martes, 28 de marzo de 2017

La OEA se fortalece

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Feliz Arellano
Otra evidencia de las fortalezas de la organización lo representa la consideración de la grave situación que vivimos en Venezuela, pues la OEA se presenta como una instancia que puede ejercer una efectiva presión en la búsqueda de soluciones

La Organización de Estados Americanos (OEA) destaca entre las crecientes contradicciones y fracasos del proceso bolivariano y, en general, de los grupos radicales latinoamericanos. Demasiada critica irracional: desde ministerio de colonias, hasta cachorros del imperio; muchos esfuerzos destructivos que han incluido la creación de la Celac como posible mecanismo de sustitución; empero, los hechos evidencian una OEA débil económicamente, pero fuerte políticamente. En este momento, uno de los epicentros de importantes acontecimientos en el hemisferio, como es el caso de la posible aplicación de la Carta Democrática al proceso bolivariano.

No podemos negar que en los orígenes del sistema interamericano, particularmente en la etapa de la Unión Panamericana, la hegemonía de los Estados Unidos fue significativa. En el marco de la llamada guerra fría entre las dos grandes potencias los Estados Unidos y la Unión Soviética, la OEA constituía una organización adscrita al eje americano y el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) uno de los instrumentos más representativos de su poder. Pero los tiempos fueron cambiando y los miembros de la OEA lograron definir espacios creativos, con autonomía frente a la alienación ideológica y la dominación hegemónica, y el caso más emblemático lo representan los derechos humanos, que sin lugar a dudas constituye el tema más importante de la OEA.

Los Estados Unidos es una potencia mundial y mantienen la cuota más alta en el presupuesto de la organización, pero no logra controlar la diversidad de temas en la agenda, ni la actuación de los Estados miembros por muy pequeños que sean; por ejemplo, los Estados del Caribe, actuando cohesionadamente en la mayoría de los casos, han logrado gran autonomía y poder de acción, no olvidemos que cada miembro representa un voto.

Entre las fortalezas de la OEA también destaca su amplio desarrollo institucional en diversas áreas sociales, culturales, jurídicas y económicas alcanzado a lo largo de varias décadas, pues si bien la OEA fue creada en IX Conferencia Interamericana efectuada en Bogotá en 1948, donde se suscribió la Carta de Bogotá constitutiva de la OEA, son diversas las organizaciones interamericanas que datan de principios del siglo XX, como: la Organización Panamericana de la Salud de 1902, el Comité Jurídico Interamericano de 1906 o los Comités Interamericano del Niño de 1927 y de la Mujer de 1928.

Otro potencial de la OEA poco aprovechado y ampliamente cuestionado por los movimientos radicales, tiene que ver con las posibilidades que ofrece para el diálogo norte/sur. En la práctica, la organización representa un espacio privilegiado para construir un relacionamiento ambicioso y dinámico entre nuestra región y los Estados Unidos y Canadá. Una expresión de este potencial es el proyecto de las Cumbres de las Américas, que en su inicios contemplaba diversidad de temas y proyectos en lo que se aspiraba avanzar en el hemisferio, pero que se fue concentrando fundamentalmente en las negociaciones de la zona de libre comercio del Alca; luego, en la medida que el proyecto comercial fracasó y se fragmentó en varias negociaciones bilaterales, la ambición de las Cumbres se fue debilitando.

Con el auge del radicalismo populista en nuestra región y el fracaso del proyecto del Alca, las perspectivas de la OEA menguaron. La crítica irracional se incrementó resaltando las debilidades, menospreciando las potencialidades y sin proponer soluciones creativas, pues claramente se pretendía destruir la organización, en particular su fortaleza en materia de derechos humanos. La presión fue enorme, pero podríamos afirmar que ha fracasado y, si bien es cierto que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos requiere de mayores recursos financieros para un funcionamiento más eficiente, su labor es ampliamente reconocida y ha quedado claro que son los gobiernos autoritarios los interesados en eliminar cualquier limitación critica a sus desmanes.

Otra evidencia de las fortalezas de la organización lo representa la consideración de la grave situación que vivimos en Venezuela, pues la OEA se presenta como una instancia que puede ejercer una efectiva presión en la búsqueda de soluciones. La valiente actuación del Secretario General, el Sr. Luis Almagro quien, sin temores por la reelección, se ha atrevido a utilizar el Articulo 20 de la Carta Democrática Interamericana y presentar un exhaustivo informe de la situación venezolana, solicitando a los países miembros la aplicación de la Carta, ha ubicado a la OEA como el foro privilegiado para la reflexión y promoción de soluciones. Por lo pronto el proceso bolivariano solo logra agredir al Secretario y la organización y debería estar pensando en su retiro, pero también debe reconocer las implicaciones de un mayor aislamiento y desprestigio cuando la crisis económica y financiera se acentúa.
Es evidente que la OEA no puede resolver por sí sola la grave situación venezolana, pero si los 18 países miembros que han solicitado la convocatoria de la reunión del Consejo Permanente para abordar el caso venezolano, logran activar la Carta en su primera fase, se avanzaría en la consolidación de la organización y en la necesaria presión al proceso bolivariano que, sumando la cesación en el Mercosur, la voz crítica del Vaticano y del resto de la comunidad internacional y el enorme esfuerzo nacional, puede ir generando las condiciones para el restablecimiento del orden constitucional y democrático, el resguardo de los derechos humanos y la superación de la crisis humanitaria de medicamentos y alimentos.

UN NOBEL EN UN CONTEXTO DE ESCASEZ, EMPOBRECIMIENTO E HIPERINFLACION


EDUARDO ORTIZ RAMIREZ

Siempre hemos visto lo difícil que es digerir y discutir lo que dicen los gobiernos y, más aun, la administración bolivariana. Todo está bien, todo irá incluso mejor. El presidente está convencido que la economía está entrando a un nuevo modelo económico y, es más, ya abandonó –el año 2016- el modelo rentista; encontrándose con los resultados de un supuesto milagro económico. Un país que no existe es el que acaricia el presidente Nicolás Maduro en sus análisis y proyecciones.

Después de deambular por sus novísimos estudios de premios nobeles de economía, El presidente Nicolás Maduro descubre que existe algo que se llama bienestar económico, en un deambular de desconocimiento y falta de reconocimiento de lo que ha ido siendo una perdida acentuada y creciente del mismo, sobre todo en el último lustro. Más aun, olvidando sus arremetidas permanentes contra la economía de mercado y la figura de los oprobiosos capitalistas, termina viendo en ellos virtudes y grandes oportunidades. Un oportunista pensaría que esa es una adecuada evolución y, podría ser válido, si no fuera por las propias salidas que en circunstancias de crisis y de agudas confusiones, como sucede en la actual Venezuela, los agentes económicos y los ciudadanos y consumidores, saben elaborarse tácticas y estrategias para su propia sobrevivencia. No necesariamente es lo mismo que el proceso de destrucción creativa en el que pensaba Schumpeter.

