El nuevo Gobierno de Taiwán aseguró hoy que mantendrá el diálogo y los lazos con el Ejecutivo chino, en respuesta a las amenazas realizadas por Pekín a la presidenta Tsai Ing-wen, a quien advirtió que detendrá los contactos si no reconoce que hay "una sola China".
"El Consejo de Asuntos de China Continental (ministerio encargado de los lazos con China) seguirá comunicándose con el otro lado del estrecho de Taiwán para mantener el mecanismo de diálogo y los contactos a través del Estrecho", señaló un portavoz de este organismo, Chiu Chui-cheng, en un comunicado.
Las amenazas de Pekín, realizadas el sábado, ponen en duda si China mantendrá abiertos los dos canales de comunicación con Taiwán, el más oficial entre el Consejo de Asuntos de China Continental y la Oficina de Asuntos de Taiwán (ministerio chino encargado de los lazos con la isla), y el semioficial entre la taiwanesa Fundación para los Intercambios a través del Estrecho (FIE) y la china Asociación para las Relaciones a través del Estrecho de Taiwán.
La FIE y su homóloga china fueron establecidas a principios de la década de 1990, como organismos no públicos pero con poderes delegados por los respectivos gobiernos para manejar negociaciones pragmáticas, ante la inexistencia de reconocimiento político, lo que imposibilitaba los contactos oficiales.
La respuesta de Pekín llegó un día después de que Tsai tomara posesión del cargo y reconociera en su discurso inaugural "el hecho histórico" que supuso la reunión en 1992 entre China y Taiwán, pero no que allí se llegase al Consenso de 1992, que no mencionó explícitamente como tampoco que Taiwán fuese parte de China, como le exigía Pekín.
Este consenso es una fórmula por la que ambas partes aceptan el principio de que hay una sola China, aunque cada una difiere sobre el significado de ese concepto: mientras para unos "China" es la comunista (Pekín), para otros "China" es la democrática (Taipei).
Ante las previsibles tensiones iniciales con Pekín, expertos en Taiwán y Estados Unidos resaltan la importancia de que la nueva presidenta taiwanesa reciba apoyo de Washington, el principal aliado militar y político de la isla, comprometido en su defensa en caso de ataque externo.
Fuentes tanto del Departamento de Estado estadounidense como de la Casa Blanca expresaron, el viernes, su satisfacción con el equilibrio del discurso de Tsai entre las expectativas de China y de su base política en Taiwán.
El Departamento de Estado emitió un comunicado felicitando a Tsai y diciendo que su toma de posesión "marca otro hito en el desarrollo de la democracia vibrante de Taiwán".
El exembajador de Estados Unidos ante la ONU, John Bolton, señaló en un artículo que "el primer año de Tsai en el poder probablemente determine el éxito o el fracaso de su presidencia", ante las elecciones presidenciales en Estados Unidos y las previsibles presiones chinas.
El experto del American Enterprise Michael Mazza añadía en otro artículo en internet que el mayor desafío de Tsai "no es evitar provocar a China -lo que es imposible mientras se mantenga fiel a sí misma, a su partido y al pueblo que la ha elegido-, sino más bien buscar el apoyo y lazos más fuertes con el gobierno de Obama".