viernes, 29 de septiembre de 2023

LOS PROFESORES UNIVERSITARIOS. Notas desde la UCV.

 

LOS PROFESORES UNIVERSITARIOS.

Notas desde la UCV.

 

EDUARDO ORTIZ RAMÍREZ

 


El problema es estructural. Requiere una verdadera
revolución, y no en el sentido izquierdista tan mercadeado, sino de verdaderos cambios cuantitativos y cualitativos en la economía y la sociedad venezolana.

Aquella sociedad y Universidad donde los profesores podían tener sueldos de unos miles de dólares que, sin ser los más altos del mundo, eran bastante significativos, obtener becas  y adquirir muebles e inmuebles ya no existe. No hay presupuestos, pero, más aún, no hay voluntad de los administradores nacionales para canalizar recursos hacia las Universidades. Personas y profesionales saben de magnitudes en el mundo, pero realmente en Venezuela no ha habido un proceso de  concienciación o introyección para haber digerido la magnitud de los ingresos obtenidos por el Estado del 2004 al 2014. Ya no hay esos recursos y no se consigue quien los suministre.

Tenemos así un país con alta inflación, industrias quebradas, exportaciones disminuidas y profesores, profesionales, empleados y obreros mal remunerados, sin capacidad de compra. Pero, además, mal o insuficientemente atendidos en salud y en oportunidades de distracción o catarsis. Los Institutos de Previsión de las Universidades, en su mayoría, están vueltos crisis directas.

La UCV requiere cambios profundos, como también lo requieren otras universidades. Presupuestos y sistemas de generación de ingresos deben ser implementados o modificados, según los casos. Quienes forman a cursantes de postgrado o a los distintos profesionales de las áreas de pregrado, no deberían seguir ganando las miserias que ganan por dictar clases on line o directamente durante un semestre. Mientras los profesionales liberales o los FreeLancer cobran sus “justificados” honorarios a distintos estratos de la población por igual. No bajan los precios, pues ellos y los funcionarios públicos de alto nivel tienen que vivir. Resulta que los profesores también. Estas son las contradicciones de un país que en crisis percibe como en la comitiva del viaje a China, cuyos resultados no son tangibles, iban más de 160 Personas.

¿Puede alguien tener la esperanza que en este contexto fiscal y económico la administración del Presidente Nicolás Maduro vaya a asignar remuneraciones de cientos de $ a profesores universitarios o a empleados públicos, aunque más no fuese? Muy difícil. ¿Y las enfermeras, otros profesionales, policías y obreros por mencionar a algunos? ¿Cómo quedarían en sus salarios relativos? ¿Cómo se compararían o sobrevivirían con una situación suficientemente alterada con los precios relativos que ha generado la “encantadora dolarización informal de la economía”, que algunos terminan viéndola también como benefactora de los salarios? ¿Qué hará y que podrá hacer la administración del país?

Conceptualmente, parte de esta problemática viene de haber pensado en 2018[1] y antes que todo podía nivelarse – cosa impresionante económicamente hablando- en base al salario mínimo y decir “Ah... Por fin llegamos a la igualdad...” Si no fuera suficiente metida de extremidad inferior, habría que recordar los niveles de vida alcanzados por los venezolanos en una sociedad  que vivió ostentación (de los setenta a los noventa) sin haber tocado los más altos grados de desarrollo. En fin, la administración del país al parecer, seguirá bonificando el salario y, los venezolanos, viendo como este se disminuye alcanzando la idea del salario negativo o salario irrelevante, desde la perspectiva de permitir costear el nivel tan siquiera mínimo de vida[2].

El realismo debe llevar a seguir denunciando y exigiendo, pero, estructuralmente, tendrá que haber un cambio en la administración del país y en la concepción de lo que son la Universidades como puntal de progreso y avance de una sociedad y con ello los profesores y trabajadores universitarios, junto a una población que ya ha visto migrar a casi 8 millones de sus habitantes.

 

29 septiembre 2023

@eortizramirez

eortizramirez@gmail.com

jueves, 28 de septiembre de 2023

El norte: ¿enemigo, solución o quimera?,

 

El norte: ¿enemigo, solución o quimera?, 

por Félix Arellano





El norte: ¿enemigo, solución o quimera?
FacebookTwitterWhatsAppTelegramEmail

Mail: fgap1749@gmail.com


Entre los objetivos fundamentales de la acción exterior del gobierno venezolano destaca la búsqueda de reconocimiento internacional, es decir, legitimidad internacional; muy debilitada, luego del inédito precedente de más de cincuenta gobiernos democráticos, que desconocieron la reelección presidencial; empero, más recientemente, la atención parece concentrarse en la búsqueda de recursos financieros, dinero fresco, las opciones son limitadas y están generando complejos dilemas al gobierno.

En el marco del desconocimiento del gobierno venezolano, se inscriben las instituciones financieras multilaterales, bastante cuestionadas por las narrativas radicales, pero fuentes seguras, a las que no se puede recurrir, hasta tanto no se logren avances en las negociaciones con el gobierno de los Estados Unidos. Por otra parte, el sistema financiero privado internacional, que resulta más costoso y complejo, podría ser una opción, empero, se presenta cauteloso frente a Venezuela, por estar sujeta a sanciones y, la prudencia financiera tiende a sobre aplicar el espíritu de las sanciones.

Pero desde que Joe Biden asumió la presidencia de los Estados Unidos (enero 2021) ha destacado su disposición a flexibilizar y desmontar las sanciones, sujeto a un proceso de negociación que permita garantizar condiciones competitivas en el proceso electoral venezolano.

Tal posición rompe con el esquema de «máxima presión» que aplicó el presidente Donald Trump en su administración.

La administración Biden ha demostrado con hechos fehacientes su disposición a la flexibilización de las sanciones y, en el caso venezolano, ha aprobado la licencia que permite el funcionamiento de la empresa Chevron en el sector petrolero.


