martes, 26 de enero de 2016

Reflexiones sobre Davos

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Felix Arellano

Todos debemos comprender que democracia y sociedad civil exigen participación, convivencia y tolerancia. Los radicales de la región están fracasando por su soberbia intolerante. Mucho podría aprender el proceso bolivariano de las lecciones del FEM

Concluyó el Foro Económico Mundial (FEM) en Davos, Suiza, en su XLV edición y, como siempre, nos ha dejado importantes lecciones para el funcionamiento de la economía mundial. En esta oportunidad, una profunda reflexión sobre la Cuarta Revolución Industrial en pleno desarrollo, pero también aportes sobre las señales de recesión que se avizoran en el mundo. El solo hecho de llegar el FEM a sus 45 años de existencia es un gran éxito; por otra parte, el número e importancia de los participantes, consolida el evento. Pero no podemos negar que convendría algo más de diálogo en diversidad. El proceso bolivariano tradicionalmente ha satanizado al FEM; empero, si tuviera algo de modestia, podría aprender de sus lecciones.

El FEM nace de la mano del economista alemán Klaus Schwab en 1971, y se ha consolidado en el tiempo, al punto que ahora contamos con ediciones regionales. Para este año, el Foro de Latinoamérica se efectuará en Colombia. Pero además, en cada Foro se profundiza en un tema específico de particular importancia para la economía mundial y, el nivel de los participantes del mundo empresarial, gubernamental y académico; pues tiende a reunir a la élite del poder mundial, representa otra garantía de la importancia de los debates. En esta oportunidad se reunieron más de 2.500 participantes, entre ellos 40 Jefes de Estado y de Gobierno. De nuestra región muy activa la participación del Presidente Macri de Argentina.

El tema central de esta XLV edición ha sido, las oportunidades y retos de la Cuarta Revolución Industrial y ha tenido como trasfondo la obra, que con el mismo título, publicó unos días antes K. Schwab. Esta transformación industrial tiene que ver con la interconexión y la robótica de los procesos productivos, también se le ha llamado el “internet de las cosas”. Todo el proceso industrial puede ser: interconectar electrónicamente y controlado desde un teléfono celular. La dinámica económica mundial como un pañuelo. Esto puede resultar fascinante desde una perspectiva técnica, pero también puede tener unas negativas consecuencias sociales y políticas en empleo y bienestar social.

Lo positivo del esfuerzo del FEM y, en particular de Schwab, es la promoción de la reflexión sobre los retos que se generan, pues ello podría facilitar la búsqueda de soluciones creativas y humanas. Adicionalmente, las alertas sobre el deterioro de la economía mundial, en particular la difícil situación que atraviesa China y las otras potencias emergentes (BRICS), que ha llevado al FMI a reducir las tasas de crecimiento para este año, representa otra de las contribuciones del FEM en la búsqueda de soluciones.

Ahora bien, no podemos negar que en el FEM convendría un poco más de diversidad. Nos referimos a la necesidad de promover diálogo y convivencia entre diversos, reto fundamental en las relaciones internacionales, teniendo en cuenta la diversidad de actores y temas que le caracterizan. Creemos que el FEM podría aportar mucho más en la construcción de la sociedad civil internacional y, en ese sentido, convendría propiciar el diálogo con actores diversos como sindicatos, ONG, movimientos ecológicos, de diversidad religiosa, sexual, etc.

Recordemos que el Foro Social de Sao Paulo nace en el 2001, en parte como una reacción crítica al FEM, se ha encerrado en sí mismo, repitiendo sus tesis sin oír la crítica de la diversidad. Todos debemos comprender que democracia y sociedad civil exigen participación, convivencia y tolerancia. Los radicales de la región están fracasando por su soberbia intolerante. Mucho podría aprender el proceso bolivariano de las lecciones del FEM, si entendiera lo que significa la democracia.

jueves, 21 de enero de 2016

Las agencias de promoción de exportaciones.

Sergio Arancibia
Tomado de elmundo.com.ve
21/01/2016

La existencia de fallos del mercado justifican la realización de cierta actividad gubernamental
Casi todos los países han creado en las últimas décadas, dentro de su institucionalidad estatal o para estatal, agencias u organismos especializados en la promoción de exportaciones. En América Latina algunos de esos organismos han sido particularmente exitosos, entre los cuales se puede mencionar a ProMéxico, a ProColombia y a ProChile, cada uno de los cuales ha sido un apoyo importante en el proceso de internacionalización de las respectivas empresas nacionales. 

