jueves, 30 de octubre de 2014

Elecciones y continuidad en MERCOSUR

Prof. Angel Castillo
Cátedra de Relaciones Económicas Internacionales
Escuela de Estudios Internacionales


El domingo 26 de Octubre Dilma Rousseff, candidata del Partido de los Trabajadores (PT) logró la reelección a la Presidencia de Brasil tras obtener 51,64% de los votos frente al 48,36% obtenidos por el senador Aécio Neves del Partido Socialdemócrata Brasileño (PSDB) en la segunda vuelta electoral. Este es el margen más ajustado para una elección presidencial en Brasil luego de una agria campaña electoral signada por acusaciones de corrupción en PETROBRAS y la desaceleración económica en el país. Dilma contará además con 304 de los 513 diputados, entre ellos 70 del PT, en la coalición de partidos presente en la Cámara de Diputados y con 52 senadores, 10 del PT, de los 81 que integran el Senado. 

Paralelamente se desarrolló la primera vuelta de las presidenciales en Uruguay. El expresidente Tabaré Vázquez, candidato del Frente Amplio (FA) obtuvo un sólido 47,9% frente al 30,96% de Luis Lacalle Pou del tradicional Partido Nacional (PN) y el 12,92% de Pedro Bordaberry, candidato del también histórico Partido Colorado (PC). Si bien el resultado cumple con la expectativa de que habría una segunda vuelta el próximo 30 de Noviembre, superó las previsiones de las encuestadoras locales que daban al FA alrededor de un 42% de la intención de voto, dejando en entredicho la posibilidad de que una coalición entre el PN y el PC permitiría un triunfo en el balotaje a Lacalle Pou. El FA habría logrado también mayoría legislativa en ambas cámaras con al menos 50 de 99 diputados y 15 de 30 senadores, por lo que una probable victoria  el 30 de noviembre le permitirá llegar a 15 años de gobierno con mayoría parlamentaria.

La continuidad del PT en Brasil y del FA en Uruguay ha sido impulsada por el éxito económico. En ambos casos, el viraje se originó en la crisis económica afrontada por sus gobiernos predecesores: Lula fue electo en 2002 luego de la gran devaluación y recesión en Brasil en 1999 y Vázquez ganó en 2004 luego que Uruguay sufriera los embates de la profunda crisis de Argentina en 2002. El buen desempeño económico, mezcla de planes sensatos y bien ejecutados apoyados por años de “vacas gordas” en la economía mundial (2004-2008) junto a altos precios en su cesta de exportación mayormente agropecuaria, permitieron a Brasil proyectarse junto a los BRICS como potencia emergente llamada a asumir el liderazgo regional, a promover activamente su Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana (IIRSA) y la UNASUR, aumento de sus reservas internacionales hasta llegar a 370 millardos de dólares y ser el principal destino de las inversiones extranjeras hacia la región; así como que Uruguay creciera sostenidamente en promedio alrededor de 5% anual en la última década, mantuviera su inflación estable en torno al 8% y redujera su desempleo a un mínimo histórico de 6%. Junto con otros logros sociales y políticos, en nivel de vida en ambos países mejoró creando capital político para la continuidad, posiblemente con más solidez en Uruguay que en Brasil.    


El gran reto para la continuidad del PT de cara al 2019 será retomar el crecimiento, estimado en 0,3% para 2014 y evitar que siga subiendo la inflación que ya supera el 6% anual, recobrar el éxito exportador perdido, la reforma política interna y la lucha contra la corrupción; en el próximo lustro, el FA deberá mantener el crecimiento que empieza a declinar, revisar los planes educativos y frenar el aumento de la inseguridad.  Con un entorno de desaceleración de la economía mundial y precios de exportación menos favorables, la eficiencia de gestión cobrará mayor relevancia en los años por venir. 

miércoles, 29 de octubre de 2014

REACCIONES FÁCILES ANTE LA BAJA DE LOS PRECIOS DEL PETROLEO

Prof. Eduardo Ortiz Ramírez

Como sucede en el grupo familiar ante variaciones del ingreso fundamental, variados son los efectos que se albergan en Venezuela ante las disminuciones de los precios petroleros. Y en particular en Venezuela, como país exportador de petróleo donde existen considerables ataduras fiscales, cambiarias, de financiamiento, inflación y disponibilidad  de insumos y productos importados. Sucede también que los gobiernos venezolanos -en general y más aun la administración bolivariana- siempre reaccionan como gobiernos –en el sentido de su tozudez- aunque parezca necio afirmarlo. Pero además dado se ha desviado la nación del rumbo que la pudiera llevar al crecimiento y desarrollo perdurable y se ha acentuado la dependencia del petróleo en exportaciones y otros aspectos.

Así se ha presentado, nuevamente, ante las claras disminuciones de los precios del mes de octubre del año en curso -que se venían acumulando desde julio; (2010 72,69$ precio barril; 2011 mayor a 100$ promedio; 2012 103,42$; 2013 98.08$; 2014 94,01$; www.menpet.gob.ve y www.elmundo.com,ve 30/12/2011)- y ante las afirmaciones de representantes de otros países OPEP y analistas del mercado petrolero que han percibido que los venezolanos deben algo así como prepararse para desempeños con precios más bajos a los que se habían observado o que estas bajas no son de corto aliento, correspondientemente.  Del lado del oficialismo e incluso de economistas en funciones gubernamentales en la administración bolivariana pueden apreciarse opiniones variadas sobre el origen en la baja de los precios petroleros. La crisis mundial (Jesús Farías, precios del petróleo. Correo del Orinoco pág. 4. 20/10/2014), baja de la demanda, el manejo de inventarios y hasta estrategias económicas desestabilizadoras por parte de las fuerzas imperiales (expresiones literalmente usadas). En este último caso se aprecia que la intención es darle un jaque mate a la revolución bolivariana entre este año y el 2015.

También del lado de la programación del presupuesto del 2015 la posición de la administración bolivariana y del oficialismo es que el petróleo se consideró en 60$ en 2014 y nada más justificado que ante esta circunstancia del mes de octubre o de futuros meses, se vuelva a programar en los mismos 60$ (ilustración de la dinámica atinente puede verse en: Anabella Abadí.  5 Claves // El Presupuesto del Gobierno para 2015: ¿un ejercicio de ficción? www.prodavinci.com 22/10/2014). No debería, según esta posición, pasar la observación del pleno reconocimiento en cuanto a lo altamente precavida que habría sido la administración bolivariana trabajando con estas programaciones. En realidad, detrás de estas programaciones y manejos se encuentra el que los ingresos o el precio del petróleo sobre lo programado tiene una distribución y manejo como ingreso extraordinario.

Queremos destacar en esta nota tres reacciones de las que entendemos como fáciles en la sociedad venezolana o en la administración bolivariana ante la aludida y real baja de los precios petroleros. La primera atañe a aquellos que observan que le llegó el fin a la administración bolivariana. Según esta posición la administración no va a poder continuar cosechando simpatías, financiando su populismo o redistribuyendo sin criterio de escasez -como es una de las definiciones de este último-. Incluso en términos más rigurosos la propia administración encuentra fin –extendiendo este perfil-  a su proyecto de solo darles comida o casa de misión vivienda a sus simpatizantes o beneficiados. El entusiasmo en esta reacción fácil se proyecta a que, sea lo que sea que haya originado tal baja, es una suerte pues se acabará el festín. Una baja muy pronunciada y prolongada sería lo que podría producir o influir en resultados de tal naturaleza (ideas sobre efectos de una baja pronunciada pueden verse en Pedro Palma, Consecuencias de la baja del petróleo. www.analitica.com 22/10/2014).