Eso último se torna más grave, en una economía donde se han alterado los mecanismos normales de contraloría, supervisión o rendición de cuentas. En resumen, una sociedad donde la escogencia y las asignaciones no se dan en condiciones de transparencia y los agentes económicos pueden convertirse en agudos buscadores de rentas.

Así, la finalización de la Expo Venezuela potencia -27 de los corrientes- y la cadena y las palabras del presidente Nicolás Maduro se dan en el contexto de los pasos y evoluciones recientes dentro de la OEA en cuanto a la situación de crisis política y humanitaria de Venezuela y sin ningún mejoramiento ni en registros ni en evoluciones factuales que no sean la dudosas y manejadas por algunos organismos que han partido -por los demás- del agudo escenario de deterioro institucional y en suministro de información en que la administración bolivariana ha sumido a la nación. Adicionándosele la generación de controles sobre controles, políticas sobre políticas, sin que existan cambios sustanciales en la conducción económica ni en los resultados en la evolución de la economía, el bienestar y la situación del grueso del empresariado sobreviviente y los consumidores desesperados y angustiados dadas la aguda escasez y la hiperinflación. Todo lo contrario, los resultados observables y previsibles son los menos deseables: mayor deterioro y empobrecimiento para la mayoría de la población.

Visto lo señalado se pueden resumir las líneas que más nos interesaron de lo transmitido por el presidente y otros funcionarios, con el fin de adicionarlo a lo que podría entenderse  como el conjunto de políticas o rumbos, por los cuales la administración bolivariana desea enrumbar a la nación, adicionándoseles a otras políticas, comunicados, cadenas y planes, a través de más de dieciocho años y en particular el último lustro.

Son cuatro los lineamientos que se desprenden para la política pública y/o económica. En primer lugar, estructuración de un plan económico para 2017 y 2018 que afiance el nuevo modelo existente a partir de 2017, según el presidente. En segundo lugar, atraer inversión extranjera adecuando y flexibilizando las normativas para estimular su entrada. En tercer lugar estructurar un nuevo Dicom para el mejor manejo y disponibilidad de divisas. Y, en cuarto lugar, desarrollar algo así como un Centro de investigación y desarrollo tecnológico donde alrededor de 10.000 investigadores puedan adaptar tecnologías, generar innovaciones, articular universidades al mismo fin e impulsar la sustitución de importaciones dentro de otras numerosas actividades.

Como es conocido, los niveles de atracción de Inversión extranjera logrados por Venezuela en años de los últimos tres lustros son bastante bajos al compararlos con otros países de la región;  el ambiente de inseguridad institucional es de los factores influyentes en ello. Grandes proyectos no exitosos, han formado parte de la cultura de más de 18 años de administración bolivariana. El área de divisas con la estructura del Control de Cambios desde el 2003 se ha, por su parte, atiborrado de superposiciones no exitosas. A pesar de esto y del escenario económico observable, el presidente destacó a Venezuela como un país de pujante desarrollo de la productividad y la industrialización.

Aunado a todo esto, se le superpone al escenario de escasez, la formalización y extensión de una manera de hacer las cosas que nos remite a bolsas CLAP MATERNALES Y DE HIGIENE PERSONAL. Mas discrecionalidad y extensión del control estatal a pesar de lo observado en las de alimentos –no llegan, no se ven o muy poco, según zonas y parcialidades- y siendo una ampliación del populismo y contradictorio con formas modernas de organización y dinamización de la sociedad. Esto, a pesar de la presencia de empresas internacionales en sus versiones nacionales -en las llamadas por la administración bolivariana Alianzas Estratégicas-, como NESTLE, HEINZ,  COLGATE PALMOLIVE. PROTER AND GAMBLE.

Observando financiamientos asignados a casos por empresas fue impresionante observar la asignación de 1 y hasta 8 millones de $ que se otorgaron vía crédito. En el ámbito empresarial si bien se aprecia lo positivo de estas a asignaciones se sabe que su representación en el conjunto empresarial es realmente pequeña.  Más aun puede  preguntarse sobre los criterios de escogencia y la secuencia evaluativa; por ejemplo, cumplimiento de metas o lo que continuará a la disposición de los fondos. Son estos procedimientos los que requieren la mayor trasparencia y eficiencia, pues son dineros del Estado y no de grupos o partidos en la administración del mismo. Iguales consideraciones pueden hacerse para las asignaciones que se hicieron en bolívares y que para diversos proyectos se asignaron en montos de 10 y hasta 10000 millones de bolívares. Solo la transparencia y el carácter público de asignaciones, evaluaciones y revisión del destino de los dineros diversos convierte en provechoso este tipo de experiencias.

Llama la atención el conjunto de acuerdos y cartas de intención firmadas, cuando se observan sectores y aunque en estos casos no se hicieron mayores precisiones de fondos. En el caso del sector automotriz donde estuvieron presentes representantes de algunas de las empresas tradicionales y organizaciones de productoras de partes, se ofreció en líneas generales pasar a producir tres tipos de vehículos (particular, de carga y motos). Este sector alcanzó ventas según CAVENEZ de solamente 3.008 vehículos durante 2016 y las empresas -tanto ensambladoras como productoras de partes- se encuentran actualmente a punto del colapso por razones de ausencia de divisas y contexto económico y de demanda en general.

Otros sectores de los abarcados por acuerdos y cartas de intención presentan situaciones altamente problemáticas, pero en la interpretación transmitida el 27 de marzo por el Presidente, otros funcionarios y los beneficiarios quedan ubicados a la luz de un optimismo rampante y exagerado. Es el caso del sector turismo. Igual sucede con aquellos donde se han detectado problemas agudos y la administración bolivariana no ha considerado advertencias o críticas como es el caso del minero con proyectos en curso como el del arco minero.

Nada nuevo a otros actos, ofertas, cambios de política o superposiciones de las mismas, en una secuencia donde la administración bolivariana mantiene el mismo modelo y el mismo estilo y conjunto de políticas.

@eortizramirez
eortizramirez@gmail.com





domingo, 26 de marzo de 2017

Teoría de la Complejidad


Guillermo Márquez

Mi amigo y colega Antonio Paiva publicó en su prestigioso boletín “Opiniones” una entrevista a uno de los economistas más importantes del siglo XX y parte del XXI, Kenneth Arrow, premio Nobel de Economía, fallecido en febrero  pasado. Relacionado con uno de los temas tratados en la entrevista, Antonio hizo un llamado a sus lectores a reflexionar sobre la teoría de la complejidad. En atención a ese llamado, he revisado y ampliado este escrito del 2010.

