jueves, 11 de diciembre de 2014

Una visión de crecimiento.

Eco. Víctor R. Cedeño R.
Maestrante del Postgrado en Economía Internacional (*)

En las teorías de crecimiento, Jhoan Robison realiza una revisión crítica a las teorías neoliberales, ya que las condiciones utópicas son difíciles de encontrar en la realidad y no pueden ser aplicables, dado a la diferencia de los factores que se encuentran en diferentes economías. 

En un modelo de acumulación propone un modelo compuesto por empresas individuales y consumo de unidades familiares independientes, que interactúan sin ningún otro tipo de control. Y los cuales actúan por medio de libres para tomar  sus decisiones independientemente.

Donde divide a  los grupos familiares en dos tipos la familias que poseen capital a las cuales denomina rentista y la familias trabajadoras. Las rentistas tienen una amplia capacidad de gasto y de ahorro, en cambio las trabajadoras destinan la mayoría de sus ingresos al consumo. Por medio de diferentes actores que influyen en el sistema como nivel de inversión, empleo, tasa de interés, ingresos reales y otras variables que intervienen en  el tiempo. Agrupa los determinantes del equilibrio de la siguiente manera.

   Condiciones técnicas: las conforman la especialización de los trabajadores, mejoras tecnológicas y mejor dotación de recursos naturales que mejoran con el tiempo:

2.    Política de inversión: Es la planificación para hacer crecer el capital hasta la tasa deseada con un nivel de beneficios óptimos.

3.    Condiciones del ahorro: En este caso entran dos actores las unidades familiares rentistas y las empresas. De ahí las decisiones de la empresa si utilizar los beneficios retenidos o financiarse por medio de acciones o créditos bancario. Por lo que los financiamientos provienen de los ahorros, es decir se traduce en la en identidad ahorro igual a inversión S=I.

4.    Condiciones de competencia: Depende de la capacidad de innovación y la creación de nuevo productos que sean exitosos y competitivos. También menciona la posibilidad del monopolio como estrategia para mantener la delantera de producción ya que se poseerá una demanda inelástica en precio.

5.    La negociación de salarios: Esto de pende si la demanda de empleo supera a la oferta o si los avances tecnológicos deprime la tasa de salario real. Del caso en que la oferta laboral supere la demanda de trabajo aumenta el salario real.

6.    Condiciones financieras: Para este punto hay dos consideraciones que se deben tener en cuenta  el deseo de acumular y la capacidad de endeudamiento. Las familias rentistas mantienen sus beneficios por medio el pago de las acciones o interés proveniente de  sus ahorros en el sistema financiero. Las condiciones optimas son cuando se mantiene un tasa estable de interés y aumentan los beneficios.

7.    El acervo de bienes de capital: Experiencias históricas.

Las relaciones de equilibrio se logran según la autora, cuando la composición  del capital histórico esta en armonía con la tasa de crecimiento del beneficio y la reposición de equipo está en armonía con la demanda. De esta forma se logra la eficiencia marginal de la inversión, de esta forma  hay una posición de equilibrio hay un precio para cada tipo de producto, determinado por su costo de producción y mercadeo, incluyendo en el costo el interés hipotético a una tasa igual a la tasa de beneficio sobre la inversión. Cuando las expectativas del pasado en cuanto seria la situación actual están resultando correctas,  las formas de incorporación de la inversión son apropiadas para la posición actual Robinson (1956).

En este caso, la economía está en un nivel máximo de crecimiento de los recursos, llegando al crecimiento con equilibrio de pleno empleo. Si la tasa deseada de acumulación es igual a la tasa posible, formada por la tasa de crecimiento de la población y por la producción por persona, y se inicia a un nivel próximo al pleno empleo y cuya composición de las plantas es adecuada a la tasa deseada de acumulación, entonces se mantiene un nivel que se acerca mucho al pleno empleo.

La edad de oro: Una situación cercana al pleno empleo se mantiene con una tasa deseada de acumulación igual a la tasa posible, compuesta por la tasa por la tasa de crecimiento de la población y la producción per cápita, si se parte de una situación cercana al pleno empleo y una composición del acervo de la planta deseada para la tasa deseada de acumulación. Robinson,(1956).

Edad de oro coja: en cuando la tasa de acumulación se produce por debajo del pleno empleo o lo contrario cuando la producción está creciendo por debajo del ingreso per cápita.

Edad de plomo: cuando un descenso en la población y falta de desarrollo tecnológico, hace que la tasa de acumulación igualé a la tasa de crecimiento de la población.