La segunda reacción fácil viene del lado de la propia administración bolivariana y ya había sido planteada por el propio presidente Chávez ante posibles bajas de niveles precios que había alcanzado el petróleo en años recientes o de 2012 hacia atrás. Ella consiste en el señalamiento directo o indirecto de que podemos funcionar con el petróleo a 60, 70 u 80$ si consideramos los precios relativamente recientes de 100$. Esto es, si tenemos 10 mil o 20 mil millones de dólares  menos –según casos diversos de números a considerar- de todas maneras podemos funcionar bien. ¡Impresionante!. Esta reacción no es inmediatamente transparente a la discrecionalidad que está también presente -tal cual se indicó- en la idea del presupuesto con petróleo programado a 60$, pero con precios de 80 o 100$. Más aun, esta especie de amplio acordeón obvia que organismos como el Banco Mundial, con requisitos y procedimientos altamente exigentes solo en periodos largos terminan, en un conjunto vasto de proyectos y países, acumulando financiamientos de 10mil o 15mil millones de $.

La tercera de las reacciones que queremos ubicar como fáciles atañe a la que observa a esta rebaja de precios petroleros como meramente coyuntural o que ante gestiones de los afectados -como es el caso de Venezuela- en los escenarios internacionales (contando con que la OPEP ajuste la producción a la nueva situación del mercado) y en los nacionales, pudieran los precios volver a los niveles donde se encontraban o confluir hacia los 70 u 80$ por barril, por ejemplo. En el caso de los escenarios nacionales puede implicar esta posición que “Hay que rechazar el ajuste neoliberal, pero hay que introducir rectificaciones fundamentales; hay que golpear severamente la corrupción, el burocratismo, la ineficiencia, el maltrato a la población; hay que hablarle al pueblo chavista y al no chavista y aislar a la base social fascista” (Julio Escalona. Consejo de Seguridad, geopolítica del petróleo y la caída de los precios ¿Jaque mate al proceso bolivariano? www.aporrea.org 23/10/2014). El asunto clave en esta reacción que ubicamos dentro de las fáciles es actuar en los escenarios planteados y lograr un equilibrio en un nivel alto de precios aunque algunos de los factores considerados no sean manejables o no tengan ninguna trascendencia.
En estas reacciones destacadas, no observamos ninguna perspectiva de evaluación del uso y dilapidación  de la riqueza petrolera en la administración bolivariana pero tampoco de lo que con ella se hizo en administraciones anteriores donde aquella no siempre produjo los mejores resultados o se estuvo exento de fenómenos de corrupción y dilapidación de recursos en la democracia de partidos. Muchos agentes en la sociedad venezolana tienen responsabilidad en esto. La administración actual efectivamente desvió al país de una oportunidad en condiciones mejores que las actuales.

Un cambio de estrategia y de política económica, no sabemos en qué condiciones políticas (consensos, arreglos, elecciones) será necesario. Una posición más constructiva debería llevar a “…corregir las graves distorsiones que ha generado la prolongación de un régimen de cambios múltiples que luce totalmente agotado. No se trata de eliminar el control de cambios sino de unificar las distintas tasas en un sistema de flotación con bandas…” (Víctor Álvarez. ¿Cómo enfrentar la caída de los precios del petróleo para evitar una nueva devaluación? www.aporrea.org 20/10/2014). Estos asuntos y otros tan o más importantes son los que hay que corregir, más que buscar culpas en otros u otras naciones.


@eortizramirez

viernes, 24 de octubre de 2014

PREINSCRIPCIONES: PERÍODO ACADÉMICO 1-2015

POSTGRADO EN ECONOMÍA INTERNACIONAL

PREINSCRIPCIONES: PERÍODO ACADÉMICO 1-2015
LAPSO: 27 DE OCTUBRE AL 28 DE NOVIEMBRE 2014
                   (AMBOS INCLUSIVE)

Requisitos: 1)  Dos (2) Curricula vitae documentado. 2) Título de Licenciado, preferiblemente en ramas de las Ciencias Económicas y Sociales o en carreras universitarias afines. 2) Notas certificadas de pregrado. 3) Constancia de promedio y rango en la promoción. 4) Ser residente en Venezuela. 5) Dos (2) fotografías de frente tamaño carnet. 6) Cancelar valor de la preinscripción (3 UT), en efectivo, en el Banco Mercantil, Cuenta Corriente Nº 0105003207-1032-61250-9, a nombre de Facultad de Ciencias Económicas y Sociales. 7) Llenar la planilla de solicitud de preinscripción, la cual debe retirarse en la sede del Postgrado.

Nota: Para el momento de la preinscripción deberá traer constancia de haber aprobado la suficiencia del Idioma Inglés expedida por la Coordinación de Extensión de la Escuela de Idiomas Modernos de la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad Central de Venezuela.

Horario de atención al público en la Administración de la CEAP: lunes, miércoles y viernes de 8:15 a.m. a 11: 45 a. m. y 1:00 pm a  2:45 pm
           
Entrega de documentos en la Sede del Postgrado:
   Lunes a Viernes de 7:30 a 11:30 am


Dirección: Av. Neverí cruce con Calle Edison, Centro Comercial Los Chaguaramos, piso 4, Oficina 4-3, Los Chaguaramos.

El ahorro de divisas

Prof. Luis Angarita Lazo



El comercio internacional ha crecido en importancia para todas las naciones, sobre todo desde la segunda mitad del siglo XX, y particularmente en el avance del siglo XXI. La mayoría de los países anclan su modelo de desarrollo económico a partir de su participación en el comercio mundial.

Pero la participación en el comercio prevé grandes retos para todos los países, y su posición frente a él no siempre ha sido armónica. Ante el creciente volumen de intercambio de mercancías, la postura de los países para facilitar el intercambio ha variado y responde principalmente a la posibilidad de generar ingresos externos en forma de divisas, por un lado, y, la facilidad de acceder a bienes baratos que satisfagan las necesidades internas, por el otro.

Esta relación entre ingresos y egresos ha sido uno de los principales temas para los países en vías de desarrollo ya que presentan poca flexibilidad en la oferta de productos y servicios que pueden generar entradas externas en forma de divisas, y presentan necesidades crecientes para cada una de sus poblaciones, de allí que le tendencia moderna de los modelos de desarrollo apunten a la diversificación de la producción nacional.

En el pasado, diversos modelos han respondido a esta posición de equilibrio externo. Por ejemplo, el modelo de sustitución de importaciones apostaba al ahorro de divisas que se generaba al crear una industria que compitiera con el producto importado. En otras ocasiones, la apertura comercial ofrecía la oportunidad de crear más  producción nacional que permitiera ingresar a los mercados internacionales y así generar una mayor entrada de recursos externos.

Por otro lado, en épocas de crisis, la  necesidad de ahorro de divisas se ha hecho presente en momentos como el de crisis de deuda externa latinoamericana de los ochenta, forzando a los países a hacer uso de mecanismos alternos de pagos (ALADI), debido fundamentalmente a la escasez de recursos que facilitan el comercio internacional.

En la actualidad, en el país se presenta una situación delicada en cuanto a su balance externo ya que, desde hace por lo menos 6 años, se han implementado medidas de restricción en la asignación de divisas que permitan un ahorro externo; en un escenario donde los ingresos (originados fundamentalmente por la industria petrolera) no han crecido, en contraposición con las necesidades crecientes de bienes importados, (relativamente más baratos que la mercancía nacional). Dicha restricción la evidenciamos en medidas como la reducción de licencias de importación de carros,  las de certificación de “Producción Nacional Insuficiente” o de “No Producción Nacional”, y más recientemente en la reducción de pagos y morosidad con proveedores externos en áreas de alimentación turismo y medicinas entre otros.