El Real Instituto Elcano, de España, en su último boletín de diciembre, publicó un interesante artículo del Dr. E. Fanjul, en el cual se reflexiona sobre la efectividad de las agencias de promoción de exportaciones existentes en el mundo. Gruesa parte del artículo se basa, a su vez, en un estudio realizado al respecto en la Universidad de Ginebra, en el cual se pasa revista a la experiencia de aproximadamente 100 de estas agencias a nivel mundial. La idea central al cual se llega en el estudio de la Universidad de Ginebra y en las reflexiones del Dr. Fanjul es que las agencias de promoción de exportaciones son efectivas. En otras palabras, que un dólar invertido en promoción de exportaciones, por la vía de estas agencias estatales o paraestatales, tiene un efecto multiplicador sobre las exportaciones: un dólar invertido en promoción de exportaciones se traduce en más de 10 dólares de incremento en las aquellas exportaciones que constituyen el universo meta de dichas agencias de promoción. 

Se llega también a la conclusión de que estas agencias son más efectivas en la medida en que su universo meta sean las empresas medianas. Es decir, no las muy grandes ni las muy pequeñas. Las primeras tienen sus propios contactos y relacionamientos internacionales y tienen la capacidad financiera como para llevar adelante, con sus propios recursos, las actividades de información o de promoción que estimen conveniente realizar. Convertir a ese tipo de empresas en receptoras de la ayuda estatal se constituye en una subvención que no incrementa lo que de todos modos éstas realizarían por sí mismas. Las empresas muy pequeñas, a su vez, suelen no tener las condiciones tecnológicas ni administrativas como para generar la competitividad propia de la internacionalización, y las posibilidades de fracaso son muy altas. Un eventual fracaso puede incluso tener efectos letales sobre algunas empresas pequeñas que se arriesguen en un terreno para el cual no están cabalmente preparadas. 

Otra conclusión que fluye de este artículo que comentamos es que las agencias de promoción de exportaciones son más efectivas en la medida en que el sector privado participa en los respectivos consejos de administración y en la medida, también, de que el sector empresarial asume una parte significativa de los gastos que van implícitos en las operaciones de promoción de exportaciones. La subvención pura y simple, por parte de los organismos de promoción de exportaciones, de todos los gastos y de todas las operaciones que se llevan adelante en ese campo, no parece generar los incentivos suficientes como para que las empresas involucradas hagan todos los esfuerzos que exportar implica. Así por ejemplo, llevar empresarios a eventos feriales en el exterior, con todos los gastos pagados, genera muchas veces una desatención de los respectivos stand y una escasez de contactos comercialmente útiles. 

El pensamiento liberal, pasado o presente, no ve con mucha simpatía la existencia de estos organismos o agencias especializadas en la promoción e exportaciones. Postulan que son meros mecanismos para subvencionar actividades que las empresas pueden realizar por sí mismas y que no hay razones como para que ellas se lleven adelante con fondos de todos los contribuyentes, en circunstancias que la apropiación posterior de los beneficios es enteramente privada. En realidad, la existencia de lo que los economistas llaman los fallos del mercado, justifican plenamente la realización de ciertas actividades por la vía de la acción gubernamental. En el campo del comercio internacional se hace evidente que la información que se necesita para hacerse presente en un mercado determinado no es transparente, es decir, que no está al alcance, por igual, de todos los que eventualmente pueden necesitar de dicha información para participar en ese mercado. Y participar sin la adecuada información es participar con menores probabilidades de éxito. Cualquiera que sea el producto que se analice, no hay acceso a información relevante sobre precios, ofertas, demandas, calidades, tecnologías, permisologías y estructuras del mercado, en cualquier parte del mundo. Y conseguir esa información, por parte de cada uno de los posibles interesados en la misma, actuando cada uno por su cuenta, tendría mayores costos que si la misma se consigue en forma centralizada y compartida. Igualmente la promoción de una imagen país a nivel internacional es una actividad que solo puede hacerse en forma centralizada. Otro ejemplo: la participación en eventos feriales a nivel internacional se lleva adelante con mejores resultados y con menores costos si se tiene un pabellón nacional, que cobija a varias empresas con real capacidad competitiva, que si cada empresa levanta y paga su propio stand. 

