martes, 27 de diciembre de 2022

2023: desafíos y viejas lecciones

 

2023: desafíos y viejas lecciones, 

por Félix Arellano







2023: desafíos y viejas lecciones

Mail: fgap1749@gmail.com


Está llegando un nuevo año y con él los buenos deseos, la lista de proyectos, de sueños por realizar; en general, se crea una atmósfera de esperanzas y optimismo creativo. En ese contexto, resulta conveniente privilegiar los valores que nos permitan construir una mejor sociedad. En el marco del nuevo año deberíamos forjar la sensibilidad y atención sobre los problemas de nuestro entorno local y global. Urge trabajar en la promoción de valores libertarios, justicia, democracia y, en general, el respeto a la dignidad humana.

Pero estamos conscientes que son muchos los obstáculos y cada día más complejos. Un ecosistema amenazado por un patrón de consumo despilfarrador y la destrucción de los recursos, lo que ya está generando consecuencias dramáticas, entre otros, el cambio climático, el agotamiento de las tierras fértiles o los problemas del agua dulce. Por otra parte, en términos sociales y políticos el autoritarismo, el populismo y los egos desenfrenados también están limitando las posibilidades de la convivencia y el desarrollo humano.

La clásica conducta de la maximización de beneficios, insensible de las consecuencias sociales, pareciera repotenciarse con las nuevas tecnologías de las comunicaciones, que nos someten a procesos de manipulación desde diversos ángulos, llegando a limitar nuestra capacidad de pensar; empero, con voluntad y disciplina podríamos promover alternativas de cambio, resulta necesario promover la fortaleza individual y social para propiciar los cambios, lo que debería formar parte de los objetivos en el nuevo año.

El proceso no es sencillo, pero debemos trabajar para hacerlo posible, conlleva esfuerzo individual y trabajo colectivo. En buena medida tiene que ver con retomar algunas de las clásicas lecciones de los grandes maestros y, en ese sentido, siguiendo a Immanuel Kant, debemos fortalecer la autoreflexión, el pensar consigo mismo (solipsismo), con una actitud crítica y reflexiva.

Conscientes del bombardeo de información manipuladora que vivimos, debemos cultivar la duda y la crítica, como herramientas para enfrentar los fanatismos, adoctrinamientos y manipulaciones que nos destruyen como seres pensantes y creativos.

La información que recibimos, asimilamos y reproducimos juega un papel determinante en nuestra formación personal y en la sociedad que queremos construir; en consecuencia, debemos asumir una actitud crítica frente a los contenidos que circulan en las redes.

El esfuerzo individual tiene mucho que ver con la clásica idea del libre albedrio, nuestra capacidad para discernir, aprender de experiencias propias y ajenas, y poder adoptar nuestras decisiones con autonomía. Frente a la guerra híbrida que nos acecha, debemos fortalecer nuestra capacidad crítica para descartar los falsos discursos, los proyectos mesiánicos, las manipulaciones de los salvadores, los libretos anacrónicos e historicistas que ya tienen las respuestas que sirven al poder y el control social.

De nuevo, retomando lecciones clásicas, en el nuevo año debemos avanzar en la promoción de un ser humano integral, que calcula y maximiza, pero también siente; sensible ante la injusticia y la exclusión.

La reflexión crítica consigo mismo es un paso necesario, pero no suficiente, por eso debemos contribuir al fortalecimiento de la sociedad abierta y sus instituciones democráticas. Nos llega otro año para seguir trabajando en la promoción de la sociedad civil activa y una sociedad política con contenido ético y conectada con los graves problemas sociales.

En un contexto global de tantos desafíos, nuestra reflexión individual y autónoma es necesaria, pero la acción en el plano social es fundamental. Recordando a Jurgen Habermas, necesitamos la emancipación del ser en un contexto de diálogo social libre y creativo. La reflexión consigo mismo en permanente interrelación con el contexto social que es local, nacional y global.

Nuestras definiciones individuales deben enriquecer el debate social argumentado, la comunicación transparente, sin exclusiones ni imposiciones que permita establecer las bases de un orden democrático. Debemos seleccionar, privilegiar y promover los valores que conllevan convivencia, inclusión, diálogo y cooperación.

Los desafíos globales que parecían de ciencia ficción se han hecho realidad y nos hacen altamente vulnerables. Ya contamos con experiencias traumáticas pero formadoras, como la pandemia del covid-19 o los efectos de cambio climático. Los problemas del mundo global nos confirman, tanto la interdependencia compleja que vivimos, como nuestras debilidades para poder enfrentarlos.

