LA UCV QUE VEMOS, LA
QUE VIMOS Y CUALQUIER PLAN DE REESTRUCTURACIÓN. UN PERFIL DESDE 2020.
EDUARDO ORTIZ RAMÍREZ
Hoy domingo 19 de los corrientes, por
razones casi circunstanciales, entramos a la UCV y le dimos una vuelta grande. ¡Casi
una temeridad! Pues no percibimos ni un solo funcionario de vigilancia. Estacionamientos
cerrados, cadenas colocadas y nada que ver con aquellos ambientes, donde en los
setenta, ochenta y todavía noventa, podía
uno ver jóvenes estudiando o “tomados de
la mano” como compuso alguna vez un cantor. La única entrada en funciones
al garete, era la del Clínico. La inseguridad tiene su cuota de determinación, pero
también el abandono de autoridades y funcionarios. Hubo un rector, que incluso
llegó a cobijarse en la idea de que en la UCV
había inseguridad como la había en el país (indudablemente una idea hasta el
infinito). Pero pueden verse también las áreas verdes, jardines y árboles en
total abandono: ¡la realidad ornamental de la “casa que vence las sombras”!
Mientras, los profesores, incluso los
de más rango nos enteramos que el sueldo puede bordear los diez dólares. Y se
presentan esfuerzos de los gremios como la APUCV
para compensar con bonos el deterioro en el bienestar profesoral. No hay agua,
ni baños, ni atenciones, ni recursos, que no estén afectadas por las políticas,
por un lado, de una administración del país (la del presidente NM), en funciones de apuntalar el deterioro
de la universidades, y, por otro, de activistas
políticos de la academia que se han convertido en poco menos que mercaderes
de la misma, en su mayor parte. Una autentica
descapitalización donde la verdad, la sinceridad y el realismo son los primeros
derrotados, en función de no querer
generarse conflictos con las autoridades centrales. Y en esa secuencia,
algunos, otrora honorables, se han vuelto, en determinados casos, cómplices beneficiados.
La UCV se encuentra hoy enfrentada a las presiones del TSJ para que, en sus condiciones, llame
a elecciones por una parte, o a defender la autonomía de realizarlas según sus
normas y reglamentos, por la otra. Estas últimas, sin embargo, se enfrentan hoy
al escepticismo que algunos tienen sobre que este mecanismo sea paquidérmico y
lento y no de los resultados rápidos y operativos que algunos desean, en el
sentido de tener nuevas autoridades. El mismo escenario del país, pero por
otras vías y complicaciones. Es a esto, a lo que con criterio pertinente se han
referido, aunque con sus propios conceptos, un conjunto de destacados
profesores en una comunicación coordinada por el profesor Víctor Rago. Pero, dramáticamente, esto se ha dado dentro de un
conjunto de episodios como es el caso de la renuncia del Vicerrector
administrativo Bernardo Méndez. Ante
lo cual uno se admira, no tengo por qué no decirlo, del largo tiempo transcurrido
para comunicar tamañas irregularidades. Lo dramático es que el tiempo acumulado,
tenía años y lustros previos también acumulados de irregularidades de todo
tipo. No en balde en la UCV, en privado
o en público, se sabe que reconocimientos, beneficios y privilegios no se
asignan lejos de las autoridades, y no estrictamente por valores académicos. No
son, por lo demás, razones para regocijarse la administración bolivariana, pues
sus escenarios creados y tendencias tienen muy poco que ver en numerosos casos
con la academia.
Paralelo a esto las polémicas,
diferencias y desencuentros entre el gremio profesoral y las autoridades tienen
visos harto polémicos: seguros, clínicas, laboratorios, fondo de jubilaciones, dólares
manejados o usados, un sinfín de temas, relacionados con las buenas intenciones
o a las no tan buenas, de unos y otros. Ya sería bastante si fuesen solo esos
los casos, pero resulta que ante la
mirada indolente de algunos y ante la complicidad de otros, pero también ante
los temores de muchísimos otros, se dan irregularidades directas o, en
algunos casos, como en la pintura donde el personaje se tapa la boca y el olfato
para robarle al muerto su diente de oro. Se cobran cuotas de $ por
procedimientos diversos y la mayoría de los observadores se hacen los que no
saben. ¿Qué diferencia tienen estas cosas con lo que sucede en el país? ¿Hasta cuándo
se repite con devoción que se trata de la "casa
que vence las sombras", mientras estas cosas se dan con regularidad?
Fue Mary quien me pidió que escribiera sobre el tema. ¿Porque otros no
lo hacen para decir que es mentira o que es verdad? Siempre piensa uno que, los
trapos sucios se lavan en casa. Pero resulta que ya se ha visto que la casa se
la han tomado algunos como su vía pecuniaria, incluso en base al desarrollo de
actividades académicas cuyo fin es estrictamente grupal. ¿Qué diferencia hay
con la Venezuela administrada por la administración bolivariana?
¿Dónde quedó la UCV que nos formó con
valores, con espíritu de sacrificio, con amor al conocimiento, y con la obsesión
abnegada por enseñar y no por instruir, como le escuche alguna vez al profesor Francisco Zaera? ¿Es que acaso solo hay
espacio para la bola de nieve que significa la mayor destrucción y deterioro de
lo que conocimos alguna vez como la Universidad
Central de Venezuela? No, en nuestra opinión si hay espacios, valores y
gentes de la academia sin rendición, que
pueden enfrentar esta vorágine de
indiferencia. Si esto fuese cierto. un primer paso es realizar las elecciones
para nuevas autoridades.
Correspondientemente, cualquier plan
de reestructuración, partiendo de ello, no puede venir de cuatro autoridades y
doce decanos, sino de la voluntad sincera de cambio en base a los valores que
sabemos existen. Conscientes estamos que esto lo restringe la crisis, la hiperinflación,
la escasez de recursos y la actitud de una administración nacional que
deteriora cada día más la situación de las universidades y sus profesores. Y que
es capaz de sorprender a muchos, con medidas irritantes para las comunidades académicas
como fue la reciente de pagar primas por cargos generando distancia y asimetrías
indescriptibles entre unos profesores y otros.
Pero en fin, algo tiene que hacerse.
19 de enero 2020
@eortizramirez
eortizramirez@gmail.com
Un muy bien informado articulo, pero se queda en un lado. Yo convivo con los colegas que se forman y forman con ectraordinarios esfuerzos a profesionales.
ResponderBorrarSu documento debe abrir conciencias porque muchos están dando la pelea pero otros estan estangados.
Por cierto, la ucv es la casa que vence la sombra, en singular.Al menos así está en el himno
Muchas gracias por su comentario. Pido excusas por alguna omisión o error. Como decía un eminente profesor que tuve y del cual aprendí muchas cosas "la prensa tiene que salir" (aplicándolo a escritos de variada intensidad, lo cito yo). Lo cual a veces es simplemente una excusa. Un saludo profesor.
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