Pero la actitud displicente con respecto a los organismos de promoción de exportaciones no proviene solo del pensamiento liberal. En Venezuela se han sumado tradicionalmente a esa postura todos aquellos que han visto en la actividad petrolera una fuente inagotable de riqueza y de exportaciones para el país, lo cual desalienta el estar asumiendo inversiones y preocupaciones encaminadas a buscar otras actividades de exportación, cuando con el petróleo basta y sobra. A esta altura de los tiempos ya no vale la pena estar argumentado en contra de ese punto de vista. Luce demasiado evidente - además de dramáticamente urgente- el promover las exportaciones no petroleras.


Sergio Arancibia 
sergio-arancibia.blogspot.com 

miércoles, 20 de enero de 2016

Transformación hacia la energía limpia tendrá su costo económico

La energía limpia saldrá cara





















En www.elmundo.com.ve
20/01/2016

Existen fuertes desafíos para que se concrete la economía digital 

La energía limpia saldrá cara (Créditos: Gestión) 

05:34 p.m. | Miguel Sánchez.-

El economista venezolano Eduardo Ortiz señaló que la transformación del mundo hacia la energía renovable para 2050, “no será un tema fácil, porque significa sustituir los combustibles fósiles por energía limpia, lo cual tendrá un costo económico importante”.


Agregó que la baja de los precios petroleros y la actitud de algunos empresarios escépticos han generado un “desestímulo para la adopción de nuevas fuentes de energía”, lo cual pudiera retrasar el cambio.


“Ciudades como Londres ya colmaron las metas que se le había puesto en la Cumbre de París para 2016”, dijo el también investigador del Cendes.


En cuanto a la llamada “cuarta revolución industrial”, Ortiz manifestó que la economía digital marca la brecha existente entre el mundo desarrollado y los países que se encuentran en transición. 

“Hoy en día, tenemos una brecha digital considerable. Los países en transición deben iniciar un proceso amplio y rápido para digitalizar sus economías”, recalcó el economista.


Esta misma contradicción se observa -agregó- en el problema de los bajos precios de los comodities, en especial del petróleo, cuestión que se está discutiendo en Davos.


Las declaraciones de Ortiz coinciden con el inicio del Foro Económico Mundial, el cual reúne a líderes mundiales. Al respecto, el economista observó que “la presencia del presidente de Argentina, Mauricio Macri, es interesante porque impulsa las relaciones de América Latina con el mundo desarrollado”.




martes, 19 de enero de 2016

¿Un nuevo Mercosur?