Cuando la realidad nos hace evidente constantemente nuestras debilidades individuales; paradójicamente, el mundo en gran medida avanza por caminos autoritarios, personalistas, narcisistas, racistas, clasistas, xenofóbicos que fragmentan y polarizan la sociedad, generando un clima de tensiones e inestabilidad social profunda.

Los valores que se van posicionando destruyéndonos como individuos y como sociedad, podemos y debemos enfrentarlos con una actitud crítica, autocritica y reflexiva. Debemos de forma individual y autónoma enfrentar la manipulación de las redes, la guerra hibrida, las campañas de descalificación y destrucción que se construyen desde laboratorios del poder.

Que el nuevo año nos permita la salud, la fortaleza individual y la organización social para enfrentar los complejos desafíos del presente. Para avanzar en los objetivos contamos con las enseñanzas de nuestros maestros y, en ese contexto, la familia, la escuela y la comunidad se posicionan como espacios vitales, el norte está claro es el respeto de la dignidad humana sin exclusiones. Todo lo mejor para el nuevo año.

 

Félix Arellano es internacionalista y Doctor en Ciencias Políticas-UCV.

TalCual no se hace responsable por las opiniones emitidas por el autor de este artículo

Konrad Adenauer y Rafael Caldera

 

Konrad Adenauer y Rafael Caldera

Caldera, mostró, pues, que el político es un hombre de acción, y por ello, requiere equiparse de adecuados instrumentos conceptuales para una mejor comprensión de la realidad, de los fenómenos políticos y la resolución de ellos.


 

·         JESÚS E. MAZZEI ALFONZO

22/12/2022 05:00 am

 



En vísperas de una nueva conmemoración del fin del ciclo vital de Rafael Caldera el próximo 24 de diciembre, es oportuno repasar la importante reunión entre Konrad Adenauer y Rafael Caldera, que fue parte de los encuentros internacionales que Caldera tuvo en esa década de los 60, que lo maduraran intelectual y políticamente, donde Adenauer aparte de conocer personalmente a un prometedor joven político latinoamericano, que en ese momento es Presidente de la Cámara de Diputados del Congreso Nacional y Secretario General de Copei. Caldera, conoce igualmente, al arquitecto de la Alemania moderna, democrática y reconstruida en un gran país. Caldera, llevo la propuesta concreta de cooperación democrática y análisis de la situación de los partidos demócrata cristianos de América Latina y en particular de Venezuela. Ese memorándum de cooperación con la democracia cristiana no sólo venezolana sino latinoamericana, de no más de tres páginas, es una síntesis de claro análisis y percepción política y de presentación de propuestas de acción política para el mediano y largo plazo.



Las primera parte del informe, elaborado por el propio Caldera y no por speechwriting en particular, inicia con un acertado diagnóstico de la situación de los partidos demócrata cristianos en América Latina y en Venezuela, en particular, que ya en ese momento no son partidos minoritarios, arraigados en ciertos sectores sociales, sino que han tenido ampliación horizontal en la sociedad y tienen fuerte influencia en dos sectores claves para la acción política: el estudiantil, en la universidades y en los sectores de profesionales y técnicos de la sociedad civil ( abogados, ingenieros, arquitectos economistas, médicos, odontólogos, entre otros) y van vinculándose cada vez más hacia los sectores populares. Entonces la democracia cristiana se trata de un movimiento en ascenso, en Chile, que llegarán al poder en tres años de la mano de ese gran estadista que fue Eduardo Frei y siete años después con Rafael Caldera, en 1969. Hace un concreto análisis de que ya estos partidos, no son como lo quisieron ver y presentar algunos sectores sociales y políticos, como movimientos conservadores y clericales, sino movimientos populares, no confesionales, partidarios del cambio social en libertad, donde se respeta la ley y el orden.


