jueves, 30 de enero de 2020

VENEZUELA: LA DOLARIZACIÓN Y LA DISTORSIÓN DE LOS INGRESOS REALES EN CARNE VIVA. ¿Qué queda para los profesores universitarios?


VENEZUELA: LA DOLARIZACIÓN Y LA DISTORSIÓN DE LOS INGRESOS REALES EN CARNE VIVA. ¿Qué queda para los profesores universitarios?
EDUARDO ORTIZ RAMÍREZ


Los preceptos
Suficientemente claro ya que el dólar y la dictadura de los portales -que ella misma ha aupado y estimulado- derrotaron a la administración bolivariana. Crecientemente, aquella divisa, abarca espacios y se ha pasado a generar una forma particular de economía dual. Es curioso cómo se transfigura la heterogeneidad estructural, en la que siempre insistieron algunos analistas en la región, así sea por la vía de fenómenos cambiarios y monetarios como los actuales de Venezuela.
Se trata de que la dolarización informal venezolana[1], se ha extendido con una porción de varios millones de empleados públicos y de pensionados naturales o “forzados”, cuyos ingresos se generan en el gobierno y estos no están dolarizados, ni lo está la economía o los bancos, en sus registros y procedimientos de transacciones. Mientras, las transacciones del mercado -formales o informales- si lo están, aunque no infrecuentemente sin las constancias del caso. Es el gasto en bienes de consumo o intermedios, junto a las correspondientes importaciones, lo que está dolarizado. Pero también están dolarizados los ingresos de profesionales liberales, porciones de trabajadores diversos  en la empresa privada y oferentes de servicios.
En una economía altamente desinstitucionalizada, empobrecida y destruida, donde las remesas se están convirtiendo cada día más en una de las últimas esperanzas de todos –incluida la administración nacional-, es fácil que se formen distorsiones como la inflación en dólares o el exquisito comportamiento de algunos, rechazando dólares que creen no sirven por algún detalle. No bastando con ello y como esencia del dualismo señalado, se trata ahora de una economía cuya estructura productiva y comercial se signa cada día mas por los que tienen dólares y los que no los tienen, por los que los pueden obtener y los que no los pueden obtener. Agentes económicos y emprendedores así como ciudadanos, que no tenían la más mínima noción de lo que era manejar divisas, de pronto se encuentran dolarizados. Tamaña y paradójica creación, con determinaciones no únicas –pero notorias- de parte de la administración bolivariana.

La distorsión
Veamos parte de la distorsiones con un ejemplo. En una especie de entrevista circunstancial, registramos la información de un emprendedor del nivel que se le quiera catalogar. Se trata de un electricista de buen porte, que se dirigía a pagar el servicio eléctrico, en un país como vimos dolarizado y donde los servicios públicos son baratos; jubilado del área eléctrica del país y con otra pensión (asunto de heurística imaginar cual será). La suma de las dos pensiones en sus propias palabras no le alcanza para nada. Decidió entonces suministrar servicios en el área de la electricidad: arreglar lavadoras, microondas, cableados, entre otras actividades. Ni dijo ni percibimos, a pesar de su porte, que tuviese estudios profesionales en el área.
Nos ilustró, con toda sinceridad que, cualquier arreglo, un microondas por ejemplo, le originaba un ingreso de 20$. Nunca habló de una cantidad menor. Al final, sin alcanzar una información completa o sistemática de sus ingresos nos informó que el daba a su esposa la cantidad de sesenta dólares (60$) semanales. Nada en su gestualidad, suministro del dato, o característica del momento indicaba que mintiese (y mucho saben que no son exageraciones), que tuviese interés en hacerlo o que le produjesen jactancia, temor o inquietud sus señalamientos. Tales dólares tienen  como destino, comprar comida y otros bienes para las necesidades alimenticias y de otro tipo de la casa. La esposa del caso, le dice, incluso, que no le alcanzan los 240 dólares mensuales. Siendo todos estos datos asumidos, de nuestra parte, con un sentido relativo, en el contexto de los preceptos indicados, le oímos de seguidas señalar que esto derivaba de la costumbre de  comer buenos y sabrosos a alimentos en su casa (cosas como buena charcutería y otros bienes), sin ser consumos de alta sofisticación. Queda por supuesto pendiente la idea de a cuanto alcanzaría su ingreso en dólares.
Dentro de otras  distorsiones y curiosidades que han aparecido en Venezuela, se encuentra la de que la desviación de precios relativos existentes, permite que, dentro de la propia distorsión de ingresos relativos un salario mínimo en dólares de los más altos en América Latina –digamos 400 o 500$-, representaría una capacidad adquisitiva mayor en ciertos bienes que la correspondiente a un país donde exista dolarización formal o  donde la estabilidad económica y de las políticas del caso, no generen la aguda y profunda distorsión de precios y salarios/ingresos relativos.

