miércoles, 31 de mayo de 2017

Cambios geopolíticos

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Felix Arellano

Entre los movimientos geopolíticos relevantes destacan: las contradicciones del “efecto Trump”, que no cesan y pueden acelerar el deterioro del liderazgo americano en el mundo y, por otra parte, el hábil oportunismo y cinismo de Putin, que aprovecha y promueve confusiones y problemas en el planeta

En el mundo observamos movimientos geopolíticos complejos e importantes, que están reeditando las tesis sobre la decadencia de las grandes potencias y los consiguientes desplazamientos de los centros de poder; en este intrincado contexto, el proceso bolivariano, en su creciente carrera autoritaria y progresivo deterioro internacional, está tejiendo nuevas relaciones, buscando protección ante posibles acciones que pudiera aplicar la comunidad internacional por sus flagrantes violaciones de normativas internacionales.

Entre los movimientos geopolíticos relevantes destacan: las contradicciones del “efecto Trump”, que no cesan y pueden acelerar el deterioro del liderazgo americano en el mundo y, por otra parte, el hábil oportunismo y cinismo de Putin, que aprovecha y promueve confusiones y problemas en el planeta para buscar espacios e incrementar su protagonismo y eventual liderazgo.

La primera gira internacional del Presidente Trump parece confirmar la tendencia de incertidumbre y contradicciones, que poco beneficia a su posicionamiento. Se creían superadas las diferencias con la OTAN; empero, repitió las criticas ya conocidas, desperdiciando la oportunidad para promover una nueva estrategia de seguridad ante las graves amenazas que enfrenta el mundo, con un mayor liderazgo norteamericano. Luego, al reunirse con la Unión Europea, parecían más adversarios que aliados; los ataques contra Alemania, tradicional e importante socio, deben preocupar a la cúpula republicana.

Desde la óptica de Trump todo parece exitoso, un multimillonario contrato militar con Arabia Saudita, que contradices sus expresiones de paz en el Vaticano y preocupa en el medio oriente, incluyendo a Israel su aliado privilegiado. Por otra parte, la creciente agresividad contra Irán, cierra posibles espacios de diálogo con el reelecto Presidente Hasán Rouhaní de orientación reformista.

Los resultados de la gira preocupan al mundo. Se mantiene la visión nacionalista y proteccionista de Trump; no se visualiza mayor interés por la diplomacia multilateral, ni por la construcción de diálogo y cooperación a escala global, como lo ha ratificado al rechazar comprometerse con los avances en materia de cambio climático. En el tema comercial, ni una mínima referencia a las negociaciones del acuerdo de libre comercio transatlántico, que deberíamos dar por desechado; ni a la posible culminación de la Ronda Doha en el marco de la OMC.

Las crecientes contradicciones del Presidente Trump, abren espacios para otras potencias y nuevos liderazgos. Ya es conocida la sagaz estrategia china para fortalecer su hegemonía económica a escala mundial. El rechazo de Trump al acuerdo Transpacífico, ha resultado un triunfo para China, que suma otros avances tales como: el Banco Asiático de Inversiones e Infraestructura, que ya cuenta con 57 países miembros y 25 en trámites, un proyecto alternativo al Sistema de Bretton Woods controlado por los Estados Unidos; y el gigantesco proyecto de “la ruta de la seda”, recientemente presentado en Pekín con la presencia de 44 Jefes de Estado. Si bien es cierto que serios problemas estructurales internos y problemas limítrofes, como el caso del mar de China, limitan su fortaleza mundial, China está actuando efectivamente ante las contradicciones del imperio americano.

Otros cambios geopolíticos se aprecian como el debilitamiento de algunas potencias emergentes del grupo de los BRICS, particularmente Brasil, en una crisis política muy profunda y Suráfrica con graves problemas internos. Difiere, en alguna medida, el caso de Rusia, pues si bien también presenta problemas estructurales internos, Putin juega hábilmente a expandir sus espacios, protagonismo y liderazgo. Un país frágil, con un autócrata arrollador.

Cambios geopolíticos también se observan en la región, donde el radicalismo populista ha sufrido importantes derrotas, pero lucha por sobrevivir. Así, la Sra. Cristina Kirchner aspira ser senadora; Lula, no obstante la colosal corrupción de sus gobiernos, sueña con una nueva presidencia; seguramente también sueñan Correa en Ecuador y Evo en Bolivia. Ahora bien, conviene destacar que en estos casos, no obstante los errores de sus gobiernos, estos populistas aspiran retomar el poder por la vía democrática, a diferencia del autoritarismo bolivariano, que para perpetuarse en el poder promueve cambiar la constitución y eliminar la democracia.

En este ajedrez geopolítico mundial el proceso bolivariano ha perdido las esperanzas de un posible apoyo del Presidente Trump; tampoco le genera confianza la prudencia china y está concentrando sus expectativas en el cínico oportunismo ruso, de allí la creciente compra de armas al potencial protector, tratando de garantizar un rígido respaldo ruso, incluyendo su capacidad de veto en el Consejo de Seguridad, frente a potenciales acciones de la comunidad internacional.

