martes, 29 de septiembre de 2020

Negociación: desafío complejo

 

Negociación: desafío complejo, por Félix Arellano

Negociación: desafío complejo

Mail: fgap1749@gmail.com




Dialogar y negociar son elementos esenciales de la vida en sociedad, obviamente exige que las partes asuman voluntariamente la decisión, actúen con transparencia orientadas a lograr puntos de encuentro y equilibrios; son los incentivos para alcanzar los acuerdos. Luego se presenta un reto mayor, el cumplimiento de los compromisos adoptados.

La negociación constituye un camino difícil, lleno de obstáculos, pero representa la opción más eficiente para superar los conflictos y, en estos momentos, tanto a nivel global, como nacional, la negociación se aprecia como una necesidad.

Desde una perspectiva autoritaria se interpreta la negociación como una capitulación, es necesario acabar a la contraparte y exigir su rendición, por esta vía los costos pueden ser impredecibles, en muchos casos se logran triunfos pírricos, una paz sobre cadáveres. En la visión rígida también encontramos variantes, como deteriorar al máximo la situación, con el ánimo de forzar la solución maximalista, lo que de nuevo plantea una destrucción que termina afectando a todos, para luego llegar a unos acuerdos que permitan reconstruir sobre escombros.

En esta óptica se podría inscribir la actuación de Boris Johnson Primer Ministro del Reino Unido (RU), quien luego de haber alcanzado, con muchas dificultades, un entendimiento con los 27 países restantes de la Unión Europea, para definir las condiciones del retiro del RU (Brexit), ahora está promoviendo el incumplimiento, para forzar beneficios que no se suscribieron inicialmente. En el fondo, Johnson aspira mantener todos los beneficios inherentes a un miembro pleno de la UE, sin mayores obligaciones, pero ese es paraíso irresponsable, no existe.


Retirarse de la UE, por algunos temas sensibles, que exigían de un esfuerzo de negociación y revisión comunitaria, como el caso de la política sobre los inmigrantes, ha sido una decisión equivocada que conlleva sus costos. Ahora, las posturas de soberbia, estimulan nuevos atrincheramientos y mayores contradicciones, que inexorablemente también perjudican al pueblo inglés.

El Presidente Donald Trump también se ha caracterizado por un estilo de negociación muy personalista, radical e impredecible, que si bien presenta ante los medios como exitosos, en la práctica no soporta un análisis riguroso, ya que todos, incluyendo a la sociedad norteamericana y sus más fervientes seguidores, están perdiendo oportunidades. No resulta muy racional retirarse de acuerdos y organizaciones, sin realizar un mayor esfuerzo de diálogo y negociación para impulsar cambios, que pueden ser convenientes y necesarios.

La lista puede ser un tanto larga pero conviene recordar que tales decisiones arrancan al llegar a la Casa Blanca, y si bien se presenta como los cumplimientos de promesas electorales, los efectos negativos se van sintiendo progresivamente; empero, es factible que no resulte fácil asociar las decisiones con las negativas consecuencias que van generando.

Retirarse del Acuerdo Transpacífico y rechazar el Transatlántico han abierto espacios a China; luego, la guerra comercial con China también afecta las exportaciones norteamericanas. Retirarse de la Unesco y de la OMS no favorece a los valores occidentales y el rechazo al cambio climático afecta a la humanidad en su conjunto.

Ahora bien, decimos que el Presidente Trump tiene un estilo impredecible, pues en el caso del Medio Oriente sus esfuerzos plantean un giro interesante, los nuevos reconocimientos del Estado de Israel por parte de los Emiratos Árabes Unidos, luego con Bahréin y se esperan otros acuerdos, estimularán cambios en las estrategias radicales de Irán e incluso de los palestinos.

En el inventario de negociaciones cabe destacar los esfuerzos en Afganistán para aplacar la violencia del movimiento insurgente de los Talibanes, y en Sudan, entre el gobierno y los movimientos guerrilleros. En este contexto, conveniente resaltar algunos elementos del estudio “Negociaciones de paz 2019: análisis de tendencias y escenarios”, elaborado por la Ecola de Cultura de Pau, de la Universidad de Barcelona, que registra como la negociación en sus diversas modalidades, con mediación, facilitación, acompañamientos, directas; representan la opción efectiva, en un gran número de conflictos.