Caldera, plantea una cooperación oportuna, visto que se enfrenta a movimientos de inspiración marxista que reciben ayuda de los países del bloque soviético y en particular de la Cuba revolucionaria, además enuncia que en aquel momento se libra un combate clave para los países del Caribe, observando la influencia de Cuba en la región y además que, en Venezuela, se van a hacer elecciones claves en 1963 y los partidos demócrata cristianos están en desventajas en el manejo de medios técnicos para la lucha política entre otros. Imagina que esta cooperación se puede canalizar y realizar, a través de un Instituto de formación política que podría denominarse Luigi Sturzo, ( Se concretizo en el IFEDEC ese mismo año) para la formación y capacitación política e ideológica de dirigentes demócrata cristianos en la lucha político partidista, sindical, universitaria en todas las áreas de la formación política (organziación, propaganda ideología y presentación de propuestas políticas etc..) necesarias para enfrentar a un adversario ideológico y político: el marxismo. Antítesis del cristianismo, en su forma teológica y democrática. Esto es para publicar textos, socialización política moderna a sociedades que se están incorporando no solo a la vida democrática sino moderna, allí el partido comunista tiene un peso indudable, sobre todo en la región latinoamericana en esos años como Caldera, lo observa con gran acierto. Se plantea, pues, una fundación que pudiera denominarse Konrad Adenauer, que canalizaría, la cooperación técnica, política, y financiera, a los partidos y movimientos demócrata cristianos y además trabajar coordinadamente con otros movimientos democráticos como la socialdemocracia, independientes ( Recuérdese que en Venezuela, en aquella época había una coalición gubernamental producto del Pacto de Punto Fijo) y además, para frenar también la reacción de la derecha en aquel momento de sectores reaccionarios antidemocráticos militaristas.



Este memorándum de cooperación, es parte del proceso vital que Rafael Caldera, acometerá en esos años, de lo importante del hecho internacional, la interdependencia en la colaboración política entre partidos de igual signo con un objetivo construir sociedades democráticas y modernas y partidos demócrata cristianos prestos para la lucha política en un contexto internacional difícil (guerra fría, democratización precaria a nivel hemisférico) y Caldera acopio una experiencia internacional enriquecedora no sólo por lo líderes que trato, conoció, sino que hablo de alta política, que le sirvieron de puente, de conocimiento en cuanto ejerció la primera magistratura cuando aplico una política exterior autónoma, pragmática y realista, basada en sólidos principios doctrinarios, fruto de la experiencia política que acopio en los años anteriores a su llegada al poder en 1969, basada en la pluralidad, cooperación, bien común, respecto a la no intervención en asuntos internos de otros países y una política exterior pacifica, pues bien este contacto con Adenauer, nos mostrará a un Caldera en 1962, madurando en su concepción de la cooperación y solidaridad internacional y lo sintetizó en Caldera, en cuanto tuvo un claro sentido de estado y del poder, de su conducción y del sentido de las proporciones, que de él derivaban, tenía un claro sentido de lo que era la política, no sólo como el arte de lo posible, la ciencia de lo relativo sino, además, un arte, o como lo expresó en una conferencia magistral para los politólogos en 1984, el 13 de abril, “… para hacer una cosa hay que conocerla y ustedes son los que pueden y deben inspirar a los que dentro de la acción tratan de alcanzar lo posible sino como lo expresa una frase muy calvanista, por cierto es lo de hacer posible el ideal, hacer posible la aspiración la noble aspiración y para hacer posible hay que tener conocimiento profundo de la realidad, hay que tener conocimiento exacto de la naturaleza humana, hay que tener na idea, una noción clara de lo que la gente desea, aspira y de cómo la gente reacciona, y de allí en qué medida en los medios, el medio social se hace más complejo a medida que las poblaciones aumenten, a medida que la técnica influye más en las acciones humana, es más necesaria la ciencia de la política, ciencia de la política que se inspira en el análisis y valoración de los hechos pasados, en el análisis histórico de los grandes acontecimientos en el mundo y en nuestro país, pero evidentemente tiene que tener sobre todo, un aspecto actual del conocimiento de la realidad inmediata y de las perspectivas futuras a corto, mediano y largo plazo…”.


Estimo, apreciados lectores, que esa es la mejor enseñanza que nos deja el encuentro entre estos dos grandes estadistas, en febrero de 1962, aniversario que ya fue conmemorado por la Fundación Konrad Adenauer, en octubre de 2022, en un extraordinario acto que contó, con las palabras de su hijo mayor el profesor universitario Dr. Rafael Tomás Caldera en un denso discurso. Ya que en ese encuentro entre ellos dos, fue la semilla, de la cooperación, amistad entre partidos de la misma inspiración con un objetivo hacer viable la idea de la democracia en este lado del mundo.