lunes, 29 de mayo de 2017

BCV y el polémico bono: pateando el cadáver de PDVSA

Tomado de www.prodavinci.com

Omar Zambrano

Por Omar Zambrano | 29 de mayo, 2017
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A mediados de octubre de 2014, en una operación que involucró solo intercambio de bolívares en una triangulación con el Banco de Venezuela, Petróleos de Venezuela emitió un bono denominado en dólares americanos por la cantidad de USD 3.000 millones. PDVSA no recibió ni un solo dólar de esta operación. El bono, denominado en divisas pero pagado en bolívares, fue adjudicado en su totalidad al Banco Central, quien desde entonces lo contaba dentro de sus activos.
Al principio nadie sabía con certeza cuál era la verdadera intención de esta emisión. En su interpretación más laxa, era una manera de “fortalecer” la posición del BCV en moneda extranjera, forrando su balance de estos activos denominados en dólares, pero que en realidad contablemente no pueden considerarse parte de las reservas internacionales.
Hoy sabemos que esta no era la intención.
La prensa internacional anunció ayer que el BCV, a través de un intermediario, decidió liquidar este papel con un descuento de 69%, recibiendo a cambio USD 865 millones por un bono cuyo valor facial es de USD 2.800 millones. El bono es comprado por una institución financiera internacional de primera línea, lo cual sorprende, a un precio de recuperación de bonos basura, lo cual no sorprende, dado el estado del naufragio económico de la revolución chavista.
En nuestra opinión, la operación produce un daño severo al ya precario estado financiero de PDVSA. Creemos que se equivocan los colegas que sostienen que la operación es “neutral” para PDVSA “porque esta deuda aparecía en sus balances desde 2015”. Tal afirmación puede ser cierta desde el punto de vista contable, pero no lo es desde el punto de vista económico y fiscal.
Desde el punto de vista económico, y como consecuencia del principio de unicidad del tesoro público, toda deuda pública que repose en manos de otro ente público, no constituye una carga financiera efectiva más allá de los asientos contables. Ese bono en manos del BCV tenía un impacto nulo desde el punto de vista del sector público en su noción más amplia. En cambio, en el momento en que dicho bono pasó a manos de Goldman Sachs, inmediatamente se empeoró la posición financiera neta del Sector Público, aunque no tenga impacto en el balance de PDVSA.
Cuando decimos que empeoró la posición del Estado venezolano, nos referimos a que el servicio de la deuda externa se hizo mucho peor con esta operación porque salió de las manos de un ente del Estado.
La operación tiene un agravante: PDVSA no recibió, ni antes ni ahora, un solo dólar adicional producto de esta transacción, lo cual viola los más elementales principios de prudencia financiera y operativa que dictan que la deuda debe adquirirse con principios reproductivos, es decir, para fortalecer hoy la capacidad de producir los dólares que permitirán pagar mañana esa deuda.
Por lo anterior puede afirmarse con certeza que la operación utiliza deuda vieja, para dar un nuevo golpe a las maltrechas finanzas de la industria petrolera. Venezuela está peor, enfrentará un servicio de deuda más oneroso, y no verá aliviar ninguno de los males que hoy la aquejan.
En un capítulo más de esta conducción económica desquiciada con la que el chavismo ha enfrentado su crisis de liquidez, el Estado-PSUV decide seguir dándole patadas al cuerpo ya moribundo de PDVSA.
Por último, una nota sobre Goldman Sachs, el banco de inversión que compró los bonos de PDVSA con descuento. No cabe duda de que es una operación rutinaria para un agente financiero que busca obtener rendimientos acordes con los riesgos que asume. No es menos cierto que es fútil pensar que las implicaciones éticas tienen algún peso en las decisiones económicas en general, y en el mundo de las finanzas internacionales en particular. Pero también es cierto que Goldman Sachs y el resto de Wall Street debe saber que esta línea de oxigeno que le otorga esta operación a la dictadura venezolana, implica la prolongación en el tiempo de un esquema de políticas que en este momento solo implican, por un lado, hambre, enfermedad, muerte y represión para 30 millones de venezolanos, mientras por el otro, acceso a oportunidades de captura de rentas mil millonarias para una élite enquistada en el poder.
Para nosotros los venezolanos, enfrascados en este momento en una lucha existencial por la dignidad y la democracia, cualquier acción como la de Goldman Sachs, que le oxigene al régimen resulta, por lo menos, una acción odiosa e inamistosa, y constituye un riesgo reputacional para una institución de clase mundial.
No podemos hablar por la oposición política venezolana, a quién no represento de ninguna manera, pero es bueno que el mundo vea las cosas en perspectiva e incorpore en sus decisiones el hecho de que más temprano que tarde, el péndulo cambiará y los que hoy protestan estarán al frente del Gobierno de Venezuela.