El estudio en referencia registra 50 procesos de negociaciones en el 2019, 19 de ellos en África, 12 en Asia, 7 en Europa, 7 en el Oriente Medio y 5 en América (incluye a Venezuela por la mediación del Reino de Noruega). De los 50 casos que registra el estudio, 22 se desarrollan bajo la mediación de las Naciones Unidas.

En la grave situación que enfrentamos en Venezuela, la negociación, si bien se ha complicado sensiblemente, constituye una opción inexorable. Los más recientes acontecimientos en la esfera política han alejado las posibilidades de una negociación efectiva. En estos momentos, también resultan necesarias negociaciones al interior de cada una de las partes en el conflicto y eso pudiera requerir de esfuerzos de medicación y apoyo.

Todo indica que con el proceso electoral del 6 de diciembre no resuelve nada, por el contrario agrava la situación. La crisis humanitaria compleja, la pandemia del covid-19, la hiperinflación, la crisis de la gasolina y de los servicios públicos en general, para citar algunos de los dramas que estamos enfrentando diariamente los venezolanos, exige de diálogo y negociación entre los diversos sectores del país y un importante apoyo de la comunidad internacional. Resulta prioritario trabajar para despejar las oportunidades y hacer viable una negociación efectiva, camino complejo, pero conveniente.

domingo, 27 de septiembre de 2020

SE SECÓ EL ÁRBOL DE LAS TRES RAICES

 

SE SECÓ EL ÁRBOL DE LAS TRES RAICES

                                                                                             Enrique Viloria Vera

 

Ya se cayó el arbolito donde

 dormía el pavo real
Ahora dormirá en el suelo
Ahora dormirá en el suelo
Ahora dormirá en el suelo
como cualquier animal.

Canción mexicana



Mao tiene
su libro rojo, Gadafi su libro verde, Petete su libro gordo, y el ahora relegado Comandante Eterno tuvo que conformarse con un Libro Azul – hubiese sin ambages preferido que fuera rojo – rojito -. En el texto del ideólogo del socialismo del siglo XXI encontramos un capítulo que tenía como objetivo adoctrinar a los integrantes de los llamados Círculos bolivarianos. donde  se afirma que el proyecto liderado por Hugo Chávez tuvo su sustentación filosófica en el llamado árbol de las tres raíces, que se nutre del pensamiento y acción de tres grandes revolucionarios venezolanos: Simón Rodríguez, Simón Bolívar y Ezequiel Zamora. Chávez señaló que el carácter bolivariano del proceso sedicioso era:

 

Una necesidad imperiosa para todos los venezolanos, para todos los latinoamericanos y los caribeños fundamentalmente. Rebuscar atrás, en las llaves o en las raíces de nuestra propia existencia, la fórmula para salir de este terrible laberinto en que estamos todos... Así estamos los venezolanos hoy, tenemos que mirar el pasado para tratar de desentrañar los misterios del futuro, de resolver las fórmulas para solucionar el gran drama venezolano de hoy.

 

Tres raíces que provienen del ideario de los inspiradores del movimiento militar insurgente MBR - 200, integran el proyecto:

 

Simón Rodríguez: Sus planteamientos sobre la necesidad de una educación inclusiva y una formación republicana crítica, son ampliamente recogidos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, además sustentaron las misiones educativas creadas por Chávez, con la Robinson como abanderada, alias de Rodríguez, se inspiraron en sus ideales de ciudadanía plena, a objeto de garantizar que ni un solo venezolano se quedara al margen de los procesos educativos. Los simoncitos, las escuelas y liceos bolivarianos son también derivación de la concepción robinsoniana del proceso educativo.

 

Simón Bolívar: Sin dudas es la cepa principal del árbol de las tres raíces. Sus gestas independentistas y sus conquistas políticas constituyen uno de los grandes legados de la historia latinoamericana y universal, hacen que en él se conjuguen todas las virtudes del auténtico revolucionario:  el gran militar y estratega, el líder inigualable, el pensador social y el estadista, tan admirado y emulado por el Eterno. A su vez, en criterio de los bolivarianos, su ideario convoca también a los pueblos de América Latina a luchar juntos por nuestra segunda independencia y por una integración solidaria, para hacer realidad sus sueños, que son también los nuestros.