Edad de oro restringida: cuando la demanda de mano de obra es mayor que la oferta y lo cual frena el aumento de benéfico o cuando los intereses aumentan y desmotiva a la empresa a invertir.

La intención de la autora es dar un vistazo a formas de crecimiento y como se pueden mover los factores que influyen en la producción y como se pueden mejorar con el tiempo. El objetivo es poder llegar a llegar a una edad de oro. Donde del objetivo máximo el lograr la acumulación continuada y la mejora del ingreso per cápita.

Creando relaciones entre las cuales el ahorro, inversión y el crecimiento se mueven en diferentes direcciones tratando de buscar el equilibrio, aunque no es todas circunstancias se logra por diferentes motivos que pueden interferir. Existiendo otros interventores en la economía como el Estado, las regulaciones bancarias, fenómenos naturales y otras variables exógenas que intervienen en el aparato productivo indirectamente.

(*) Nota: Artículo elaborado como parte de las actividades académicas desarrolladas en la Asignatura de Teoría de las Relaciones Económicas Internacionales II bajo la coordinación del Prof. Alfredo Ordóñez López.  

Bibliografía

SEN, Amartya (1979).  Economía del crecimiento/comp. de Amartya Kumar Sen; trad. de Eduardo L. Suárez—México : FCE

¿El alza en los salarios, solución a la inflación? La vigencia de D.F., Maza Zavala

Por Eco. Over Silgado
Maestrante de la Maestría en Economía Internacional

Plantear soluciones ante la eventual crisis por la que atraviesa la República Bolivariana de Venezuela, con factores altamente incidentes dentro de la toma de decisiones económicas, requiere de una revisión política en cuanto a la teoría de los planteamientos vigentes en la literatura económica.
A propósito de la medida anunciada recientemente por el Ejecutivo Nacional de subir un 15% del salario mínimo legal vigente (SMLV) a los trabajadores y 45% al salario de militares, es conveniente hacerse interrogantes que adecúen una discusión académica ante los posibles escenarios que se plantean, es decir, ¿cómo se protegen los salarios reales de los trabajadores, si no se contrala el fenómeno inflación estructural? ¿Es favorable seguir reinventando la función del consumo marginal para estimular la demanda agregada, sin medir las consecuencias y correctivos macroeconómicos requeridos y sin medida de choque para que no se sigan deteriorando los salarios reales?
No obstante, responder a teles interrogantes merece la atención de un aula experimental que conduzca a la multidisciplinariedad económica y filosófica para suscitar alternativas a la actual crisis. Es preciso entonces teorizar al respecto de las devaluaciones, pues en relación, es benéfica cuando es posible ampliar las exportaciones de bienes sin apreciable elevación de costos, y, sustituir importaciones por producción nacional, lo cual mejora la balanza comercial y permite reconstituir las reservas de divisas del país, así como, impulsar la economía.
Ahora bien, es necesario invocar el pensamiento del Dr. Masa Z., D. a quien se le conmemoró un aniversario más de su partida física de unos de los pensadores celebre de la historia económica venezolana, apasionado por una Venezuela con justo desarrollo, férreo ante su idea, y precursor de un movimiento nacional, pues creía en la convicción de que Venezuela tenía todo el potencial para ser una nación potencia en el cono sur.
D. Maza Zavala, mucho antes de su deceso, mostró siempre una gran preocupación por la pérdida adquisitiva de los salarios reales de los trabajadores venezolanos, pues aunque pensaba que la administración “Bolivariana” estaba cargada de buenas intenciones, pero a su vez, el presidente Hugo Chávez se encontraba rodeado de personas quizás incapaces y carentes de estrategias para avanzar a la realización de la diversificación de la economía, avanzando hacia la industrialización por medio de los ingresos líquidos de la exportación de bienes primarios (Petróleo).
Sin embargo, Maza Zavala, reiteró en varias ocasiones que se hacía indispensable que el Gobierno presentara una política de precios y producción para que se equilibrara la economía a los intereses de los consumidores “regular a cuenta gotas cada artículo no es lo más indicado”, expresó el ex funcionario del Banco Central de Venezuela (BCV) en un artículo del Universal (2010) (http://www.eluniversal.com/2010/04/12/eco_ava_maza-zavala-advierte_12A3726373).