Varios especialistas destacan los efectos positivos de la participación de tal empresa en la capacidad productiva del país; empero, debemos tener presente que la licencia se puede revertir, en consecuencia, la negociación es importante.

Por otra parte, para confirmar la tendencia flexible del gobierno de los Estados Unidos, acaba de liberar unos 6 mil millones de dólares a Irán, otro país bajo sanciones, en el marco de un acuerdo de liberación de cinco detenidos por cada país. Otra evidencia de la cuestionable «diplomacia de rehenes» que maneja el gobierno iraní. Los fondos se encontraban en cuentas de Corea del Sur y deben ser utilizados para fines humanitarios.

Como se puede apreciar, si las negociaciones con Estados Unidos avanzan, los recursos financieros estarán disponibles. Pero la administración Biden es prudente.

Por una parte, tiene el precedente negativo de las negociaciones del presidente Barack Obama con Raúl Castro de Cuba, donde el presidente Obama cumplió con los compromisos y Castro no lo hizo, pues aspiraba «un cheque en blanco», lo que conllevó un fracaso y retrocesos.

Adicionalmente, 20 senadores del Congreso de los Estados Unidos, de los dos partidos, han enviado una carta al Departamento de Estados (31/08/2023), alertando sobre la situación política en Venezuela, lo que evidencia la importancia que el Congreso asigna al tema venezolano. Tampoco debemos olvidar el peso de los latinos, y el efecto Florida en las elecciones presidenciales, previstas para noviembre del 2024.

Todo parece indicar que el gobierno de los Estados Unidos está dispuesto a negociar; empero, los dilemas y contradicciones se presentan del lado venezolano.

El gobierno ha demostrado su rechazo a una negociación concreta sobre las condiciones electorales del país, pues la asume como el principio del fin y tenemos como precedentes los fracasos de esfuerzos realizados, entre otros, por organizaciones multilaterales, la Unión Europea, el Vaticano, la Republica Dominicana, México y el Reino de Noruega.

Ahora bien, según información que circula, los gobiernos de Estados Unidos y Venezuela adelantan conversaciones informales y de bajo perfil, lo que constituye un éxito para la administración venezolana, pues ha logrado eliminar la mesa de México y la mediación del Reino de Noruega.

El gobierno venezolano está logrando su preciado objetivo de las negociaciones directas con Washington, pero no puede aspirar repetir la experiencia cubana del “cheque en blanco”, pues además de verse obligado a negociar condiciones concretas, seguramente se enfrentará nuevas sanciones si no cumple con lo pactado.

Ante los temores y dilemas frente a la negociación concreta con los Estados Unidos, no obstante que puede representar acceso a fondos importantes, como lo está viviendo su aliado iraní, el gobierno venezolano sigue la línea de los últimos años, de recurrir a sus aliados en el bloque de países autoritarios y anti sistema; pero, las condiciones no se presentan muy favorables.

En el caso de las sanciones personales, a funcionarios venezolanos que han violentado los derechos humanos, proceso que inicio desde la administración del presidente Obama, Rusia resultó en un gran aliado, el operador financiero, pues contaba con una excelente relación con el sistema financiero europeo, pero eso ya no existe. Luego de la invasión a Ucrania, uno de los sectores duramente sancionados por occidente es el financiero. Rusia está aislada financieramente.

Ni Rusia, ni los otros aliados que han apoyado en temas comerciales por las sanciones de los Estados Unidos, como Irán, Turquía o Corea del Norte, tienen la fuerza financiera para apoyar al gobierno venezolano.

En el escenario del autoritarismo solo queda China, gobierno que ha marcado distancia en los últimos años, en parte, por la sumatoria de fracasos en su experiencia con Venezuela.

Negociaciones de bajo perfil con Estados Unidos, con escasas posibilidades de éxito, por los temores del lado venezolano a comprometerse en temas políticos y, negociaciones públicas con China, que tienen efectos geopolíticos favorables para Xi Jinping, pues confirman su liderazgo global, pero hasta el presente no se tiene información que, luego de una larga visita oficial de seis días, se haya logrado el objetivo fundamental, dinero fresco, que permita enfrentar un proceso electoral, con un significativo rechazo popular.

Gran hermetismo y opacidad caracterizan las relaciones de Venezuela con China. Se informa que en la visita oficial se han suscrito unos 30 acuerdos en diversas áreas, cuyos contenidos se desconocen y se deben sumar a unos 500 acuerdos que se han firmado con el gobierno comunista chino desde que inició el proceso bolivariano. Pero los resultados son desoladores, una cantidad de proyectos paralizados en sus fases iniciales y muchos acuerdos archivados.

Producto de la visita, entendemos que China también participará directamente en el proceso productivo petrolero, algo que no parece nuevo, pues ha participado en diversos sectores sin mayores resultados. También estaría prevista su participación para la solución de la grave situación que enfrenta el sector eléctrico nacional. Conviene recordar que el pasado también se informó sobre la participación de Ramiro Valdés, vicepresidente del Consejo de Estado del gobierno comunista de Cuba, para enfrentar el problema (febrero 2010). Pero lo cierto es que la crisis eléctrica se agrava cada día, de forma más aguda en el interior del país.

Entre los resultados más destacados de la visita oficial a China, el sector oficial resalta la elevación del estatus de relación entre ambos países, ahora se define como: «una asociación estratégica, a toda prueba y todo tiempo», por cierto, también le fue otorgado el mismo estatus a Siria en la reciente visita del presidente Al Assad a Pekín (21/09/2023).

Un nuevo niel de relación, con alto efecto mediático, pero no se tiene información sobre lo más relevante, el dinero fresco para enfrentar la campaña electoral; por el contrario, si está claro que Venezuela se encuentra en un pago permanente de la «deuda eterna» con China, que se calcula en 15 mil millones de dólares, garantizada con petróleo.