 

 Ezequiel Zamora: El llamado General del pueblo soberano retomó la bandera de Bolívar treinta años después de la muerte del Libertador, enfrentándose en armas contra la oligarquía, su pensamiento y acción representan el último bulbo del árbol de las tres raíces. La principal bandera de lucha de Ezequiel Zamora fue la redistribución de la tierra y la dignificación de los campesinos.  Las luchas que lideró, bajo la consigna de Tierras y Hombres Libres, encontraron un apoyo masivo en los habitantes del campo. Su defensa de la dignidad de los campesinos y su arroje libertario hacen de él una fuente permanente de inspiración revolucionaria para los bolivarianos.

Más de veinte años después de concebido en los idealistas laboratorios de la sedición, el árbol de las tres raíces se secó, regado con sangre y abonado con miseria, lentamente se fue olvidando, cegando: no floreció ni retoño, ningún fruto dio…nadie en su sano juicio quiere saber de él y de la destructora utopía que bajo sus ramas socialistas cobijó,

Sus creadores y abonadores, - además de ser acusados de arboricidas -. ingresaron a la funesta, ominosa, siniestra, lista de los señalados como criminales de lesa humanidad.

Parafraseando al poeta español Enrique Gracia Trinidad rogamos;

¡SEÑOR NO LOS PERDONES…SI SABÍAN LO QUE HACÍAN! 

 

 

viernes, 25 de septiembre de 2020

VIAJAR A MARTE O COCINAR CON LEÑA: NOTAS SOBRE LA TRAGEDIA VENEZOLANA

 

VIAJAR A MARTE O COCINAR CON LEÑA: NOTAS SOBRE LA TRAGEDIA VENEZOLANA

EDUARDO ORTIZ RAMIREZ

1. Viajar a Marte con Hilary Swank

 La serie Away de Netflix recoge la temática del viaje a Marte, que según vimos desde años recientes se programó para 2030[1]. Parecieran, según mi comentario de profano, asumirse las condiciones tecnológicas previsibles dados los desarrollos tecnológicos alcanzados por la humanidad hasta estos contextos. Científicos de varios países en una acción multinacional emprenderán el viaje. Vimos alguna vez que, parte de los problemas que estarían presentes seria la generación de oxígeno y se percibe ahora que también la de agua.

Cuando de niño o joven supimos de la llegada del hombre a la luna, o de la realización del primer trasplante de corazón, muchos países en desarrollo se encontraban muy lejos de tales adelantos y logros del ser humano. Ante la formalización para su uso y aplicaciones del genoma humano  y también hoy día, ante los estragos del Covid19 o la aparición y difusión de la vacuna respectiva, también muchos están muy lejos de los recursos y posibilidades que deberá implicar su difusión o ha implicado el conjunto de fases que son consideradas.

El caso del viaje a marte, con los cientos de miles de millones de dólares que también hemos revisado implica, representará en los años treinta de este siglo, la prueba fehaciente del desconocimiento de las posibilidades de la ciencia y la tecnología, para muchos países de los que se encuentran en vías de desarrollo. Lamentablemente Venezuela formará, directamente, parte de ese grupo.

2. Alejamiento del desarrollo

Aunque se puede caer en la ociosidad, no deja de ser importante mirarnos con cierta frecuencia sobre lo distante que estamos de otros en cuanto a desarrollo. Más aun, después de más de 21 años de una administración que ha sumergido la nación en un empobrecimiento sostenido[2]. La situación económica y social, comparando día con día, no está igual, está  cada vez peor. De un dólar en mercado negro bordeando los 3.000 Bs F. en diciembre 2016, nos acercamos a 400.000 Bs S. en septiembre de 2020[3]. Más miseria, más desespero de los ciudadanos.

Nuestras vías de comunicación y los sistemas de transporte se deterioran y no se mejoran, o se dejan en mal estado, mientras Alemania o Francia inventan, gestionan o instalan hoy día, sistemas de transporte colectivo sin chofer. Una economía que no tiene para pagar sus obligaciones de deuda externa o arreglar las escaleras mecánicas de su sistema metro, no puede convertirse en una Venezuela potencia o en una nación del primer mundo, como les ha gustado plantear a los líderes de la administración bolivariana. No se puede alardear de tecnología si no se invierte en ella y se apuntala el sistema educativo con recursos y estrategias de apoyo a la competitividad de la nación[4]; mientras, en Inglaterra o los EE.UU., ya hace tiempo que la ciencia ha pasado a estudiar sofisticaciones como por qué la mordida del tigre dientes de sable era de esa manera y no de otra, o si las ovejas pueden ser tan inteligentes como los perros (ver www.dw.com 9/11/17) o a las programaciones de la cohetería y los viajes espaciales[5].