Los profesores universitarios en su propia crisis.
Hoy 30 de enero, los profesores de la UCV fueron convocados por la APUCV, a pronunciarse sobre los criterios que deben regir para que se organicen las elecciones: si deben ser los de las instituciones invadidas por la administración bolivariana, que actúan y sirven a sus intereses, o los de la llamada autonomía universitaria. La importancia de señalar esto, corresponde a que lo mismo se da en un contexto de alta alteración y destrucción de las condiciones de vida de los profesores universitarios y de los docentes y maestros en general. Nada que ver, con la grandilocuencia del personaje de marras, de convertir a la educación y otras áreas en prioridades. Nada que ver, con crear condiciones adecuadas a quienes forman los futuros profesionales del país. A ello se le aúna, la posición y actuaciones de quienes se han convertido en mercaderes de la academia[2]. Nada que ver, con el reconocimiento a quienes, en condiciones indescriptibles, siguen realizando en la UCV labores destacadas y alta significación para la juventud, mientras otros esquilman y han convertido la “casa que vence la sombra” en objetivo de su pecunia.
 ¿Cuánto gana hoy día un profesor Titular según salario aprobado y difundido?: poco más de 10 $. Como se ha destacado, las primas por cargo, recientemente aprobadas por las autoridades nacionales, además, generan incomodas, injustas e irritantes situaciones a lo interno de la UCV. ¿Cuáles son las condiciones de vida de un Profesor universitario, cuando se le compara con el emprendedor electricista referido en esta nota? ¿Qué futuro y perspectiva puede albergar una sociedad y economía que aloja actualmente distorsiones como las señaladas, que no son sino un ejemplo entre muchos, que podrían indicarse desde distintas áreas?
Desde esta área de los profesores universitarios, puede perfilarse de esa manera, el conjunto de cambios que será necesario acometer para recuperar el bienestar perdido por parte del profesorado universitario de la UCV y de todas las universidades y el país, que son, además, solo parte del amplio sector de maestros, educadores y profesores de toda el área educativa de la nación.