 El concepto de caos –desorden- en la ciencia se  refiere a fenómenos que tienen características muy distintas al estatus científico tradicional y especialmente la relación entre las variables. Si un determinado comportamiento está expresado por la relación y = a+bx, conociendo la constante  “a” el coeficiente “b” y la variable independiente “x”, conoceremos el valor de la variable dependiente “y”.  Lo importante para este examen es que esas relaciones entre las dos variables, a través del coeficiente, se mantienen cualesquiera que sean los valores que le damos a “x”. Esta es una relación determinística, podemos predecir sin problemas lo que buscamos, el valor de “y”.  Tomemos ahora la ecuación logística, y =  k(1-x)x. Partiendo de una “k” determinada, le damos  valores distintos  a x por el método iterativo, y agrupando por grupos de  valores,  graficamos la forma de la ecuación. En cada caso el gráfico es distinto y cada vez lo es más, hasta que en los últimos la forma de la ecuación se hace irreconocible respecto a las primeras. Quiere decir que la estructura de las relaciones ha ido cambiando a medida que le hemos ido dando  valores distintos a la variable independiente. Esa es una estructura caótica: pequeños cambios iniciales producen cambios desproporcionados. Ya no podemos predecir  con facilidad el valor de la variable dependiente; si bien es teóricamente  posible, la cantidad de información que habría que conocer para ello, lo hace en la práctica imposible.

La manifestación del caos que se conoce popularmente es el llamado “efecto mariposa”. El aleteo de una mariposa en la selva amazónica puede causar un tornado en  las antípodas. El origen de esta denominación se debe que Edward Lorenz, quien fue pionero de los estudios sobre el caos, por sus investigaciones sobre el clima a partir de los años 50,  tituló uno de sus trabajos  “Predictability: Does the Flap of a Butterfly's Wings in Brazil Set Off a Tornado in Texas?”, porque el gráfico que representaba las ecuaciones resultantes de  sus investigaciones,  aparecía como las dos alas de una mariposa. Lorenz observó que más allá de poder predecir el clima  con sólo algunos días de anticipación, la predicción de mediano plazo se hacía imposible. La conclusión: las variables que se iban insertando en el fenómeno, introducían tales cambios que la predicción era imposible: era el caos.  Como  muchas   veces  sucede,  los hallazgos de  Lorenz pasaron por debajo de la mesa, hasta que fueron descubiertos posteriormente, lo que le dio celebridad instantánea. El caos fue descubierto por el matemático francés Henry Poincaré a principios del siglo XX, pero las herramientas de la matemática clásica no eran apropiadas por sus características, por lo cual las investigaciones no avanzaron. Sólo con el comienzo del desarrollo del álgebra no lineal en la segunda mitad del siglo XX, ha sido posible avanzar en las investigaciones relacionadas, que ya abarcan  todas las ramas del saber.  Es conveniente explicar el concepto de “no lineal” en este contexto. No  se trata de que  todas las relaciones distintas, todas las ecuaciones que no sean expresadas por una línea recta son no lineales para la teoría del caos. Las curvas derivadas de la matemática tradicional no son no lineales para la teoría del caos, porque aquí las relaciones entre las variables están perfectamente identificadas; el concepto de no lineal se refiere a la no linealidad de las relaciones entre las variables a  través del proceso.

Dos conceptos muy importantes en la teoría del caos son la retroalimentación positiva y negativa, (Pablo Cazau, Teoría del Caos, 2002). La primera corresponde a lo ya explicado, amplificación de los cambios. En tanto que, en la retroalimentación  negativa se volvería de una situación de caos a una de orden, de estabilidad. Cazau da un ejemplo, que  además es muy bueno para entender los  conceptos.  Un hombre va caminando por el desierto y constantemente tiene que hacer cambios en su ruta para llegar al objetivo final. Esa corrección constituye una retroalimentación negativa, en el sentido de que procura llegar al objetivo, vencer el caos. Pero en un momento, comete una pequeñísima  equivocación respecto  al cambio que debe hacer. Ese pequeño error, de no ser rectificado, va ampliando cada vez más la distancia entre su objetivo y el lugar a donde llegaría efectivamente. 

Con  relación a la aplicación de la teoría del caos a la teoría económica, Eric Beinhocker (The  Origin of Wealth, Evolution, Complexity and the Radical Remaking of Economics, 2006), se pregunta  si la economía es un fenómeno caótico. Su respuesta: “probablemente no”. Indica que los sistemas caóticos tienden a tener pocas variables y pocos grados de libertad (1) y que la economía tiene un asombroso número de grados de libertad;  “es más apropiado  llamar a la economía compleja”, de ahí la denominación de Teoría de la Complejidad: “Es probablemente justo  decir que algunas veces la economía puede mostrar comportamiento caótico, pero que la economía también muestra crecimiento, decadencia, ciclos periódicos y quasi periódicos y otro conjunto enorme de comportamientos.” La posición central de la teoría de la complejidad es su rechazo a los postulados de la teoría económica tradicional, particularmente la hipótesis de la tendencia al equilibrio, sobre lo cual hace un importante aporte teórico y empírico. La economía sería para Beinhocker un  sistema complejo adaptable, importante concepto  en la teoría de la complejidad,  que se refiere a “partes o partículas que tienen la habilidad  de procesar información y adaptar su comportamiento como agentes que interactúan”. (Beinhocker). Entre los ejemplos que se citan están las células del sistema inmune del cuerpo y los usuarios de internet. De acuerdo a las investigaciones realizadas, los teóricos de la complejidad consideran que el sistema económico es un sistema complejo adaptable en tanto que cumple  con las funciones que le dan ese carácter, “…grupos de personas  que interactúan entre sí, procesan información y adaptan su comportamiento” en consecuencia de esos procesos. (Beinhocker).  

Esta interacción es la fuente de otra crítica a la teoría tradicional, por parte de Paul Ormerod (Butterfly Economics, 1998). Según la teoría ortodoxa del consumo, sus gustos y preferencias están dados y su objetivo es maximizar su “utilidad” respecto a esos patrones. Pero numerosos estudios empíricos indican que esa interacción existe y es importante; por lo tanto, el comportamiento del consumidor se aleja considerablemente de lo que indica la teoría tradicional y le da el carácter caótico, a diferencia del comportamiento estático supuesto por el enfoque ortodoxo. Ormerod lo ilustra con un ejemplo: “…En la industria cinematográfica o en la de juguetes  para navidad, los consumidores no conocen por adelantado si les gustará o no. La gente tiene que aprender cuáles son sus preferencias y la escogencia de cada individuo es influenciada por las opiniones y acciones de otros. Los juguetes y las  películas populares se hacen más populares precisamente porque ellos son populares. De allí las enormes diferencias en ingresos entre las películas más exitosas y las menos exitosas y los espectaculares  saltos en la demanda de un solo producto que ocurre casi todos los años en navidad”.

Una importante  aplicación de la teoría de la complejidad es la realización de  pronósticos económicos, que en su mayoría fallan; una de las razones es que esas estimaciones utilizan como su base inicial series de datos de varios año anteriores.  Al producirse cambios en las tendencias observadas, los resultados pronosticados se alejan de los resultados reales. Pero aún  más importante es que los pronósticos suponen que las relaciones entre las variables no cambian. cuando esto ocurre,  de acuerdo  a la complejidad de la economía,   los pronósticos difieren en distinto grado de la  realidad.  Ormerod, utilizando  las herramientas de la matemática  no lineal, obtuvo  estimaciones muy cercanas a los resultados fácticos, pero las herramientas disponibles no  permiten pronósticos de largo plazo.