Pero, no es necesario compararnos con los más desarrollados para impresionarnos. Puede hacerse con varios países latinoamericanos que han ido modernizándose, como algunos de la Alianza del pacifico (Chile, Colombia, México y Perú). En el caso de México, hay que reconocer las ejecutorias del programa México Conectado, con inversión de recursos y dando acceso a banda ancha a la población, así como su conexión con la educación y la posibilidad de aprovechar sus aportes para la disminución de la brecha digital. Pero también, avances en puntos específicos en sistemas de transportes  de países de América Latina (Colombia, Perú, Chile) nos permiten apreciar cómo nos alejamos de la modernización y el desarrollo (Ver ¿Cómo funciona el proyecto México conectado?, http://www.mexicoconectado.gob.mx/).

Venezuela se aleja del desarrollo y la prosperidad. La administración bolivariana dilapidó ingentes recursos y con ello una oportunidad notable para retomar la ruta hacia el desarrollo. Se requerían adecuadas políticas, buenos equipos, sentido de la oportunidad y concepciones dinámicas y de operatividad e impulso para la economía. Se requerían y se requieren medidas de cierta urgencia y efectividad –como las relativas a la atención de la inflación y la escasez- para evitar la erosión del país y la migración efervescente que se ha profundizado en los últimos tres a cinco años, alcanzando la cifra de más de 5 millones de migrados y solo aguantada hoy por los contextos y cuadros internacionales de pandemia y cuarentenas por el Covid19. La acción migrante de un pueblo sin experiencia y que no había tenido necesidad de ello, es algo terrible. Pero, muy poco de aquellas políticas, equipos y medidas, ha habido en más de 21 años de administración bolivariana. Contrario a ello, con lo que si convive cada día más la nación –y correspondientemente es a lo que más se acerca-, es con un empobrecimiento sostenido que, de manera fundamental, solo deja de afectar a la camarilla dado el contexto hiperinflacionario, de escasez, de inadecuadas políticas y de dolarización informal (que ha pasado a ser causa efecto del deterioro del bienestar de los ciudadanos y no el “…menos mal que existe” indicado por el presidente NM).

3. Desatinos y rumbos del país.

¿Qué pasará con el país?, ¿Cuándo se acomodarán las cosas?, ¿Cuándo volveremos a vivir en forma normal en cuanto a tendencias más o menos aceptadas en relación al trabajo, bienestar, disfrute y oportunidades –apartando consideraciones sobre la nueva normalidad que genera el Covid19?, ¿Cuándo nuestros hijos andarán tranquilos en las calles?, ¿Cuándo podrá incorporarse la porción de migrantes que decidan regresar?; son las preguntas que se hacen numerosos venezolanos.

En contraposición, los ejecutores de la administración bolivariana y el presidente NM, en particular, han pensado en momentos que en la nación se vive un milagro, en el sentido de haber logrado grandes cambios económicos y sociales, cuyo componente fundamental seria la incorporación de grandes masas de pobladores al disfrute de la riqueza nacional, con la correspondiente consecución de un más alto nivel de vida. ¡Nada más alejado de la realidad! Este relativo optimismo se contrapone a un gobierno –la administración bolivariana- excesivamente particular en sus fines y considerablemente confuso en sus métodos y logros[6]. La administración del caso considera, así, que lo ha venido haciendo ampliamente bien. 

 Los altamente optimistas sobre como están y estarán las cosas de la economía y la sociedad, generalmente están asociados al oficialismo en sus fines, propuestas y actividades. Si hay colas, se hacen, y si la escasez es innegable, existe el recurso de la guerra económica y más recientemente las sanciones, a las que nos enfrentan la derecha, los empresarios y el imperialismo. Para este grupo social, las perspectivas del país están condenadas al éxito[7]. Pueden ser de variado tipo, pero algunos de los optimistas dentro de los resultados actuales, forman parte de sectores que nunca fueron atendidos por administraciones anteriores de las más recientes antes de 1999 y que en esta administración se han beneficiado de políticas sociales o del  populismo. Más aún, la estrategia comunicacional de la administración bolivariana alcanza a estos sectores y los estimula a mantener expectativas altas sobre la futura solución a sus problemas (sea cierto o no, o haya disminuido o no el margen grupal del efecto).