En tiempos de crisis externas de Balanza de Pagos, se hace una vez más presente la necesidad de ahorro de divisas, y este ahorro debe observar el criterio de priorizar el gasto que se le asigna a cada una de las divisas otorgadas. Uno de los principales criterios que debe obedecer es la posibilidad de crear mayores capacidades en el futuro de generar una producción nacional con capacidad de competir en el mercado internacional, y apostar por la educación siempre ha sido una estrategia de desarrollo plausible para muchas naciones. La reducción de recursos a los investigadores de las universidades va en contrasentido a este criterio tan importante para el progreso de la nación.


Luis Angarita
luisangarital@gmail.com

miércoles, 22 de octubre de 2014

Auto chino en un escenario de escasez

Prof. Eduardo Ortiz Ramírez

Una actividad importante en la industria venezolana fue, por varias décadas, la producción automotriz en base a la fabricación de vehículos ensamblados con el uso del material CKD, cadenas de montaje y autopartes fabricadas nacionalmente. Como la mayoría de los procesos del área industrial latinoamericana, se vio la producción automotriz también afectada por las políticas de liberalización que se difundieron en Latinoamérica en la década de los noventa del siglo XX, así como por la globalización a la cual se adaptaron las empresas internacionales desarrollando estrategias productivas adecuadas a estos procesos. Esto ha continuado y en las últimas dos décadas ha permitido observar a China con un rápido crecimiento en su industria automotriz y una velocidad no observada en los impulsos de la misma industria en los EEUU para los años cincuenta o en Europa y Japón para los sesenta; pasando de producir 222 mil a 18,3 millones de unidades entre 1981 y 2010 (Lourdes Álvarez y Liliana Cuadros, Las importaciones chinas… Revista Problemas del desarrollo, UNAM abril junio 2012). Algunos destacan como para 2014, hasta el mes de septiembre, ya China ha producido 18 millones de vehículos.

Pero en China, se observa que las marcas occidentales y japonesas –de larga experiencia- productoras de vehículos más lujosos y de mayor calidad, han venido, en asociaciones (en casos de 50% y 50%), estableciendo unidades de producción y captando la atención y compra de numerosos consumidores chinos y enfrentándose a presiones proteccionistas por parte de los productores locales más grandes y con mayor influencia política. Así, “Ford casi duplicó su parte del mercado, a 4.5 por ciento en los dos últimos años, al introducir modelos nuevos y expandir la producción, vendiendo, por primera vez en un solo mes, más de 100 mil coches y camiones ligeros en marzo.” (www.elfinanciero.com.mx, 18 de octubre 2014).

La industria automotriz venezolana, sigue caracterizándose por el ensamblaje, y para lo cual se importan los componentes para armar desde las unidades de producción según las marcas. Con considerables altibajos se ha desempeñado la industria automotriz durante la administración bolivariana, pues a pesar de haber tenido un espacio en el manejo de divisas de CADIVI, o habérsele incorporado al SICAD I, tanto las ensambladoras como las empresas de autopartes han sido afectadas por la lentitud de los procedimientos y la imposibilidad de desarrollar las compras indispensables para mantener o aumentar su producción. Todo lo contrario, esta ha disminuido. Así, para mayo 2014 -comparando con 2013- se apreciaba que la producción de vehículos se había reducido considerablemente, atravesando la producción de autopartes uno de sus momentos menos felices desde alrededor de los años setenta y habiéndose reducido su mercado en cerca de 81% (www.bancaynegocios.com 25-05-14).

Venezuela enfrenta un escenario complicado: el ensamblado está afectado por interrupciones y paralizaciones. Y ello deriva de que la escasez de divisas limita las importaciones de insumos. Dramáticamente, la escasez de divisas ha terminado convirtiéndose en escasez de vehículos. De esa manera, las cifras son contundentes en los resultados ya de 2013. La producción fue de apenas 72.000 vehículos; más de 30% por debajo de 2012. Observando el período entre 2006 y 2013, el sector automotor cayó 58,2%, según datos de la Cámara Automotriz (Ver www.almomento360.com Caracas 15/10/2014).

Desde julio de 2014, la Cámara Nacional de Comercio de Autopartes (Canidra) de Venezuela, afirmó que existía “una crisis sin precedentes” en el sector automotriz venezolano tras una caída del 83% en la venta de autos debido a problemas en la adquisición de divisas. “Las ensambladoras en el primer trimestre del año no han vendido más de 6.200 vehículos con respecto al mismo período del año pasado, (lo que significa un) 83% de caída, y ese mismo porcentaje lo tenemos nosotros los importadores” de repuestos, señaló José Cinirella, presidente de Canidra, en entrevista al medio televisivo Televen. Los puntos nodales atañen para esta cámara y para esa fecha a “…problemas con la adquisición de divisas, con el pago de la deuda, y la repatriación de dividendos y capitales” (Ver www.finanzasdigital.com.ve, 10 de julio 2014). Como se observa se trata de un conjunto de problemas acumulados y señalados reiterativamente y su agudización atañe a varios años, aunque en los últimos dos o tres años se han acentuado. Algunos de los de mayor urgencia en soluciones para el corto plazo son: mantenimiento de un flujo adecuado y constante de divisas, paz y eficiencia laboral que derive de una legislación adecuada -que no estimule la improductividad- y de instituciones y dependencias que regulen más apropiadamente las relaciones laborales, así como una política industrial que impulse o estimule la competitividad del sector y áreas conexas.

Este panorama ha devenido en que las plantas que se encuentran trabajando, lo hacen por debajo de 50% de su capacidad. Hay que destacar que desde el año 2008, la aplicación de las políticas automotrices de la administración bolivariana, para contener la importación y generar la correspondiente sustitución hizo que paralelamente ambas cayeran. Desde ese momento la producción anual ha estado disminuyendo por distintos problemas: recrudecimiento de los conflictos laborales, no disponibilidad de divisas, corte de energía eléctrica, inseguridad, dilaciones para conferir las licencias de importación y se añadió la intervención de la administración señalada en el sector, buscando imponer controles más estrictos y participar en el negocio de los vehículos con asociación de socios extranjeros a través de la creación de empresas mixtas (Ver www.elmundo.com.ve 15/10/14). Un caso a destacar son los compromisos de compras desde el gobierno con las empresas chinas del caso, y, en tal sentido, según cifras divulgadas por la empresa china Chery Automobile a finales de julio de 2014, en los ocho años previos han exportado a Venezuela 21,400 vehículos; a eso deben agregarse la venta de 13 mil vehículos que pactaron los gobiernos de ambos países en tiempo reciente (verwww.Finanzasdigital.com 18 de octubre 2014 y www.autocosmos.com 27-08-2014).

2014 ha permitido observar para Venezuela a un sector automotriz altamente problematizado. Las cifras indicadas al final de su primer semestre, por la propia la Cámara Automotriz Venezolana (Cavenez) fueron contundentes, cuando sus representantes insistieron en que la producción de vehículos se desplomó en ese semestre con una caída del 83,31% en relación con el mismo período de 2013. La cámara en cuestión insistió, cómo durante los seis primeros meses del año la producción de 2014 fue seis veces menor que la de 2013, con unos 6.161 vehículos ensamblados frente a los 36.919 que se ensamblaron en el primer semestre del año anterior.

Ninguno de los cambios esperados, se ha presentado de manera significativa. Los pocos presentados han sido insuficientes, y se ha dado el cierre de varias empresas productoras de autopartes, disminución y hasta paralización de las actividades de producción, ensamblaje e importación de vehículos, lo que ha creado distorsiones graves en la economía, incluyendo abruptas pérdidas millonarias que han afectado a las ensambladoras producto de la elevada devaluación (Ídem).