Para entender a grandes rasgos  las diferencias entre la teoría de la complejidad  y la teoría económica tradicional es útil la síntesis que hace Beinhocker.

Teoria Económica de la Complejidad

Dinámica
Abierta, dinámica, sistemas no lineales, lejos del equilibrio

Agentes
Modelados individualmente, reglas derivadas de la práctica para tomar decisiones; existencia de información incompleta; las redes de relaciones cambian con el tiempo

Emergencia
No hay distinción entre micro y macroeconomía; patrones macro son resultado de comportamientos e interacciones a nivel micro

Evolución
El proceso evolucionario de diferenciación, selección y amplificación provee al sistema con novedades  y es responsable por el  crecimiento en orden y en forma compleja.

Teoría Económica Tradicional

Dinámica
Cerrada, estática, sistemas en  equilibrio

Agentes
Modelado colectivamente, usa complejos ´cálculos deductivos para tomar decisiones; existencia de información completa; no hay errores y ni parcialidades; no hay necesidad de aprender de adaptaciones (ellas ya son perfectas)


 Redes
Supone que los agentes sólo interactúan indirectamente, a través de mecanismos de mercado (ejemplo, subastas)

Emergencia
Micro y Macroeconomía permanecen  como disciplinas separadas

Evolución
No  hay mecanismo para crear novedades endógenas o crecimiento en orden y en  complejidad

Con relación a la aplicación de la teoría de la complejidad al campo de las finanzas nos basaremos en la obra de Benoit Mandelbrot.                                              

Benoit Mandelbrot (M) es uno de los más notables científicos del siglo XX y aún del siglo XXI. De profesión original matemático, ha hecho importantes contribuciones en el campo de la teoría de la información, de la teoría económica, de la dinámica de los fluidos, de la cosmología, de la teoría del caos, entre otros. Su contribución más importante es la construcción de la matemática fractal, la geometría fractal, (2) de múltiples aplicaciones. Una de ellas es en el campo de las finanzas, donde sus investigaciones lo llevaron a una posición opuesta a la teoría prevaleciente. Poco conocido, su prestigio, como en el caso de Minsky y de otros, se ha elevado grandemente con la crisis, porque sus concepciones se han visto confirmadas. Su libro que usamos como bibliografía, “The (Mis)Behaviour of Markets” fue publicado originalmente en 2004 y luego puesto al día en 2008 con motivo de la crisis. En ese libro condensa toda su obra teórica sobre los mercados, especialmente los financieros y expone los fundamentos de la matemática fractal. En nuestro comentario abordaremos varias de sus críticas específicas a la teoría financiera y luego examinaremos su  teoría de la geometría fractal y sus aplicaciones a los mercados financieros. Mandelbrot murió a fines de octubre del 2010, dejando un importante e imperecedero legado en muchos campos del saber, entre ellos el de las finanzas.

En lo que se refiere a la hipótesis de los mercados eficientes, M sostiene, por una parte, que los cambios de precios no son independientes unos de otros y señala un conjunto de investigaciones que van en este sentido, de series de precios que muestran lo que él llama “memoria”, el hoy influencia el mañana. Por otra parte, numerosos resultados contradicen la distribución de los cambios en  los precios a través de una curva normal. Los saltos bruscos serian lo normal. Cita varias instancias de la evolución del Dow Jones. La caída del Dow Jones el  19 de octubre de 1987 de 29.2%  ¡tenía, según la teoría,  una probabilidad de que ocurriera de menos de uno en 1050  oportunidades! El colapso de ese índice el 31 de agosto de 1998 tenía,  según los modelos,  una probabilidad de ocurrencia de 1 en 100.000  años y de tres en un mes de 500.000 millones de años!  Finalmente, observamos que  la distribución de la serie del Dow Jones en el  período 1916-enero 2002 no corresponde en lo absoluto a una curva normal.  A propósito, Michael Lewis, (Panic! The story of modern financial   insanity, 2009), un famoso analista financiero, cuenta que un colega llamó a S&P para preguntar qué pasaría con la tasa de incumplimiento de los pagos de hipotecas si los precios de los inmuebles cayeran en un determinado porcentaje: la respuesta fue  que su modelo no aceptaba números negativos, estaba construido sobre la hipótesis de que los precios estarían aumentando permanentemente.  Sus investigaciones y la aplicación al área de las finanzas de su descubrimiento, la geometría fractal, lo conducen a una concepción, cuyos principales elementos son los siguientes:

 1.-Los mercados (3) son riesgosos, cambios extremos en los precios son la norma. Por lo tanto, esos cambios no se distribuyen en forma de una curva normal. 2.- Los mercados son turbulentos y esas turbulencias tienden a concentrarse. En ese sentido, encuentra que los precios no  se deslizan, no son un proceso continuo y progresivo  como postula la teoría, sino que saltan. Cuando se pregunta  por qué los mercados son turbulentos, dice que él es un científico y no un filósofo (afirmación que me parece extraña en relación a quiénes deben ocuparse de los por qué); él sólo puede avanzar algunos factores, entre los cuales estaría el mundo exterior, es decir, los factores exógenos. 3.- Los Mercados tienen personalidad. Es la misma idea de Minsky acerca de los factores endógenos que producen los cambios de precios, aunque, como acabamos de decir,  M  reconoce la influencia de los factores externos. Las verificaciones empíricas indican en forma abrumadora que las fluctuaciones de precios no son independientes, hay una correlación entre los precios presentes y los pasados y, nuevamente, el supuesto de la curva normal no tiene sentido. Los pronósticos de precios son arriesgados,  pero se puede estimar las probabilidades de la volatilidad futura. Estos pronósticos se asemejan a los pronósticos del tiempo: se puede estimar la intensidad y la trayectoria de un huracán, pero no se puede predecir con exactitud en qué lugar entrará en tierra y el daño que causará. Indica que la aplicación de esta metodología al campo de las finanzas apenas ha comenzado.

Como ilustración de estos intentos, señala la construcción por dos académicos franceses de un “Index of  Market Shocks”.  Ese índice fue aplicado a una situación que se produjo en octubre de 1998, cuando el tipo de cambio del dólar con el yen se modificó 15% en  una semana. Y se encontró que ese índice había saltado de estar por debajo de 3 a estar por encima de 10, indicativo de una situación muy inestable. Su posición en este respecto la resume  Mandelbrot con la afirmación de que no se puede derrotar al mercado, tal como lo dice la doctrina establecida, pero se pueden evitar sus peores  golpes. 4.- Los mercados engañan, en el sentido de que algunos comportamientos conducen a la creencia de que ellos siguen ciertos patrones que en realidad no existen. 5.- Como un corolario de todo lo anterior: Los mercados son intrínsecamente inciertos y las burbujas son inevitables. 6.-  El tiempo de los mercados es relativo. Esto  no me quedó claro. El  dice que los mercados tienen un tiempo propio, distinto al tiempo del reloj. El tiempo se aceleraría en períodos de alta volatilidad y se reduciría en tiempos de estabilidad, fenómeno que afirma puede expresase en ecuaciones.