Caldera, mostró, pues, que el político es un hombre de acción, y por ello, requiere equiparse de adecuados instrumentos conceptuales para una mejor comprensión de la realidad, de los fenómenos políticos y la resolución de ellos. Hay una relación entre conocimiento, formulación de políticas y sentido de poder. Del maestro de la ciencia política en Venezuela, como lo fue el Dr. Manuel García Pelayo, tomo su categorización de las cualidades de un político: 1) saber qué se quiere o conciencia de finalidad; 2) saber qué se puede o conciencia de posibilidad; 3) saber qué hay que hacer o conocimiento de la instrumentalidad; 4) saber cuándo hay que hacerlo o sentido de oportunidad y 5) saber cómo hay que hacerlo o sentido de la razonabilidad. Y esto fue la base conceptual de este memorándum que Caldera elaboró y llevo a Adenauer.


jesusmazzei@gmail.com

 

miércoles, 21 de diciembre de 2022

 

Entre burbujas e inestabilidad, 

por Félix Arellano




Entre burbujas e inestabilidad
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Cercanos a despedir un nuevo año, observamos como nuestro mundo se torna cada día más complejo e impredecible; lo que reconfirma su carácter heterogéneo y dinámico, tornando francamente difícil construir teorías que permitan su mejor comprensión. Por otra parte, a nivel de los Estados Nacionales nos encontramos, particularmente en la región, con diversas burbujas particularmente económicas (industrias o de servicios) y políticas, que coexisten en un contexto de pobreza y exclusión, con creciente descontento social.

Frente a las difíciles situaciones nacionales, se incrementan las reacciones de desasosiego y ruptura que abarcan, desde vías legítimas, como el voto castigo y la protesta; pero también el vandalismo y la generación de caos e inestabilidad.

Todo indica que resulta fundamental cultivar en nuestros pueblos la reflexión crítica y autocrítica, y la capacidad de diálogo, negociación y cooperación, para enfrentar los serios desafíos que enfrentamos en los diversos planos: local, nacional e internacional.

La creciente globalización de la economía mundial se ha enfrentado con el punto de inflexión que representó la pandemia del covid-19 que, en términos generales, estimuló tendencias proteccionistas, nacionalistas y autoritarias; pero también, algunos aspectos positivos, como masiva conexión electrónica de muchas actividades y una interesante reflexión sobre la viabilidad de las cadenas globales de valor a escala mundial, en particular, sobre el papel de China como fabrica del mundo y sus giros hacia una política exterior más agresiva y expansionista, una amenaza para el mundo y, en particular, para zona del indo pacifico.

Para agudizar la dinámica mundial, la irracional invasión de Rusia a Ucrania, ha evidenciado las profundas debilidades del orden internacional liberal basado en reglas, que no obstante sus bondades para la construcción de convivencia humana, se convierte en un obstáculo para las corrientes iliberales, que promueven la autodeterminación y una visión rígida de la soberanía, y el rechazo de las instituciones internacionales con capacidades de control, supervisión o sanción.

Las paradojas se imponen en el orden mundial, pues cuándo resulta fundamental el diálogo, la negociación, la cooperación y la convivencia para enfrentar los grandes desafíos que enfrenta la humanidad, entre otros, los problemas sanitarios, ecológicos, hambrunas, potenciales conflictos, crecientes migraciones; por el contrario, en el ámbito político se debilitan la democracias, se incrementa el autoritarismo y el militarismo y, en plano ideológico, crecen, entre otros, el populismo, el radicalismo. Todo un conjunto de valores que obstaculizan la construcción de un orden mundial más justo, incluyente y equitativo.

El panorama regional se presenta sombrío, entre otros por la creciente amenaza de las guerras híbridas que enfrentan las democracias desde las diversas visiones ideológicas radicales, en su mayoría orientadas a generar inestabilidad y aprovechan las bondades de la democracia, para llegar al poder y luego iniciar el proceso de desmantelamiento de la institucionalidad interna y los cambios en el orden internacional, que permitan perpetuarse en el poder. En la mayoría de los casos los falsos discursos de transformación humanista, se convierten en trampas para cautivar ingenuos y luego, al asumir el poder nos encontramos con el libreto del control y la represión.

Diversos diagnósticos económicos de los organismos especializados destacan que varios países de la región crecen económicamente, el caso peruano es bien ilustrativo, pero poco o nada avanzan en la superación de los niveles de pobreza y desigualdad. Se aprecia el posicionamiento de una dinámica de burbujas; por una parte, de minorías en opulencia y derroche, pero también burbujas económicas, con algunos reducidos sectores de alto crecimiento, competitividad y productividad, que absorben mano de obra especializada y una limitada contribución en la reducción de pobreza.

Unas economías que se tiende a desconectar del mar de fondo que enfrentan mayorías sociales. Por otra parte, algunos gobiernos erráticos, insertos en tramas de corrupción, más concentrados en los beneficios de la camarilla en el poder, que en la generación de los cambios y los incentivos para capacitar y empoderar a los más débiles.