Los bonos del hambre

Tomado de www.prodavinci.com

Ricardo Hausmann

Por Ricardo Hausmann | 28 de mayo, 2017
Fotografía de Richard Drew para AP
Fotografía de Richard Drew para AP
CAMBRIDGE – La inversión suele crear dilemas morales en cuanto a sus metas: ¿se debería buscar solo que a uno le vaya bien o también hacer el bien? ¿Es apropiado invertir en empresas tabacaleras? ¿O en compañías que venden armas a bandas de narcotraficantes?
La reciente popularidad de los llamados fondos de inversión de impacto, que prometen retornos buenos y al mismo tiempo promueven objetivos sociales o ambientales, se basa en esta preocupación. Las fundaciones a menudo descubren que estos instrumentos de inversión les ayudan a hacer el bien tanto con el dinero que gastan en filantropía, como con las inversiones que hacen con su patrimonio, cuyos retornos permiten financiar su filantropía.
Hoy día, lo que tendría que causar incomodidad moral son los mercados emergentes como inversión. ¿Debería la gente decente colocar su dinero en fondos de bonos de mercados emergentes?
Los retornos del Emerging Market Bond Index (EMBI+) [Índice de bonos de mercados emergentes] de JP Morgan, se encuentran profundamente influenciados por lo que ocurra en Venezuela. La razón es simple: aun cuando este país constituye apenas alrededor del 5% del índice, representa cerca del 20% de su rendimiento, ya que la rentabilidad de la deuda venezolana es casi cinco veces más alta que la de los otros países del índice, lo que refleja la enorme prima de riesgo que enfrenta Venezuela. Más aún, la volatilidad de los precios de la deuda venezolana –la más alta del EMBI+– constituye una parte desproporcionada de los movimientos diarios de los precios del índice.
Podemos invertir en el EMBI+ porque este promete rendimientos altos, o porque queremos que un segmento más amplio de la humanidad tenga acceso a nuestros ahorros. En cualquier caso, después de invertir uno estará deseando que a la deuda venezolana le vaya bien, lo que, en el contexto actual, entraña desear que cosas realmente malas les acontezcan a los venezolanos.
Como los medios han informado ampliamente, Venezuela está pasando por uno de los colapsos económicos más calamitosos de la historia mundial, acompañado de dosis masivas de represión política y violaciones de los derechos humanos. De modo que invertir en el EMBI+ significa que uno se alegra cuando los analistas de Wall Street le informan que el país está haciendo pasar hambre a su población con el fin de evitar la reestructuración de los bonos que uno posee.
La alegría se explica fácilmente: las importaciones venezolanas, luego de caer 75% entre 2012 y 2016, se han reducido más del 20% en el primer trimestre de 2017. Estas son buenas noticias para los inversores en el EMBI+ porque significan que queda más dinero para el pago de intereses y capital de sus bonos. Mientras tanto, los venezolanos están bajando de peso involuntariamente y buscando alimentos en pilas de basura. Claro, esto es una catástrofe humanitaria, pero para el inversor se trata de una fabulosa oportunidad de inversión.
Ahora supongamos que uno quiere poseer deuda venezolana porque alberga la esperanza de que el presidente Nicolás Maduro pierda el poder y que surja un gobierno más sensato, de orientación más democrática, más en línea con los valores morales que uno tiene. Aún en este caso, uno va a desear que los ingresos que produzca la futura recuperación de Venezuela se empleen preferiblemente en el servicio de la antigua deuda emitida para financiar la corrupción y la destrucción nacional generada por Maduro y su antecesor, Hugo Chávez. Uno no va a estar apoyando la recuperación del bienestar que merecen los venezolanos después de haber pasado por esta pesadilla.
El inversor también va a estar de acuerdo en que jueces estadounidenses ordenen el embargo de bienes y la confiscación de dinero para que le paguen. De hecho, los analistas que son bullish [alcistas] con respecto a la deuda venezolana han estado haciendo lobby ante el gobierno y los líderes de la oposición con una amenaza velada: tan solo considerar la reestructuración de sus bonos, les advierten, permitirá causar estragos en Venezuela a quienes administran esos bonos.
Cualquier persona decente que invierta en bonos venezolanos debe sentirse “levemente nauseabunda”, para emplear los términos utilizados hace poco por el exdirector del FBI, James Comey, en su testimonio ante el congreso de Estados Unidos. Los administradores de fondos de mercados emergentes sienten un malestar semejante. En la actualidad dedican una parte desproporcionada de su tiempo a “acertar con la predicción sobre Venezuela”, puesto que sus bonificaciones se basan en que sus resultados excedan al índice –del que Venezuela es el principal determinante–.
Quienes tienen menos principios morales disfrutan del reconocimiento que reciben por haber acertado cuando predijeron que el gobierno de Maduro optaría por dejar que la población pasara hambre antes que reestructurar los bonos. Analistas y bonistas también han hecho lobby ante el gobierno y la oposición para que estos se abstengan de buscar el apoyo financiero del Fondo Monetario Internacional, ya que temen que la comunidad internacional exija que se reestructure la deuda existente con un importante recorte en su valor, como se les ha exigido a los acreedores de Grecia.
Ello probablemente no sería bueno para el valor de los bonos. Analistas y tenedores de bonos también han hecho lobby ante la Asamblea Nacional, controlada por la oposición, para que ella reconozca la deuda externa de Venezuela a cambio de la libertad de los presos políticos, lo que implica que se puede lograr el pago los bonos que uno posee exigiendo un rescate por liberar a inocentes.
Entonces, ¿debería uno de dejar de invertir en fondos de mercados emergentes solo porque el 5% de los recursos irían a comprar bonos de Venezuela? Claramente, esto castigaría a países que son meros espectadores inocentes del caos venezolano. Tiene que haber una solución mejor.
Y la hay. La solución es exigir que JP Morgan excluya de inmediato a Venezuela de los índices de bonos de mercados emergentes que calcula, liberando así a los administradores de los fondos de la necesidad de comparar sus resultados con los bonos del hambre. A través del tiempo, JP Morgan debería crear un nuevo índice de Mercados Emergentes Decentes, el que al incluir solamente a países que se ciñen a estándares mínimos de respeto a su ciudadanía, disiparía la angustia moral del inversor. El MED permitiría que uno pueda aspirar a rendimientos más altos en sus ahorros sin para ello tener que desear sufrimiento humano. A uno le podría ir bien, sin sentirse mal.
***
Traducción del inglés de Ana María Velasco
Ricardo Hausmann, ex Ministro de Planificación de Venezuela y ex Economista Jefe del Banco Inter-Americano de Desarrollo, es Director del Center for International Development at Harvard University y profesor de economía del Harvard Kennedy School.
Copyright: Project Syndicate, 2017.www.project-syndicate.org
 

sábado, 27 de mayo de 2017

CUBA ANTE EL PRECIPICIO VENEZOLANO

Tomado de http://www.abcdelasemana.com/2017/05/20/cuba-ante-el-precipicio-venezolano/