A lo anterior se le añade la anomia y la indiferencia ante el contexto. Personas que no leen prensa, no oyen informaciones y -peor aún- no les interesa lo que pasa a su alrededor. Esto lo ha fortalecido la administración bolivariana, gestionando la adquisición de medios televisivos y prensa, que se ofrece seguirán informando para todos, pero una vez se ejecuta la transferencia de propiedad comienzan los despidos y la censura.  La indiferencia puede ser total o también asociada a solo leer el periódico que saca tal o cual alcaldía y considerar que con eso basta. La vieja idea de que eso no me afecta, no me interesa o me preocuparé cuando me toque a mí, llevan a esta especie de refugio cómodo en el desconocimiento de lo que pasa alrededor o de la existencia de puntos de vistas alternos.

Este contexto es, en parte, el resultado de las ideas del bolivarianismo inicialmente difundidas por el presidente Hugo Chávez y hoy día se encuentran en las figuras de sus continuadores y del Presidente Nicolás Maduro. Se entusiasmó a una porción alta de la población venezolana, dadas las ofertas de crear una verdadera democracia, acabar con la corrupción y la llamada democracia de partidos. Honor, pulcritud, comedimiento, eficiencia en la administración pública, oportunidades de una repartición más equitativa del ingreso, fueron las ofertas iniciales en 1998 y 1999. Muchos acogieron estas ideas como suyas y les profesaron esperanzas. Transcurridos más de 21 años los entusiasmados son muchos menos y no todos los que se mantienen presentan la inocencia y honestidad que hubo en sus tiempos iniciales. La problematización económica, social y política después de más de cuatro lustros enfrenta a los venezolanos -sino en su mayoría- en una porción bastante representativa ante la frustración de esperanzas no materializadas por un proyecto que, además de las ideas señaladas, hizo renacer el militarismo, superponiendo lo militar a lo civil, en el contexto de las democracias insuficientes de América Latina y Venezuela[8]. Capitalismo de estado, aumento de la corrupción, deterioro de los servicios, profundización de la dependencia petrolera y del rentismo, controles permanentes aumentados en áreas de la mayor relación con la riqueza nacional, como el manejo de las divisas obtenidas del rentismo, son parte de la nueva frustración presente en muchos venezolanos a pesar de la comodidades de algunos y las incondicionalidades de otros.

Tal tipo de ideas del bolivarianismo se expandieron también en los ochenta y los noventa, al haber desaprovechado la nación el período que se vincula a los inicios de la industrialización y la democracia desde finales de los cincuenta hasta mediados de los setenta. Trabajo, orden, limpieza, posibilidades de expandir la economía y los proyectos de inversión, estuvieron presentes en este periodo. Autopistas, industrias, escuelas y hasta las ideas e iniciativas de crear un Metro para Caracas, surgieron de esos años a pesar del rentismo. Pero la sociedad venezolana no tenía albergado el consenso, y el resentimiento y el radicalismo político de quienes no veían esos resultados como desarrollo –parte de los grupos políticos e individuos relacionados con esta posición, se encuentran hoy en el ejercicio del poder político o crearon las bases para otros similares- hicieron su parte para horadar un proyecto en curso que encontró su alteración definitiva en las bases más profundas de la renta petrolera al convertirse en un distribucionismo exacerbado a partir de mediados de los setenta. Como señaló D.F. Maza Zavala, el trabajo -en el contexto de la Gran Venezuela de la Primera administración de Carlos Andrés Pérez de 1974 a 1979- fue sustituido por el dinero fácil, que además pasó a formar parte del impulso de la corrupción. Realmente la llamada “revolución bolivariana”, cuajó, en forma extrema, estas desviaciones.

4. Cocinar con leña.

Vista esta evolución, previa y durante la administración bolivariana -donde se ha destruido la economía y afectado la democracia-, la aparición de la leña en los fogones y cocinas de numerosas familias que no alcanzan el suministro de gas[9] por que no les llegan las bombonas (o las pequeñas alcanzan precios de 15$ como sucede hoy día en San Félix/oriente del país) o las cocinas eléctricas que tienen no pueden ser operativas por los continuos apagones, cortes de luz y la profunda crisis del sector eléctrico, pasa a representar un profundo retroceso técnico y/social.