Sorprendentemente, en muchos casos, los políticos, particularmente de los sectores democráticos, cuyo objetivo fundamental es estar al servicio de la sociedad, también están conformando otra burbuja, desconectados de los graves problemas que viven sus pueblos, concentrándose en agendas y proyectos personales, con una relación esporádica con los sectores humildes básicamente buscando votos en los procesos electorales, perdiendo confianza y credibilidad.

Los grupos populistas y radicales tratan de aprovechar la desconexión de los sectores democráticos para manipular y adoctrinar, es una parte decisiva de la guerra híbrida, promover los sentimientos nacionalistas, xenofóbicos; propiciando polarización, todo un conjunto que estimula descontento, protesta, voto castigo y los radicales aprovechan, con el apoyo de redes internacionales, para generar caos, vandalismo e inestabilidad.

Un cuadro estructural de las burbujas, desasosiego e inestabilidad se puede apreciar en buena parte de la región. Por ejemplo, el caso de Chile, un país con altos niveles de prosperidad, que nos sorprendió con el estallido social del 2019. Costa Rica, la isla de la prosperidad centroamericana, enfrentó protestas sociales en el 2020; Ecuador en 2016, 2022; Colombia en 2019 y Bolivia en 2022.

Adicionalmente, en estos momentos observamos la compleja situación peruana, donde los sectores pobres que eligieron al presidente Pedro Castillo, quien resultó en un colosal desastre, se sienten de nuevo defraudados de las instituciones y, los radicales, en particular del anacrónico partido Perú Libre, están aprovechando la situación para elevar el nivel de inestabilidad. Frente a la dramática situación que vive el país, la mayoría de los sectores democráticos tienden a responder con la fragmentación, privilegiando sus cálculos personales.

En ese contexto, los casos más lamentables lo conforman los países que han seguido los esquemas anacrónicos de manuales revolucionarios, que prometen una supuesta sociedad más humana, con efervescencia antisistema y destruyen la riqueza para propiciar igualdad; empero, realmente buscan igualar en pobreza para lograr un mayor control social.

Ahora bien, debemos resaltar que, no obstante, la represión que los mantiene en el poder no logra eliminar el descontento social y. al respecto, en el caso de Cuba se mantiene como emblemático el estallido social del 11 de julio del 2021.

Que se impongan las visiones autoritarias no significa que tengan la razón, en principio, representa una evidencia que el amedrentamiento y la represión se impone por el uso de la fuerza, pero todos estamos perdiendo oportunidades, por tal razón resulta fundamental promover los valores liberales; es decir, las libertades, la democracia y los derechos humanos desde todos los espacios posibles en el nuevo año.

 

Félix Arellano es internacionalista y Doctor en Ciencias Políticas-UCV.

TalCual no se hace responsable por las opiniones emitidas por el autor de este artículo

lunes, 19 de diciembre de 2022

Mauro Viera en Itamaraty

 

Mauro Viera en Itamaraty

En primer lugar, ¿qué es lo que Brasil desea obtener de su relación con el medio internacional en la próxima década luego del gobierno de Bolsonaro?


 

·         JESÚS E. MAZZEI ALFONZO

15/12/2022 05:00 am

 


El pasado viernes 9 de diciembre, el presidente electo Lula da Silva, escogió a los primeros ministros que le acompañaran en el nuevo gobierno que se iniciará el 1 de enero de 2023, el nuevo canciller Mauro Viera, ya ocupó la cartera de la corporación ministerial entre el año 2015 y 1016, sustituyendo en el gobierno de Dilma Rousseff a Luiz Alberto Figueiredo. Diplomático de carrera, con más de 35 años de carrera diplomática y a la edad de 71, llega más maduro intelectual y políticamente, con una amplia experiencia en el manejo de misiones exteriores entre las cuales cabe mencionara la de la Argentina, Naciones Unidas, Washington, jefe de Gabinete del Celso Amorín en su última gestión como canciller, fue, además, consejero en Paris de un Embajador de amplio prestigio y trayectoria en otros momentos de su carrera como Marcos de Azambuja. Viera reúne un temperamento apropiado para los tiempos que viene en materia de política exterior un profesionalismo extraordinario a toda prueba y tiene una visión positiva de la vida según comento el Embajador Azambuja al conocer la designación del nuevo ministro, según reseña el diario OGlobo del Brasil. Además, en su currículo está el rol de asesor internacional del entonces ex-Ministerio de Ciencia y Tecnología en el gobierno de José Sarney de Renato Archer.