Pablo de Llano

El desplome de la ayuda de Caracas aboca al Gobierno cubano a gestionar otra fase de carestía ante una sociedad hastiada y más inconforme…
La crisis de Venezuela socava a Cuba. A cuentagotas, los datos dibujan el contorno de un gran boquete en la economía de la isla, auxiliada desde los 2000 por Caracas por la alianza política entre Fidel Castro y Hugo Chávez. Si a finales de 2016 La Habana reconocía que el país estaba en recesión y el pasado abril se ordenó el racionamiento de gasolina de alto octanaje, esta semana trascendió que Cuba, según Naciones Unidas, ganó en 2016 un 97% menos que en 2013, de 500 millones a 15 millones, por la exportación de derivados del petróleo que le subsidia Venezuela, cada vez en menor cantidad: hasta un 40% menos, estiman los analistas, de los más de 100.000 barriles diarios de antaño.
Las medidas de ahorro extraordinarias empezaron el verano de 2016 reduciendo jornadas laborales y apagando el aire acondicionado en centros laborales. El ciclo de austeridad continúa este año, y en abril el ministro de Economía, Ricardo Cabrisas, adelantó en un consejo de ministros que en 2018 se podrá gastar menos aún que en 2017. Venezuela atraviesa un túnel sin salida visible y los EE UU de Donald Trump han echado el freno a la normalización bilateral. Cuba necesita salidas a su enésima sequía de recursos.
Se prevé que en estos días atraque en la isla un buque ruso con 249.000 barriles de crudo refinado, parte de un acuerdo triangulado con Petróleos de Venezuela (PDVSA) para que la petrolera estatal rusa Rosneft envíe a Cuba cerca de 250.000 toneladas de crudo y diésel. A La Habana le urgen manos amigas y la Rusia de Vladímir Putin parece haber sacado del baúl de la difunta Unión Soviética el viejo radar geopolítico.
Venezuela, mientras tanto, intenta contener el desplome de su suministro a La Habana. Según la agencia Reuters, en marzo PDVSA hizo un envío especial a Cuba de 1.390.000 barriles para procurar reactivar la refinería de Cienfuegos, operada por los dos países, y que se encuentra desde hace meses a mínimos niveles de producción.
Si el Gobierno de Nicolás Maduro se mantiene en pie, el de Raúl Castro tendría, dentro de las estrecheces, un cierto desahogo. “Le daría más oxígeno a La Habana para hacer las reformas que tiene que hacer al ritmo que las quiere hacer, primando la lógica política sobre la económica”, opina Arturo López-Levy, ex analista político del Ministerio del Interior cubano y profesor de la Universidad de Texas (EE UU).
Un cambio de régimen en Caracas sería una conmoción para Cuba. “La caída de su PIB podría ser del 20 al 25%”, estima López-Levy. “El impacto sería duro”, dice el economista cubano Pavel Vidal, de la Universidad Javeriana de Cali (Colombia), que cifra la correlación binacional de crecimiento entre 2005 y 2016 en un 81% y afirma: “Las posibilidades de Cuba de salir de la recesión dependen, básicamente, de su intercambio comercial con Venezuela”.
La crisis potencial, matiza Vidal, no sería la del hambre, los apagones y el éxodo en balsas del Periodo Especial de los noventa tras la caída de la Unión Soviética, cuando se pulverizó un 38% del PIB. “La economía cubana está más diversificada”, sostiene. López-Levy tampoco detecta en los mensajes del Gobierno un nivel de alerta extremo como el de aquella época, cuando Fidel Castro en 1990 advertía: “Hay que estar preparados para trabajar con menos, con menos, con menos y casi con cero”. “También puede ser un error de cálculo”, reflexiona, “o que no se quiera alarmar a la opinión pública cubana; pero hablar de la posibilidad de otro Periodo Especial sería una exageración”.
Supervivencia política. Para Vidal la incógnita no es tanto la profundidad económica de la crisis como su efecto social en una Cuba más informada, menos temerosa de la crítica al sistema y exasperada por la lentitud de la liberalización económica. “El asunto es la capacidad política del Gobierno para explicar y manejar ante los ciudadanos la llegada de un nuevo periodo de escasez generalizada de alimentos y medicinas, más apagones y el colapso del sistema de transporte, aunque sea de menor intensidad que en los noventa”. El politólogo cubano Pedro Campos cree que si pierde Caracas, el castrismo quedaría herido de gravedad: “Ya sin Fidel Castro perdió a su caudillo. Raúl no es Fidel, y los demás se le parecen menos. La caída del chavismo podría ser la antesala de cambios definitivos”.
En su intento de mantener el poder, Maduro cuenta con Cuba y su dilatada experiencia en el arte de la supervivencia política. “Están llevando la situación a un escenario en el que los costos para ambos actores, Gobierno y oposición, sean demasiado grandes y los obliguen a sentarse a negociar. Dentro de esta estrategia, la asesoría cubana será una baza del chavismo”, dice el analista político venezolano Marcos Villasmil.
“No están solos”, proclamó Raúl Castro, de 85 años, en marzo en Caracas en una mesa presidida por Maduro. “Compañeras y compañeros, en Venezuela se libra hoy la batalla decisiva por la soberanía, la emancipación, la integración y el desarrollo de Nuestra América”. El reto del Palacio de Miraflores es el reto del Palacio de la Revolución.


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viernes, 26 de mayo de 2017

DEMOCRACIA VS “CONSTITUYENTE”: EL FUTURO DE LA ECONOMÍA


EDUARDO ORTIZ RAMÍREZ


Resumamos por Democracia, las derivaciones de una evolución normal donde deberían haberse realizado el Referéndum revocatorio en 2016, las elecciones regionales, el respeto a las funciones de la Asamblea, el derecho a la protesta sin alrededor de 60 muertos y violación de derechos humanos. En fin, la evolución normal donde los que fueron mayoría aceptasen que, hoy día, son una franca minoría, con deseos radicales de mantenerse en el poder político, por variadas razones. Entendamos por “Constituyente” el parto extraviado –porque no es propiamente un a Constituyente- que ha generado la administración bolivariana para crear elecciones, procesos y otra Constitución, con el fin manifiesto de ganar elecciones y representantes, así como discusiones y resultados que de otra manera no tendría ni ganaría (elementos asociados de interés pueden verse en Guillermo Márquez, La Convocatoria de Nicolás Maduro a una Asamblea Nacional Constituyente http://masterecointerucv.blogspot.com/2017/05/la-convocatoria-de-nicolas-maduro-una.html  24 de mayo de 2017).

Este atolladero donde no se avanza tan rápido como se quisiera y donde aquella administración -día a día- se debilita más, nacional e internacionalmente, lo sigue manteniendo en base a aquella idea pervertida, pero de gran utilidad para dictaduras de izquierda o de derecha, que señala que “el poder nace del fusil”. Más aun, cuando el militarismo quiere imponerse sobre la sociedad, lo que desde los tiempos de la antigüedad clásica ha sido combatido con las ideas de la Democracia.

Si venciesen la idea y las fuerzas asociadas a la Democracia, vendría un proceso largo que implicaría entre muchas otras cosas: 1. Lograr estructurar un gobierno lo más adecuado posible a una economía desinstitucionalizada, deteriorada y con signos notables de alteración del bienestar y las condiciones de vida de la mayoría de la población. 2. Iniciar un proceso de reconstrucción del país donde algunas variables se podrían nivelar en seis meses o un año, pero otras, necesitarían, una y hasta dos décadas. 3. Atender con urgencia la pobreza extendida en algunos grupos y zonas y la alta afectación que tienen algunas instituciones en valores, procedimientos y resultados.

Si venciese la “Constituyente” por cualesquiera razón –aviesa o muy distinta a la tenida en el año 1999-, además de la previsible inestabilidad política –o situación de desequilibrio- por la magnitud de lo ya visto y acumulado en fuerzas propensas a la Democracia, el presidente Nicolás Maduro y la administración bolivariana se mantendrían hasta 2018 y casi previsiblemente -habiéndose alterado en cualesquiera de sus expresiones las elecciones presidenciales en ese último año señalado- para los años siguientes. Sería una cosa bien rara esta, para la vida normal y tendencial en la actualidad pero también para lo que muchos revolucionarios honestos defendieron durante décadas y procesos en cuanto a la necesidad de que los procesos revolucionarios defendiesen auténticamente la Democracia (¿será paradójico o correspondiente con el hecho de que todas la revoluciones izquierdistas desde el siglo XX terminaron en dictaduras?; también terminó en dictadura la Francia napoleónica, distintas formas de fascismo en varios momentos del siglo XX y distintos militarismos) (elementos de interés pueden verse en Humberto García Larralde, ¿Comunismo o fascismo? http://redinternacionaldelcolectivo.blogspot.com/2013/05/humberto-garcia-larralde-comunismo-o.html 1 de mayo 2013). Por lo demás, las propias Democracias latinoamericanas, con su sentido fundamentalmente de elecciones, en un contexto de presidencialismo y de propensión histórica al caudillismo, han estado asociadas en los años recientes  a un variado conjunto de presidentes que les ha tentado la reelección y la adecuación de las constituciones a sus gustos e intereses.