Proyecciones de Bank of América Merrill Lynch sintetizan perspectivas donde se observa la ausencia de Venezuela por la problematización señalada y el decaimiento de su industria automotriz y en las cuales quienes mejor se perfilan son México (cuarto exportador y octavo fabricante de vehículos en el mundo) y Colombia, pues es probable que las ventas de automóviles se expandan en tales naciones en los próximos años -más en México que en Colombia-, con un impacto positivo en el PIB mexicano. En el caso de México, las exportaciones -que son mayoritarias hacia EE.UU- reaccionarán paralelo al alza en la producción de automóviles. En contraste, el impacto de esta industria en la economía de Colombia será menor, ya que la mayoría de las ventas extras de automóviles serán suministradas por importaciones. Con entornos macroeconómicos estables, desempleo a la baja, actividad crediticia en aumento y mercados abiertos de comercio internacional de automóviles así como Importantes programas de infraestructura, es probable que las ventas de automóviles aumentarán en los próximos años e impulsarán la expansión de la flota de los mismos en ambos países (www.eleconomistaamerica.com ¿Cómo será el futuro de la industria…? 10/06/2014).

La capacidad de exportación de la industria automotriz de Brasil (cuarto mercado para venta de automóviles y el séptimo exportador) hacia otros mercados diferentes al Mercosur será limitada, por lo que tendrá que ajustar el precio al mercado, para abordar condiciones de demanda más débiles. Este elemento es de alta importancia pues a finales de la primera década del siglo XXI todavía existían ideas atinentes a la posibilidad de que Mercosur –en lo cual es fundamental la participación de Brasil- pudiese convertirse en una plataforma regional de exportación de la industria automotriz (Valeria Arza, El Mercosur como plataforma… Revista de la Cepal, abril 2011).


eortizramirez@gmail.com
@eortizramirez

La Ley que esposa el beisbol en el Caribe


Por: Miguel Sánchez
Maestrante del Postgrado de Economía Internacional 
  
Una página gloriosa del beisbol caribeño fue escrita, entre la década del 40 y el 50, épocas de guerras, de la falsa paz perpetúa y el alba del mundo bipolar rígido, por los equipos y peloteros cubanos; una efervescencia que tuvo un dominio universal.

En la primera etapa de la Serie del Caribe, período comprendido entre 1949 a 1960, los equipos antillanos conquistaron siete coronas del afamado y competitivo campeonato de febrero, destacando las novenas Elefantes de Cienfuegos, Tigres de Marianao y Alacranes de Almendares. Al mismo tiempo, entre 1939 y 1961, Cuba había logrado siete títulos mundiales, que pudo ser ocho, pero se le cruzó los Héroes del 41; el título más importante en la historia del beisbol venezolano.

En el campo de juego lucían las estrellas más rutilantes del Caribe, como Regino Otero, Cristóbal Torrentes (Salón de La Fama), Adolfo Luque, Oreste Miñoso y el más grande de todos los tiempos para muchos apasionados de la pelota caribeña y de las ligas negras, Martín Dihigo (Salón de la Fama).

Pero el misticismo del beisbol invernal y del clásico caribeño, idea impulsada por el venezolano Óscar “El Negro” Prieto, se partió en dos con la aparición de la Revolución Cubana, el fenómeno político más controversial del siglo XX en nuestro continente. Después de dictarse la Reforma Agraria en mayo de 1959, los intereses estadounidenses empezaron a trastabillarse, porque empiezan a darse cuenta que el caudillo popular, Fidel Castro, aparece para reivindicar las tierras del campesinado y, a su vez, comerse las ambiciones de la clase donde perteneció en su niñez; la oligarquía terrateniente.

Eran tiempos de Guerra Fría y de su preponderancia en América Latina, así fue como los Estados Unidos, durante la Administración Republicana de Eisenhower, suspende la cuota de importación azucarera a la Juana querida y amada por muchos, desde el Mar del Norte hasta por la Doctrina Monroe. Esto se tradujo en un bloqueo feroz e intransigente, que provocó la radicalización de la revolución. Una de sus consecuencias fue la prohibición del profesionalismo privado en el deporte cubano.


La Serie del Caribe reanudó su camino en 1970 sin Cuba, pero con un gran protectorado de Major League Baseball, el gran propietario de la pelota invernal.

A pesar de ello, Cuba siguió con la senda victoriosa en el beisbol al pasar las décadas, logrando 18 campeonatos mundiales auspiciado por la Federación Internacional de Beisbol (FIB o IBAF), además de obtener tres preseas doradas en Juegos Olímpicos. Cuando empezó el Clásico Mundial, competencia regida por la MLB, que terminó por destronar a los campeonatos mundiales, se especulaba, dentro del entorno beisbolístico, que Cuba no podría competir con peloteros profesionales y con selecciones nacionales integradas de jugadores que hacen vida en el sistema MLB. El resultado ha sido un subcampeonato en 2006, y la suma de 13 victorias con 7 derrotas en tres apariciones en la cita surrealista del beisbol.

Con la caída del bloque soviético, el desaparecimiento del mundo bipolar y la victoria de los Estados Unidos, ahora como hegemón universal, las represalias hacia la nación antillana, el cual vivía para ese entonces el infierno del Período Especial, fue estimular al Congreso, de mayoría demócrata, a estudiar, profundizar y aprobar la Ley Torricelli-Graham o Acta por la Democracia de Cuba, firmada el 23 de octubre de 1992 por el presidente George Bush, coincidencialmente en la ciudad de Miami, estado de Florida. Dos de sus seis puntos más relevantes son: sugerir a que cese el intercambio comercial con Cuba de compañías en el exterior que tienen sus casas matrices en Estados Unidos; y suspender la ayuda económica de los Estados Unidos a cualquier país que subsidie a Cuba.


Como era de esperarse, la otrora Comunidad Económica Europea (CEA), Canadá, México y Venezuela rechazaron la ley por violatoria a los derechos de soberanía nacional, a la decisión de las naciones del mundo en tener una política exterior libre y de dictar patrones falsos inherentes a los tratados comerciales entre las naciones, irrespetando el Acuerdo General de Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) y el Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA).

En el análisis, debemos mencionar que la ley fue desarrollada por dos diputados demócratas, uno de Nueva Yersey y otro de Florida, quienes recibieron el apoyo moral y financiero del multimillonario Jorge Mas Canosa, afamado personaje con altas relaciones en el Partido Demócrata en la ciudad de Miami y hombre que representó a los cubanos anticomunista en Estados Unidos.

La llegada de Bill Clinton al poder no cambió la política hacia Cuba. En esos tiempos perdidos, el Partido Republicano poseía la mayoría en las dos cámaras del Congreso Nacional, y uno de sus hijos, el senador Jessé Helms, líder nacional de la Nueva Derecha ultraconservadora, pone en el tapete la llamada Acta de Solidaridad Democrática y Libertad Cubana, conocida como la Ley Helms-Burton; es decir, el bloqueo recrudeció. Dicha legislación, reforzaría el cerco económico hacia Cuba, ya que prohíbe a las empresas estadounidenses tener o mantener relaciones comerciales con la nación caribeña.


En contraste, el beisbol cubano, que ha sufrido numerosas deserciones en los últimos 20 años de figuras del más alto nivel, está abriendo las puertas a peloteros de la isla, con el fin de codearse en ligas donde se juega pelota profesional de nivel en el extranjero. Este es el caso de Michel Enríquez, Alfredo Despaigne y Yordanis Samón, quienes recibieron el año pasado el permiso para reforzar a los Piratas de Campeche de la Liga Profesional de México, uniéndose a Omar “El Niño” Linares, pelotero que jugó con los Dragones de Chunichi de la liga japonesa entre 2002 y 2004.

La nueva oportunidad que nos brinda Mercosur

Por: Miguel Sánchez.