Felix Arellano

Leer esta nota en: www.talcualdigital.com

El fortalecimiento del Mercosur podría desarrollarse desde dos perspectivas básicas. La propuesta del Presidente Macri pareciera orientarse a la consolidación del mercado ampliado y eventual eliminación de la unión aduanera. Este escenario, que cuenta con amplio respaldo
La crisis terminal del Mercosur no es un tema nuevo, el escepticismo y la frustración con relación al futuro del bloque se ha incrementado, pero recientemente se han abierto perspectivas optimistas, algunos hablan del efecto Macri, otros del final del ciclo de los radicales. En cualquiera de los escenarios, Mercosur es un tema prioritario en el sur del continente. Por el contrario, en Venezuela, no tenemos consciencia de nuestra pertenecía al bloque, el gobierno bolivariano actúa en contravía al proceso y las nuevas perspectivas le resultan poco atractivas para su falso discurso y su esquema de dominación.
Todo pareciera indicar que se ha agotado la fase político ideológica del Mercosur, que promovieron los Presidentes: Lula, Kirchner, Lugo y Chávez. Fase caracterizada por un discurso irracionalmente radical, antisistema, antinorteamericano y anti mercado. Como resultado de esta fase podemos apreciar que Mercosur ha quedado técnicamente paralizado.
No se han logrado mayores avances en sus objetivos económicos-comerciales fundamentales, previstos en el Tratado de Asunción. Prevalecen diversas restricciones en la zona de libre comercio de bienes, en particular las medidas no arancelarias; tampoco se ha avanzado en la liberación del comercio de servicios. No se ha consolidado la unión aduanera y prevalecen diversas perforaciones al Arancel Externo Común. Se ha paralizado la inserción del Mercosur en el contexto económico internacional. Tampoco se han logrado mayores avances en la conformación del mercado común; y, no obstante la retórica social en el discurso, no se ha logrado avanzar significativamente en la participación social dentro del proceso de integración.
Mantener las actuales condiciones conllevaría la progresiva extinción del bloque, ya la idea del retiro circula en diversas organizaciones de los países miembros. Empero, se observan tiempos de cambio, en su discurso el Presidente Mauricio Macri de Argentina ha planteado retomar los temas fundacionales, redimensionar, fortalecer y abrir el Mercosur al mundo. En principio pareciera que una propuesta de esta naturaleza puede contar con el respaldo de Uruguay y Paraguay-Brasil se presenta paralizado con su crisis política interna. El discurso bolivariano venezolano es contrario a este cambio, y el gobierno está concentrado en su profunda crisis nacional. Bolivia aún se encuentra en su incorporación como miembro pleno.
El fortalecimiento del Mercosur podría desarrollarse desde dos perspectivas básicas. La propuesta del Presidente Macri pareciera orientarse a la consolidación del mercado ampliado y eventual eliminación de la unión aduanera. Este escenario, que cuenta con amplio respaldo, conllevaría entre otros: consolidar todo lo referente a zona de libre comercio de bienes y servicios y la inserción más eficientes en el contexto económico internacional; es decir fortalecer las negociaciones comerciales con: la Unión Europea, la Alianza Pacífico y eventualmente los Estados Unidos. Adicionalmente, la posible eliminación de los compromisos relativos a la unión aduanera.
Otra alternativa podría ser la consolidación de todo el proceso previsto en el Tratado de Asunción, es decir: la zona de libre comercio, la unión aduanera y el mercado común. Este escenario presenta poco respaldo, exige mayores esfuerzos y dificultades.
Para el gobierno de Venezuela los dos escenarios indicados resultan cuestionables. El primero, teniendo en cuenta el discurso satanizador al libre comercio, pareciera inaceptable y, el segundo, de muy difícil cumplimiento. En este contexto, no sería extraño que el gobierno bolivariano considere la opción de retirarse del Mercosur. Ahora bien, si el gobierno venezolano asumiera una posición responsable, debería plantear otras transformaciones en el primer escenario, tales como: revisión del mecanismo de solución de diferencias, revisión de la normativa de origen, incorporación de mecanismos de equidad y asimetría como mecanismos de protección temporal.

viernes, 1 de enero de 2016

Macri y el fin del relato.