Con todas las complejidades del caso puede uno preguntarse, y preguntarle a la administración del Presidente Nicolás Maduro: ¿qué pasará con la economía si triunfa la “Constituyente”?, ¿cuál será la bonanza en el bienestar, que obtendrán, y en base a que medios, ingentes grupos poblacionales? Veamos algunos elementos.

1. La administración bolivariana no va a cambiar su política económica ni el sentido del Plan de la Patria, ni va a perfilar ninguna estrategia diferente a la contenida en este último, ni a las distintas cosas derivadas de sus acepciones. Una última y expresa “innovación” del presidente Nicolás Maduro la propuso en una de las recientes cadenas al indicar que de la Constitución que saldría de la “Constituyente“, o de los resultados de esta, debería incorporarse la Misión Vivienda como un componente de aquella; siendo esto, la gestión errónea de  convertir una acción de política económica o social –que puede ser circunstancial o temporal- en una Directiva global. Resulta a veces impresionante escuchar algunos opinadores proponer la ejecución  de políticas que coliden con las tendencias señaladas.

2. El nutriente fundamental de las ejecutorias de la administración bolivariana ha sido el rentismo y su instrumento directo que son los precios del petróleo. Desde 2014, se vio, se distanciaron a la baja de los alrededor de 100$ por barril que habían alcanzado. Instituciones y mercado tienden a ubicar niveles de tan solo 58$ (petróleo del más alto nivel) para dentro de unos 12 meses.  La reciente y última reunión de OPEP no tuvo mayores cambios en cuanto a modificaciones en niveles de producción.  Por tanto no caerá el maná del cielo en el cómodo mundo del rentismo.

3. El populismo, aferrado en la administración bolivariana, sigue percibiendo como una opción de política, para el mejoramiento del bienestar de los venezolanos, la de los aumentos salariales. El círculo infernal inflación/aumentos de salario –y que en Venezuela se empezó a sentir desde la primera administración de Carlos Andrés Pérez 1974/1979, aunque con intensidades bajas- no es que mejora poco la calidad de vida, sino que cada día la deteriora más (basta ver los registros de CENDA sobre Canasta alimentaria y básica), profundizándose un distanciamiento de cualquier consideración sobre la dinámica productiva y de productividad en particular. Sin creerlo la administración, lo aumentos salariales asustan a numerosas familias y empresarios. Y los seguirá ejecutando.

4. A nivel del tipo de cambio, la administración no cambiará el control político que ejerce en base al control de cambios. Tampoco pareciera eliminará algún nivel de ubicación del llamado dólar de protección (Bs 10 por $; fuente de privilegios y claro enriquecimiento de algunos) o vaya a unificar el tipo de cambio. Por lo demás, no son opciones que ellas en sí mismas constituyan solución al agudo problema cambiario de la economía venezolana. La escasez de dólares después de haber dispuesto la economía de más de 1.000.000.000.000 $ (1 billón de $) es dramática y pareciera ser algo natural señalar que eso se gastó bien y ver como algo normal una economía que necesita y necesitara alrededor de 8.000 millones de dólares anuales -por varios años- para pagar su deuda. También se percibe como algo muy natural que, encontrándose el dólar negro o paralelo cerca de Bs 6,000 por dólar, la subasta Dicom del próximo martes 30 de mayo de 2017, ubique el rango de la banda móvil en los siguientes límites: Límite superior Bs. 2.200,00 x USD 1,00/Límite inferior Bs. 1.800,00 x USD 1,00 (BCV, CONVOCATORIA SUBASTA N° CS-SO-001-17, 25 de mayo de 2017). Están por verse y acumularse los resultados, pero esta acción, ya practicada, y en el contexto señalado, no se perfila como la solución en cuanto a la escasez de divisas y a sus interrelaciones con el área fiscal, productiva y de la inflación.

5. ¿A nivel productivo, que va a hacer la administración bolivariana? ¿Va a cercar más al mercado y a la propiedad privada? ¿Va a estatizar o expropiar más empresas? ¿Va a desarrollar la propiedad comunal como una forma de propiedad privada? Mucha agua ha corrido bajo los puentes, en cuanto a formas de propiedad estatal en los antiguos socialismos reales y la administración en cuestión no ha dado muestras de mayores éxitos en empresas diversas. Tampoco ha sido exitosa con las cooperativas. En su perspectiva, los 15 motores que preconiza el presidente Nicolás Maduro son exitosos y dinámicos, mientras las empresas siguen cerrando o pronunciándose sobre su retiro del país como el reciente caso de la General Motors.

6. ¿Con que instrumentos productivos, humanos o institucionales se va a insertar Venezuela en el plano internacional, de la competitividad y de las cadenas de valor, cuando algunos de los planes como el de su participación en Mercosur ha terminado altamente politizado y con suspensión para el país? La nación se ha ido y se irá distanciando de discusiones altamente dinámicas e importantes donde, sobre comercio, competitividad, suministros, cadenas de valor y otros elementos, participan activamente otras naciones de la región, mientras la economía venezolana ha ido perdiendo espacios antes atendidos y sobre los cuales los potenciales beneficiarios de la “Constituyente” no tienen ni interés, ni equipos para desempeñarse. Sus intereses están sobredeterminados en la dimensión política.

Vistos estos 6 puntos, entre otros tantos, a la pregunta ¿qué pasará con la economía si triunfa la “Constituyente”?, no se perfilan elementos distintos al de que la economía y sus ciudadanos se sumergirán en más inflación, mayor deterioro institucional y en el bienestar de los venezolanos dado un contexto donde en los dos o tres últimos años -los más agudos en deterioro, de la administración del presidente Nicolás Maduro- ni se han solucionado tales problemas, ni los que productiva y sectorialmente los retroalimentan, como la aguda escasez, que no se soluciona con las propagandeadas bolsas del CLAP -con sus problemas de regularidad y/o frecuencia- o de beneficios a los seguidores, ni con importaciones donde se enriquecen funcionarios, agentes y gestores privados, mientras el sector productivo nacional sale altamente afectado.

