jueves, 22 de febrero de 2024

Informe Meir Merhav 50 años después: las exportaciones no tradicionales

 

Informe Meir Merhav 50 años después: las exportaciones no tradicionales

El propósito del trabajo, era estudiar cuidadosamente y en detalle las posibilidades de exportación establecidas en IV Plan de la Nación y recomendar las medidas correctivas para formular una política pública

         

·         JESÚS E. MAZZEI ALFONZO

22/02/2024 05:00 am



Hace 50 años bajo los auspicios de la Oficina de Coordinación y Planificación de la Presidencia de la República, mejor conocida como CORDIPLAN, se editó el extraordinario y completo estudio, sobre las exportaciones no tradicionales el 8 de enero de 1974, en la primera presidencia del Dr. Rafael Caldera, (1969-1974) período constitucional en la cual se elaboró y ejecuto la más integral política pública de fomento, financiamiento y estímulo, a las exportaciones no tradicionales en el siglo XX y puedo afirmar, con certeza, con prospectiva hacia el siglo XXI.

 
Este informe, por lo demás, se empezó a labrar desde las discusiones iniciales celebradas con el coordinador el 23 de noviembre de 1970 y que luego se materializo con el Proyecto SIE N° VEC/141 de noviembre de 1970 a julio de 1971. Intervinieron además el experto de la ONUDI Francois Le Guay, Director de la División de Política y de Programación Industrial de la ONUDI, para darle asistencia técnica de la ONUDI a Venezuela. Colaboración de un organismo multilateral con el gobierno de Venezuela, era un ganar y ganar reciproco. El informe consta de 165 páginas, con un análisis y descripción pormenorizado, bien detallado del estado del sector no tradicional exportador con datos y estadísticas y las perspectivas de este en los años por venir.

En efecto, el informe de Meir Merhav, se concluyó en 1973, que, bajo el mando, primero Luís Enrique Oberto y luego Antonio Casas González, se estructuró mediante un acuerdo de cooperación entre organismos del Estado venezolano y organismos multilaterales de Naciones Unidas, como es la Organización de Naciones Unidas para el Desarrollo (ONUDI), bajo la coordinación de CORDIPLAN. El propósito del trabajo, era estudiar cuidadosamente y en detalle las posibilidades de exportación establecidas en IV Plan de la Nación y recomendar las medidas correctivas para formular una política pública, a tal fin de largo alcance, como era el deseo manifiesto de los principales decisores del estado venezolano empezando por el jefe de estado, de aquel entonces el Dr. Caldera.

Se le encomendó pues, al consultor Meir Merhav, asesor de ONUDI y en una segunda, etapa al Jehuda Abraham, de la firma Internacional Development Company, la realización del trabajo. El equipo estuvo asistido, además, por más de 35 profesionales venezolanos de alto nivel, académico y profesional, funcionarios de distintas dependencias del Estado en cooperación interministerial como los Ministerios de Fomento, Instituto de Comercio Exterior, Banco Central de Venezuela, del Instituto Venezolano de Productividad y de CORDIPLAN., se trabajó durante 19 meses este equipo se dedicó adelantar un estudio básico con dos objetivos fundamentales:

·         Estudiar las condiciones de oferta de exportaciones para la industria existente con el propósito de determinar las ramas industriales en producción con mayores posibilidades de exportación y proponer mecanismos de asistencia, promoción y estímulo aplicables a cada sector (posteriori y a priori.)

·         Estudiar los distintos mecanismos administrativos y legales que en una forma u otra limitan la expansión de las exportaciones no tradicionales.

Los sectores investigados y analizados fueron: Industria de Alimentos, Química, del Cuero y del Calzado, Vidrio y Cerámica, Textil y Confección, Mueble y afines y Metalmecánica. El estudio enfatizó en la necesidad de crear una Oferta Exportadora, y de fomentar producciones en cantidades suficientes y condiciones de precio y calidad adecuados. Para que tengan una idea en 1960, el país exportó más de 15 millones en productos manufacturados y en 1970 ese momento creció a más de 400 millones de dólares con un bolívar que era una de las monedas más fuertes en aquel entones en la actual circunstancia que la moneda se encuentra depreciada y devaluada, sin embargo, en aquel entonces, gracias al esfuerzo del gobierno de entonces y su gran aliado la Asociación Venezolana de Exportadores (AVEX), liderizada en aquel momento por Antonio Díaz Martínez y Régulo Campo Martínez, se pudo estructurar una política de exportaciones exitosa en esa década. Avex, además, realizó tambien, en aquella oportunidad dos importantes congresos de Exportadores o Comercio Exterior, a inicios de los años 70, con participación de empresarios, gobierno y academia, que mejoraron la formación y cuerpo de la política pública.