Las investigaciones de M sobre la geometría fractal, que  ha desarrollado durante más de cuarenta años,  comenzaron con la observación de los fenómenos que se producen en un túnel del viento en un avión, las cuales se extendieron a  otros fenómenos naturales y también económicos, especialmente el financiero, encontrando en ellos las mismas  características de turbulencia, en lugar de la evolución continua y sin salto.  En este sentido,  dice que considera que su mayor contribución es mostrar que la turbulencia y la naturaleza áspera  están  presentes  en todos los fenómenos de la naturaleza y de la sociedad  y no son una simple imperfección respecto a un mundo ideal. El investigador explica cómo construir las figuras fractales, sobre las cuales por cierto salen figuras bellísimas, pero ello sería  difícil explicar aquí  y, además, no es necesario para el objetivo de este escrito. Esas figuras tienen su representación matemática que M dice que son de tal complejidad, que a veces las mejores mentes matemáticas del mundo no pueden resolverlas. Esa estructura analítica se ha extendido a numerosos usos: la  compresión de imágenes digitales en internet, la medición de fracturas en los metales, el análisis de las ondas del cerebro en la máquina EEG,(encefalograma electrónico), en la construcción de antenas de radio extremadamente   pequeñas,  en la producción de cables ópticos, en el estudio de la anatomía de los bronquios, en los fluidos dinámicos, en la hidrología, en la meteorología, en la animación  por computación para diseñar paisajes artificiales, y por supuesto en el análisis de los mercados financieros, que confluyen en los postulados que ya hemos mencionado.

Ilya Prigogine, Físico-químico ruso nacionalizado belga,  es hasta ahora  el científico más notable sobre la teoría del caos. Le fue  concedido el nobel de química en 1977, por sus investigaciones sobre la termodinámica en desequilibrio y  la teoría de las estructuras disipativas, (3) temas estrechamente relacionados con el caos. Murió el 2003.

La teoría de la complejidad ha hecho grandes avances y  está en pleno desarrollo bajo el liderazgo del Instituto Santa Fe desde 1987. Es una entidad académica dedicada a la investigación sobre el caos y la complejidad, lo que ha representado una  contribución decisiva al avance de esa disciplina. Para conocer mejor la labor de ese Instituto, incluiremos la presentación que se hace en su página web.
Se define el concepto de complejidad:
“ La complejidad se desarrolla en cualquier sistema donde muchos agentes interactúan y se adaptan entre sí y sus ambientes. Estas interacciones y adaptaciones resultan evolucionarios y frecuente7mente con comportamientos “emergentes” a nivel macro. La ciencia de la complejidad intenta encontrar mecanismos de comportamiento común que dirigen la complejidad en distintos sistemas físicos, biológicos, sociales.” y tecnológicos.
En  base a esa conceptuación, se explica su labor  en ese campo:
“Nuestros investigadores se esfuerzan en comprender y unificar los patrones  compartidos en  mundos complejos en los aspectos físicos, biológicos, sociales, culturales, tecnológicos y astrobiológicos. Nuestra red global de investigadores atraviesa fronteras, departamentos, disciplinas, unificando mentes curiosas profundas en el razonamiento lógico, matemático y computacional.. En tanto que revelamos los mecanismos y procesos desconocidos que configuran estos mundos en evolución, buscamos usar este conocimiento para promover el bienestar de la humanidad y la vida en la tierra”.

Al  terminar esta breve explicación de la teoría de la complejidad, expreso mi opinión de que su desarrollo es un factor positivo para todas las ciencias que, en el caso particular de la teoría económica, permite una interpretación más realista de los fenómenos económicos,  lo que deriva en la posibilidad de mejores políticas económicas. Los teóricos económicos de la complejidad no  rechazan totalmente la teoría tradicional. Como dice Ormerod “La teoría ortodoxa no es una caja vacía, y mis argumentos  no significan un rechazo sino una extensión, una generalización que toma en cuenta, a diferencia de la teoría convencional, el factor fundamental de que la gente es influenciada por el comportamiento de los otros”  En un aspecto particular coincido con los teóricos de la complejidad, a saber, la posición frente al rol del estado y del mercado, la cual expuse en el 6º avance de mis escritos sobre la crisis mundial, lo cual transcribo aquí:

Mi posición general frente al mercado vs intervención estatal puede ser ilustrada cuando reemplacé en los años 90 en una clase a una colega en el postgrado de la UCV y allí promoví una discusión sobre ese tema. Después de escuchar a todos los estudiantes, tracé una línea horizontal en el pizarrón. Al extremo izquierdo escribí: intervencionismo extremo. A la extrema derecha escribí: libre mercado extremo. Después dije más o menos lo siguiente: “Los dos extremos no funcionan, no se pueden aplicar. Diversas razones y experiencias así lo comprueban. La política correcta está en un lugar entre los dos extremos, y no necesariamente en la mitad de la línea. En la práctica es imposible determinar cuál es la combinación óptima, siempre habrá errores por exceso o por omisión de intervención gubernamental. Tampoco se puede generalizar; diversas circunstancias determinarán diversas combinaciones que se acercarían a una combinación óptima. En términos generales la combinación que respaldo está en un lugar a la derecha de la mitad de la línea”.  Después he visto esta idea expresada muchas veces, que la verdad siempre está en un punto intermedio entre dos extremos.

Pero la opinión que más me atrajo fue la que  aparece en el libro “Game  Theory and the Social Contract” de Ken  Binmore, por expresar en forma magistral mi posición, al punto que me parece el mejor párrafo que he encontrado en mis lecturas económicas:

“Cómo puede uno encontrar alguna posición intermedia entre aquellos que fijan su atención en el problema incorrecto y, por otra parte, aquellos que no ven problema alguno…Para la señora Thatcher no existe eso que denominan la sociedad. Existe sólo una colección atomizada de individuos…el propio interés…pero ninguno reconociendo propósito común o responsabilidad alguna…Esta cuestión personifica el error, tanto de la izquierda como de la derecha. Ambos están equivocados en lo fundamental porque sus concepciones implícitas del hombre y la sociedad no son realistas acerca de la naturaleza humana…La izquierda comparte la visión de Hobbes de la sociedad, como algo más que una colección de individuos  o amas de casa…Sin embargo, a diferencia de Hobbes, los izquierdistas ven a Leviatán como algo movido por el bien común, hacia la cual las luchas y aspiraciones de sus componentes humanos están apropiadamente subordinadas. La verdad acerca de la sociedad es mucho más  compleja de lo que los izquierdistas y derechistas  están dispuestos a aceptar…El Leviatán es más que la suma de sus partes, precisamente como resultado del común convencimiento de que existe el  cerebro de los ciudadanos y no por otra razón…Pero una comunidad que parte del supuesto de que sus componentes pueden aliarse para actuar sin egoísmo la mayor parte del tiempo, simplemente no resultará, pero igualmente una sociedad  que descansa sólo en las instituciones del mercado es una sociedad que dejará irrealizado mucho de su potencial. Las utopías están típicamente fundadas en concepciones erradas acerca de la naturaleza humana y, en consecuencia, condenadas a fallar. Lo único que se puede lograr actuando así es distraer la atención de los avances que se pueden lograr.”