Días negros esperarían, así, a Venezuela.

@eortizramirez

miércoles, 24 de mayo de 2017

La Convocatoria de Nicolás Maduro a una Asamblea Nacional Constituyente


Guillermo Márquez

Nicolás Maduro, por  medio de un decreto del 1º de mayo  aparecido en la Gaceta Oficial,  convocó una Asamblea Nacional  Constituyente.  (De aquí en adelante, las negrillas son mías). (1)

El  decreto comienza con numerosos considerandos, después de lo cual aparece el artículo 1º :

Arto 1º. En ejercicio de las atribuciones que me otorga la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en los artículos 348, 347, 70 y 236 numeral 1 ejusdem, CONVOCO UNA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTEciudadana y de profunda participación popular, para que nuestro pueblo  como depositario del poder constituyente originario, con su voz suprema, pueda  decidir el futuro de la  Patria, reafirmando los principios de independencia, soberanía. Igualdad, paz. Democracia participativa,  multiética y multicultural.

Veamos entonces los artículos de la Constitución  en que se basa el decreto.

Artículo 347. El pueblo de Venezuela es el depositario del poder constituyente originario. En ejercicio de dicho poder, puede convocar  una Asamblea Nacional Constituyente con el objeto de transformar el Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución.

El  artículo 348 especifica quién puede tomar la iniciativa  de convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente.  En el examen de este artículo voy a ser muy reiterativo, podría ser fastidioso, pero es la única manera de proceder de la manera más rigurosa posible en mi propósito de probar la inconstitucionalidad de ese decreto.

El artículo comienza así:

Artículo 348. La iniciativa de convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente pueden tomarla……
El Presidente o Presidenta  de la República en Consejo de Ministros…
Ni el Presidente de la República ni el Consejo de Ministros son el pueblo.
…La Asamblea Nacional, mediante el acuerdo de las dos terceras partes de sus integrantes…
La Asamblea Nacional no es el pueblo.
…Los Consejos Municipales en cabildos, mediante el voto de las dos terceras partes de los mismos…
Las dos terceras partes de los cabildos no son el pueblo.
…o el quince por ciento de los electores inscritos y electoras  inscritas en el Registro Civil Civil y Electoral.
El quince por ciento de los electores no es el pueblo.

La comparación  del decreto con los artículos de la Constitución  señalados indica, por una parte, que Nicolás Maduro considera  que él es el pueblo; y recalco, no basta  que él se considere representante del pueblo, no, porque el artículo 347 es muy claro en que es el pueblo el que puede convocar la Asamblea Nacional Constituyente, no un representante del pueblo.  Y el concepto de pueblo sólo puede ser el 100% de los electores inscritos que decidan si convocan  una Asamblea Nacional Constituyente. ¿Y cuál es la única manera de que el 100% de los electores decida  si convoca una Asamblea Nacional Constituyente? No puede ser sino a través de un referendo previo, establecido en la Constitución,  en el cual a ese 100% de los electores se les de la oportunidad de emitir su opinión, aunque no todos hagan uso de ese derecho. Si hubiera otra alternativa, de acuerdo a lo establecido en la Constitución, quisiera saberlo. 

Lo anterior se combina con otro aspecto. El legislador diferenció entre convocar  y tomar la iniciativa, los cuales consideró  conceptos diferentes. Entonces, la única manera de que Maduro esté a derecho con los artículos 347 y 348 es que los conceptos convocar y tomar la iniciativa sean sinónimos. Veamos de acuerdo a los significados indicados por el DRAE en el pie de página (2). El significado 1 de convocar es el más adecuado en este caso e indica la propia realización del acto que se convoca. En cuanto a tomar la iniciativa, los numerales 2 y 3 son apropiados e indican sólo el inicio, poder hacer una propuesta de lo que se quiere lograr, no el acto en sí. Esto basta para indicar que el convocar  la ANC y la iniciativa de convocar la AN son conceptos y actos distintos. 

El análisis hecho hasta ahora me lleva a la confirmación   de  que Maduro se consideró  ser el pueblo, obviamente falso, con lo cual se permitió convocar la Asamblea Nacional Constituyente, para lo cual no está facultado, incurriendo en una grave violación de la Constitución que puede considerarse otro rompimiento del hilo constitucional. Para resaltar la gravedad de esta situación, voy a indicar como debe leerse ahora el artículo  347, como la única manera  para que sea compatible con la convocatoria de Maduro a la Asamblea Nacional Constituyente: 

Nicolás Maduro es el depositario del poder originario constituyente, En ejercicio de dicho poder, puede convocar una Asamblea Nacional Constituyente con el objeto de transformar el Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución.

Obviamente un absurdo. Me recuerda la célebre frase de Luis XIV: “El Estado soy yo”.
El decreto se apoya en otros artículos de la Constitución. Veamos si alguno de ellos puede modificar las conclusiones a que he llegado hasta ahora.

Artículo 70. Son medios de participación y protagonismo del pueblo en ejercicio  de su soberanía, en lo político la elección de cargos públicos, el referendo, la consulta popular, la revocación del mandato, las iniciativas legislativas, constitucional y constituyente, el cabildo abierto y las asambleas de ciudadanos y ciudadanas cuyas decisiones serán de carácter vinculante, entre otros, y en lo social y económico las instancias de atención ciudadana, la autogestión, las cooperativas en todas sus formas incluyendo las de carácter financiero, las cajas de ahorro, la empresa comunitaria y demás formas asociativas guiadas por los valores de la mutua cooperación y la solidaridad.

La ley establecerá las condiciones para el efectivo funcionamiento de los medios de participación previstos en este artículo.

Este artículo, al detallar por cuáles medios  se puede ejercer la soberanía del pueblo, confirma que Maduro  no puede ejercer esa soberanía. Además, está estrechamente ligado a la primera parte del Artículo 71.

Artículo 71. Las materias de especial trascendencia nacional podrán  ser sometidas a referendo consultivo por iniciativa del Presidente de la República, ´por acuerdo de la Asamblea Nacional, aprobada por la mayoría de los integrantes, o a solicitud del diez por ciento de los electores y electoras inscritos en el Registro Civil y Electoral.