En efecto, el total que se pretendió alcanzar para 1974,era un monto de 1.231millones de bolívares era quintuplicarlas en 5 años, con una paridad de cambio de 4.50 bolívares por dólar, en aquel momento el bolívar era una de las 5 monedas más fuertes del mundo y con todo y eso había ese esfuerzo exportador, por cierto, en el informe se analizaba el efecto sobrevaluador del bolívar, en la competitividad de nuestras exportaciones y que debía de crearse un subsidio directo, para hacerlas más competitivas, en el mundo exterior, como medida compensatoria, por cierto esto fue siempre un tema de discusión y debate público, en años posteriores, una barrera para hacer competitiva las exportaciones no tradicionales: la paridad cambiaria, hasta la devaluación del bolívar en 1983.

Otro dato interesante es el valor del producto bruto industrial que, en 1970, era de 36. 032 millones de bolívares y la capacidad utilizable del parque industrial llego al 60 % con una potencialidad de utilización que podía darse hasta llegar al 70 %. Cuanta diferencia al día de hoy cuando tenemos menguada nuestra capacidad industrial. Fíjense que se iba destinar a la exportación, por ejemplo, en el sector industrial sólo el 10% del producto bruto industrial bruto, una fracción minúscula del sector manufacturero, imagínense los aportes del sector agrícola, en aquel entonces, también con oferta exportable.

El informe aquí recordarlo es muy extenso y denso, para citarlo totalmente, pero daremos algunos puntos de lo más resaltante del contenido de dicho informe, sobre todo, cuanto hoy en pleno siglo XXI, estamos en puertas de aprobar una ley que pretender ser novísima, cuando ya hay una aprobada en 1973, no solo se tenía que poner al día con la nuevas y modernas estructuras del comercio internacional y las tendencias de la economía internacional, gracias a los vertiginosos cambios a nivel tecnológico, cadenas de valor y el desarrollo de la tecnología digital, que nos dan las tendencias del mundo del futuro, cuando estamos en los albores de la VI revolución tecnológica e industrial, de acuerdo a los estudios de la brillante economista venezolana Dra. Carlota Pérez, que son para mi persona, una guía académica.

El capítulo primero, contiene una sinopsis sobre la estructura tradicional de la exportación en relación con el proceso de industrialización alcanzado hasta aquel entonces.

El segundo se hace un análisis sobre el crecimiento y las perspectivas futuras, por ejemplo, de la industria manufacturera. Se analiza por separado el crecimiento histórico del sector, las políticas adoptadas y la capacidad de exportación de la misma.

El tercer capítulo es el más extenso, plantea, la necesidad de orientar la política industrial con el objeto de fomentar las exportaciones, especialmente estableciendo prioridad de una estrategia de desarrollo para el sector manufacturero, política de inversiones y política proteccionista. Todo enmarcado en el contexto de aquel momento IV de la Nación y algunas medidas ya tomadas en aquel entonces como la denuncia del Tratado de Reciprocidad Comercial con los Estados Unidos, y de realizar una reforma Arancelaria que dinamizará el sistema arancelario como instrumento de política industrial y lo que fue la incorporación de Venezuela, al Acuerdo de Cartagena o mejor conocido como Pacto Andino.

El capítulo quinto, contiene un resumen del informe y un conjunto de recomendaciones concretas tendientes a dinamizar el proceso de industrialización y la orientación de la producción hacia mercados exteriores. Hoy menudo reto dado, el deterioro de la economía venezolana y la pérdida del 75% del PIB, gracias a políticas públicas erradas de los últimos 25 años.

En efecto, al final del informe, encontramos una recapitulación del trabajo y una serie de recomendaciones, de acciones estratégicas, (57 medidas en total) entre las cuales está: la formulación de una política industria de fomento de las exportaciones no tradicionales más agresiva, robustece los mecanismos como draw back entre otros, la eliminación por parte de los decisores del estado de la falsa dicotomía entre la sustitución de importaciones y de crear una política de promoción de exportaciones, simplificación administrativa, fortalecer los servicios al exportador tanto en el sector público, destinar por parte de las distintas empresas con vocación exportadora por lo menos el 10% de su producción a la exportación, como en el sector privado (AVEX), que ya en aquella época iniciaba su modernización en los servicios de asesoría, promoción y consultoría en materia de exportaciones además, de en ubicarse en una nueva sede (Centro Comercial Concresa desde el año 1974-75), entre otros elementos que daban las luces de los instrumentos de política pública que se iba a seguir en los años por venir.