@eortizramirez
30 de enero 2020

martes, 28 de enero de 2020

China: año lunar sombrío

China: año lunar sombrío, 

por Félix Arellano


felixarellano50@yahoo.com
China ha iniciado el pasado 25 de enero el nuevo año lunar, bajo la angustia de enfrentar una nueva epidemia de coronavirus, situación que recuerda la amarga experiencia del SARS, el síndrome respiratorio agudo y grave, del año 2002, y no obstante esa dura experiencia, pareciera que la arrogancia del partido comunista se impone y se podrían repetir los mismos errores del pasado, al desconocer la importancia de la transparencia y la cooperación internacional para enfrentar el problema. Adicionalmente otros problemas se suman para ensombrecer las perspectivas del nuevo año lunar.
Este nuevo brote de coronavirus (2019-nCov) o neumonía de Wuhan (ciudad china en la que inicia el brote), evidencia una vez más los peligros que acechan en un mundo global, interconectado e interdependiente; pero paradójicamente, en esa misma globalización podemos encontrar los medios para una solución más efectiva, ya que tanto los organismos internacionales especializados, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), los países y las diversas corporaciones deberían trabajar cooperativamente para enfrentar el problema.
Para el mundo y, en particular para la OMS, quedó claro que gran parte de la gravedad generada por el SARS (proveniente de los murciélagos), fue producto de la opacidad y soberbia del partido comunista chino, que prefirió ocultar información, lo que redujo la capacidad de la acción y facilitó la expansión global del virus, que se estima alcanzo a 27 países, con más de 800 muertos.
En esta oportunidad, el Presidente Xi Jinping está tratando de demostrar una disposición más activa, y los expertos reconocen que se ha informado oportunamente el mapa genético del virus. Lo que no está claro es su disposición de trabajar con otros países y, en particular, con corporaciones privadas que gozan de amplia experiencia en el tema.
Si bien el pueblo chino no debe contar con mucha información sobre la epidemia, por el control comunista de los medios de comunicación, también es importante observar que se han adoptado medidas de emergencia, al suspender buena parte del transporte interno e internacional, con el objetivo de minimizar la propagación del virus. Recordemos que la celebración del nuevo año lunar moviliza millones de chinos que se reúnen con sus familias, se calcula unos 400 millones de chinos movilizados en todo el territorio con motivo de las fiestas.
Tratando de superar los errores de la experiencia del SARS el propio Xi Jinping ha asumido la dirección de las acciones, lo que no garantiza el éxito, toda vez que el propio Presidente está promoviendo de nuevo el culto a la personalidad, fuertemente cuestionado por Deng Xiaoping, lo que pude conllevar que los funcionarios maticen los hechos, para complacer al nuevo “gran timonel”.
El partido vive una fase de grandíosimo faraónico, donde la abundancia de recursos resuelve todo, en este contexto se inscribe la decisión de construir un hospital en seis días, es parte de la narrativa de la superioridad del partido comunista. Esperemos que la calidad y la efectiva atención de los afectados también formen parte de la estrategia que busca impactar al público en general.
Pero no es solo la crisis sanitaria lo que ensombrece el nuevo año chino, el partido comunista enfrenta una diversidad de problemas, algunos que se han acumulado históricamente, planteando un panorama de incertidumbre. La lista es larga y podríamos iniciar con los que parecieran más apremiantes, como la guerra comercial y tecnológica con Estados Unidos, que ha logrado un relativo respiro con la firma de un primer acuerdo, pero que no ha culminado y están pendiente de negociación los temas más álgidos. Para la economía china, en fase de recesión, la inversión y el mercado norteamericano son fundamentales.
Los problemas político territoriales también se agudizan, son los casos de Hong Kong y Taiwán. En Hong Kong debería prevalecer el esquema “dos sistemas un país” hasta su reincorporación integral a China en el 2047; empero, en los jóvenes crece el espíritu libertario, temen al totalitarismo del partido comunista y han retomado desde el 2019, la llamada “revolución de los paraguas” que inició en el 2014. El partido comunista ha cuidado las formas, pero no acepta ninguna posibilidad de mayor autonomía. En el caso del Taiwán, donde se ha fortalecido el rechazo al comunismo chino en las recientes elecciones, el gobierno chino es enfático en que esta isla forma parte de su territorio.
Por otra parte, en menor escala pero de forma latente el partido comunista chino enfrenta, entre otros, las protestas en las zonas rurales tradicionalmente discriminadas, la gigantesca corrupción de los funcionarios del partido, el genocidio cultural del Tíbet.
En la agenda también tenemos las tensiones con India (por los territorios de Cachemira y Arunchal Prades al noreste de la India); con Japón (por las islas Senkaku/Diaoyu) y con todos los vecinos del mar del sur por la construcción de islotes artificiales para ampliar su hegemonía territorial.
Esperemos que este nuevo año lunar no fortalezca las tendencias negativas en el gobierno chino y prevalezca una mayor flexibilidad en sus posiciones, con la disposición al diálogo, la negociación y la cooperación.

domingo, 26 de enero de 2020

Trump’s Backward March on Trade




Trump’s Backward March on Trade

Jan 20, 2020 ANNE O. KRUEGER

After three years of the Trump administration, the economic costs of "America First" are continuing to mount, with global trade and GDP growth slowing and investment in decline. Ironically, the biggest loser has been America.

