Políticos,
política: cualidades en un tiempo de incertidumbre
Los enfoques de estos políticos
en su reflexión y hacer práctico, son una guía para la compresión teórica de
los problemas políticos que les toco enfrentar.
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JESÚS E.
MAZZEI ALFONZO
14/09/2023 05:00 am
Hoy es un tiempo de incertidumbre, complejidad, desasosiego, entre otras
cosas, por la baja calidad de nuestro liderazgo que se ha deteriorado tanto en
la oposición, como en el gobierno, banalizaciones, narrativa elemental, vulgar
y ordinaria, no hay discusión de políticas públicas sustantivas, no escriben,
ni siquiera una nota de prensa, mucho es pedirles un simple artículo de
opinión, menos un libro como por ejemplo, El Ideario de la Democracia
en América de Rafael Caldera o Reflexiones de la Rábida o
Venezuela Política y Petróleo de Rómulo Betancourt, es mucho también
para mentes cortas y faltas de reflexión sobre el presente y futuro del país,
como proyecto y para regenerar nuestra enferma democracia, presa hoy del
autoritarismo por supuesto escribir un libro, mucho menos. No hay debate,
refutaciones de altura. Ahora bien, es cierto, que el político es un hombre de
acción, y por ello, requiere equiparse de adecuados instrumentos conceptuales
para una mejor comprensión de la realidad y de los fenómenos políticos y la
resolución de los problemas de las sociedades. Hoy nos encontramos en una
oscuridad, en un túnel vacío, hacia el porvenir por la calidad de nuestros
políticos.
Así las cosas, hay una relación entre conocimiento, formulación de políticas y
sentido de poder o sentido de estado. Del maestro de la ciencia política en
Venezuela, como lo fue el Dr. Manuel García Pelayo, tomo su categorización de
las cualidades de un político: 1) saber qué se quiere o conciencia de finalidad;
2) saber qué se puede o conciencia de posibilidad; 3) saber qué hay que hacer o
conocimiento de la instrumentalidad; 4) saber cuándo hay que hacerlo o sentido
de oportunidad y 5) saber cómo hay que hacerlo o sentido de la razonabilidad.
En primer lugar, resaltan dos palabras que se repiten en esta enunciación de
las cualidades mínimas de un político: sentido y conciencia.
Sentido: es el entendimiento, razón, en cuanto discierne las cosas, entender
una cosa o juicio que se hace de ella y conciencia: conocimiento exacto y
reflexivo de las cosas. Pues bien, estas dos palabras se reúnen en una densa
entrevista dada al Boletín Informativo de la Universidad Central, el
17 de noviembre de Año II Núm. 52, segunda época; de Don Manuel
García-Pelayo, a los pocos meses de llegar a Caracas en 1958, (a solo días de
la firma del Pacto de Punto Fijo y de la firma del Programa Mínimo Común, que
adherirán todo el espectro político venezolano de aquél entonces, en aras de
estabilizar y producir políticas modernizadoras en la naciente democracia
venezolana), para hacerse cargo de la fundación del Instituto de Estudios
Políticos, centro embrionario de la ciencia política venezolana.
La conciencia de finalidad es saber qué objetivos se quieren lograr en la lucha
política, cómo se lograrán esos objetivos, cuáles serán los medios, qué
herramientas a utilizar. La conciencia de posibilidad es saber los márgenes de
acierto, límites y que margen de habilidad se pueden permitir para tener una
carrera política exitosa, ó una gestión gubernamental eficiente en el ejercicio
del gobierno, lo tercero es que hay que tener conocimiento de la
instrumentalidad, son pues las herramientas que tenemos al alcance: liderazgo,
gestión pública, organizaciones partidistas etc. que nos dan la posibilidad de
contar con elementos para la actividad política; el cuarto factor, es el
sentido de la oportunidad, es conocer ese momentum mediante
actos de liderazgo y acciones políticas concretas que no solamente nos ponen en
el tapete de la política, sino en mantenernos allí con credibilidad, auctoritas
(capital político) y acciones gubernativas en la cima de la vida pública, le
hacen mejorar sus ventajas competitivas.
Por último como hay que hacerlo o como lo expresa Don Manuel: sentido de
razonabilidad, se realiza en un acto de liderazgo, con una decisión, un
discurso brillante y coherente, ó la palabra oportuna que le dé sentido de
dirección a los actos políticos en un contexto determinado, Manuel
García-Pelayo hace la salvedad que estas cualidades no es producida solamente
por la formación teórica que es importante, pero no suficiente, son innatas al
líder político y la formación y la experiencia, las complementarán, en una
carrera política que puede ser exitosa o efímera o de un fracaso estrepitoso.
Puede esfumarse en un paso mal dado por un cálculo o juicio no evaluado o
apreciado correctamente.
Esto por otra parte, va vinculado al tema del liderazgo y la labor intelectual
y gobernativa exitosa De esta manera cabe resaltar, que, los aportes de
brillantes políticos, que tuvieron posiciones políticas relevantes en el caso
venezolano como: Rómulo Betancourt, Rafael Caldera, Uslar Pietri, Ramón Escovar
Salom, Luis Ramón. J. Velásquez, Beltrán
Prieto Figueroa, Miguel Ángel Burelli Rivas, Luís Herrera Campíns, Teodoro
Petkoff, Gustavo Machado, Américo Martín, Pompeyo Márquez y Simón A. Consalvi,
Ramón Guillermo Aveledo, Pedro Pablo Aguilar, Arístides Calvani, Enrique Pérez
Olivares, Lorenzo Fernández, entre otros políticos, que conjugaron esa doble
función: la interacción que se produce entre políticos en el reflexionar y
diagnosticar y luego producir políticas públicas. Conjugar la labor del
intelectual con la del político es difícil, gobernar es más complejo, es optar
entre opciones, es saber que se quiere, saber que se puede y que no se puede
hacer, saber cuándo hay que hacerlo y finalmente, cómo hay que hacerlo, y en
democracia, es más complejo, por ello, los aportes de estos ilustres
venezolanos en sus distintos campos del reflexionar y el hacer, nos deja un rico
legado para conocer lo que somos y nuestra historia.
Los enfoques de estos políticos en su reflexión y hacer práctico, son una guía
para la compresión teórica de los problemas políticos que les toco enfrentar.
Sus distintos aportes se dieron en contextos históricos determinados. Ellos
dieron lugar a una sociedad plural. A fin de cuentas, comprometidos con sus
ideas. Estos líderes y otros tuvieron, por un lado, el liderazgo en una función
de dirección dirigido al bien común y por otro lado, el liderazgo debe tener un
carácter ético-moral y sobriedad en el manejo de lo público.
Hoy lamentablemente no tenemos políticos de este talante, y estatura. Menudo
reto de las nuevas generaciones de políticos venezolanos, tanto en la oposición
como en el gobierno, donde abunda la ordinariez y mediocridad, sobre todo en
este último fundamentalmente. Adolecemos de Statemanship.
jesusmazzei@gmail.com
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