Maestrante del Postgrado de Economía Internacional 

La visión del norte suramericano, también por su posicionamiento estratégico caribeño, es mirar el sur como la posible casa para el desarrollo, crecimiento competitivo, integración verdadera y trabajar en la eliminación de asimetrías en la región.

Antes de la entrada de Venezuela al Mercosur, nuestras exportaciones petroleras hacia el bloque, desde el año 1995, rozaron el 90%. Es un fenómeno predecible, en una economía rentista petrolera en vías de transición, que depende de una política presupuestaria y fiscal del precio del crudo. Pero la particularidad crece cuando en nuestro continente hemos diversificado nuestras exportaciones a países como Bolivia, Ecuador y Paraguay.

Esto ha significado el inicio del idilio con las economías menos competitivas en la región, en una arquitectura sui generis de relaciones bilaterales y multilaterales.

Dejamos de ver a la Comunidad Andina, con sus protecciones comerciales y tribunales bien constituidas, con economías menos asimétricas, para adecuarnos y ser pieza fundamental del nuevo andamiaje y renacer del Mercosur, utilizando como instrumento nuestro petróleo para ser puentes con el Caribe a través de Caricom, Petrocaribe y ALBA, para así alcanzar una zona de libre comercio teniendo a Venezuela como punto estratégico; su logística, su Orinoco.

Al observar las importaciones de Mercosur en su conjunto, se denota que alrededor del 60% son necesidades en los sectores industrias y químicos, lo que conlleva a presumir, como hipótesis tangible, que no existe requerimientos de energía ni alimentos.

Esta hipótesis hace soslayar la gran oportunidad de acrecentar nuestras relaciones comerciales con las potencias regionales como Brasil y Argentina, mercados que en el período 1995-2009, fueron menores, con respectos a sus flujos, en comparación con Uruguay, Paraguay y Bolivia a nivel de porcentajes.

La oportunidad de construirlo, para ser piezas relevantes en las necesidades de Mercosur, es comenzar de forma acelerada en un proceso de industrialización vertiginoso, utilizando las tecnologías de nuestros aliados regionales y mundiales dentro de la persecución de ir a la pluripolaridad del planeta, aumentar las capacidades de la industria nacional y elevar el modelo de participación obrera, científica y estudiantil hacia sectores específicos como agroindustria, autopartes, químicos y petroquímicos, así como estabilizar la producción y los conflictos sindicales de las empresas básicas de Guayana.

Comercio exterior y su logística


Por otra parte, la forma de presentar productos finales de nuestra autoría es fundamentalmente colocándolos como marcas ingeniosas, con características sólidas y de atractivo al comercio internacional. Un ejemplo plausible es la marca Chery, con automóviles de diseño dinámico, ensamblaje nacional, precios accesibles y con publicidad orientada a la masificación.


Los problemas que se deben resolver son los temas logísticos, por ello debemos tomar las experiencias del sector petrolero. La orientación, más idónea, es utilizar los enlaces de los ríos Orinoco, Amazonas, Paraná y La Plata, como unidad naviera- comercial, esto con el fin de colocar los productos como lo requiere el comercio internacional: competitivos y dinámicos.


En el caso de las empresas básicas, debemos comercializar productos finales como marcas, utilizar nuestros diferentes puertos en la inmensidad del Orinoco-Caroní e iniciar abruptamente un proceso de abastecimiento en el norte de Brasil, la región más desfavorecidas del gigante suramericano.


La gran diatriba sería la colocación de productos no finales, como materias primas, por ello debemos ir hacia una política de sustitución de importaciones, además de solicitar ayuda técnica a empresas provenientes de China en el sector químico.


Debemos estudiar, entonces, la dependencia de las importaciones de Mercosur hacia China, Estados Unidos, Unión Europea e India. De igual forma, recalcar la verdadera participación del nuevo gigante asiático en la construcción del Canal de Nicaragua y su vinculación, aún más, en el comercio latinoamericano.

No podemos dejar excluido la logística en el intercambio comercial. Este es un factor de pies chicos con brazos de largo alcance, por lo que debemos evitar la sobreutilización de los puertos ubicados en Estados Unidos, como Maryland, Nueva Orleans y Florida, llenos de mercancía del sur, esto en el momento de nuestras importaciones.

Por otra lado, el concepto de competitividad debe servir para complementarnos y, por supuesto, la integración solidaria debe llevarnos a la creación de nuevos modelos que cierre las barreras asimétricas. Este es el modo de cómo colocarnos en la región.


Estas no son lecturas universales, aunque el momento es único para acelerar la vía de transición del nuevo modelo y colocarnos aún más fuerte en el tablero regional.

lunes, 20 de octubre de 2014

La inflación como Problema

Por: César Andrea Pérez. 
Maestrante del Postgrado de Economía Internacional 


Si en Venezuela seriamente no se diseñan políticas de cambio estructural que permitan que en el corto y mediano plazo, baje la inflación, los logros en materia social como reducción de la pobreza general y extrema, se verían dificultados. Es pertinente señalar, que la única forma de bajar la inflación en Venezuela es produciendo bienes masivamente que permitan que los precios puedan bajar y tomar su nivel natural; de lo contrario, la inflación no va a bajar, y las importaciones van a seguir siendo una estrategia para que el aumento de precios no se ubique por encima de 20%. 

La inflación es un problema crónico para Venezuela, pues además de reducirle la capacidad de consumo de sus habitantes –que es bastante alarmante– aprecia el tipo de cambio real (Bs/US$), por lo que paulatinamente se van a ir reduciendo las pocas exportaciones no petroleras, pues pierden competitividad en otros países, es decir, se hacen más caras. Además, en la medida que año tras año la variación de precios supere el 20%, será necesario ampliar el cono monetario, por ejemplo, de 100 Bs a 200 Bs. Por consiguiente, se tendríamos en nuestros bolsillos billetes de 200, porque ya los artículos y servicios son más caros, por tanto, el valor nominal de del dinero tendría que aumentar. 

Pensadores críticos a la doctrina mercantilista, a mediados del siglo XVIII, como Sr David Hume, observaron que aumentos en la cantidad de dinero, oro y plata en un país, si no va acompañado de aumento en la producción, se traduce en aumento de precios. Esas ideas de hace más de dos siglos y medios, aún se encuentran vigentes. 

En Venezuela, con algunas variantes, nos pasa lo mismo. PVDSA le vende dólares al Banco Central de Venezuela (BCV), éste le entrega Bs., y éstos son inyectados a la economía venezolana. Ese proceso de inyección nueva de dinero (dinero primario), no para. Además, la autoridad monetaria en el proceso de financiamiento monetario a PDVSA, posibilita que circule más dinero en la economía. Lo característico de este último financiamiento, es que no cuentan con respaldo en activos moneda extranjera, ni en producción real. 

Por consiguiente, si la producción nacional, agrícola y manufacturera, no responde a los cambios de creación nueva de dinero, se traduce en aumento de precios. Por lo que se tiene que recurrir a la importación de bienes para que el diferencial de precios no sea tan alto. Pues si existen rigideces en los procesos de importación y en la producción bienes y servicios, en función de satisfacer la demanda nacional, es peor, porque los rubros escasean y los existentes en el mercado, sufren mayores subidas de precios, por ley de oferta y demanda. 

Esto no es simpleza; que no le alcancen los ingresos a los hogares para cubrir necesidades de alimentación servicios y esparcimiento, puede afectar seriamente el sostenimiento político. 

Entonces, debemos diseñar un plan nacional de producción agrícola donde estén vinculados los servidores públicos, campesinos, amas de casa, estudiantes de liceos, universidades y tecnológicos. En Cuba en la década de los sesenta, profesionales con doctorados fueron al campo a cortar caña para la exportación. Indudablemente, la única forma de mejorar la productividad de nuestros campos es incorporando nuestro talento humano desde todos los ámbitos ¿Por qué en Venezuela no se hace? 

