es uno de sus desafíos En esta interacción, las expectativas racionales de los agentes juegan un papel esencial en la acción política, lo cual debe tomarse en cuenta. La relación dialéctica entre sociedad política y civil, es un elemento que debe tomar en cuenta en quien ejerce funciones de gobierno, No es un problema que se arregla con buena gerencia, porque gobernar es esencialmente un problema y asunto político. Hoy hay que crear valor público mediante la innovación de la gestión pública.

En suma, en la actividad política es difícil, pero el ejercicio del gobierno, del gobernar es más intrincado, complejo, debido a que es optar entre opciones, es saber qué se quiere, saber qué se puede y qué no se puede hacer, saber cuándo hay que hacerlo y finalmente, cómo hay que hacerlo. El político en funciones de gobierno debe tener pues, iniciativa estratégica, pero con un sentido de las proporciones y de estado, con una visión y perspectiva alta.

Por ello, los funcionarios o gerentes públicos, deben analizar e interpretar los datos, tanto a nivel tecnológico como de conocimiento humano (sistemas de inteligencia colectiva internos y externos a la Administración), que faciliten la detección proactiva de las nuevas necesidades sociales e individuales de los servicios públicos con el objetivo de un mayor bienestar social he allí los retos de gobernar en estos primeros años lustros del siglo XXI, ya rumbo a la tercera década de esta centuria. Se debe gobernar con altas índices de eficiencia, ética y no de mediocridad.

jesusmazzei@gmail.com

 

sábado, 1 de marzo de 2025

TRUMP: O DE COMO EL IMPERIALISMO SI EXISTE

 

TRUMP: O DE COMO EL IMPERIALISMO SI EXISTE

EDUARDO ORTIZ RAMÍREZ



Los que alguna vez se inspiraron en activistas o en pensadores libertarios deben, en algunos momentos haber exagerado la actitud de los colonialistas o los llamados, por ese activista político incansable que fue Lenin, imperialistas, en el sentido de adjudicarles  desprecio y despotismo por los colonizados o dominados por el llamado neocolonialismo (esto es colonialismo sin la presencia militar del dominante).  Claro, en los tiempos de la Inteligencia Artificial, de las Criptomonedas o los Drones, y teniendo de base los crímenes, excesos  y desmanes en las guerras, como la segunda guerra mundial, las vividas en la antigua Yugoslavia, en décadas recientes en África o, la sempiterna entre Israelitas y Palestinos con los desarrollos recientes,  incluidos con acciones de lado y lado, esta perspectiva pareciera antigua y no actualizada. Pero no es así, el hombre, el ser humano, nunca deja de soltarse sorpresas para sí mismo.

Resulta así que, la tercera guerra mundial, y ojala alguna fuerza suprema la evite, pareciera acercarse sombríamente en distintos momentos. Y es impresionante que las fuerzas supuestamente más inteligentes y modernas, suelten a cada rato efluvios y amenazas de guerra. Muy largo ordenar una lista de conflictos que debería abarcar India-Pakistán, Franja de Gaza, Países de África que pareciera nunca encuentran o les dan paz, como el antiguo Zaire, ni que decir Corea del Norte, Ucrania y Rusia, o también China-Taiwán  y por qué no afirmarlo, Rusia sola y  ahora pareciera los EE.UU. también, como agentes individuales de espíritu guerrero.  Como alguien señaló la segunda dinastía de Trump pareciera implicar el fin del progreso.

Pero también pereciera señalar que la actitud grosera, violenta y jactanciosa de los ejércitos victoriosos en la historia de la humanidad, si existe, pero no solo ello considerara recordarse con las actitudes de EE.UU. y Rusia, junto a otros, que el imperialismo si existe. O sea aquellos términos y evaluaciones que algunos consideraron pasados de moda, efectivamente siguen existiendo. Esto es: yo mando porque soy poderoso, no me interesan las instituciones (¡válgame Dios!) y tu obedeces y debes hacer caso porque si no yo actuaré. Indudablemente que la actitud de Trump ante la presencia de Zelenski, presidente de Ucrania, es poco menos que una grosería y una actitud violenta, como las que han caracterizado  a imperialistas y colonialistas. ¿Que habrán sentido los rusos?: ¿alegría, sorpresa, rechazo? ¿O es que los rusos hubieran hecho lo mismo?

En fin, hoy día se puede pensar, pareciera que sí, que el imperialismo sigue existiendo. Seguramente habrá quien pueda inventar un término  que no de la sensación de algo pasado de moda o demodé, aunque las esencias fundamentos y acciones tengan la misma carga.

Hasta donde los pueblos son responsables de las acciones de sus presidentes o hasta donde las disfrutan, son activos y pasivos que la humanidad y los países acumulan. Pareciera algo muy serio para divertirse con ello.

 

1 de marzo de 2025

@eortizramirez

eortizramirez@gmail.com