¿Qué otra materia de especial trascendencia  nacional  que amerite un referendo consultivo puede haber que supere el de  la transformación del Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución?
Artículo 236.Son atribuciones y obligaciones del Presidente o Presidenta de la República

1 Cumplir y hacer cumplir esta Constitución y la ley.
Quien le aconsejó a Maduro introducir este numeral, le hizo un disfavor. Porque es un recordatorio de que no está cumpliendo ni está haciendo cumplir ni la Constitución ni la ley.

Del análisis realizado pienso que he podido probar, a mi manera, que el Decreto de convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente por parte de Maduro  es inconstitucional.

¿Será posible que honestamente los abogados del gobierno  que defienden la constitucionalidad del decreto crean que  Maduro es el pueblo?

En la rueda de prensa que Aristóbulo Istúriz dio para explicar la Asamblea Nacional Constituyente lo escuché cuando dijo “ …cuando el Presidente CONVOCA la Asamblea Nacional Constituyente…A confesión de parte relevo de pruebas.

Una primera versión  de este escrito circuló entre varios amigos,  de los cuales recibí interesantes comentarios. Le di los últimos toques el 23 de mayo. Horas más tardes escuché a Maduro cuando explicó y firmó el  decreto que establece las bases comiciales para la elección de los miembros  de la Asamblea Nacional Constituyente. Ya había dado por finalizado el artículo pero  ante este nuevo desarrollo considero indispensable  añadir unos párrafos al respecto. El decreto presenta múltiples violaciones de la Constitución, entre las cuales destaco un  sistema eleccionario que viola la representación proporcional consagrada en la Constitución, que propende a que una mayoría de miembros de la Constituyente sean adictos al gobierno. De acuerdo al objetivo de mi examen, cual es el de probar la violación de los artículos 347 y 348 de la Constitución, me concentro en ello; yo se que distinguidos profesionales, abogados, politólogos, sociólogos, etc., desmenuzarán el decreto y pondrán en evidencia su inconstitucionalidad en todos los casos   y las graves consecuencias para el  país si el gobierno cumple su propósito.

Previamente a la intervención de Maduro,  Elías Jaua, presidente de la Comisión Consultiva,   explicó la labor  que habían hecho para la redacción de dichas bases; hicieron más de 1200 reuniones a lo largo de todo el territorio nacional, de las cuales recibieron muchas  observaciones sobre la Constituyente.

Mi opinión sobre la observancia o no observancia de los artículos  347 y 348 en ese segundo decreto  se deriva del análisis hecho arriba. Todas las consultas hechas por la Comisión no sustituyen al pueblo, que es el único que puede convocar la Constituyente. Además, las consultas hechas no se refirieron  a la pregunta de si estaban de acuerdo o no con  se convocara la  Constituyente, porque partía de la base de que ya estaba convocada por el primer decreto de Maduro; y aún si la pregunta se hubiera formulado, esas respuestas no pueden sustituir la voluntad del pueblo, que como analizamos, sólo puede conocerse a través de un  referendo consultivo. Pero lo más importante es que ese decreto tiene el pecado original de derivarse de un decreto inconstitucional y por lo tanto es inconstitucional y todas las actividades que se realicen para su implementación son inconstitucionales, incluyendo la propia Asamblea  si se llega a establecer y por lo tanto sus decisiones serían nulas legalmente.

Maduro llevó el mismo día el decreto al CNE para su implementación. Como se esperaba, la presidente del Consejo, Tibisay Lucena, reiteró  su opinión favorable a la Constituyente, por lo que seguramente el inicio de las labores para la elección de los miembros de la Asamblea será aprobado por las cuatro rectoras  con la honrosa excepción del Rector  Luis Emilio Rondón.

Haré algunos comentarios que van más allá de mi objetivo único  en este escrito.

Aunque los miembros de la Asamblea serán elegidos por votación directa y secreta, esa elección es ilegal y por lo tanto nula, porque no se cumplirá con las exigencias del artículo 347.  Además, el sistema  de votación establecido viola el principio de representación proporcional establecido en la Constitución y está diseñado  para asegurar que el gobierno tenga mayoría. Además de que no se aceptó el referendo consultivo, Jaua sugirió que la Asamblea puede decidir que para aprobar la eventual nueva Constitución no se necesitaría un  referendo, bastaría con  la aprobación de la Asamblea, lo que significaría otra grave violación constitucional y otra ruptura del hilo constitucional, dejando más claro aún que de un gobierno autoritario pasamos a uno abiertamente dictatorial. El decreto  dice expresamente que las deliberaciones de la Asamblea se realizarán  en el Salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo. Ello significaría la expulsión  por la fuerza de ese recinto de la Asamblea Nacional. Maduro reeditaría en el  2017 el asalto al  Congreso que se  produjo en 1848 durante la presidencia de José Tadeo Monagas.

Es importante que altos funcionarios estatales han manifestado su desacuerdo con la convocatoria  de la Asamblea Nacional  Constituyente, La Fiscal General, Luisa Ortega Díaz, el Magistrado del TSJ  Danilo Mojica y el Rector Luis Emilio Rondón.
La Fiscal General, Luisa Ortega Díaz, expresó en una comunicación oficial dirigida al Presidente de la Comisión Consultiva, entre otras consideraciones:

  “Así las cosas, de acuerdo a lo dispuesto  en el artículo 347 de nuestra  Constitución, el propósito  de una Asamblea Nacional Constituyente es “transformar el Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución,” En este sentido, en opinión de quien suscribe, para resolver la crisis indudable y sin precedentes que vive el país, no  es necesario, ni pertinente ni conveniente  llevar a cabo una transformación  del Estado en los términos que podría suponer una nueva Constitución. Lo expuesto, en lugar de propiciar equilibrios o  generar un clima de paz, estimo que aceleraría  la crisis, visto  además el carácter, visto además el carácter sectorial  o corporativo –de representación indirecta- que asoma el decreto dictado por el Ejecutivo y que funge de líneas matrices para las bases comiciales del proceso de convocatoria. Debo reiterar por tanto mi opinión en que la propuesta de una Asamblea Nacional Constitucional Constituyente, lejos de coadyuvar a la ansiada reconciliación nacional, generaría un alto grado de incertidumbre, habida cuenta del  riesgo y la incertidumbre que se produciría en los ciudadanos por la eventual pérdida de las conquistas logradas en la Constitución de 1999, aunado al tiempo y recursos humanos que exigiría convocar de  nuevo el  Poder Constituyente.”