 Caracas, 20 de octubre de 2014

miércoles, 15 de octubre de 2014

Venezuela no está condenada al fracaso

Por Eduardo Ortiz Ramírez 
Cierta tendencia gerencialista, se reconforta afirmando que la crisis es oportunidad para buscar nuevas salidas; a veces pasa así, pero no siempre. Algunos otros con un sentido retrospectivo e histórico nos buscan consolar pensando que el venezolano se crece en las adversidades; algo así como buscar en algunos europeos de hoy la grandeza de los fundadores y administradores de los imperios del caso. También se afirma que nosotros no somos así o que el ejército está lleno de hombres honestos porque sigue siendo el ejército forjador de libertades. Todas son afirmaciones de entusiasmo que no logran tapar el conjunto de preguntas que se hacen numerosos venezolanos para lo que en cierta ciencia social se llama proyecto temporal de vida de la gente. 
Lamentablemente, contrario a lo que algunos pensaron Venezuela, no estaba condenada al éxito. Pero tampoco tiene por qué estarlo al fracaso. Este relativo optimismo se contrapone a un gobierno –la administración bolivariana- excesivamente particular en sus fines y considerablemente confuso en sus métodos y logros. La administración considera, así, que lo está haciendo considerablemente bien. Cinco trastornos se ciernen, así, sobre la sociedad venezolana, y afectan de alguna manera las percepciones sobre el éxito o el fracaso. 
En primer lugar, los altamente optimistas sobre como están y estarán las cosas de la economía y la sociedad. Generalmente están asociados fuertemente al oficialismo en sus fines, propuestas y actividades. Si hay colas, se hacen y si la escasez es innegable existe el recurso de la guerra económica a la que nos enfrentan la derecha, los empresarios y el imperialismo. Para este grupo social las perspectivas del país están –ahora desde una traza diferente a la de los tecnócratas de administraciones anteriores- condenadas al éxito. Pueden ser de variado tipo, pero algunos de los optimistas forman parte de sectores que nunca fueron atendidos por administraciones anteriores de las más recientes antes de 1999 y que en esta administración se han beneficiado de políticas sociales o del populismo. Más aún, la estrategia comunicacional de la administración bolivariana alcanza en estos sectores a mantener expectativas altas sobre la futura solución a sus problemas (sea cierto o no, o haya disminuido o no el margen grupal del efecto). 
En segundo lugar, la indiferencia ante el contexto. Personas que no leen prensa, no oyen informaciones y peor aún no les interesa lo que pasa a su alrededor. Esto lo ha fortalecido la administración bolivariana, gestionando la adquisición de medios televisivos y prensa que se ofrece seguirán informando para todos, pero una vez se ejecuta la transferencia de propiedad comienzan los despidos y la censura. La indiferencia puede ser total o también asociada a solo leer el periódico que saca tal o cual alcaldía y considerar que con eso basta. La vieja idea de que eso no me afecta, no me interesa o me preocuparé cuando me toque a mí, llevan a esta especie de refugio cómodo en el desconocimiento de lo que pasa alrededor o de la existencia de puntos de vistas alternos. 
En tercer lugar, la idea de que lo que pasa actualmente con la administración del país de parte del presidente Nicolás Maduro y antes el presidente Hugo Chávez, nos lo merecíamos. Tendría uno que preguntarse cuanto nos merecimos otras administraciones que le hicieron también daños a la nación. Algunos se posicionan en la idea de que los actuales administradores son menos eficientes o más corruptos que los anteriores. Cualquiera de estos puntos puede ser discutible, pero lo impresionante es que varios responsables en administraciones anteriores, se han protegido también con la idea de que nos lo merecíamos, haciendo ubicación aparte de sus grados de responsabilidad y participación en tales administraciones. 
En cuarto lugar, los nuevos ideólogos del exilio. La justificación del exilio voluntario tiene mil caras. No nos alcanza el dinero, debemos proteger a nuestros hijos, soy un recurso muy calificado, la inseguridad nos tiene cercados; cosas, en varios casos ciertas. Así, cualquier circunstancia se vuelve una razón infinita para dejar el país y desplazar los esfuerzos a la búsqueda de riqueza o seguridad a otro lugar y, en casos que se asocian a protagonismos, pensar en seguir la lucha en tal o cual lugar, donde según el gusto o la inclinación se le pueda dar pie a esa flagelación exquisita que siguen teniendo algunos venezolanos: hablar mal del país. El exilio se convierte así en la causa y el efecto, en el principio y fin de aquellos que se sienten amenazados o mal, con el escenario político y económico actual. Es fácil pensar en él, más aun cuando hay una retroalimentación permanente entre condiciones, estímulos, preocupaciones familiares e intereses. 
En quinto lugar, La viudez y el lamento. Fue el ex presidente Rafael Caldera el que habló de las viudas del paquete. Todavía hoy se les puede oír hablando de cómo las cosas iban bien, pero sucedieron alteraciones que no permitieron que las gestiones llegasen a buen término. Los mismos herederos de ese ex presidente o de cualquier otro, han creado su propia viudez y lamento. Nadie se arrepiente, nadie rectifica en la sociedad venezolana del rentismo. Nadie lo hace, porque la mayoría sabe dónde está el dinero, y los que han sido los mismos de siempre esperan regresar allí. En un futuro habrá también las viudas de la administración actual. Dirán que la revolución bolivariana iba bien pero la derecha, la guerra económica, el imperialismo, la CIA, o cualquier otro factor, no la dejaron avanzar. En descargo de esto último debe señalarse que algunos de los que ubicamos como oficialistas voluntarios u honestos saben que existen acumulados -sin solución fácil- ingentes problemas y que la situación actual de Venezuela es crítica y no da para optimismos con fundamentos. 
Solo la flexibilidad, el realismo, el consenso y una adecuada política económica permitirán enrumbar a Venezuela por caminos de mayor éxito. Lo más fácil es indudablemente tener optimismos o pesimismos exagerados. Lo más difícil es recuperar el desarrollo perdido, convertirlo en perdurable, reencaminar el país adecentando el comportamiento de dirigentes y dirigidos así como eliminar o reducir considerablemente la alta inseguridad personal, social y económica entre otros elementos. Pero todo esto es distinto a lo que hace la administración bolivariana.

martes, 7 de octubre de 2014

Sistema Biométrico y Escasez

Autor: Prof. Eduardo Ortiz Ramírez


Trátese de interrelación inflación-escasez, inflación-controles, inflación-distorsión de los precios relativos debe señalarse que se ha hecho evidente que lo atinente a control de precios ha presentado una administración del país que, a pesar de ubicarse en una posición de controlar los precios, realmente la evolución de estos ha dependido en casos y lugares de manejos discrecionales de los mismos -incluso por oferentes informales- y, correspondientemente, de manera acelerada la economía ha ido perdiendo parámetros de precios relativos con alguna racionalidad, en un escenario económico donde la escasez se ha convertido en un problema estructural que ha pasado a inspirar –paradójicamente- mayores medidas de control o regulación de las actividades económicas.

En los últimos lustros -más aún en el contexto de la administración bolivariana- los extremos han sido aumentar el estatismo y el control o no controlar o regular nada en la economía (más allá de regulaciones muy básicas). Los extremismos de la administración bolivariana derivan de sus posiciones políticas y económicas –y de su proyecto político general-. En la otra perspectiva están los neoliberales extremistas. Como se sabe en situaciones extremas -como son por ejemplo las economías de guerra- que no es el caso de Venezuela, pueden tomarse medidas de control. Debería poderse considerar algún tipo de mecanismo de supervisión que permitiese alterar las deformaciones que se producen en la escasez, inflación y dinámica de los precios relativos, dados los desenfrenos de los propios consumidores que pueden ser tan determinantes en efectos, como el contrabando y la corrupción ya institucionalizados. En cualesquiera de los casos, no pareciera el contexto venezolano un escenario adecuado a tales excepciones que pudieran temporal y programádamente ejecutarse.