WASHINGTON, DC – Following America’s disastrous 1930 Smoot-Hawley Tariff Act, the subsequent international trade war, and eventually World War II, the United States went on to lead the world toward a more open multilateral trading system. In 1947, the international community adopted the General Agreement on Tariffs and Trade, which would later become the World Trade Organization. Under this international body, trade was bound to the rule of law and the principle of non-discrimination among trading partners.
The system has been a huge success. Over the past seven decades, world trade has grown almost twice as fast as real output. And owing to US leadership, there have been ongoing multilateral negotiations to lower tariffs, remove other barriers (such as quantitative import restrictions), and facilitate trade expansion.
But in 2017, US President Donald Trump’s new administration abandoned America’s longstanding commitment to the open multilateral trading system, opting instead for a power-based approach to international economic relations. Under the new dispensation, “might” supposedly makes “right.”
The result has been disastrous. Trade relations between the US and its major international partners are now fraught. The global growth rates of both trade and GDP have fallen sharply, and growth projections are being downgraded as further evidence of the economic damage caused by US trade policies comes to light.
One early step by the Trump administration was to impose a 25% tariff on imported steel and a 10% tariff on aluminum. This policy hurt Canada, the European Union, Mexico, and Japan – all US friends or allies – but not China, which accounted for only 2% of US steel imports at the time. It is estimated that the metal tariffs have cost Americans $900,000 per year per job “saved.” Worse, US employment in steelmaking has continued to decline, and US steel exports have remained flat since the tariffs were introduced in early 2018.
Since then, Trump bullied Canada and Mexico into renegotiating the North American Free Trade Agreement, which has now been replaced by the US-Mexico-Canada Agreement. The revised deal tightens US regulations on imports of automobiles and auto parts, and requires that 40-45% of Mexican auto workers be paid at least $16 per hour by 2023. For comparison, that is tantamount to introducing a pay floor for US autoworkers of more than $75 per hour – obviously an unthinkable proposition.
The Trump administration has also forced a “renegotiation” of the South Korea-US Free Trade Agreement, with the main result being to restrict imports of steel from South Korea and to prolong a US tariff on imported light trucks.
And then there is the Trans-Pacific Partnership, which the Obama administration negotiated with 11 other Pacific Rim countries (excluding China) and signed on February 4, 2016. Immediately upon taking office, Trump withdrew America from the TPP, leaving the remaining signatories to salvage the deal, which they have done under Japanese leadership. As a result, US exports to those countries are now subject to much higher tariffs than is trade among the remaining 11 members.
Then came Trump’s trade war against China, which has both undercut global trade and brought the bilateral relationship to its lowest point since the aftermath of the 1989 Tiananmen Square massacre. Even with the “phase one” agreement that has just been signed, the average US tariff on imports from China will be around 19%, up from 3% before the trade war. Worse, the US has gained little from the process. Yes, the latest deal includes a Chinese commitment to import more US agricultural and other products. But to represent a “gain,” those additional purchases would have to be great enough to compensate for the lost exports of 2018-19.
Trump’s trade wrath has affected other countries as well. The US has imposed additional tariffs on imports from Turkey, Brazil, Argentina, and several developing countries, including India, which would otherwise be eligible for preferential tariff treatment under US law. Now, US-India relations are deteriorating.
The US has also deployed economic and secondary sanctions against a wide range of countries. While some sanctions are obviously justified (such as those against countries involved in terrorism), the Trump administration has expanded the use of this tool with abandon. The US is now enforcing sanctions against more than 1,000 countries, businesses, and individuals per year.
Moreover, the US has even threatened tariffs on $2.4 billion worth of French imports in retaliation for France’s plan to introduce a domestic tax on digital services. And that comes on top of the $7.5 billion in annual levies that the US is permitted to impose on imports from the EU as part of the resolution to a dispute between Airbus and Boeing. Fears of a US-EU trade war have created a cloud of uncertainty over auto producers and many other sectors around the world.
Finally, as if all of this were not damaging enough to the global trading system, the US refuses to allow for new appointments to the WTO’s Appellate Body, which has now been rendered powerless to resolve bilateral trade disputes. In the absence of a functioning enforcement mechanism, national governments have much less incentive to abide by their WTO commitments.
Ultimately, America is the big loser. The Trump administration’s efforts to reduce the US trade deficit have reduced imports from China, but imports from countries like Vietnam have risen sharply. Global investment and output, meanwhile, have fallen, partly as a result of the trade uncertainty. US exporters to the TPP successor countries now find themselves at a disadvantage. And America itself is no longer trusted as a leader in the world trading system.
With geopolitical tensions growing, the US needs allies now more than ever. But many will be hesitant to engage with the current administration. In the end, Trump’s unilateral trade policy has achieved the opposite of its objectives, many of which could have been met through multilateral cooperation.