A la hora de ejecutar los principios históricos de la política exterior de Brasil que fueron altamente cuestionados sobre todo en la gestión de Ernesto Araújo, cabe esperar que estos serán retomados, por ello, vasta citarlos de nuevo. Efectivamente, los principios rectores que han regido históricamente la política exterior del Brasil y que son sus ejes en la formulación e implementación son los siguientes:


Pacifismo: Se fundamenta en la no-confrontación, la búsqueda de soluciones pacíficas negociadas de las controversias, la condena del uso de la fuerza para la obtención de resultados externos.

El universalismo: entendido este como el todo el acervo de contactos bilaterales que constituyen el patrimonio histórico del Brasil, su vocación universalista. También la diversidad de contactos bilaterales y multilaterales sirve para la realización de los intereses nacionales.

Juridicismo: respeto a los tratados y convenciones, entendidas como manifestaciones sacrosantas del Derecho Internacional y que son asumidas por la voluntad nacional.

Realismo, autonomía heterodoxa, pragmatismo: acciones vinculadas a los intereses nacionales. Se abandona la idea de construcción y el uso del papel de potencia del país, para ganancias internacionales, se despolitiza y desideologiza la acción internacional (cosa que en el gobierno de Bolsonaro no se hizo)

Autodeterminación y no intervención: son alimentados por el carácter pacificista de la política exterior y sobre todo por el realismo que ilumina a su ejecutoria internacional, basado en la cooperación y negociación y en el tratamiento de la diplomacia multilateral.

Temas multilaterales como la CELAC, el Mercosur, el acuerdo del Mercosur con la Unión Europea, la Unasur, la OEA, ONU, el tema del ambiente y la incidencia del cambio climático, los foros de cumbres presidenciales ( Brasil le corresponderá en la cumbre de G-20 del próximo año en noviembre asumir la presidencia de este grupo, ya será la sede de la Cumbre de este foro en el 2024), temas bilaterales como las relaciones EE.UU, el espinoso tema de las relaciones bilaterales con Venezuela reabrir la Embajada y los consulados en ambos países, las relaciones con la Argentina, recomponer las relaciones con algunos países de la Unión Europea como Francia, el lamentable tema de Haití, donde Brasil ha tenido históricamente un rol importante, como integrante de las fuerzas de paz y como donador con aproximadamente 40 millones a programas de ayuda. Ahora bien, la política exterior de este país, tiene tres indagaciones que responder en los años por venir:

En primer lugar, ¿qué es lo que Brasil desea obtener de su relación con el medio internacional en la próxima década luego del gobierno de Bolsonaro? la respuesta evidente y con un claro objetivo, es incrementar el intercambio externo de sus bienes y servicios para la realización del desarrollo, tanto en su dimensión económica como social, para lograr profundizar los derechos humanos y medio ambiente, elementos que sirvan y puedan ser complementados con acuerdos y sistemas que ayuden a las políticas internas.


En segundo lugar, ¿cómo el Brasil desea relacionarse con la comunidad internacional?, aquí están los principios que tradicionalmente han orientado su política exterior, tales como la no intervención, el respeto a la autodeterminación, la no injerencia en los asuntos internos y la solución pacífica de las controversias, como calibrar estos principios con una política exterior más activa.

La tercera interrogante, ¿cuál es el mundo que ellos desean?, puede estar resumida en algunas ideas fuerzas: paz, desarrollo, y participación amplia, por ello es que el Brasil de acuerdo a los especialistas buscará, esperamos vigorizar los valores de la democracia, los derechos humanos y la preservación del medio ambiente papel importante por el envolvimiento en las misiones de paz. Estas y otras interrogantes, la tendrá que responder la gestión del nuevo ministro Mauro Viera al inicio de su gestión y desarrollo de la misma, acompañado de un equipo que busque restablecer el control de daños al patrimonio de la política exterior brasileña estos años en sus temas y en el manejo de la corporación que fue inicialmente resuelto en la gestión de Carlos França, luego de la gestión de Ernesto Araújo, durante estos últimos casi año y medio.