Pare el gobierno venezolano los dilemas se incrementan, la presión internacional se mantiene y la popularidad en picada, tiempos difíciles para despreciar la oportunidad de avanzar en una negociación efectiva con los Estados Unidos.

Félix Arellano es internacionalista y Doctor en Ciencias Políticas-UCV.


lunes, 25 de septiembre de 2023

VENEZUELA: UNA ECONOMÍA DE ALTA INFORMALIZACIÓN. Rastreando distorsiones e irregularidades.

 

VENEZUELA: UNA ECONOMÍA DE ALTA INFORMALIZACIÓN[1]. Rastreando distorsiones e irregularidades.

EDUARDO ORTIZ RAMÍREZ




DEL SISTEMA BIOMÉTRICO A LAS SUBASTAS Y A LA DOLARIZACIÓN INFORMAL.

Varias observaciones podrían hacerse sobre la aplicabilidad del sistema biométrico (o de registro de huellas para evitar compras duplicadas y con ello el aumento o fortalecimiento de los revendedores)[2] que se buscó instrumentar en 2014 como novedad y solución a determinados problemas de precios, consumo e informalidad para la economía venezolana, en el contexto en que se encuadraba la administración bolivariana después de 15 años de ejecutorias. En primer lugar, los problemas de escasez, inflación y distorsión de los precios relativos estaban ya íntimamente relacionados con las políticas de control ficticio o real que, apoyadas en una dinámica cambiaria, fiscal y política particular se había estructurado como resultado de una política económica y social no exitosa, y pasaron a ser palmariamente constatables en 2017 (año de una gran crisis y de inicio de una cuarteta de años fundamentales en la evolución política, económica y social de Venezuela[3]).  En segundo lugar, podía ser un sistema más operativo en economías más pequeñas o menos estratificadas por regiones, estados o grupos sociales. En tercer lugar, se requería un desarrollo institucional de registro, supervisión, ejecución y sanción que no era acorde con el proceso de deterioro institucional (y de desinstitucionalización) por el cual había transitado la nación venezolana en por lo menos los últimos casi treinta años previos, y ya más pronunciado en 2017. Hasta este año señalado, la experiencia de la administración bolivariana -en lo visto en más de 18 años de gobierno- en manejo de alimentos y bienes en empresas e iniciativas como Mercal, PDVAL, Abastecimiento Soberano y las correspondientes bolsas CLAP y otras, no había sido precisamente la más exitosa, a no ser que se interpretase con el fanatismo de los seguidores incondicionales.  En cuarto lugar, requería de un sistema de vigilancia estricto que no era seguro pudiese conseguirse en la sociedad venezolana de los lustros previos, donde funcionarios, organizaciones de seguridad y vigilancia se habían visto inmiscuidas en agudos procesos de corrupción; también más que evidentes para 2017. En quinto lugar, el deterioro de la civilidad y los valores ciudadanos, no parecía haberse detenido durante la administración bolivariana, sino que, por el contrario, había aumentado, dentro del propio contexto de deterioro económico y social de los 15 años previos a su propuesta en 2014, lo cual brindaba un elemento de entorno difícil para la aplicabilidad de un sistema de este tipo.

La escasez, la inflación, el favoritismo y el deterioro institucional mataron al instrumento,  tan solo quedando maquinas sin mucho sentido, porque lo que no lo había afectado la  inflación, simplemente no lo había en los estantes. Lo que había sido abarcado por esta última, se demandaba relativamente poco o nada. Correspondientemente, el sistema biométrico fue desplazado por la concentración de alimentos regulados del lado del sector público –siendo menos frecuentes las colas precisamente por ello-, para ser distribuidos con intereses fundamentalmente políticos. Esto es, los alimentos y su distribución pasaron a ser otro elemento de control político que se le sumaba al control cambiario que ya tenía ese matiz. De esta manera, pocos se acordarán del sistema biométrico, pero está en la historia y en la acumulación de intentos de la administración bolivariana.

El marco económico atinente a elementos relacionados, nos ubica para Venezuela, de 2017 en adelante, en una amalgama impresionante, en la interrelación de formación de precios, salarios, controles, mercado cambiario, deformaciones estructurales de la producción asociadas a la desindustrialización, escasez, valores y comportamiento ciudadano[4].

Dada la sobredeterminación que en la economía venezolana presentaba el elemento cambiario en 2017, hay que señalar que esto no se solucionó con las subastas Dicom con sus más de 70 millones de $ asignados –en las tres realizadas en sus momentos, tal cual se registró- en procesos solo “transparentes” o de libertad para quienes eran beneficiados. El dólar paralelo no era el único determinante de la inflación. Venezuela en 2017 –y ya desde 2016- se encontraba claramente en hiperinflación, pues para ello no es necesario que estemos en los terribles cuatro dígitos o que se alcance -estrictu sensu- el porcentaje mensual conocido; la intensidad y velocidad de los aumentos de precios, la desvalorización del dinero y la actitud de distintos agentes económicos en la búsqueda de alternativas a esta última, lo permiten afirmar desde distintas experiencias[5].

Desmantelar el control de cambios a finales de 2018, que fue un generador de alteraciones productivas y de informalización de la economía (compra-venta de dólares y bienes, de manera informal), a la vez que de corrupción, así como un arma de control político, podía hacerse de un día para otro, pero los efectos de ese mecanismo fueron  notables en distorsión, confusiones y dislocaciones productivas. Lo dramático es que, el desmantelamiento, tuvo que suceder. Igual que en otros precios, donde se debían quitar controles, pero no siempre el mercado va a brindar los mejores o más rápidos equilibrios, según los casos. Los agentes económicos –empresarios, consumidores/familias y gobierno- deben reeducarse para canalizar la formación de precios relativos. 