Aunque Beinhocker hace una extensa exposición de su posición al respecto, la resume en una frase sencilla explica con claridad su posición; la combino con la última frase de la explicación del Instituto Santa Fe  sobre el significado de complejidad:

“El problema no es estado versus mercado, es como combinar estado y mercado para crear un sistema evolucionario efectivo…para promover el bienestar de la humanidad y la vida  en la tierra”.



 (1). Concepto estadístico que indica el número de variables en una ecuación que pueden variar libremente, es decir, el número de variables independientes.

(2) El término fractal indica  formas irregulares, ásperas, diferentes a la geometría euclidiana, con sus formas regulares. Lo tomó Mandelbrot del latín “fractus” que sifnifica piedra rota e irregular.

(3). En la terminología de las finanzas “mercados” indica mercados financieros
(4).  La explicación más asequible de este término la encontré  el el Diccionario de Ciencia y Religión:
“Son  sistemas termodinámicos no equilibrados que generan orden espontáneamente  (self-organizing systems) al intercambiar energía con los ambientes externos. Entre las estructuras dissipativas se incluyen procesos físicos (ej, torbellinos), reacciones  química ( ej, células de convección de Benard), y sistemas biológicos (ej, células).El físico y químico Ilya Prigogine…encontró que cuando estas estructuras están muy desequilibradas, pueden transformar irregularidades de pequeña escala en irregularidades de gran escala”.  

(4). En la terminología de las finanzas “mercados” indica mercados financieros





viernes, 24 de marzo de 2017

Invitación

INVITACIÓN

La Coordinación del Postgrado en Economía Internacional participa, conforme a lo previsto en el Artículo 24 del Reglamento de Estudios de Postgrado de la Universidad Central de Venezuela, que el Jurado compuesto por los profesores:

Prof. Manuel Felipe Garaicoechea
(Tutor-Coordinador)
Prof. Alfredo Ordóñez López
Prof. Luis Angarita

Ha fijado el día 31.03.2017, a las 10:00 a.m., para examinar y discutir el trabajo de Grado presentado por la Licenciada en Estudios Internacionales


EMILIA ELIZABETI SAAVEDRA PEREIRA


“LA NUEVA GOBERNANZA ECONÓMICA EN EL MARCO DE LA UNIÓN EUROPEA Y LOS ORGANISMOS INTERNACIONALES A RAÍZ DE LAS CRISIS FINANCIERA 2008: Experiencias, Iniciativas y Reformas en el Marco de la Integración Regional Europea 2008-2014”



Para optar al Título de Magíster Scientiarum en Economía Internacional.

Esta invitación se hace a la comunidad de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, otras Facultades, los participantes del Postgrado en Economía Internacional y al público en general.

Coordinador - Responsable
Prof. ALFREDO ORDÓÑEZ LÓPEZ

Lugar: Sala de Reuniones de la Gerencia de Educación a Distancia, Mezzanina del Edificio de la Biblioteca Central de la UCV.


Nota: la comunidad también podrá ver el Acto Académico mediante Videoconferencia en la Plataforma Blackboard del Campus Virtual UCV ingresando al link http://masterecointerucv.blogspot.com/ o de forma directa al:
https://us.bbcollab.com/collab/ui/session/guest/A556ED115EB97BB73149ADB9B937EC36
  

martes, 21 de marzo de 2017

Lecciones holandesas

Leer esta nota en: www.talcualdigital.com
Felix Arellano

El hecho de haber alcanzado el 82% de participación ciudadana, porcentaje que no se presentaba desde hace tres décadas, constituye una positiva expresión de consciencia democrática del pueblo holandés, que ha salido a votar para defender los valores fundamentales de la libertad y la democracia

Las elecciones parlamentarias efectuadas en Holanda el pasado miércoles 15, representan un hecho trascendente políticamente y una lección para la democracia en el mundo. En el plano político se presentan como una contención a la marea nacionalista y autoritaria que avanza especialmente en Europa. Adicionalmente, el hecho de haber alcanzado el 82% de participación ciudadana, porcentaje que no se presentaba desde hace tres décadas, constituye una positiva expresión de consciencia democrática del pueblo holandés, que ha salido a votar para defender los valores fundamentales de la libertad y la democracia, seriamente amenazados por un nacionalismo estridente y agresivo, que si bien identifica problemas relevantes, presenta un diagnostico desequilibrado y unas soluciones equivocadas, que no resuelven los problemas, por el contrario los agravan y generan nuevos, como se puede apreciar tanto en el “efecto Trump”, como en la irracional política bolivariana.

Al observar los resultados, otra lección interesante tiene que ver con la fragilidad de las encuestas, que de nuevo se equivocan, pues garantizaban el triunfo de Geert Wilders el candidato ultra nacionalista, anti-islámico y euroescéptico del Partido por la Libertad, quien ha quedado en un segundo lugar, muy por debajo de sus expectativas. Si bien ha ganado el Primer Ministro Mark Rutte del Partido Liberal, ha disminuido en ocho escaños su presencia en el Parlamento, lo que le obligará a unas complejas negociaciones para formar el nuevo gobierno. El resultado sorpresa ha sido el incremento de los escaños del Partido Verde bajo el liderazgo del joven Jesse Klaver.

Sobre la derrota de Wilders podemos reflexionar varias lecturas. La firme actitud del Primer Ministro Rutte frente a la agresiva posición asumida por el Presidente Erdogan de Turquía, quien aspiraba que sus ministros realizaran campaña electoral en Holanda a favor del referéndum que está promoviendo para incrementar sus poderes. También puede haber contribuido, las contradicciones que se presentan en el corto tiempo de gobierno de Donald Trump, que parecieran presagiar más problemas que éxitos. Igualmente puede influir la creciente decepción que se extiende en el Reino Unido por la irreflexiva aprobación del Brexit.

Para Wilders por su parte, con una actitud de soberbia, la posición se resume en que “se ha perdido una batalla, pero no la guerra”. Tal expresión evidencia el talante autoritario y mesiánico de las nuevas corrientes nacionalistas, que en su fanatismo ideológico se creen dueñas de la verdad y no están dispuestas a dialogar. Ahora bien, que los movimientos nacionalistas estén creciendo progresivamente en Europa, con una agenda cargada de xenofobia, exclusión y rechazo a la integración europea debe ser motivo de una cuidadosa reflexión y urgente actuación.