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Anne O. Krueger, a former World Bank chief economist and former first deputy managing director of the International Monetary Fund, is Senior Research Professor of International Economics at the School of Advanced International Studies, Johns Hopkins University, and Senior Fellow at the Center for International Development, Stanford University.


viernes, 24 de enero de 2020

Inversión extranjera directa y crecimiento económico


Inversión extranjera directa y crecimiento económico
23/01/2020


Cada período de la historia está relacionado con un problema económico sobre los demás. En consecuencia, el logro de un crecimiento económico sostenido, en términos de incremento del producto interno bruto (pib), se convirtió, a partir de la Segunda Guerra Mundial, en uno de los principales objetivos de política económica

¿Por qué las economías deben crecer? porque diferencias en la tasa de crecimiento a largo plazo de una economía, dan lugar a grandes diferencias en los niveles de pib per cápita. Por lo tanto, se podría considerar a la tasa de crecimiento del pib como la principal vía – ceteris paribus – para aumentar el ingreso y el bienestar económico de los países (Sala i Martin).

Una de las vías para complementar el crecimiento económico, principalmente en los países en vías de desarrollo, es a través de la llamada inversión extranjera directa (ied). Los gobiernos ven con buenos ojos la llegada de empresas y capitales extranjeros a sus economías, por la posibilidad que tienen las empresas locales de acceder a nuevas y más efectivas formas de producir, así como el aumento de ingreso en divisas, la transferencia de tecnología, el acceso a financiamiento internacional, la posibilidad de acceder a cadenas globales de valor, entre otros. Es así como la relación entre la ied y el crecimiento económico, ha sido un tema de investigación económica desde hace ya varios años.

Además, en economías con restricciones de tecnología y capital, la ied se convierte en una fuente importante de financiamiento de largo plazo. Los países con baja capacidad de ahorro o mercados financieros poco desarrollados no cuentan con los recursos suficientes para expandir su frontera productiva. En tal sentido, la ied canaliza el ahorro externo hacia los proyectos productivos que el país requiere para desarrollar su economía (Garavito, Gaitan, Sandoval y Martínez, s/f).


 La organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), define la inversión extranjera directa (ied) como la inversión de una empresa de un país (país de origen) en otro país (país receptor), en donde el inversionista extranjero posee al menos 10% de la empresa en la que realiza la inversión. Esta relación implica la existencia de una relación estratégica de largo plazo entre la empresa inversora y filial, así como un grado significativo de influencia en la gestión de la empresa.

Países como los Estados Unidos, China, Hong Kong (China), Singapur, Brasil, México, entre otros, son los principales receptores de ied en el mundo. De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina (CEPAL, 2019), los flujos mundiales de entrada de ied en 2017 alcanzaron 1.430 miles de millones de USD. En el caso de América Latina y el Caribe en 2017, los flujos alcanzaron 162 mil millones de USD, representando 11% con respecto a los ingresos mundiales de flujos de ied.