LA REALIDAD DEL MERCADO Y LOS BIENES

Varias expresiones presenta la informalización en el mercado de los bienes. La primera atañe a los revendedores, también llamados bachaqueros o buhoneros (de manera más permanente). Son buscadores de trabajo, ganancias fáciles y en algunos casos simple subsistencia. Abarcan desde vendedores callejeros, que dividen un kilo de algún producto en numerosas bolsitas, hasta los sofisticados oferentes de Instagram o en otros mecanismos de suministros de información para captar o mantener demandantes. Los perniciosos comportamientos manifiestos en los niveles de precios a los que los ofrecen bienes –este tipo de vendedores- y sus correspondientes niveles de ganancias, no son fácilmente entendibles a la luz del más puro liberalismo, desde el que pudiese opinarse “eso lo solucionaría el mercado”. La segunda forma se encuentra en locales y bodegas o pequeños abastos ubicados en zonas populares, céntricas y algunas no tan populares, donde se sabe que allí se conseguían/consiguen productos a precios superiores a los que estaban/están regulados. Debe asignársele un lugar particular/especial a la gasolina con el precio subsidiado y el precio llamado internacional y los contextos y gestiones multiformes que bordean a los mismos, dada la medida tomada en años recientes en cuanto a esta estructura de precios, vigente todavía en lo transitado de 2023. Estos espacios informales se han visto alterados, a diferencia de los primeros, dadas la posibilidad o amenaza de ser robados a saqueados, pero siguen existiendo. Una tercera figura de informalidad, es la que se ha generado desde los propios ámbitos oficiales y que serán los administradores de estos –es de pensar- los primeros interesados en solucionar. Se trata de como desde estos ámbitos surgen sospechas, evidencias y registros -como se ha hecho público- de reventas de las bolsas CLAP o de listas para las mismas, que no se ejecutan o que se estructuran y son redireccionadas o reubicadas con otros fines. Apartando el conjunto de valoraciones que pueden hacerse sobre lo adecuado o necesario de la existencia de un mecanismo de esta naturaleza en una economía como Venezuela, otrora con abundancia y llena de bienes y productos diversos, debe señalarse que la frecuencia y la regularidad con la que llegan tales bolsas a los distintos sectores y grupos sociales no son las que señala la administración bolivariana, al indicar que ya hay millones de personas atendidas. Lo que dicen integrantes de los sectores populares es otra cosa. Una cuarta forma que, directa o indirectamente, puede ubicarse dentro de la informalización de la economía en estos ámbitos, atañe a los nuevos expendios de bienes que han venido ampliando su número y que venden a precios totalmente dolarizados. Alimentos, cosméticos, dulces, autos de alta gama son adquiribles con la facilidad de tener los dineros para ello. De ser determinados y marcados por el dólar BCV/libre, pasan a ser también determinadores de precios. Lo que allí se consigue a un precio pasa a entenderse como un precio “normal”, más aun si tienen ramificaciones para ventas fuera del mismo local. Es curioso observar dentro de este conjunto de distorsiones como los precios de algunos productos de nacionales –que también venden algunos supermercados- superan con creces a productos similares que deberían lanzar al mercado las empresas que están bajo la administración estatal, pero cuyos productos no aparecen sino en los mecanismos de distribución pública que como hemos señalado han adquirido un matiz de control político.

Lo señalado solo representa un conjunto de aproximaciones a un ámbito vasto de comercialización y compra de bienes. Existen otros mercados como los de bienes intermedios para actividades como construcción o fabricación de alimentos, donde las irregularidades y la incertidumbre (aquello que deberían regular las instituciones sin implicar ello estatismo ni control acérrimo de la economía) son frecuentes e intensas. Las expresiones “no se consigue”, “viene aumentado”, “por ahora está así, aprovéchalo” se han vuelto parte de la regularidad diaria y consustancial a los escenarios hiperinflacionarios o inflacionarios según el momento que busquemos analizar o describir.

LA NECESIDAD Y LA LIBERTAD (DE CÓMO LA NECESIDAD SUPERÓ A LA LIBERTAD).

Pensadores, filósofos, economistas y otros han transitado y reflexionado sobre esto. Me decía un amigo, en un determinado momento de estas distorsiones y su evolución, que seguía a otra cadena de amigos, que ante el producto -tal o cual- solo había que adquirirlo, que era un problema de necesidad y no había que preguntar mucho.

Una administración que en más de dieciocho años –hasta 2017, o más de 23 hasta la actualidad de 2023- pretendió o planteó solucionar o mejorar la distribución del ingreso y de la renta petrolera, terminó creándole una sobredeterminación al reino de la necesidad (ampliándolo, profundizándolo) y restringiendo grandemente la libertad de producir, consumir y hasta conseguir los bienes mas elementales. ¡Terminó, en resumen, generando más pobres y más pobreza!

Más aún qué, la dinámica de precios y salarios relativos está permanentemente condicionada por quien domina el mayor espacio de la informalidad en estos menesteres, y que no es más que la pertinaz dolarización informal de la economía y donde unos u otros (políticos, empresarios y analistas)[6] han evitado pronunciarse para establecerla como dolarización formal o simplemente eliminarla como dolarización informal.

 

25 septiembre 2023

@eortizramirez

eortizramirez@gmail.com

 

 



[1] Existen diversas líneas de investigación asociadas a la discusión de lo formal e informal, lo moderno y lo atrasado y siempre convergen en lo atinente a la presencia de una dualidad dentro de determinadas economías, y, ya en la segunda mitad del siglo XX, asociadas a la llamada perspectiva del Dualismo en análisis sobre el desarrollo en los países menos avanzados. Un análisis y discusión de interés puede verse por ejemplo en: Mario Cimoli, Annalisa Primi y Maurizio Pugno. Un modelo de bajo crecimiento: la informalidad como restricción estructural. R e v i s t a  d e  la C e p a l  8 8,  a b r i l  2 0 0 6. En esta nota solo resaltamos desacoplamientos institucionales o distanciamientos de procedimientos modernos, regulares o debidamente estructurados para el estímulo/impulso del crecimiento y desarrollo y es el sentido dado al pequeño rastreo de distorsiones e irregularidades.