El equipo de transición que ha contado con contribución y el aporte de los ex Cancilleres Celso Amorín, Aloyso Nunes, Audo Faleiro ex asesor de asuntos internacionales de la Presidencia de la República, las académicas Maria Regina Soares de Lima, y Adriana Abdenur, la socióloga Maria Silvia Portela de Castro; e Fatima Mello y Monica Valente, exsecretaria de Relaciones Internacionales del PT, y el exministro da Educação Cristovam Buarque entre otros miembros del equipo que deben presentar a la brevedad, los informes finales para al llegar al gobierno y empezar a tomar decisiones tanto desde el punto de vista organizativo como desde el punto de vista político, en el área diplomática. Esperaremos pues, los
primeros 100 días de la acción de gobierno.

jesusmazzei@gmail.com

 

viernes, 16 de diciembre de 2022

El outsider de Perú

 

El outsider de Perú, 

por Félix Arellano





El outsider de Perú
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El cansancio y desasosiego político que se vive en muchos países democráticos, alimentan la tendencia de la antipolítica, que podríamos resumir bajo la lapidaria expresión «que se vayan todos». Se buscan «caras nuevas, no contaminadas» por la practicas políticas, la célebre figura del outsider. El radicalismo, el populismo y la polarización se presentan como banderas fundamentales en el rechazo a los partidos y a los políticos tradicionales, tendencia que se expande ampliamente, gracias a las nuevas tecnologías de la comunicación política, en particular las redes sociales. Pero en términos generales, los resultados que se aprecian de algunas experiencias de las nuevas caras son decepcionantes.

Las nuevas caras asumen discursos que estimulan pasiones y conquistan fanáticos. Ambiciosos y fraudulentos proyectos de trasformación de la política y del país. Una de las banderas es la lucha contra el flagelo de la corrupción y, en ese contexto, desarrollan la tesis que presenta a la política tradicional como una organización de cómplices, con plena impunidad; situación exagerada, sobre la que insisten para desplazar a los políticos y debilitar las instituciones.

Muchas de las nuevas caras tienden a ser efímeras, en su mayoría no cuentan con formación ni experiencia política, pues precisamente esos valores los descalifican. Algunos aprovechan que han logrado un protagonismo, particularmente mediático que le garantiza algún respaldo popular de inicio. Pero eso no es tema que preocupe, pues con las tecnologías, el capital y una cara nueva, se construye un candidato y con la antipolítica se va preparando el terreno.

Se cuestiona a los políticos tradicionales su desconexión de la grave situación que enfrentan las mayorías pobres y excluidas; empero, muchas de las nuevas caras tampoco tienen mayor vinculación, ni conocimiento sobre la dramática situación de la pobreza. Son figuras que hacen de la política un negocio, una competencia de ego, una banalidad.

En este contexto, el caso peruano es digno de reflexión, pues la crisis de la política y los políticos se viene desarrollando desde hace algunos años. Los partidos tradicionales se han debilitado sensiblemente y algunos han desaparecido de la escena política, el país vive una creciente fragmentación del espectro político, con el surgimiento de diversos grupos muy efímeros, que se forman por un proceso electoral especifico, sin mayor formación doctrinaria, ni trabajo con el electorado.

Al respecto conviene destacar que, en la primera vuelta de la elección nacional (11/04/2021), en la que salen vencedores las dos tendencias radicales peruana; por una parte, la Sra. Keiko Fujimori del Partido Fuerza Popular y, por la otra, Pedro Castillo del partido Perú Libre, de tendencia marxista, la boleta electoral contemplaba 20 candidatos, la mayoría de ellos sin liderazgo nacional, ni mayor formación política.

A las elecciones generales del 2021 se llega en un contexto de inestabilidad política, con 5 presidentes desde el 2016: Pedro Pablo Kuczynsk (2016-2018), Martin Vizcarra (2018-2020), Manuel Merino (2020), Francisco Sagasti (2020-2021); y con la mayoría de los expresidentes vivos sujetos a investigaciones judiciales, dos de ellos con detención (Alberto Fujimori y Ollanta Humala) y uno se suicida antes de ser detenido en su propia residencia (Alan García).

Por otra parte, un poder legislativo altamente cuestionado, que ha abusado de las facultades constitucionales, en particular le moción de vacancia que permite la destitución del presidente, con el requisito fundamental de logra el mínimo de 87 votos de los 130 miembros del Congreso.

En la segunda vuelta de las elecciones del 2021, triunfa la cara nueva y no contaminada de la política peruana, el outsider de Pedro Castillo, sin mayor formación política, un limitado liderazgo gremial en la zona de Cajamarca; empero, desde los mitos de la anti política, libre de la contaminación que representa la dinámica política de Lima. Candidato por circunstancias fortuitas, ante la inhabilitación de Vladimir Cerrón el jerarca del partido Perú Libre, con un programa de gobierno anacrónico de contenido marxista.