El siguiente paso lógico de la Fiscal General  sería establecer  su posición sobre este segundo decreto y usar los poderes que le da la Constitución para impedir esta nueva ruptura del hilo constitucional.

El Rector   Luis Emilio Rondón  declaró:
“Es el pueblo el depositario del Poder Constituyente y debe ser consultado porque así lo establece la Constitución en su artículo 347. Si el pueblo no participa en el proceso, estamos ante un nuevo desacato constitucional, cometido esta vez no por el Tribunal Supremo de Justicia sino por el CNE.l Si se consultó al pueblo venezolano para aprobar una enmienda y reforma constitucional, ¿cómo es que ahora pretenden cambiar el texto sin preguntarle al pueblo venezolano si está de acuerdo? Si no se escucha el mandato del pueblo se atenta contra la progresividad de los Derechos Políticos de los venezolanos, un retroceso gravísimo, tomando en cuenta que se trata de Derechos Humanos”, 
Por su parte el Magistrado  Danilo Mojica declaró en una carta pública del 23 de mayo  dirigía a Maduro:
“…Ahora bien, es necesario  puntualizar que la guardián de la legalidad, la Fiscal General de la República, Dra. Luisa Ortega Díaz, al pronunciarse sobre la convocatoria de la Constituyente, en fecha 17 de mayo del año 2017, señaló que la Constitución  de 1999  “fue elaborada por una Asamblea Nacional Constituyente convocada a través de un referéndum  consultivo  y ratificada mediante referéndum constitucional”, este es el mecanismo de democracia directa por antonomasia, mediante el cual los ciudadanos ejercen el derecho al sufragio, para decidir sobre su acuerdo o desacuerdo o desacuerdo de la referida asamblea o de aprobación de una nueva Constitución; pues de lo contrario sería una Constituyente absolutamente espuria por provenir del árbol envenenado, esta es una metáfora legal empleada para describir lo que se hace fuera de la Constitución, ya que la misma sin la aprobación del pueblo, compromete la soberanía popular y la aniquila. Es una apuesta de alto riesgo, ya que está en juego la estructura del Estado y la paz social, dada la conmoción política que vive el país,,,debo indicar que al igual que lo hizo la Fiscal General de la República, la convocatoria a una  asamblea constituyente no es la solución a la crisis que sufre el país. Señor Presidente, reflexiónelo bien, las tumbas de nuestra juventud circundan a Venezuela. Basta ya de pérdidas de más vidas inocentes. La historia no  nos perdonará, a quienes no actúan en función del interés nacional. Nos hallamos ante una crisis de tal magnitud, que no se puede solucionar con la referida constituyente, y tampoco con medidas de represión policial, ni militar a las manifestaciones en las  calles. Es un momento de grandes decisiones y  es su obligación llevar a cabo, el  consenso definitivo que requiere el país para unas elecciones inmediatas y constructivas para todos.”…

Una declaración histórica. Como alguien comentó, lo importante no es lo que dijo, son verdades bien conocidas, lo importante es que lo dijo. No se esperaba que una voz así saliera del actual Tribunal Supremo de Justicia. Ojalá otros magistrados oigan la voz de su conciencia, pongan a un lado los compromisos partidistas y sigan el ejemplo del Magistrado Mogica.

La Asamblea Nacional realizará un referendo consultivo para determinar si el pueblo está de acuerdo o no con la Asamblea Nacional Constituyente, acogíéndose a las facultades que le da el artículo 71 de la Constitución.

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1).Yo se que hay otras causales de inconstitucionalidad del decreto de Maduro, por violación de otros artículos de la Constitución. Al respecto,  distinguidos juristas han hecho excelentes análisis sobre diversos aspectos de esta  materia,  los cuales acojo,  y la Asamblea Nacional en reunión del 9 de mayo anuló el decreto por inconstitucional; allí se analizaron todos los artículos que indican la inconstitucionalidad.  La verdad es que el Tribunal Supremo de Justicia, si no fuera incondicional al Ejecutivo, si realmente cumpliera con lo que le atribuye la Constitución, hubiera  ya sentenciado  lo mismo que la Asamblea Nacional.   Pero en este escrito tengo un  objetivo único, antes de pasar a otras etapas de ese proceso, probarme a mí mismo la inconstitucionalidad del decreto, lo cual pienso que he logrado. Por lo tanto, cualquier actividad que se haga implementando el decreto de Maduro, ya sea por el Ejecutivo, el CNE, el TSJ, la Comisión Consultiva, es inconstitucional.

Pero sí quiero  hacer una observación sobre un acto relacionado con el decreto. Maduro fue personalmente al CNE a  entregarlo para su implementación. Y la Presidente de ese organismo, Tibisay Lucena, que había desaparecido de la vista pública desde que el CNE suspendió el referido revocatorio  por medio de burdas  triquiñuelas, (Ver mi artículo “Venezuela 2016” en el blog www.guillermodmarquez.com  o en la página web de la Maestría de Economía Internacional de la UCV , http://www.economiainternacionalpostgradoucv.com.ve/) recibió personalmente el decreto.  En lugar de expresar  lo que cualquier miembro de un consejo electoral en cualquier parte del mundo  debe decir  en una ocasión  como esa, “examinaremos cuidadosamente el decreto y tomaremos las decisiones pertinentes”, inmediatamente adelantó opinión  favorable, indicando que la Asamblea Nacional Constituyente sería una gran contribución para la paz de Venezuela, revelando así su incondicionalidad ante el Ejecutivo.  Sobran los comentarios.
2).-Significados de  convocar e  iniciativa según el DRAE.
convocar http://dle.rae.es/images/buscarconj.gif
Del lat. convocāre.
1. tr. Citar, llamar a una o más personas para que concurran a lugar o acto determinado.
2. tr. Anunciar, hacer público un acto, como un concurso, unas oposiciones, unahuelga, etc., para que pueda participar quien esté interesado.
3. tr. aclamar ( dar voces en honor y aplauso de alguien).


iniciativo, va
Del lat. initiātus, part. pas. de initiāre 'iniciar', e -ivo.
1. adj. Que da principio a algo.
2.Derecho de hacer una propuesta.
3. Acto de ejercer el derecho a hacer una propuesta
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GM-24 de mayo de 2017