[2] Dado el fracaso del mecanismo, el tratamiento del mismo es solo referencial/ilustrativo, dado el sentido que se le da a esta nota.

[5] Eduardo Ortiz Ramírez, Comienzos y desarrollos de la inflación y la política de precios controlados en Venezuela. 27 de noviembre 2017. https://www.academia.edu/resource/work/35268212.

[6] Eduardo Ortiz Ramírez. La peor de la dolarizaciones: el “cuadre” tácito de gobierno, empresas, familias y analistas y el peor de los ajustes en Venezuela. 17 de mayo 2020. https://www.academia.edu/resource/work/43087420.

jueves, 21 de septiembre de 2023

Las promociones de 1983: Estudios Políticos

 

Las promociones de 1983: Estudios Políticos

Estas dos promociones tenían la denominación de los 200 años del nacimiento del Libertador, ya que los graduados de bachiller, en Universidades e Institutos militares en la época estaban arropados por la designación todas esas promociones


 

·                     JESÚS E. MAZZEI ALFONZO

21/09/2023 05:00 am


Con motivo del inicio del nuevo año escolar en las universidades y que, por esta época, pero retrocediendo en el tiempo en el año 1972, se daba inicio al proceso administrativo de inscripción de los estudiantes que se iban a inscribir en aquel entonces, en la novísima escuela de estudios políticos de la UCV, que era un paso fundamental en la institucionalización y modernización de la ciencia política en Venezuela, y no podía ser de otra forma que en la UCV, primera universidad del país, tuviera este privilegio y gran visión académica gracias al Dr. Manuel García Pelayo que había fundado el Instituto de Estudios Políticos en 1959 y 10 años después, se aprobaba el informe de creación de la escuela. Universidad, pues, reabierta luego del proceso de restructuración por el hecho del cierre en 1970, por dos acontecimientos que marcaron y sobrepasaron, la gestión de las autoridades rectorales de la época, como fue, por una parte, el proceso de renovación académica y la actitud, tolerante y vacilante, ante la insurrección armada urbana que convirtieron el sagrado recinto universitario, en un espacio de aliviadero donde se refugiaban guerrilleros y armas, amparados en la autonomía universitaria y que posteriormente le fue devuelta la plena autonomía académica y administrativa, y la gobernabilidad interna a la universidad con la elección del rector José Rafael Neri y la que la universidad y la facultad, decide pues abrir la escuela de estudios políticos, y que este año conmemora sus primeros 50 años, de inicio de sus actividades académicas, que se realizó en el primer trimestre del año de 1973, de la escuela de estudios políticos de nuestra alma mater, la UCV, es bueno recordar sus antecedentes, los egresados de la primera promoción entre otras cosas y además, al 40 aniversario de grado de mi promoción, la segunda cohorte del año 1983, que se cumplirá este próximo 4 de noviembre del 2023.

Así las cosas, estos recuerdos, me remontan a un lejano año 1978, en el mes de marzo, cuando adquirí mis primeros textos de ciencia política entre los cuales se encuentra el texto de Ciencia Política: una sencilla visión General, del profesor Dr. Francis Sorauf, de la Universidad de Minnesota EE. UU, de la colección UTEHA, que analizaba hasta ese momento la evolución y el estado del arte de la ciencia política estadounidense, el alcance, madurez de sus diferentes métodos y teorías. Aquella ciudad de Caracas, pletórica de librerías abría un abanico de posibilidades de adquirir textos para la universidad, hoy no por la desaparición de librerías tan emblemáticas como SUMA, Lectura, Noctua, entre otras.

Ahora bien, el antecedente inmediato de la creación de la futura Escuela de Estudios Políticos fue la creación del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad Central de Venezuela en 1958 y que inicio actividades en febrero de 1959. Fue dirigido, desde ese mismo año hasta 1979, por el destacado constitucionalista y politólogo, Manuel García-Pelayo, padre indiscutible de la ciencia política en Venezuela, por 20 años, a quién siempre abra que recordar como el padre fundador y columna fundamental de los inicios de los estudios de ciencia política en la Venezuela contemporánea por siempre. En el Instituto de Estudios Políticos, se impartían cursos monográficos, con una matrícula de 61 alumnos en sus inicios. Al cabo de una década, en 1968, la matrícula había aumentado a 147 alumnos.

La escuela se nutrió primero de su base natural profesoral en el nacimiento de la nueva escuela en la denominada en aquél entonces Facultad de Derecho, luego de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, y Humanidades, de la UCV, y de la Universidad Católica Andrés Bello de allí vinieron maestros de la talla de Rafael Pizani en Introducción al Derecho, Juan Carlos Rey, Hans Joachim Leu, Humberto Njaim, Diego Bautista Urbaneja, Freddy Vivas, Graciela Soriano de García Pelayo, Jannette Abouhamad, Andrés Stambouli, Maruja Delfino, José Brito González, Pedro Martínez, Ricardo Combellas, Marielena Planchart, Haydee Farias, Carlos Guerón, Eva Josko de Guerón, Jaime Jaimes Berti, el S. J Luis María Olaso, Freddy Vivas, Hernán La Riva, Demetrio Boersner, Silvia Mijares, Julia Barragán, Domingo Alberto Rangel, Rafael Crazut, Maritza Montero, Carlota Pérez, sí hoy considerada una de las 50 economistas más influyentes del mundo. Un dato curioso, don Manuel García-Pelayo, no dicto clases en la novel institución, en la escuela de estudios políticos, se mantuvo en la dirección del Instituto de Estudios Políticos como su director, y, además, a preparar los distintos números de la revista Politeia, Documentos entre otros asuntos y a organizar el futuro doctorado en ciencias políticas, entre otras actividades académicas.