Los resultados de la contienda electoral resultaron fuertemente cuestionados por los sectores conservadores, que poco trabajan con la población, particularmente con los excluidos, que son muchos en el Perú, y que aspiran ganar las elecciones por la experticia técnica que disponen. Partidos democráticos que en la mayoría de los casos se mantienen como burbujas desconectadas de la dramática situación de la población, en estos momentos agravada por las graves consecuencias sociales de la pandemia del covid-19.

El órgano electoral peruano consolidó su autonomía y confirmó el triunfo electoral de Pedro Castillo, una pequeña diferencia, que generó un lamentable resultado, en el que participó mucha población pobre del Perú. Al respecto, resulta lamentable oír declaraciones que asumen que el triunfo de los radicales en las elecciones nacionales, es producto del respaldo de fuerzas internacionales, desconociendo y menospreciando el sentimiento de la población marginada y excluida, que vota con la esperanza que su situación va cambiar producto de la nueva política radical, para luego enfrentar la gran decepción.

Con la cara nueva de Pedro Castillo Perú ha vivido año y medio de un desgobierno, una profunda incapacidad para construir gobernabilidad, sin estrategia, ni objetivos de transformación, solo concentrado en mantenerse en el poder, pero sumando errores progresivamente. En el corto periodo de gobierno circularon cinco primeros ministros y en consecuencia cinco gabinetes y más de 80 ministros. Pero debemos recordar que un buen número de los promovidos a cargos ministeriales contaban con expedientes e investigaciones que adelantaban el rechazo de parte del Congreso.


Algunos de los renunciantes que dieron sus declaraciones coinciden en lo inaccesible del Presidente, rodeado de un círculo de incondicionales. En este proceso también ha acumulado 6 investigaciones fiscales que los vinculan con actos de corrupción.

No podemos desconocer que el Congreso también ha jugado una rígida actitud obstruccionista, en ese contexto, cabe destacar que negó la autorización para viajes internacionales importantes para el país: i) asistir a la toma de posesión del presidente Gustavo Petro en Colombia (04/08/2022/); ii) una gira por Europa que incluía la visita al Papa Francisco (12-18/10/2022); iii) participar en la Cumbre de la Alianza del Pacifico en México (24-26/11/2022). Una posición lamentable, pues más que afectar al presidente aislaba el país.

El tema más sensible en la relación entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, tiene que ver con la moción de vacancia, un mecanismo que tiende a resultar demasiado flexible y, en algunos casos irresponsable, para destituir el Presidente de la República, que básicamente requiere el numero de 87 votos de los 130 miembros del Congreso y Pedro Castillo se ha convertido en el tercer presidente destituido por la aplicación de la moción de vacancia.

Pero no le resultó tan fácil al Congreso lograr la destitución del presidente Castillo, debido a su marcada fragmentación, donde ningún partido político tiene una fuerza decisiva, obliga a unas complejas negociaciones, que en el caso de Castillo fracasaron en dos oportunidades anteriores; empero, al considerar por tercera vez la moción de vacancia y, ante la irracional e inconstitucional decisión del presidente Castillo, de disolver a los 101 votos para destituirlo y juramentó a la Vicepresidenta la Sra. Dina Boluarte como la nueva Presidenta.

Impresionante el error político de Castillo, podría estar pensando en el auto golpe de Alberto Fujimori (05/04/1992), pero menospreció las enormes diferencias. En su momento Fujimori era lo más cercano a un héroe nacional, al enfrentar exitosamente a Sendero Luminoso, y la gran mayoría de las instituciones, en particular, las fuerzas armadas, lo apoyaban plenamente. Castillo, si bien contaba con una pequeña mejora en las encuestas, ha gozado en su corto gobierno un alto rechazo institucional.

Los hechos están muy claros, por eso sorprende las tesis de radicales sobre la supuesta manipulación de Castillo, los más dogmáticos han llegado a vincular al gobierno de los Estados Unidos. Lamentablemente no podemos desconocer que, en el año y medio de gobierno, el presidente Castillo realizó su mejor esfuerzo para ser destituido,

Dos detalles contradictorios podríamos destacar finalizando, por una parte, la sorprendente fortaleza de muchas instituciones peruana en el marco de una crisis política profunda, en particular, la autonomía del poder judicial, del poder electoral y del Banco Central. Pero paralelamente preocupa que la antipolítica se ha posicionado en la sociedad peruana y ante una próxima elección no sería extraño que recurran de nuevo al falso mito de la cara nueva no contaminada (el outsider).

 

Félix Arellano es internacionalista y Doctor en Ciencias Políticas-UCV.

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