El fenómeno inflación debe ser contrarrestado para lograr en una menor o mayor medida un crecimiento económico sostenido y distributivo, éste como condición indispensable en las medidas adoptadas por el BCV como ente responsable de la estabilidad monetaria del país. No obstante, la vigencia del pensamiento de D. Maza Zavala, aunque quieran archivarlo bajo escombros sollozos, tiene aún más relevancia en el presente, pues en evidencia empírica, las políticas anunciadas por el ejecutivo nacional, realzan la preocupación fundamental de este economista venezolano; “(…) el deterioro del poder de compra de los salarios y otros ingresos nominales fijos (rentas, pensiones, becas, entre otros) en la medida que los precios suben y hay rezagos contractuales o habituales en el ajuste monetario de aquellos ingresos. La caída del ingreso real se pone de relieve en el descenso del nivel y la calidad de vida, que sufre la mayoría social; quienes perciben ingresos variables en dinero (empresarios, intermediarios del mercado, participantes en el mercado financiero, profesionales y técnicos independientes, entre otros), están en mejor posición que  los perceptores de ingresos monetarios fijos para adaptarse en lo posible a las fluctuaciones de los precios”. (Maza Zavala D.F.; Prólogo al libro de Roosevelt Velásquez Un sistema de estabilizadores automáticos para la economía venezolana. El remedio contra la inflación. BCV 2000).
Ante los bajos niveles productivos del sistema económico nacional (diríase una descomposición de los actores económicos intervinientes en los ciclos productivos: capital privado y capital público), existe otro factor determinante en dichos ciclos, es decir, la carencia de credibilidad en cuanto a la política económica que se estructura actualmente. A ello se refiere Ortiz, R., (2014): “Otro ámbito influyente sobre la dinámica de la inflación y las negociaciones de los agentes participantes en la economía es lo que concierne a la propia credibilidad de la política económica que se estructura. Y esto nos brinda una perspectiva de lo que representa la inflación inercial y los comportamientos anticipativos de los agentes económicos (…),la inflación estructural termina presentando, también, la característica de un acoplamiento anticipativo de los agentes económicos buscando protegerse de la alteración de los precios relativos y sus efectos.” (Ver Ortiz Ramírez E. http://www.aporrea.org/actualidad/a195859.html).
Otro hecho fundamental que está intrínsecamente relacionado con el fenómeno que nos ocupa en este artículo, también por D. F. Maza Zavala, tiene que ver con las alzas de las tasas de interés nominales, las cuales generan un recalentamiento económico que conlleva a presiones inflacionarias  y agrava la recesión  productiva que atraviesa el país. Esta combinación es lo que se conoce como estanflación (inflación más recesión económica), anomalía que ha puesto bajo la lupa el modelo socialista del siglo XXI, pues la baja capacidad de maniobra para dar respuesta a los desequilibrios macroeconómicos ha sido insuficientes para atender de manera oportuna el tema tanto inflacionario como la reactivación del aparato productivo nacional, con políticas verdaderamente eficientes y eficaces para subsanar el problema de fondo que se ha generado a través de la historia República: “Parece que lo indicado es un juego de intercambio: una tasa tolerable de inflación y una tasa moderada de crecimiento económico”. (Maza Zavala D.F.; Prólogo al libro de Roosevelt Velásquez Un sistema de estabilizadores automáticos para la economía venezolana. El remedio contra la inflación. BCV, 2000).
La diversificación de la economía, como lo afirmó D. Maza Zavala, permite tener una cierta estabilidad macroeconómica (no en lo absoluto), la independencia del sector petrolero y una gestión fiscal es sin duda una de las condiciones esenciales para generar una estrategia integral que oriente al crecimiento económico del país. A esta condición habría que anexarle que una mayor descentralización y con autonomía local lo suficientemente claro para establecer un mayor desarrollo desde adentro (endógeno), a su  vez permita reducir la presión inflacionaria sin caer en el grave problema de la vieja URSS; la centralización.
Es posible entonces, pensar en una Venezuela con mayor autonomía en sus estados para lograr de manera significativa lo que incansablemente profería Maza Zavala; una nación capaz de responder antes las necesidades del mercado local logrando una mayor diversificación de los principales motores de la economía y terminando por fin de la frase cliché de “sembrar el petróleo”. Por lo tanto es preciso traer algunas de las reflexiones que hizo en su momento D. Maza Zavala:

  • La lucha contra la inflación es no sólo responsabilidad del Banco Central, sino del Estado como un todo y de la sociedad venezolana en última instancia.
  • Es indispensable una estrategia integral orientada hacia el crecimiento con estabilidad y estimo que –no obstante las fluctuaciones del negocio petrolero que en lo esencial escapan a nuestro control– existen las condiciones para una acción estabilizadora, cuyo núcleo, sin duda, es la gestión fiscal, incluida la gestión interna de PDVSA en su calidad de generadora de gasto y de oferta monetaria.
  • La política monetaria no es, ni puede ser, autónoma en su desenvolvimiento, aunque se le atribuyan funciones de mayor alcance.