Así las cosas, entre otros estos docentes, dictarán las materias de Teoría Política, Historia de las Formas Políticas, Historia de las Ideas. Teoría de la Organización, Estructuras Históricas I y II, Estructuras Internacionales, entre otras, vienen tambien profesores de la Facultad de Economía y Ciencias Sociales de la UCV y con ello se va armando poco a poco el núcleo inicial de profesores de la naciente escuela de estudios políticos, también contribuirán con su talento y conocimiento profesores de la Universidad Católica Andrés Bello, allí estarán Antonio Cova, Mercedes Pulido de Briceño, Maritza Izaguirre, Guillermo Boza, Arturo Sosa s.j entre otros. Vendrán luego los profesores extranjeros exiliados y abrazados en la amplitud y apertura de brazos abiertos, que ofrecía Venezuela en aquél entonces a todos los que venían a esta tierra de gracia, sobre todo exiliados políticos de izquierda entre los años 1973 y 1980, como Eduardo Vio Grossi, Gonzalo Tapia, entre otros que recuerde.

Debo citar al maestro Juan Carlos Rey baluarte de los profesores fundacionales de la escuela de estudios políticos, en un trabajo que publicó en la Politeia 50, vol.36, año 2013, Recuerdos sobre la creación y los primeros años del Instituto de Estudios Políticos de Caracas que todo politólogo debería leer” … Es significativo que el primer decano de la Facultad en la nueva etapa democrática, Andrés Aguilar Mawdsley, responsable de la decisión de crear el Instituto, pasó de ocupar tal cargo a ser ministro de Justicia, como parte de la cuota que correspondía al Partido Copei, de acuerdo con el Pacto de Puntofijo, en el primer gobierno de Rómulo Betancourt. Y no será menos significativo que el Decano que tomara la decisión final de crear la Escuela de Estudios Políticos y Administrativos, sea Enrique Pérez Olivares, quien al terminar su período como tal se incorporó a ocupar varios importantes cargos como ministro en el primer gobierno copeyano que conoció el país, el de Rafael Caldera. Lo cual demostraba que Copei, como partido con verdadera vocación de gobierno, estaba especialmente interesado en desarrollar un centro de enseñanza de calidad, que sirviera para la formación en estudios políticos de los futuros altos empleados públicos, interés que era compartido por los líderes de AD más lúcidos, como Rómulo Betancourt…”

El 11 de octubre de 1968, efectivamente es nombrada la Comisión para la creación de una Escuela de Estudios Políticos fue nombrada por el Consejo de la Facultad de Derecho de la Universidad Central de Venezuela. Esta Comisión estaba formada por el Dr. Manuel García-Pelayo, que la presidía; los Dres. José Guillermo Andueza, Carlos Leáñez, Antonio Moules Caubet, Humberto Njaim y Gustavo Planchart Manrique como miembros. El profesor Juan Carlos Rey, fue nombrado secretario. Los asesores del comité fueron los profesores Juan Sánchez Covisa, J.M. Vidal y Hans Joachim Leu.

El 29 de agosto de 1969 se finalizó el informe sobre la creación de la Escuela de Estudios Políticos, que será la base del funcionamiento teórico-académico y académico-administrativo de la naciente escuela, de esa naciente esfera del saber en el país.

El 16 de abril de 1971, siendo Decano de la Facultad de Derecho, el Profesor Dr. Luis Henrique Farías Mata, se designó al Dr. Carlos Leáñez para que iniciara la organización del plan de estudios, las cátedras, los departamentos, así como el reclutamiento y selección de los recursos humanos que impartirían las clases a los futuros alumnos. Este trabajo de organización y montaje académico-docente culminó el 30 de septiembre de 1972, en el último trimestre de ese año se empiezan a inscribir en la escuela sus futuros alumnos.

Ahora bien, quien realmente se desempeñó como el primer director de la Escuela de Estudios Políticos, en el inicio de la parte operativa de las actividades académicas con los estudiantes, fue el profesor Nelson Socorro, desde el 1 de octubre de 1972 hasta el 1 de junio de 1975.

Los profesores Hans Joachim Leu, Ricardo Combellas y Maruja Delfino, serán los directores con los que conviviré durante esos hermosos años en mi Alma Mater, a ellos mi eterna gratitud por su amistad, cariño y rigor académico. Asimismo, no debo dejar de mencionar la destacada labor en esta fase embrionaria de la creación de la Escuela, la tenaz labor del entonces Decano de la Facultad de Derecho, el eminente venezolano Enrique Pérez Olivares, por su decidido esfuerzo en la institucionalización académica de los estudios de ciencia política en la UCV, antes de aceptar la designación como ministro de Educación de Rafael Caldera en su primer gobierno.

En el primer trimestre, más concretamente en el mes de enero año del año 1973, abrirá sus aulas la primera escuela de Estudios Políticos y Administrativos (EEPA) del país, que graduará los primeros licenciados en Ciencias Políticas el 14 de marzo de 1978, en tres sub-especialidades: politología, relaciones internacionales y administración pública. Proceso, ininterrumpido desde 1978, hasta el pasado mes de julio, la próxima cohorte deberá egresar a finales del año 2023.

El politólogo puede cumplir diversos roles en la sociedad como docente, investigador, asesor o consejero de grupos de interés, como funcionario en la administración pública y privada, como consultor, dentro de los centros de servicios de investigación, en el periodismo de opinión y, finalmente, también podría incursionar en el ejercicio de la praxis política, elevando así la calidad del debate político y la cultura política del país.