En esa línea se enmarca el propuesto sistema biométrico para el control de precios y escasez y que contradice las reactivaciones y aumentos de producción que la administración del presidente Nicolás Maduro ofreció llevaría a cabo desde 2013. En este sentido el Superintendente de Precios Justos, Andrés Eloy Méndez, señaló recientemente que el 30 de noviembre del año en curso, todas las redes de alimentación públicas y privadas del país debían tener instalado el sistema biométrico de abastecimiento basado en capta huellas que impedirían las compras repetidas que pueden ser destinadas al contrabando o a la economía informal, donde una u otra tienen repercusión directa en inflación o escasez.

Uno de los puntos fuertes del contrabando es el de la frontera tachirense con Colombia. Para atender tal situación, la administración bolivariana implementó, a partir de la segunda quincena de agosto, las restricciones nocturnas en la circulación de vehículos y personas por los pasos fronterizos implicados entre Colombia y Venezuela, buscando aminorar la fuga de productos y alimentos a aquel país. Los factores empresariales involucrados en el caso del Estado Táchira que ha sido uno de los estados más afectados por escasez, controles y manifestaciones políticas –y más aún en 2014- no han visto como muy positivas distintas acciones de la administración bolivariana. En tal sentido, en los momentos actuales de la propuesta del Sistema Biométrico y de ya estar en funcionamiento las restricciones en los pasos fronterizos, el vicepresidente de la Asociación de Comerciantes y Empresarios de Táchira, Aceta, Pietro Cenicola señaló: “Una de las debilidades en nuestro sistema económico es que hay una desvinculación absoluta entre la empresa y el gobierno. No hay mecanismo por el cual, de alguna manera, podamos tener un franco diálogo continuo y sincero. Estamos casi que a las órdenes de lo que diga el gobierno. No ha habido ninguna comunicación entre nosotros. Por muy apreciable que pueda ser la ayuda que le podamos dar a otros pueblos necesitados, aquí también hay bastante necesidad”. Con la ayuda a otros pueblos se refiere a que parte de lo recuperado en las acciones contra el contrabando se destinaron a ayudas a los afectados en el conflicto de Gaza entre Israelitas y palestinos (www.el-nacional.com 24 de agosto 2014).


Varias observaciones pueden hacerse sobre la aplicabilidad de un sistema como este para la economía venezolana, en el contexto en que se encuadra la administración bolivariana después de 15 años. En primer lugar los problemas de escasez, inflación y distorsión de los precios relativos están íntimamente relacionados con las políticas de control ficticio o real que apoyadas en una dinámica cambiaria, fiscal y política particular se han estructurado en una política económica y social no exitosa.  En segundo lugar, puede ser un sistema más operativo en economías más pequeñas o menos estratificadas por regiones estados o grupos sociales. En tercer lugar, se requiere un desarrollo institucional de registro, supervisión, ejecución y sanción que no es acorde con el proceso de deterioro institucional y de desinstitucionalización por el cual ha transitado la nación venezolana en por lo menos los últimos veinticinco años. La experiencia de la administración bolivariana – en lo visto en más de quince años de gobierno- en manejo de alimentos y bienes en empresas como Mercal, PDVAL y otras, no es precisamente las más exitosa En cuarto lugar, requiere un sistema de vigilancia estricto que no es seguro pueda conseguirse en la sociedad venezolana de los últimos lustros, donde funcionarios, organizaciones de seguridad y vigilancia se han visto inmiscuidas en agudos procesos de corrupción. En quinto lugar, el deterioro de la civilidad y los valores ciudadanos señalado más arriba, no pareciera haberse detenido durante la administración bolivariana si no que por el contrario ha aumentado, dentro del propio contexto de deterioro económico y social de los últimos 15 años, lo cual brinda un elemento de entorno difícil para la aplicabilidad de un sistema de este tipo.

El Movimiento Estudiantil: Un actor político en Venezuela.

Autor: Hist. Lorena Puerta Bautista.

Los acontecimientos sociales y políticos ocurridos a lo largo del siglo XX y XXI  han posicionado a los estudiantes universitarios como parte del liderazgo político del país, son un grupo de choque, de lucha social y económica, destinado a la denuncia de situaciones que afectan el común nacional. Este carácter no es novedoso, la resistencia en las universidades y particularmente del sector estudiantil se ha mantenido activa por décadas, por lo cual los estudiantes son actores significativos en momentos de crisis universitaria y de presión política.

El movimiento estudiantil se considera un instrumento de lucha para el reconocimiento de reivindicaciones inherentes a sus providencias estudiantiles, pero también han ocupado un rol político de alcance social con evidente proyección e influencia en los ciudadanos, independientemente de la posición social o académica. La esencia del movimiento estudiantil es la espontaneidad que impulsada y promueve la relación entre los lideres/representantes estudiantiles en conjunto con la masa universitaria.

Históricamente la participación de los estudiantes en las calles tiene su hito fundador en la Generación de 1928, cuando  estudiantes de la Universidad Central de Venezuela (UCV) encaminaron sus actividades a través de la instauración de la Federación de Estudiantes de Venezuela (FEV). Para el entonces su presidente era Raúl Leoni, quien el 26 de enero de 1928, anunció la celebración de la Semana del Estudiante, al mismo tiempo que se elegía a Beatriz Peña como la reina de los carnavales. El objetivo era celebrar la festividad y recolectar fondos para la FEV, pero el rumbo cambió drásticamente mientras se hacia una juiciosa entrega floral en el Panteón Nacional, el estudiante Jóvito Villalba aprovecha la oportunidad, y con grito de lucha se dirige a la multitud, reclama la situación política del país y se alza contra la dictadura de Juan Vicente Gómez. De la misma manera, lo hace el estudiante Rómulo Betancourt y el poeta Pío Tamayo, quien declama un poema para la reina del carnaval pero con un disfraz llamado libertad.

La Generación del 28, presumiblemente no tenía idea del alcance de sus acciones pero si de la necesidad de acabar con el régimen gomecista y de esta manera se inicia la lucha gobierno – estudiantes con un nuevo escenario: la calle. A esa generación el escultor Ernesto Maragall le rinde culto por medio de una escultura colocada en tierra de nadie – UCV. “A la memoria de los desaparecidos integrantes de la Generación de 1928”.  


“A la memoria de los desaparecidos integrantes de la Generación de 1928”.
Tierra de Nadie. Ernesto Maragall. UCV.
Toda vez que el movimiento estudiantil ha aparecido en la escena política es con la finalidad de profundizar los reclamos que han conllevado a la crisis social y económica del país. También ha participado en la defensa de sus providencias estudiantiles y particularmente en momentos de crisis universitaria la dupla estudiantes – profesores se convierte en una proclama de lucha y defensa por las carencias a las cuales han sido sometidas históricamente las universidades venezolanas.

Otros casos emblemáticos son la participación de los estudiantes en la caída de la dictadura de Pérez Jiménez y en los movimientos de la renovación universitaria de la década de los 60, así como la lucha por las providencias estudiantiles y en contra del gobierno de Carlos Andrés Pérez a finales de 1980.

En el siglo XXI, el movimiento estudiantil venezolano ha incrementado sus apariciones con un evidente cambio de  tendencias convirtiéndose en un actor de presión política en vista de la crisis de los partidos políticos, toda vez que los partidos tradicionales Acción Democrática (AD) y El Partido Demócrata Cristiano. Comité de Organización Política Electoral Independiente (COPEI), entraron en un periodo de crisis y perdieron representatividad dentro del electorado, dando paso a la opción representada por el Teniente Coronel EJ(R) Hugo Rafael Chávez Frías, quien alcanzó la presidencia en el año de 1998 por primera vez.