Debo mencionar también, a la Dra. Eglée Iturbe, de Blanco Directora de Planificación de Económica en CORDIPLAN y al Dr. Pedro Romero y al Representante residente del PNUD en Caracas en aquel momento Geraldo Eboli por la cooperación que prestaron en aquel momento a la elaboración del informe y su enorme contribución al mismo. Un equipo de primera línea multidisciplinario e interministerial. Ese fue un legado de primera, lo que se dejó en la gestión de 1969-74, en la presidencia de Rafael Caldera, en materia de exportaciones no tradicionales.

Al instante, de presentar el informe, se habían aprobado modernos instrumentos y con visión estratégica; leyes con visión de futuro, entre las cuales cabe citar: La Reforma Arancelaria, la Ley de Incentivo a las Exportaciones y el Fondo de Financiamiento a las Exportaciones y otras medidas de política pública conexa, que complementaron un panorama positivo hacia el porvenir, como se vio en las décadas posteriores abrió un panorama diferente a partir del año 1983 y luego de 1990, con la incorporación de Venezuela al GATT y que luego de 1994, con la fusión del Ministerio de Fomento con el ICE, se creó el Ministerio de Industria y Comercio, aspiración de años del sector exportador así como, la creación del Banco de Comercio Exterior, en la segunda administración del Dr. Rafael Caldera, en los años siguientes hubo zigzagueos, solamente detenidos en la gestión de Luisa Romero, a principios del año 2000, hasta que llegamos a hoy con un aparente optimismo en materia de fomento de las exportaciones no tradicional, y enfoque claro de los que debe hacerse; ojalá sea así por el bien de la economía nacional. Hoy en día este informe tiene plena vigencia y actualidad, esperamos que sea de los documentos que consulten los decisores estatales para tener una eficaz política de estímulos y de promoción de exportaciones no tradicionales, a 50 años de su publicación.

Debo acotar, que el Dr. Mier Merhav, planteó inicialmente sus ideas sobre el tema un año antes de la publicación del informe, donde dio unas pinceladas de lo que contenía el trabajo, en una conferencia-almuerzo, dada ante la Asociación de Ejecutivos (AVE) el 5 de junio de 1972.

jesusmazzei@gmail.com

 

martes, 20 de febrero de 2024

ALGUNAS “INQUIETUDES” SOBRE LA TRANSFORMACIÓN DE LA UCV.

 

ALGUNAS “INQUIETUDES” SOBRE LA TRANSFORMACIÓN DE LA UCV.

EDUARDO ORTIZ RAMÍREZ

 


En una nota de los años 90´s intitulada “Quienes transformarán la UCV” publicada en dos periódicos, nos atrevimos a ordenar perfiles que podían tener los candidatos al respecto. Hoy no escribiríamos una nota semejante. Además de otras consideraciones, se encuentra la de que el contexto nacional económico y político es suficientemente más complejo y no es fácil albergar muchos optimismos.

Podemos, sin embargo, hacer algunas observaciones preliminares derivadas de las secuencias vistas. También de la vasta problemática que presenta la institución y su profesorado[1] que, al igual que el de otras universidades, presenta un alto deterioro en sus condiciones de vida y de trabajo.

En primer lugar, pareciera que, efectivamente, dadas las líneas de actuación de la administración del Presidente Nicolás Maduro, no va a haber aumentos de salario ni para el sector educativo ni para otros que pueden considerarse. Se entiende que los aumentos han sido en la línea de la bonificación del salario, con todas las consideraciones que pueden hacerse al respecto. En tal razón surge la pregunta ¿y si todo sigue igual?, ¿se paralizarán actividades como piensan algunos debería suceder?, ¿se seguirán contando los días? ¿O se seguirá trabajando con el mismo deterioro?

En segundo lugar, las diversas insuficiencias que existen en la UCV facilitan el que la libertad y la creatividad, así como la claridad de los procedimientos sean arropados por el conjunto de necesidades y problemas existente en distintas áreas. ¿Existe un plan escrito y un conjunto de secuencias ordenadas al respecto –y más aún en el campo académico- y por facultades y escuelas? ¿Un contexto de tal naturaleza facilita o limita un mayor deterioro? ¿Es tan feliz el escenario de los pregrados y postgrados como algunos creen? Claro, siempre estará el regocijo de ser patrimonio de la Humanidad o estar entre las principales Universidades… pero…, si no se atienden siguen existiendo realidades inobjetables que representan lo mismo de períodos administrativos recientes.