La ciencia política seguirá haciendo importantes aportaciones al análisis del sistema político, de su democracia, de su entorno internacional, porque es su principal nutriente: su pluralismo y diversidad. En definitiva, el politólogo es responsable de la proyección de nuevas ideas y de la creación de un entorno propicio para el desarrollo de la conciencia social y la construcción y fortalecimiento de la democracia en nuestras sociedades.

Cabe destacar que los estudios de ciencia política y sus herramientas de análisis están pasando por un proceso de aggiornamento, que deberá adaptarse a las nuevas reformas curriculares para seguir una combinación virtuosa de enfoques neo-institucionales e histórico-institucionales, con la era digital y los nuevos aportes teóricos.

Además, adaptarse a los enfoques intertransdisciplinarios para comprender las nuevas complejidades de la realidad, tanto estructurales como sociológicas, económicas y culturales, estudiando las reglas del juego político, las asimetrías de poder, los conflictos sociales, económicos y culturalmente heterogéneos, así como los procesos de globalización que se presentan hoy en día.

Por último, quiero ofrecer un homenaje a algunos de los egresados, especialmente de las primeras 10 promociones fundadoras de la escuela, que abrieron el camino de la ciencia política en el país, en diferentes ámbitos, donde han tenido roles destacados, entre otros: Ángel Álvarez, José Humberto Briceño León, Miguel Manrique, Pedro Guevara, Leandro Area, Jorge Raydan Pabón, Carlos A. Romero Méndez, Miguel Vander Dijs, Francisco Yáñez, Lourdes Cobo, Beatriz Gerbasi, Gisela Gómez Sucre, Ismael Pérez Virgil, Pavel Rondón, Reynaldo Wulff, Carlos Zerpa, Eloi Lengrand, Eduardo Pozo, Bernardo Álvarez, Tony Beker, Beztzabeth Guevara, José A. Rodríguez, Adela Hurtado, Mary Mogollón, Ana Elena Zambrano, Beatriz Gerbasi, Eloísa Avellaneda, Eladio Hernández Muñoz, Oscar Hernández, Nelson Maica, Luís Salamanca, Belkis Zabaleta, Bettina Gianvictorio, Yolanda Istúriz, Eleyda García, María Auxiliadora Prince, Francisco Rodríguez y María Auxiliadora Rondón.

Así las cosas, recuerdo a la primera cohorte del año 1983, que tenía entre sus graduados a mis recordados amigos Nicomedes Febres, Bettina Gianvittorio, Mercedes Guerra, Cecilia Isturiz, Alba Machado, Moraima Mata, María Prince, Francisco Rodríguez, María Auxiliadora Rondón, entre otros.

Y, por otra parte, a mis dilectos compañeros de la segunda cohorte del año 1983, promoción, que éramos 39. En particular, quiero recordar con cariño y algo de nostalgia, entre otros compañeros, a Judith Hamilton, Mercedes Hernández, María del Carmen Martínez, Maximiano Guerra, Hernán Alvarenga, Eliesser López, Laura López, María del Carmen Martínez, Antonieta Osuna, Leticia Barrios, Gonzalo González y a los que siguieron en promociones posteriores como Violeta Terralavorro, Carlos Eduardo Díaz Vivas, Enrique Achue, Alfredo Lozada, Luis Miguel Landaeta, Carmen La Bella, Timoteo Zambrano entre muchos otros.

Estas dos promociones tenían la denominación de los 200 años del nacimiento del Libertador, ya que los graduados de bachiller, en Universidades e Institutos militares en la época estaban arropados por la designación todas esas promociones de estudiantes se denominarían Bicentenario del Nacimiento del Libertador, el cual, por cierto, se celebró, con dignidad y majestuosidad ese año 1983, que sólo la democracia supo hacer, en un año si difícil en lo económico, pero donde inauguraron obras de infra estructura, como el Metro, el Teatro Teresa Carreño, Los Juegos Panamericanos y se realizó el Congreso de Pensamiento Político Latinoamericano, evento que muy difícilmente se vuelva a organizar por los momentos en el país, porque tuvo dos principios fundamentales de organización exitosa: el pluralismo y diversidad de opiniones políticas y académicas, entre otras cosas, que se hicieron a lo largo de ese inolvidable año de mi grado universitario, por cierto bajo la asesoría de una comisión de alto nivel académico desde el año 1982, del Instituto de Estudios Políticos de la UCV, ese año bajo la Dirección del Dr. Juan Carlos Rey, que contó con la colaboración además, de los profesores: Haydee Farias, Andrés Stambouli, Diego Bautista Urbaneja y el S.J Arturo Sosa.

NOTA ACLARATORIA A MI ARTÍCULO LOS POLITÓLOGOS Y LAS RELACIONES INTERNACIONALES: hubo otros cinco politólogos que sirvieron con dignidad, eficiencia y patriotismo, en el servicio exterior venezolano: la Embajadora Carmen Jiménez, el Dr. Umberto Mazzei, Sandra Pestana, Libertad Márquez y Omar Touron, disculpen la omisión.

 

 

jesusmazzei@gmail.com

 

Amenazas iliberales

 

Amenazas iliberales, por Félix Arellano





Amenazas iliberales
FacebookTwitterWhatsAppTelegramEmail

Mail: fgap1749@gmail.com


Nuestra región con una intensa red de relaciones históricas, culturales, sociológicas y religiosas, ha tratado en las ultimas décadas de construir un marco de relaciones económicas más estrechas y dinámicas, empero, factores fundamentalmente políticos e ideológicos lo están obstruyendo. Tal experiencia evidencia el fracaso de las tesis reduccionistas, que asumen a las fuerzas económicas como las determinantes de los procesos sociales.