La actitud xenofóbica, particularmente antimusulmana, identifica un grave problema que enfrenta Europa y que se incrementan con las nuevas migraciones provenientes de Siria y de la brutal violencia de Isis en el medio oriente. Pero los nacionalistas, en su radicalismo, ante las masacres de Isis, optan por el desconocimiento de los derechos humanos. Frente a hechos específicos de violencia, que deberían ser duramente enfrentados, optan por la posible agresión a inocentes que emigran buscando soluciones.

El nacionalismo radical, al satanizar la globalización, rechazan los avances del multilateralismo, la integración económica, el derecho internacional y las organizaciones internacionales por los límites que tienden a generan contra la soberanía absoluta, desconociendo la complejidad del mundo que vivimos y las bondades de la interdependencia. En este contexto, buscando impactar a ingenuos, con un discurso teatralmente agresivo y deficiente conceptualmente, llegan a rechazar la gravedad del cambio climático, desconociendo la impactante influencia humana en el incremento del efecto invernadero y sus desbastadoras consecuencias en el clima.

En su rechazo a la integración europea presentan un discurso cargado de contradicciones. Por una parte, asumen que es un esquema aperturista y globalista que solo genera problemas, desconociendo que como unión aduanera representa un límite para la globalización. También tienden a destacar exclusivamente sus debilidades, sin reconocer sus beneficios en la generación de empleos, inversiones y bienestar. En este contexto, podemos apreciar como el gobierno inglés aspira conservar todos los beneficios logrados en la integración, pero rechazando sus obligaciones con el bienestar general.

Los nacionalistas radicales en sus contradicciones parecieran retomar la visión mercantilista del comercio internacional, el comercio es bueno si crecen las exportaciones, pero es malo si lo hacen las importaciones. Este discurso desconoce la dinámica del comercio y de los procesos productivos, que requieren de insumos importados, que al entrar libres de gravámenes, pueden contribuir más eficientemente en la competitividad del producto de exportación.


Los venezolanos tenemos una larga y lamentable experiencia sobre los errores del nacionalismo efectista, que destruye para perpetuarse en el poder y acusa de traidores a la patria a quienes disienten. Pareciera que ahora nos toca que enfrentar los autoritarismos nacionalistas de derecha, igualmente irracionales y destructivos.

jueves, 16 de marzo de 2017

El modelo económico del régimen Madurista



Humberto García Larralde, economista, profesor de la UCV, humgarl@gmail.com

Durante muchos años se discutió si las medidas económicas tomadas por los gobiernos de Chávez y Maduro respondían a un modelo propiamente dicho u obedecían más bien a improvisaciones y a la ignorancia del eterno. Un petróleo rozando los $100/barril admitía, sin duda, muchas liberalidades. Otros opinaban que se trataba de imponer progresivamente el comunismo, por lo que su intención era política: de ahí la dificultad de apreciar una racionalidad económica. Pero ahora que han bajado las aguas de la bonanza petrolera, emergen elementos de un modelo económico claramente distinguible. Pero muchos se niegan a percibirlo como tal porque su fin no es el mayor bienestar para la población -fin o deber ser de lo económico- sino maximizar la participación en el producto social de quienes detentan el poder.  

El modelo sirve a una nueva oligarquía atrincherada en los nodos de decisión del Estado o en posiciones privilegiadas para negociar con él. Esta oligarquía tiene carácter binacional, pues incluye a quienes están al frente del estado cubano, beneficiarios privilegiados de la depredación sobre Venezuela. Los medios para alcanzar sus fines no tienen que ver con la salud del aparato productivo interno ni con la capacidad de optimizar el intercambio con el resto del mundo. Es decir, el modelo no persigue que la economía crezca, ni que pueda importarse lo requerido para aumentar el consumo y la producción domésticos. De ahí su aparente desafío a la lógica económica. Persigue, más bien, la destrucción de los mecanismos de mercado y de las salvaguardas del Estado de Derecho que regulan lo económico, con la intención de sustituirlos por decisiones burocráticas. Éstas suelen ser tomadas con discrecionalidad en respuesta a la dinámica de intereses de quienes detentan posiciones de poder. Mecanismos impersonales, institucionales, para el manejo de la cosa pública son así reemplazados por mecanismos que dependen de relaciones personales con quienes ocupan cargos en la estructura de mando.

El desmantelamiento del Estado de Derecho, la falta de controles y la inexistencia del equilibrio de poderes autónomos, tienen la función de permitir que verdaderas mafias compitan o se coordinen entre sí -dependiendo de las circunstancias- para esquilmar cotos particulares de la economía. Con ello se ha venido asentando una economía de expoliación por parte de la oligarquía, al margen del proceder institucional de la administración pública y de la ley. El problema está en que ese modelo destruye capacidades productivas y empobrece aceleradamente al venezolano. Es, en este sentido, un modelo suicida, la del parásito que mata a su huésped pero que, en el ínterin, se atiborra. Algunos de los mecanismos utilizados para parasitar a la nación se describen en el anexo.

El modelo no es transparente respecto al manejo de recursos, ni los que toman decisiones rinden cuentas de ello. Su elemento articulador es la corrupción. Para no experimentar contratiempos, requiere de un poder judicial cómplice y de medios de comunicación sumisos, que no den cabida a posturas críticas o a denuncias sobre corruptelas. Además, presupone despojar a la Asamblea Nacional de sus poderes de investigación y de control sobre el Ejecutivo.

La oligarquía, a través del gobierno de Maduro, ha tenido bastante éxito, hasta ahora, en “coronar” tal estado de cosas. Con ello ha podido conformar un Estado Patrimonial o Patrimonialista (el concepto es de Max Weber), en el cual se disuelve la frontera entre el patrimonio público y su patrimonio privado. Es decir, ha privatizado la cosa pública, ¡pero en nombre del socialismo! Pero este modelo económico excluyente genera rechazo, sobre todo en momentos de crisis como el actual. De ahí el interés en construir una falsa realidad, color de rosa, a través del control hegemónico de los medios de comunicación. Pero, a pesar del abuso que se hace de ellos con fines propagandísticos -a lo Goebbels-la mayoría de la población cree cada vez menos en Maduro o en los demás personeros del régimen. Por ejemplo, el gobierno pregona a los CLAPs como una "conquista del pueblo", un "triunfo de la revolución”. Pero en la encuesta Venebarómetro de febrero, solo 10,4% de los consultados manifestó que deben mantenerse los CLAPs como mecanismo de distribución de alimentos; 88,7% claman porque se abastezcan los mercados para poderlos comprar libremente. Como la propaganda no da los resultados esperados, se apela a la represión. Aparece el terrorismo de Estado, con tribunales abyectos que criminalizan la protesta y la denuncia, y una policía política (Sebin) que persigue a líderes opositores.