Se informa ahora, como algo normal, sobre venta de leña en distintos lugares del país de oriente, centro y occidente, tal cual un combustible fundamental[10]. Desde antes de 2020, ya se pronunciaba esta crisis y el uso de la leña como combustible. Varios factores de considerar, han destacado médicos, ambientalistas y profesionales diversos, en cuanto a esta difusión del uso de leña, que tiene como base –indudablemente- la propia crisis de la producción y distribución del gas, lo cual a su vez tiene de fundamento el proceso de destrucción y alteración de la producción petrolera venezolana y las condiciones y funcionamientos que vinieron adquiriendo tal producción y sus derivados. Dicen así los especialistas y los sensatos, se afectan los parques nacionales y naturales, pero también las condiciones de vida y reproducción de la fauna. Las cabeceras de los ríos como ha sido tradición resaltar desde los estudios de ambientes, ecología y geografía económica, pueden salir perjudicados por talas indiscriminadas y excesivas. Por otra parte, los hogares y sus habitantes pueden salir también aquejados o alterados, por el humo derivado del uso de la leña según el espacio y el tipo de leña.

Se deriva así una especie de poesía trágica, para la “revolución“ que ha buscado salvar al hombre y darle la mayor suma de felicidad posible, mientras ha conseguido, contrariamente, penurias e insuficiencias; que ha intentado unirlo más a la naturaleza y evitar el carácter depredador del capitalismo y lo ha llevado, más bien a recurrir a la leña, por ausencia de insumos básicos y naturales de la vida moderna; que ha perseguido crear un país de clase media  y del primer mundo (expresiones de HC y asumidas por NM) y ha avanzado profusamente en la destrucción de cosas mínimas y básicas que ya eran naturales y consustanciales a la vida regular; que ha buscado desarrollar un país potencia y más recientemente una potencia agrícola exportadora y -hoy día- muchos hogares deben cocinar con leña alimentos básicos traídos de distintos lugares del resto del mundo.

Son “grandes logros” para el atraso y el antidesarrollo, verdaderamente.

 

 

25 de septiembre 2020

@eortizramirez

eortizramirez@gmail.com

 

 

 



[2]Para años de interés pueden verse las cifras presentadas sobre el poder de compra del salario mínimo integral, desde el último año del segundo gobierno de Rafael Caldera, en: Humberto García L. Por qué se ha producido la hiperinflación actual en Venezuela. http://masterecointerucv.blogspot.com/. 12 de noviembre 2017. 

[3] Dado el contexto hiperinflacionario desde finales de 2017 debe anotarse la quitada de ceros al pasar del B. F, a Bs S. del 18 de agosto de 2018. Ver Eduardo Ortiz Ramírez  https://www.academia.edu/37257589/AJUSTE_M%C3%81S_ALL%C3%81_DEL_FOSO_Recibiendo_nuevas_distorsiones_de_precios_y_salarios_en_Venezuela_18_agosto_2018_Eduardo_Ortiz_Ramirez .

[4] Hoy día, el recurso humano que labora en los distintos niveles del área educativa es de los peor pagados del país.

[5] Antes de morir el notable físico S Hawking señaló que al ser humano le quedaban unos 300 años para abandonar el planeta tierra; después redujo los años a 100. Ver https://www.lavanguardia.com/vida/20170505/422305374889/stephen-hawking-debemos-abandonar-tierra-cien-anos.html.

[7] No solo desde posiciones izquierdistas se piensa que se está condenado al éxito. También puede darse desde posiciones contrarias. Si bien en varios casos es bueno el entusiasmo y la confianza, a veces puede implicar niveles de fanatismo.

jueves, 24 de septiembre de 2020

Brasil y la ONU

 

Brasil y la ONU

El Consejo de Seguridad afronta conflictos y desafíos y temas novedosos, para resolver estos acuciantes asuntos del nuestro tiempo


 

·         JESÚS E. MAZZEI ALFONZO

24/09/2020 05:00 am

 


         
Una de las vertientes más sólidas de la política exterior brasileña es su política multilateral, no por casualidad ella se remonta a los primeros años de la ONU, cuando el destacado diplomático brasileño Osvaldo Aranha, (Entre 1934 y 1937 fue Embajador en Estados Unidos, y desde 1937 hasta 1945, Ministro de Asuntos Exteriores de Brasil. Retornó a la escena política en 1947, como jefe de la delegación brasileña) en la recién creada Organización de Naciones Unidas (ONU).