En la región, por el contrario, es la política la que en algunos momentos ha promovido la temática económica y comercial, con proyectos de integración económica un tanto forzados y distantes de las realidades nacionales. Pero en estos últimos años, la fragmentación, polarización y radicalización del panorama político, está limitando seriamente las posibilidades de avanzar en la conformación de un mercado ampliado, sostenible y sustentable en nuestra región.

Las tendencias populistas, autoritarias e iliberales que avanzan en varios países de la región están afectando tanto las relaciones económicas, como políticas. Los valores liberales que fueron desarrollándose con la caída del militarismo y ascenso de nuevas democracias, cargadas de expectativas libertarias, la defensa de la institucionalidad democrática y los derechos humanos, están enfrentando la amenaza de las visiones iliberales tanto en el plano nacional, como internacional.

La defensa de la institucionalidad democrática y la conformación de un sistema hemisférico sólido en materia de derechos humanos, constituyeron por varios años banderas fundamentales, que unificaban la actuación internacional de un gran número de países en la región; pero, la situación está cambiando y, en los últimos años, con el populismo, el autoritarismo y las visiones iliberales en ascenso, se sienten los negativos efectos, en la erosión de los sistemas democráticos y la violación de los derechos humanos fundamentales.

Se va posicionando una visión iliberal de la política que amenaza las libertades internas, pero también ataca el orden internacional liberal, pregonando un orden multipolar cargado de contradicciones, que en el fondo aspira eliminar cualquier mecanismo de control o sanción internacional a las prácticas autoritarias. Un nuevo orden multipolar, que se acompaña con el desmantelamiento de los derechos humanos por su carácter individualista, sustituidos por unos «derechos colectivos» sujetos a la discrecionalidad de quienes detentan el poder.

La nueva estructura internacional que se trata de imponer no se corresponde con la esencia de la multipolaridad, pues rechaza la diversidad y la inclusión. Se trata de vincular los ideológicamente afines y eliminar espacios a la sociedad y a los ciudadanos.

Todo indica que el objetivo es la construcción de una arquitectura autoritaria, justificada en una narrativa de la lucha contra la hegemonía de los Estados Unidos.

El autoritarismo iliberal está generando fisuras complejas en la región, como se puede apreciar en los ataques del mal llamado progresismo, contra el presidente Gabriel Boric de Chile, por su sólida defensa de los derechos humanos, campaña que promueven el tenebroso dúo Ortega-Murillo desde Nicaragua.

También en el plano económico, en particular en el ámbito de la integración económica, se están evidenciando los efectos perversos de las visiones iliberales. En este ámbito, el ataque ha sido intenso y, como es usual, profundamente manipulador. Con el argumento del rechazo a la integración neoliberal, carente de sensibilidad social, los movimientos populistas, autoritarios e iliberales han desarrollado un ataque sistemático contra los procesos de integración, que está dando como resultado una mayor fragmentación y desintegración en la región.


Entre las contradicciones de la narrativa iliberal destaca el asumir que la apertura comercial y la integración económica, en especial, las zonas de libre comercio, son las causas fundamentales de los problemas sociales en la región. Es cierto que la apertura comercial puede generar efectos adversos en algunos sectores, pero no se puede desconocer sus beneficios en la generación de bienestar social.

Por otra parte, los problemas que puede generar la integración económica se deben enfrentar incrementando los mecanismos de integración, entre otros, con la incorporación de mecanismos de equidad, de protección temporal y con los incentivos necesarios para avanzar en productividad y competitividad.

El autoritarismo ideológico no profundiza en el tema, por el contrario, lo manipula para justificar sus anacrónicas y fracasadas soluciones, que empobrecen la sociedad para facilitar el control social y, en consecuencia, perpetuarse en el poder.

En este contexto, cabe destacar que se cuestionan los esquemas de integración, con el objetivo de debilitarlos, pero no se promueve un proceso de revisión y reingeniería, por el contrario, se propician una nueva institucionalidad, definida como postliberal sumisa ante el autoritarismo.

En el caso de la Comunidad Andina el retiro de Venezuela por razones fundamentalmente ideológicas y luego la polarización del resto de los países miembros, unos orientados a una mayor apertura (Colombia y Perú) en el marco de la Alianza del Pacifico; otros con una posición más proteccionista (Bolivia y Ecuador), está dando como resultado el estancamiento del proceso.

También el Mercosur enfrenta las consecuencias de las contradicciones iliberales; no obstante que la normativa prevista en el tratado fundacional de 1991, privilegia la apertura del mercado, en la práctica los avances han sido limitados, y la ideología está marcando la pauta. La tendencia ideológica logró su mayor ímpetu con el irregular ingreso de Venezuela como miembro pleno, propiciando una larga y compleja diatriba política, en detrimento de los derechos humanos y la institucionalidad democrática.

Luego, de la suspensión del gobierno venezolano del bloque, con la aplicación de la cláusula democrática del Mercosur (Tratado de Ushuaia), no se superó el enfrentamiento político ideológico, pues el bloque se ha polarizado entre los países que aspiran una apertura comercial más dinámica y profunda (que actualmente lideriza el gobierno del Uruguay) y los que asumen posiciones más conservadoras en materia comercial, con una marcada influencia del gobierno argentino de Alberto Fernández.

La crítica de las corrientes iliberales contra la apertura comercial y la integración económica, ha resultado desequilibrada y manipuladora. Por una parte, menosprecia las bondades de tales procesos, que pueden generar en la atracción de inversiones, generación de empleo y diversificación de las capacidades exportadoras.

Por otra parte, resulta manipuladora pues no busca soluciones a los problemas; por el contrario, exacerba los problemas. No se trata de superar la pobreza o la exclusión, se utilizan esas realidades para justificar el desmantelamiento de las instituciones liberales,e imponer dinámicas autoritarias que permitan un control más efectivo del poder.

Félix Arellano es internacionalista y Doctor en Ciencias Políticas-UCV.

TalCual no se hace responsable por las opiniones emitidas por el autor de este artículo