En tercer lugar, funcionarios actuales de la UCV, han expresado que algunos de administraciones anteriores recientes, vienen de carreras políticas, o sea no habrían tenido inspiración o basamentos académicos. ¿Eso ha desaparecido? ¿Han desaparecido caras y procedimientos? Como sabemos, en estos menesteres, la solidaridad automática no es la mejor compañera para procesos de transformación.

En cuarto lugar, los intentos de transformación y sus resultados deberán tener anotados los esfuerzos y cambios que han producido las actividades de la Comisión Presidencial  que ha revuelto positivamente, recuperado y mejorado la presentación y belleza de la UCV, que fue acumulando deterioros tras deterioros, producto de la desatención de las autoridades anteriores recientes, en largos años de desatención y alteración negativa en variados aspectos. Algunos piensan que las actividades de la Comisión Presidencial son con intenciones. ¿Es que acaso los deterioros acumulados en la UCV; no son también resultado de las intenciones y actividades de organizaciones de izquierda[2]/derecha  y de políticos que se presentaban y se presentan  como  santos?

En fin, no hay mucho que delimitar. Falta tiempo… pero transcurrirá. Tan solo una aproximación.

 

20 de febrero de 2024

@eortizramirez

eortizramirez@gmail.com

 

 

 

sábado, 10 de febrero de 2024

Reforma, ajuste y costo social

 

Reforma, ajuste y costo social

En ese sentido, el arte de dirigir y decidir, en un gobernante se basa en ocasiones en un cálculo muchas veces basado, en forma racional, incremental o burocrática de los costos y beneficios


·  JESÚS E. MAZZEI ALFONZO

08/02/2024 05:02 am

 





Escudriñando en mi biblioteca, me topé con un artículo de dos brillantes economistas de la revista del FMI, que hace treinta y treinta y ocho años, de Yukon Huang y Peter Nicholas, consulté cuando cursaba mis estudios de postgrado de economía internacional, quienes escribieron para la estupenda revista Finanzas y Desarrollo del FMI, ( que se puede consultar en la web, revista de alta calidad e información) un artículo intitulado “Los Costos Sociales del Ajuste”, donde mencionaban los tres costos sociales que tenían y tienen, los programas de ajuste y reforma del FMI: las medidas del ajuste ideadas para equilibrar la demanda y la oferta agregadas a menudo si no inevitablemente deprimen la producción, el empleo y el consumo, generan una recesión, el segundo, es que, los cambios en la estructura de incentivos estimulan la redistribución de recursos y por tanto, de los beneficios entre sectores y actividades y el tercero, los retardos y dificultades en el movimiento de recursos productivos en otros usos en respuesta a cambios en los precios relativos pueden añadir costos inicialmente, son los que ellos denominan costos de transición.

Es el efecto macro político-económico, en el cual este tipo de medidas y acciones gubernamentales tiene consecuencias y en la forma como deben manejarse con criterios de viabilidad y eficacia política, con articulación y cooperación, coordinación estratégica, con los sectores de la sociedad política y civil, en economías en países en vías de desarrollo, como el nuestro y de otras latitudes latinoamericanas, es la primera variable que debe tener todo decisor político, debido a que esta tienen impacto directo sobre los sectores populares, y el impacto que tiene alto nivel de endeudamiento, costo de vida etc como promover la equidad y la eficiencia en ciertas estructuras productivas, sus costos sociales, debe ser amortiguado con medidas compensatorias que actúan de inmediato, cuando el crecimiento que se logra no es suficiente para proteger a los más pobres, visualizar los objetivos de corto y largo plazo de las reformas, el papel del financiamiento externo adecuado, son entre otros, los factores; son los condicionantes de estas medidas, de su éxito total o parcial, o de su fracaso como fue el caso del segundo gobierno de Pérez o en el caso del segundo Gobierno de Caldera, que en perspectiva histórica, iba en camino de lograr resultados positivos como los tuvo entre 1997-1998, si se hubieran prolongado en el tiempo más allá de 1999, con una gerencia económica con sentido común y sensatez, pero no fue el caso se prefiero el camino del populismo de izquierda, que ha destruido más del 70% el PIB de la economía venezolana, despilfarrando además, la bicoca de un trillón dólares entre 2002-2013.Esa es la cruda y verdadera verdad, de la multidimensional crisis venezolana.