Ante un gobierno y un partido (PSUV) que ha permanecido 15 años en el poder, el movimiento estudiantil, sobrepasa las aulas universitarias y toma las calles por motivos que no le son directamente inherentes a la vida que se desarrolla en los recintos universitarios, justamente por la necesidad de llenar un espacio que parece baldío de los partidos políticos.

En el año 2007, el movimiento estudiantil logro desmovilizar el poder y las bases del partido del gobierno, demostrando al convocar una concentración en la mítica  Av. Bolívar con la consigna del aquel entonces estudiante Freddy Guevara (UCAB) ¡A que la llenamos vamos!, y el impulso de otros dirigentes Stalin González (UCV), Ricardo Sánchez (UCV), Yon Goicoechea (UCAB), retando con estas acciones al líder y Presidente Hugo Chávez. El discurso llego al electorado y gano la opción del No a la reforma de la Constitución. Como contraparte y en apoyo al gobierno del Presidente Chávez surgió el liderazgo de Robert Serra (UCAB), Cesar Trompiz (UBV), Héctor Rodríguez (UCV) y Andreina Tarazón (UCV).

Desde ese momento a los venezolanos nos quedo claro, que el movimiento estudiantil, ha cambiado sus banderas de lucha ligadas a la vida universitaria y a las providencias estudiantiles, para salir a tomar las calles y demostrar que son una fuerza política de relevancia en medio de la crisis partidista, de las desavenencias del sector opositor y sobre todo, como una expresión de búsqueda de renovación de liderazgos que aun espera ser ocupada en la ilusión colectiva de los venezolanos, los cuales desde la independencia están apegados a la idea de un líder – salvador. 

Hoy en día, las apetencias del Movimiento Estudiantil han mutado, así como también lo han hecho sus dirigentes, son nuevos los rostros que se alzan todos los días como dirigentes, y sobre todo ha calado en la población el impulso generado por el Movimiento Estudiantil salido de las aulas de la ULA, UCV, LUZ  y ahora con la continua participación de estudiantes de instituciones privadas como la UCAB, USM, UMA, UAH y UNIMET regresan a las calles para combatir la inseguridad, el desempleo, la escasez y hacer un SOS Venezuela. 

La economía venezolana frente a los retos del siglo XXI: Los asuntos no resueltos del desarrollo económico

Autor: Prof. MSc. Alfredo Ordóñez López



Venezuela ha venido desarrollando desde la aparición del petróleo un sistema económico rentístico que le ha permitido tener una permanencia dentro del exquisito club de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Sin embargo, esa misma ventaja comparativa no la ha podido convertir en una nación competitiva en el escenario internacional de hoy. Desde la dictadura de Juan Vicente Gómez hasta el presente periodo presidencial de Nicolás Maduro, el petróleo siempre ha sido es el instrumento de poder utilizado para ejercer el control del Estado en su política interna y externa, el uso de los recursos financieros procedentes de la industria petrolera (Petróleos de Venezuela, S.A) han sido exclusivos para la satisfacción de la población venezolana (construcción de grandes infraestructuras y amplio financiamiento social) pero no para el impulso o generación de empresas productivas con características globales.

Ante esta situación se puede destacar que los gobiernos dictatoriales como el del General Juan Vicente Gómez y el General Marcos Pérez Jiménez, los catalogados como neoliberales de Carlos Andrés Pérez y Jaime Lusinchi, y ahora los socialistas de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, han reflejado su apatía en la conformación de un sistema industrial productivo y exportador, motivado por los grandes ingresos de divisa que genera la industria petrolera. Ello por supuesto ha causado que a la presente fecha, Venezuela no pueda sostenerse económicamente sin depender de las importaciones y la clara imposibilidad de generar riqueza.
Indudablemente esta apatía y ansias de controlar las divisas generadas por el mismo Estado, han impulsado a los gobiernos a aplicar las mismas recetas de control de cambio (hoy llamado SICAD-CADIVI ayer RECADI) en una economía en donde su parque industrial no produce y no genera divisa, lo que ocasiona una ausencia de productos fundamentales para la población y un real deterioro de las instituciones ahogadas por la corrupción. Cabe la pregunta ¿Qué sucede con el precio cuando la demanda es superior a la oferta?

Tal vez exista la presencia del saboteo, manipulación mediática, golpe económico, usura, especulación y acaparamiento, pero lo que no se puede negar es que lamentablemente Venezuela no ha podido generar empresas competitivas y por ello enfrenta problemas que impactan en su desarrollo económico dada por:


  •       Incapacidad de producir bienes básicos
  •       Dependencia directa de todo tipo de productos importados
  •      Desaparición y/o reducción en la generación de la mediana y pequeña empresa (Pymes)
  •       Ausencia de empleos con salarios dignos
  •       Masificación del empleo en el sector público con salarios bajos
  •       Incremento de la economía informal
  •      Inflación superior a dos dígitos (lo cual en un sistema económico moderno es      inaceptable)
  •       Incremento en los índices de delincuencia y violencia ciudadana
  •       Incremento en los niveles de desigualdad poblacional
  •       Crecimiento de los anillos de pobreza.


En tal sentido, el problema que enfrenta Venezuela va mucho más allá de la elección de un sistema socialista o progresista con matices neoliberales. El problema ya no es Chávez y su discípulo, y menos el de Capriles y quienes buscan sentarse en la silla del poder, el problema es atender de forma inmediata la productividad del país en todos sus escenarios.

Un diálogo de Paz sin incluir a las Universidades, establecer una estrategia de gobierno sin incluir al empresario, exigirle al gobierno de turno que apliques medidas sin presentar opciones concretas, son en definitiva el reflejo de la Venezuela que vivimos. Es momento que todo tenga una lógica para Venezuela, y la única manera de lograr el ansiado desarrollo es comprender que:

Las Universidades son las generadores de investigación, desarrollo e innovación (sin ellas no hay generación de conocimiento ni competitividad)

Las Empresas (públicas y/o privadas) son las responsables de generar ingresos financieros a la nación y crear empleos dignos (son la clave para disminuir la desigualdad social y fortalecer la independencia económica)

El Estado es el encargado de mantener el orden y brindar todo el apoyo en beneficio de su población (El Gobierno de turno debe respetar el sentido común del Estado, mientras que la Oposición debe fiscalizar el cumplimiento del sentido común del Gobierno)

La Población venezolana no solo tiene derechos sino que también tiene deberes, el de cuidar y progresar conforme a los principios de armonía, respeto y lealtad (El principal deber de una población es educarse, trabajar e ingeniar para conformar una estructura social generosa, respetuosa, valiente, honesta, que permita multiplicar mejores lideres para la nación y el mundo).

Lamentablemente nos encontramos en una Venezuela en donde los artistas y deportistas juegan a ser políticos, en donde los políticos simulan ser deportistas y artistas, en donde el empresario se ha convertido en un limosnero de divisas, y en donde las Universidades son grandes refugios de los que opinan distinto. Una Venezuela en donde no se conoce su historia y mucho menos a dónde se quiere ir, rica en reserva petrolera pero muy pobre en la generación de conocimiento.

No existen recetas generales para lograr el desarrollo, pero si existe la lógica y eso es lo que le hace falta a nuestro país para acercarnos al desarrollo económico. Para conseguir la salida a este camino desconocido para todos, es definitivamente necesario que cada uno de nosotros juegue el rol que representa en la sociedad, e iniciar un fuerte financiamiento para apalancar el sector productivo industrial y académico del país, tal como lo han hecho las grandes naciones en el mundo.

Twitter: @alf_ord