Sin apoyo militar no podría sostenerse el régimen oligárquico. Su popularidad apenas roza el 20%, cuando mucho. Es decir, a falta de apoyo político, su principal y casi único sostén es castrense. De ahí la importancia de poner a militares en cargos en los que las oportunidades para el enriquecimiento ilícito sean muy tentadoras con la finalidad de hacerlos partícipes del régimen de expoliación implantado. Custodian el tráfico de bienes tras fronteras y a través del territorio nacional; acompañan al SUNDDE en la requisa de negocios de todo tipo; monopolizan la importación y distribución de alimentos y medicinas con la Misión Abastecimiento Soberano; poseen bancos, empresas fabriles, agropecuarias, de transporte, televisión y de construcción; manejan la compra de armamentos; y tienen presencia en la Directiva de PdVSA. Ahora, disponen de una empresa, Camimpeg, para intermediar en el otorgamiento de concesiones petroleras y mineras. En fin, se les ha puesto al frente de casi todos los mecanismos descritos en el anexo, exentos de ser interpelados por la Asamblea Nacional y fuera del escrutinio de la prensa independiente. A pesar del discurso contra la corrupción, la intención del gobierno no es evitar que los que tengan responsabilidades sobre estos asuntos caigan en ella, sino al contrario, hacerlos cómplices de la economía de expoliación para comprometerlos con la defensa del Estado Patrimonial.

El modelo económico excluyente y despótico de la oligarquía cívico-militar es incompatible con la democracia. Restablecer las garantías del Estado de Derecho, acabar con el gasto discrecional y sin control, unificar el tipo de cambio y levantar los controles para liberar a las fuerzas productivas, liquidaría al modelo. De ahí la ofensiva ideológica “socialista” para satanizar estas propuestas. Pero como no logra convencer a las mayorías de las bondades de políticas “revolucionarias” que las han condenado a la miseria, termina cumpliendo otros dos propósitos. En primer lugar, fanatiza a la minoría que sigue a Maduro para transformarla en una secta, impermeable a toda crítica externa, unida como un solo hombre para el combate cuando él diga. Para ello, han transformado al difunto eterno en una especie de deidad para hacer del credo chavista una suerte de fe: sus proclamas son verdades reveladas que no se discuten. Deben ser cumplidas. El segundo propósito es aislar a los depredadores del país de la dura increpación del mundo real que los rodea. Repetir una y otra vez los mismos disparates termina tranquilizándoles la conciencia; los somete a una especie de sopor fantasioso en el que las únicas referencias sobre el deber ser son los clichés en que se ha transformado el ideario “revolucionario”. Ello explica la inusitada crueldad en no rectificar sus políticas, a pesar del hambre, la malnutrición y las muertes que han engendrado. Les rueda la suerte de los venezolanos cuando, en su imaginario, la Historia los absolverá. En fin, la discutida banalidad del mal de la que habló Hannah Arendt. Aislados en una burbuja de fantasías complacientes, el discurso repetitivo que los retrata como campeones del pueblo contra la opresión ejerce la función de bálsamo moral, condonando sus maldades. ¡Hasta el punto de que algunos llegan a creérselo!

Ahora Maduro, declara la “guerra del pan”, emulando a su verdadero padre político, Benito Mussolini, quien, en 1925, declaró la “guerra del trigo” para hacer a la Italia fascista autosuficiente en pan (y pasta). Porque, igual que Il Duce, la lucha política es, en su imaginario, una guerra. De ahí el lenguaje de batallas, de unidades de combate y la entrega del país al control militar. De ahí la idiotez de seguir denunciando una "guerra económica" contra la "revolución" (¡!). Insiste en los CLAPs y la Tarjeta de la Patria, no como mecanismo idóneo de distribución de alimentos -que no lo son-, sino como mecanismos para el control social. De ahí también las campañas de odio a través del discurso maniqueo para alentar el conflicto final, violento, que busca aplastar a la disidencia. Y para encubrirse, se la pasa acusando a la oposición de fascista (¡!). Proyección sicológica, sin duda alguna.


ANEXO

Mecanismos instituidos para expoliar la riqueza social:

1.       El control de cambio. El monopolio y racionamiento de la oferta de divisas por parte del Estado a precios ridículamente bajos, generan posibilidades de lucro espectacular a través del arbitraje. La cotización del dólar paralelo ha estado oscilando en niveles entre 28 y 44 veces la tasa oficial DIPRO. Quien tenga acceso al dólar regalado puede multiplicar sus bolívares por esa magnitud en un santiamén.
2.       Los controles de precio. Propician el desvío y reventa de bienes subsidiados a precios varias veces superior, además de ofrecer oportunidades para la extorsión y el decomiso.
3.       El monopolio de la importación y distribución de alimentos y medicinas. Ante la ausencia de transparencia, de rendición de cuentas y anulado el control de la representación popular a través de la Asamblea Nacional, la tentación de desviar muchos de estos productos para comercializarlos directamente a precios más altos, es inmensa.
4.       Leyes punitivas como la Ley de Tierras, de Precios Justos y de Seguridad y Soberanía Alimentaria, que proveen amplias oportunidades de extorsión y de confiscación por parte de los encargados de administrarlas y/o hacerlas cumplir.
5.       El custodio de las fronteras. Ofrece oportunidades muy tentadoras para contrabandear gasolina y productos subsidiados a países vecinos, asociándose para ello con mafias o ejerciéndolo directamente.
6.       La provisión de servicios y/o derechos. Se trata de la vieja y perniciosa práctica, no inventada por el chavismo, de cobrar por incluir a ciudadanos en la pensión de vejez, en algunas misiones (vivienda, transporte), en el otorgamiento de las cajas CLAPs y en el disfrute de otros derechos.
7.       El manejo de fondos públicos. La ausencia de transparencia y de rendición de cuentas, y las complicidades a distintos niveles, permiten a funcionarios inescrupulosos meter la mano a partidas presupuestarias, cajas de ahorro o a los numerosos fondos, con casi total impunidad, siempre y cuando defiendan agresivamente al gobierno de Maduro y la “revolución”.
8.       El lavado de dinero. Los malabarismos hechos con los dineros mal habidos para poderlos disfrutar pueden leerse en el libro de Carlos Tablante y Marcos Tarre, El Gran Saqueo.
9.       El tráfico de drogas. Son demasiadas las denuncias que señalan complicidades al más alto nivel para el uso de instalaciones públicas y/o en el amparo y protección del tráfico de estupefacientes a través del territorio nacional para ser exportados a los países consumidores. 

Solo se podrán acabar con estas lacras con la restitución del Estado de Derecho, la existencia de poderes públicos autónomos que controlen el gasto público -en primer lugar, la Asamblea Nacional- y de un Poder Judicial independiente capaz de sancionar a quienes incurran en estas prácticas, la presencia de medios independientes que investiguen y denuncien estas corruptelas, y con la implantación de una economía abierta, en competencia, sin los controles que promueven la especulación y asfixian la actividad productiva.