El país, se abría a un nuevo período constitucional, con la toma de posesión del presidente Pérez, llegada que estuvo precedida de grandes expectativas e ilusiones, por lo vivido en los años 1974-1979, que, en buena parte y medida, fue, el basamento y núcleo de su oferta y su discurso electoral, de las elecciones de 1988 (el tá barato dame dos y la borrachera de petrodólares que le entró al país por primera vez en su historia). Solamente, en diciembre de 1988, Pérez y su equipo de asesores económicos tienen acceso a información veraz y oportuna, de primera mano de la situación real y concreta del país (en sus variables macroeconómicas y finanzas públicas), Recordemos que en las internas de AD, de 1987, el presidente Lusinchi, apoyo contundentemente la precandidatura de Octavio Lepage y fue un duro opositor a la candidatura de Pérez de nuevo.

En efecto, el país entró en shock (El Gran Viraje), con un programa de ajuste, de reformas económicas que se aplicó en forma rápida y no gradual, el cual no fue negociado y consultado, no se tuvo interlocución e información, previa con la sociedad civil y la sociedad política y sus integrantes (partidos políticos, sindicatos, etc), no sólo no se les comunicó sino que faltó y se adoleció de una política informativa y formativa de la opinión pública previa, para llevar a cabo la ejecución de medidas económicas, dada la magnitud de ellas en los días de febrero luego de una majestuosa y dispendiosa toma de posesión, que presentó una imagen de un país irreal en lo económico. Se implementó pues, un severo programa de ajuste económico que se aplicó sin anestesia, por un equipo sí, bien muy meritorio, es verdad, y desde el punto de vista académico de alta calidad, sin embargo, carente de toda experiencia y pericia política en todo el sentido de la palabra, sin el apoyo total del partido de gobierno (AD) y la enajenación de su sector sindical, ya la fase de formulación empezaba mal. Aquí se cometió un grave error político. Hubo un pésimo manejo político de lo económico, la economía política falló.

Se requería en aquel entonces, pues, a la hora de gobernar e implementar esas decisiones, tacto político, capacidad de comunicación, persuasión y un timing especial, ver el margen de maniobra que dan las decisiones, para llevar cabo no solamente las tareas normales del día a día de gobierno, sino igualmente, negociar, conversar con los diversos actores con los que se convive y la posible influencia del entorno internacional que también repercute, porque Venezuela fue un país piloto, debido a la porosidad manifiesta entre el ambiente interno y el externo (lo interméstico, no olvidarlo). Se trata de armonizar no sólo el conflicto sino el dilema o las opciones entre decisiones complejas.

En ese sentido, el arte de dirigir y decidir, en un gobernante se basa en ocasiones en un cálculo muchas veces basado, en forma racional, incremental o burocrática de los costos y beneficios y el ejercicio, del equilibrio de una decisión sobre políticas públicas y el gabinete económico del año 1989, sobreestimó el liderazgo de Pérez y su capacidad de interlocución, articulación y coordinación estratégica con la sociedad política. Caso contrario fue el liderado por Caldera, y ejecutado por Teodoro Petkoff, Matos Azocar, Rojas Parra, entre otros ministros del segundo gobierno de Caldera, que tenían pericia y experiencia política y un competente manejo económico, tanto por su preparación como conocimiento.

En fin, lo que le dio viabilidad y eficacia política al segundo programa de ajuste de la economía venezolana, conocido, como la Agenda Venezuela, fue que se manejó con variables políticas de elaboración, construcción estratégica y no solamente el éxito de las variables macroeconómicas, he allí el quid de la cuestión. Es equilibrar el manejo político, con medidas de ajuste, con sentido de equidad y estímulo social.


Hoy en un contexto interno y externo, diferente, más complejo e intrincado, debemos plantearnos la interrogante sí Venezuela requiere de un nuevo programa de reformas económicas con sentido eficiente de sus políticas públicas y con equidad social. Estimo que sí, para implementarlas con éxito y factibilidad debemos nadar ante todo y navegar en este nuevo y peligroso mundo, debemos tener en cuenta tres dimensiones interrelacionadas: los efectos de la geopolítica en la economía global; la influencia de las relaciones económicas globales en la seguridad nacional; y la relación entre la competencia económica global y la prosperidad general, sin estas consideraciones y el aspecto socio-político local, no será viable un nuevo programa de reformas económicas que adentre al país al año 2035, cuando recordaremos el inicio de la entrada del Venezuela al siglo XX, a raíz de la muerte del autócrata Juan Vicente Gómez, un país que deberá ser guiado y dirigido por unas nuevas élites en todos los campos del saber y la acción política.

jesusmazzei@gmail.com