            En cualquier caso, no está claro que el hecho de que Brasil siempre sea el primer país en hablar, estimo que es un reconocimiento hacia el papel de este gran país en su aspecto diplomático aunque los expertos apuntan a motivos geoestratégicos. Y es que, Brasil, desde la Sociedad de Naciones, tuvo la aspiración de ser miembro permanente de su organismo más importante el Consejo de Seguridad. Es una forma de reconocer el peso político, demográfico y económico, de Brasil en el contexto mundial.



            Este es el principal deseo de Brasil en el ámbito de la ONU, que sigue a al día de hoy, junto a Japón es el país que más veces ha ocupado un asiento no permanente en este foro, hasta ahora 11 veces, considerado el órgano decisorio más importante de las Naciones Unidas.

            Temas recurrentes e históricos, que han definido la política exterior y la diplomacia de este país (los objetivos del desarrollo del milenio, democracia, cambio climático, Covid-19 y otros temas multilaterales, en los albores del siglo XXI). Por ser país fundador de la ONU, su política exterior y en particular la multilateral es una de las políticas más estudiadas en América Latina por los expertos y entendidos del tema.



            En efecto, Brasil, históricamente como país multiétnico, de gran diversidad cultural e intereses globales, siempre ha buscado la interacción con diversas culturas y respeta la diversidad de ideologías y sistemas políticos, ha tenido entre otros objetivos de su política exterior; la orientación de la defensa de los valores democráticos, otro, la búsqueda de la paz entre las naciones; la igualdad jurídica y finalmente, solución pacifica de las controversias, la defensa de sus intereses económicos.

            Así las cosas, con las inflexiones de énfasis desde los años 90, se observa una continuidad en el uso de la diplomacia en lo profesional como instrumento y en la alta calificación académica del Itamaraty, reforzados luego de su proceso de redemocratización. Dos indicadores en sus cursos de acción internacional, resaltan de esta la visión internacional, por un lado la consistencia y por otro lado, la coherencia de su visión internacional. Hay una perspectiva multipolar en la visión internacional, de las relaciones internacionales. El tema de reforma e inclusión de nuevos miembros del Consejo de Seguridad, ha sido política de Estado desde ese entonces.



            En ese aspecto desde hace más de once años se reúne el G-4, países compuesto por Alemania, India y Japón que han venido planteando la reforma del Consejo de Seguridad, y aspirando a una silla permanente en ese organismo, por eso, antes del inicio de las sesiones de la nueva ronda de la Asamblea General, se reúnen esos cuatro países, para hacer al Consejo de Seguridad, más representativo a las nuevas realidades de las relaciones internacionales de posguerra fría, estos países representan entre otras cosas: 1/4 del PIB mundial, y la inclusión de ellos daría más efectividad al Consejo de Seguridad, una de las propuesta que maneja el grupo en su estrategia es elevar la composición del Consejo de Seguridad de 15 actualmente a 25 o 26 miembros aumentando el número de países rotativos.



            En efecto, cuando el Consejo de Seguridad, fue creado en 1945, había 51 Estados-naciones, que integraban la Asamblea General y el Consejo de Seguridad tenía 11 miembros, 22% de la representación. Hoy la ONU, tiene 193 miembros y el Consejo 15, lo que no representa una proporción regular y adecuada de los Estados miembros de la ONU. El Consejo de Seguridad afronta conflictos y desafíos y temas novedosos, para resolver estos acuciantes asuntos del nuestro tiempo.

            Por ello, en su visión internacional Brasil, cree en la diplomacia multilateral del diálogo y la cooperación como una opción. Veremos que dice el decisor político (Canciller o Presidente de la República) que hable en la novedosa asamblea virtual que se desarrollará por el Covid-19, si se mantiene los temas históricos y permanentes de la diplomacia multilateral brasileña, vistos los desafíos de emergencia económica, social y sanitaria, compleja multivariable que hay a nivel mundial.

            En fin, se estima, que habrá una diplomacia brasileña con sentido de las proporciones, como ha sido la tendencia en los últimos 25 años (esperemos) para lograr este objetivo: la reforma del Consejo de Seguridad, es una de sus prioridades, esta vez en forma articulada y coordinada, con otros Estados miembros interesados en robustecerlo, más eficaz y representativo, el Consejo de Seguridad.

jesusmazzei@gmail.com