www.elpais.com

Los argentinos votaron por “Cambiemos” y el cambio no se hizo esperar

Mauricio Macri llegó al poder con un slogan: “Cambiemos”. Los argentinos votaron por ese cambio, y el cambio no se hizo esperar. En menos de tres semanas, a través de una serie de medidas, el nuevo gobierno comenzó a desarmar el “relato kirchnerista”.
Los doce años anteriores pueden caracterizarse de la siguiente forma: en materia económica, los Kirchner llevaron adelante un modelo restrictivo e inflacionario, maquillando las deficiencias a través de la manipulación –o no publicación- de las estadísticas oficiales. En materia de política exterior, se produjo un alineamiento con regímenes no-democráticos, tanto en América Latina como en el resto del mundo. En lo que a las libertades, la institucionalidad y la democracia respecta, se implantó un modelo autoritario que sistemáticamente intentó coartar la libertad de expresión, controlar la justicia, y utilizar los bienes públicos como propios, llevando al país a niveles de corrupción nunca antes vistos.
Cuando Néstor Kirchner asumió la presidencia en el 2003, lo hizo con un tipo de cambio ubicado cerca de los 4 pesos por dólar. Doce años después, su esposa Cristina Kirchner, abandonó el gobierno dejando una economía distorsionada, con diversos tipos de cambios que fluctuaban desde los 6 pesos por dólar, al cual estaban obligados a liquidar los exportadores de ciertos productos, reduciendo drásticamente la competitividad del sector; pasando por un cambio oficial de 9 pesos por dólar, al cual en la práctica muy poca gente tenía acceso, y el paralelo, llamado “blue”, de acceso irrestricto, que llegó hasta los 16 pesos por dólar. En poco más de una década, los Kirchner devaluaron la moneda en un 300%.
Durante su primer semana en el poder, y cumpliendo sus promesas de campaña, Macri dio un giro total al modelo “K”. Primero, a través de la eliminación de las retenciones a las exportaciones las cuales significaban un freno total al sector exportador y a las economías regionales. Segundo, liberando el tipo de cambio, lo que llevó –a diferencia de lo que sus críticos anunciaban- a un fortalecimiento del peso. Y tercero, a través de la normalización del Instituto Nacional de Estadísticas, que en palabras de su nuevo Jefe, había sido “arrasado” por la administración anterior.
A fines del 2009 el gobierno de Cristina Kirchner logró aprobar una ley de medios de comunicación cuyos objetivos eran claros: desmantelar a Grupo Clarín y disciplinar a otros grupos de medios. Dicha ley estableció también la creación de una oficina llamada AFSCA –organismo encargado de llevar a cabo la implementación de la ley-, el cual hasta hace pocos días atrás estuvo encabezado por un militante kirchnerista, Martín Sabbatella, y cooptado por la agrupación política que él encabeza. Durante el mandato de Sabbatella, el AFSCA se convirtió en uno de los principales verdugos de la libertad de expresión en el país, imponiendo sanciones arbitrarias a medios no adictos al gobierno y aplicando la ley de manera selectiva.
Mientras algunos empresarios cercanos al poder se vieron beneficiados por Sabbatella, otros como Grupo Perfil -a quién se le negó la posibilidad de obtener licencias de televisión digital-, o Grupo Clarín, a quién se le aplicó a mayor cantidad de sanciones y se le negó arbitrariamente su plan de adecuación a la ley, fueron asfixiados hasta el último día.
Días atrás, Mauricio Macri decidió intervenir el AFSCA, sosteniendo, entre otras cosas, que la misma se había convertido en una caja para financiar la militancia política. Al mismo tiempo, ordenó una auditoría para investigar compras, contrataciones, juicios, y la polémica política de recursos humanos del organismo. La medida fue apoyada por la gran mayoría de los sectores políticos del país.
Si bien Argentina nunca formó parte del bloque de países pertenecientes al ALBA, Cristina Kirchner nunca ocultó sus preferencias por el tipo de régimen que existe en Venezuela. Ya sea por razones ideológicas, o por negocios poco transparentes, las relaciones entre ambos países se vieron marcadas por hechos de corrupción y por el silencio cómplice ante las evidentes violaciones a los derechos humanos.
Durante su campaña Macri ya se había pronunciado sobre la grave situación que atraviesa Venezuela, y había anunciado que tras asumir, llevaría el tema al Mercosur. Así lo hizo la semana pasada, convirtiéndose en el primer presidente en funciones de América Latina en pedir abiertamente y frente a sus pares de la región, la liberación de todos los presos políticos.
Mauricio Macri representa una nueva forma de hacer política y de gobernar. Dejando de lado las ideologías de izquierda o derecha, Macri parece decidido a mirar hacia adelante, centrando su accionar en políticas públicas modernas, al servicio de la gente y no de algunos sectores; respetando la institucionalidad y construyendo sobre ella; escuchando las voces críticas y aprendiendo de los errores.
Algunos pocos, que hicieron del kirchnerismo un culto y de la militancia una religión, que irrespetaron leyes y abusaron de su poder, querrán ahora convertirse en los paladines de la democracia y denunciarán cada acción del nuevo gobierno que tienda a cambiar el modelo autoritario que ellos implantaron. El éxito de Macri no solo dependerá de su capacidad para llevar adelante políticas transformadoras, sino también de su habilidad para comunicar a todos los argentinos - y también al mundo- que estos cambios no solo son necesarios para sacar adelante a un país estancado, sino indispensables para recuperar ciertas instituciones democráticas que el kirchnerismo avasalló.
Ezequiel Vázquez-Ger es director del Centro de Investigación Periodística en las Américas. Twitter @Ezequielvazquez
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