¿Quiénes son los principales agentes de ied? Las empresas multinacionales. La principal característica de este tipo de empresas es que operan en más de un país, tienen la posibilidad de acceder a créditos internacionales, cuentan con estrategias de marketing, negocios, entre otros.

·         Las empresas multinacionales dirigen sus recursos a la búsqueda de recursos naturales, para acceder a un recurso natural que no está disponible en el mercado local de la empresa.

·         Asimismo, se dirigen hacia la búsqueda de mercado, para obtener acceso a nuevos clientes y mercados de exportación y para la búsqueda de activos estratégicos, para perseguir activos estratégicos en una economía local, como marcas, nuevas tecnologías o canales de distribución.

Crecimiento e inversión

Existe un debate sobre  los aportes de la ied al crecimiento económico. Los modelos neoclásicos de crecimiento económico, asumen que la ied no afecta al crecimiento económico en el largo plazo, debido al marco de competencia perfecta, retornos constantes a escala y productividad marginal decreciente. En cambio en 1986 y 1988, los premios nobel de economía Paul Romer y Robert Lucas afirmaron que la tasa de crecimiento en el largo plazo puede ser positiva sin tener en cuenta los supuestos a priori de crecimiento tecnológico exógeno, dando lugar a lo que se conoce como teoría del crecimiento endógeno. En el marco de este modelo, la ied aumenta la acumulación de capital en el país receptor a través de la capacitación laboral y gerencial; aumenta la competencia de la industria de los países receptores mediante la superación de las barreras de entrada y la reducción del poder de mercado de las empresas que compiten.

Por otro lado, según la CEPAL (2014) en las últimas décadas se ha instalado en diferentes ámbitos de toma de decisiones la convicción de que la ied constituye un motor de desarrollo de las economías receptoras, pues representa un aporte significativo para la modernización, el incremento de la producción, y, en consecuencia, la creación de puestos de trabajo. Siguiendo esta visión, atraer ied ha sido un instrumento clave de la estrategia de desarrollo de muchos países.

Siguiendo esta línea, algunos países de América Latina han brindado condiciones para el ingreso de estos capitales, mediante las denominadas políticas activas, las cuales implican la definición del tipo de inversión adecuada para lograr los beneficios deseados y se crean – dentro de las posibilidades del país – las condiciones necesarias para atraerla. Se orientan a captar inversiones de calidad, que pueden generar beneficios a la economía receptora de la inversión, tales como conocimiento, empleo, encadenamientos productivos y transferencia de tecnología, entre otros.

En síntesis, los flujos de ingresos de ied son una oportunidad para complementar el crecimiento y desarrollo económico en los países en vías de desarrollo, principalmente en países con baja capacidad de ahorro y mercados financieros poco desarrollados. Resulta importante examinar los aportes que ha realizado la CEPAL dirigidos hacia las políticas de orientación activa que deben tener los gobiernos para sacarle mayor provecho al ingreso de capitales, tecnologías, estrategias de negocios, entre otros, a través de la ied. De igual forma es oportuno examinar los aportes que han realizado los teóricos del modelo de crecimiento endógeno y las contribuciones desde este enfoque que puede generar al crecimiento económico la inversión extranjera directa.



Fuentes consultadas:

Comisión Económica para América Latina (CEPAL, 2014, 2019). La inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe.

Andrea, C. (2019). La inversión extranjera directa en Chile y Colombia durante el período 2000 – 2014: análisis de su incidencia en el crecimiento económico.

Garavito, A., Gaitán, C., Sandoval, D., Martínez, Ad. (s/f). Evolución y perspectivas de la inversión extranjera directa en Colombia.



César Andrea Pérez
Economista
Magíster scientiarum en economía internacional
Doctorando en economía
Universidad Central de Venezuela
@csar_andrea